Atardecer *libre*

Llegue en la tarde al colegio, fui a mi sala, pero solo había niñas hablando trivialidades, decidi salir a explorar un Poco y conocer el castillo.

Mirando el atardecer me puse a recordar a una hermosa chica que me había dado la bienvenvenida.

Era rubia, de piel blanca y de unos preciosos ojos azules... Sonreí de lado.

Tenía que volver a verla, tenía que saber su nombre...

Me quede sentado en la orilla de un lago, y me quede pensativo.

Llevaba un tiempo de pie, con la espalda recostada en uno de los arboles cercanos, mirando al infinito y perdido en mis pensamientos, cuando escuche unos pasos. Me fije. Era un chico de mi edad, seguramente de mi curso, aunque no le recordaba de ninguna clase. "Y muy atractivo" me dije para mi mismo, ahogando una risa, era obvio que tenia su mente en algo o alguien importante, pues paso por mi lado sin siquiera verme y se sento cerca del lago mirando a la nada. Carraspee ligeramente, acercandome un par de pasos.

-Buenas tardes-saludé, esperando no ser una molestia.

Estaba tranquilo pensando en lo que podría hacer después, no sé, ir a mi sala común, poder dar un paseo por el castillo y encontrar lugares no antes vistos.

Negué con la cabeza, que aburrido, nada de emoción en este horrible colegio...

Me recoste y comencé a mirar el cielo, tan grande; ¿Quien no quisiera ser dueño de todo eso? ... Sin problemas, ni dificultades.

Levemente comencé a cerrar mis ojos, intentando relajarme más y dejar de pensar en ella aunque sería un poco difícil... Una piel tan blanca no se olvida

Minutos después escuche a alguien carraspear, seguía sin levantarme , abrí un poco los ojos y mire al causante; un chico, de mi misma casa, no recuerdo haberlo visto antes, o quizá si, la verdad es que no prestaba atención en muchas personas, amenos de que fuera por interés claro esta--Buenas Tardes -- le dije educadamente-

Me acerque a grandes zancadas. No tenia demasiadas ganas de fingir mayor seriedad que la mia propia, por lo que, ni corto ni perezoso, me dejé caer en el cesped, tumbandome al lado suyo, con las manos bajo la cabeza y mirando al cielo, esperando que no lloviese.

-Soy Caín Lancaster-me presente. Observe su tunica de Slytherin-curioso que no nos conozcamos...-comente, casi pensando en voz alta, pues era obvio que perteneciamos al mismo curso.

Aunque era lógico que tendría que pasar a la sala común, me aburrían los espacios cerrados, sobretodo, cuando están llenos de gente parlanchina, por lo cual salí a dar un paseo por el lago, algo aburrida, sin saber qué hacer, pues mi hermana se había concentrado en la escuela, o al menos eso decía… la verdad de cierto modo me importaba, pero afortunadamente soy buena disimulando. Llegue a la orilla del lago y pude nota a dos chicos recostados en el pasto, pasé de largo tratando de no ser notada, así acercándome a las grandes piedras en la orilla, pero aún así me sentía sola… aburrida después de cinco minutos decido volver hacia el castillo, aunque no reconocí a ninguno de los chicos recostados.

-Buenas tardes –salude cortésmente a ambos chicos, esperando no ser un estorbo en su conversación.

Me recargue y lo voltee a ver - Demasiado curioso - le comente sin muchos ánimos, aquel día estaba tan aburrido, de hecho, en esta escuela todos los días eran tan monótonos, que me estaba comenzando a hartar.

Mire de nuevo hacia el lago y solté un fuerte suspiro, escuche como unos pasos se acercaba, gire mi cabeza al ver a la persona y era una chica, mu hermosa debía decir.

Le sonreí mientras arqueaba mi ceja - Buenas tardes- la mire, tenia lindos ojos, pero sinceramente no tenía planes de algo con ella.