Paseando (libre)

Cécile concordó conmigo en que había sido una buena casualidad y mientras yo seguía riendo me dijo que a mí también me había salido vapor pero que no me había dicho nada porque era educada. Le saqué la lengua frunciendo el entrecejo.

- Ya me dirás que tiene que ver que te salga humo de la cabeza con la educación... mi mamá nunca me dijo "no le digas a nadie que le sale humo de la cabeza... es de mala educación"... ¿Es una norma mágica que aún no conocía?

Me reí un poco más y luego me quedé callado mirando el cielo, esucchando lo que me decía en un tono amenazante.

- Deberías prepararte tú... después de la próxima guerra de nieve desearás no haberme conocido... y tendrás pesadillas todos los días.

Vi como se deslizaba por la nieve para quedar a la altura de mi cabeza. Levanté un brazo y me atreví a ponerlo en su espalda con una sonrisa, sonrojándome levemente.

- Tengo ganas de comenzar las clases... últimamente me aburro demasiado y ya no sé que más hacer. A veces las vacaciones se me hacen un poco largas.

Suspiré esperando escuchar alguna queja por mi exceso de confianza poniendo la mano en su espalda. Desvié la mirada de nuevo al cielo y cerré los ojos, meditando. De pronto me acordé que no había enviado ninguna carta a mis padres y que hacía un mes les había enviado una diciendo que pasaría las navidades con ellos... ahora ya estaban a punto de pasar las navidades y no les había comentado mi cambio de idea... pensé que en cuanto me bañara iría a la biblioteca a escribir la carta, seguramente estarían preocupados y me extrañarían mucho. Sobretodo con las noticias de mortífagos que corrían últimamente, camufladas en el mundo muggle como atentados y catastrofes naturales.

No se quejó de mi mano, así que la dejé allí y le hice algunas caricias de vez en cuando, enfrascado en mis pensamientos. Cuando me habló sacudí la cabeza y me incorporé un poco. Al parecer las llamas ya comenzaban a extinguirse... ya me había sorprendido que aguantara tanto en medio de la nieve, aún así seguía dando suficiente calor. Ahora toda mi mente estaba ocupada por la preocupación de mis padres... con todo lo que estaba pasando fuera ellos debían de estar al borde de la desesperación por mi ausencia en casa. Traté de tranquilizarme respirando hondo para que no se notara esa preocupación, ya que no quería hacerme la víctima. Suspiré y miré a Cécile cuando me preguntaba que quería estudiar. Me encogí de hombros y le dije:

- Aún no estoy decidido del todo... pero seguramente seré profesor en Hogwarts o auror... es lo que más me llama la atención. Aunque a mis padres les gustaría que fuese un médico muggle... por desgracia seguiré mi propio camino y no el que ellos desean.

Apreté la mandíbula y me incorporé para quedarme sentado junto a la Hufflepuff, subí un poco más la mano, recorriendole la espalda delicadamente, hasta sus hombros para rodearlos. Cada vez sentía mis mejillas más coloradas, sorprendido de que no se quejara de mi abuso de confianza... eso significaba que le había caído bien... seguramente podía considerar a Alice y a Cécile mis primeras amigas fuera de Ravenclaw. Las miré a ambas con una sonrisa, tratando de disimular mi agonía interior:

- ¿Vosotras qué queréis estudiar?

Miré el fuego como bailaba cada vez que un copo de nieve caía sobre él, haciendose más pequeño y amenazando con apagarse en cualquier momento.

Escuchaba hablar a Cécile con la mirada perdida en la tenue llama que era lo que quedaba de la fogata de antes. Al sentirme cada vez más como una especie de criminal por violar la intimidad de la Hufflepuff, a pesar de que ella no se había quejado ni me había dirigido ninguna mirada asesina, decidí apartar el brazo de encima suyo y junté mis manos en mi regazo, además me separé un poco de ella, no sin dejar de escuchar lo que explicaba. Sentí como el calor que me había aportado el fuego desaparecía, además de un frío extraño, no físico, que había surgido de la separación entre la francesa y yo.

- ¡Medimaga! - dije con sorpresa y volviendo la vista hacia ella - debe ser difícil esa carrera... no hagas caso a tu madre, te veo más futuro curando a personas que aburrida sentada en un juzgado... aunque... - me rasqué la barbilla un poco dispuesto a hacer una broma, en parte para mostrarme aún más despreocupado de lo que en realidad estaba y en parte para olvidar el embarazoso momento en el que había puesto la mano en la espalda de Cécile - podrías ser auror... seguro que ningún mago tenebroso se resiste a tus bolas de nieve...

Solté una risa algo apagada y vi como finalmente el fuego se extinguía al caer un copo sobre él, saliendo un poco de vapor de agua mezclado con el humo del fuego. Delante de nosotros quedó un círculo de ceniza rodeado de nieve.

La siguiente pregunta que me hizo la chica me pilló de sorpresa. Alcé la cabeza abriendo mucho los ojos y la boca y primero negué con la cabeza... pero luego, al encontrarme con sus ojos, exhalé y torcí la boca en una expresión de preocupación, no quería mentirle.

- Es por mis padres... verás, el mes pasado les dije que pasaría las navidades con ellos... pero al final cambié de opinión y se me olvidó escribirles. Ahora deben de estar desesperados por saber dónde estoy y si estoy bien.... sabiendo cómo son mis padres seguro que ya se han puesto en lo peor... tendría que enviarles una carta immediatamente... - Apreté mis manos en mi regazo - Su preocupación debe ser doble... como sabrás los mortífagos han estado causando estragos en todo el mundo... según la prensa muggle son atentados terroristas y catastrofes geológicas... la teoria que creen mis padres a pesar de que les intentado convencer de que quién está detrás de todo es Quién-tu-sabes... pero no hay manera. Son capaces de pensar que han reventado el Expreso de Hogwarts o que me han secuestrado... espero que ellos estén bien.

Aparté la mirada de sus ojos y la desvié hacia el cielo con tristeza, preguntándome porqué le contaba esas cosas a alguien que había conocido de hace poco. Entonces se abrió un poco el cielo, sin darme cuenta había dejado de nevar. Pude observar el sol anaranjado del atardecer, debía quedar poco tiempo para el anochecer. En un susurro dije:

- Vaya... qué rápido pasa el tiempo... está cayendo el sol. Llevamos mucho rato aquí, ¿no?

La verdad era que me lo había pasado bien con Alice y Cécile... eran muy simpáticas las dos y la mar de divertidas. Apoyé la barbilla en mi mano y me quedé mirando el círculo de cenizas otra vez perdido en mis preocupaciones.

Al parecer su incomodidad desapareció una vez hube quitado el brazo de encima suyo. Me sentí aún más estúpido por haber realizado aquella acción impulsiva... normalmente no solía cometer esos "errores". Escuché lo que decía, tratando de consolarme. Pero no le contesté nada, por lo que el tema cayó en el olvido con mis siguientes comentarios. Ella dijo que si que era tarde y que deberíamos comenzar a irnos si no queríamos resfriarnos. Miré a Alice esperando que dijera algo, ya que había permanecido poco habladora después de la batalla. Me daba lástima tener que volver, no sabía si volveríamos a encontrarnos y algo me decía por dentro que tenía que volver a verlas... al menos a Cécile. Sonreí estúpidamente y cuando me dí cuenta sacudí la cabeza para mirar seriamente a las dos chicas.

- De acuerdo... será mejor que nos vayamos... pero tenemos que decidir ahora un día para ir a dar una vuelta... y poder vengarme de vosotras.

Me puse en pie sintiendo que mis piernas estaban algo entumecidas y di un par de saltos para recuperar su estado anterior. Me acerqué a la francesa y le tendí una mano, mientras decía en mi lenguaje materno, el francés:

- ¿Me permite ayudarla a levantarse, señorita?

Le dediqué una sonrisa y luego miré a Alice.

- Ha sido un placer conocerte, Alice… a ver si ahora decidimos cuando nos volvemos a ver…

Me giré hacia Cécile y le hice una pequeña reverencia, aún sosteniendo su mano que besé con delicadeza de forma caballerosa.

- Un placer conocerte a ti también, señorita Leblanc. - dije en francés.

Sonreí y esperé que se depsidieran antes de comenzar a correr en dirección a la biblioteca… seguramente dejaría el baño para el día siguiente, no quería perder ni un momento más.

Río por el primer comentario de Jack y me acomodo la túnica, seguro estaba un poco arrugada luego de que se secó. Estaba decidida a tomarme un baño caliente cuando llegara al castillo. Dejo que el Ravenclaw me ayude a levantarme, cosa que hago lentamente y logro incorporarme.
-Gracias -
Le digo en mi lenguaje natal y le sonrío, había sido un chico muy amigable. Ansiaba realmente volver a cruzarlo, y sentí que un brote de tristeza nacía al tener que pensar en despedirme. Ojalá cruzar a Alice de nuevo, realmente era divertida.
-Espero cruzarte de nuevo, ha sido un placer conocerte también -
Le contesto al joven y hago una fina sonrisa cuando me besa la mano, siento nuevamente como la sangre volvía a subir hacia mi rostro. Una vez que se incorpora me acerco a él y le doy un cálido beso en las mejillas, quedando cerca de él.
-Nos vemos -
Agrego y luego miro a Alice, haciendole una reverencia de despedida.
-Seguro nos cruzamos Alice, cuidate -
Le guiño un ojo para luego dirigirme hacia el colegio caminando lentamente, pero en mitad de camino me doy vuelta y los saludo con la mano. Momentos después me pierdo de vista por algunos árboles, un baño de agua caliente me esperaba.

Off: Si querés cerrá vos el tema Alice, al parecer no te pudiste conectar estos dias. Fue un placer rolear con ustedes chicos (:

Después de que besara su mano ella se acercó a mi y me di un cálido beso en la mejilla. Me quedé con la boca ligeramente abierta y presioné con dos dedos en mi mejilla queriendo retener el beso inconscientemente.

-E-Entonces... ¡ya nos volveremos a ver!

Dije tartamudeando y hablando medio inglés medio francés. Vi como se despedía de Alice y luego se encaminaba hacia Hogwarts, volviendose una vez atrás para mirarnos y saludarnos con la mano. Le devolví el saludo agitando mi mano y me quedé unos segundos más reteniendo aquel beso. Luego me di la vuelta y me acerqué a Alice, le hice una reverencia y le guiñé el ojo:

- La próxima vez que conozcas a alguien trata de no "entrarle" acusandolo de espionaje

Reí un poco, estando de muy buen humor. EL beso me había hecho olvidar lo de mis padres momentaneamente, pero cuando lo recordé me despedí de Alice con la mano y me perdí por el mismo camino que Cécile, en dirección a la biblioteca... escuchando como crujía la nieve bajo mis pies.... aquel sonido que tanto me gustaba.

Off: Alice, cuando quieras puedes cerrar... os pondré a las dos de amigas... y a Cécile de amor platónico xDDD, nah mejor en atracción Cuando queráis volvemos a rolear , un placer ^^