Como en una atalaya {Libre}

Hoy era un día fresco, soplaba un aire un tanto helado y apetecía tomar algo templado o caliente. ¿Y qué mejor lugar que Las Tres Escobas? Llegué hasta la puerta de madera y, al entrar, pareció que me metía en un mundo aparte. Estaba llenísimo de gente y las bebidas y jarras corrían de una punta a la otra del local. Dentro hacía bastante calor, mucho calor a comparación con el exterior.

Me dirigí hacia la barra sin quitarme aún el abrigo serpenteando entre la muchedumbre y esquivando jarras en manos descuidadas. Al llegar, al fin, esperé a que me atendieran y pedí una cerveza de mantequilla. Quizás me equivocaba pero estaba segura de que la cerveza de mantequilla era de las bebidas más populares allí.

Fui a por una mesa y me senté mientras me quitaba el abrigo. Lo deposité encima de mis piernas y empecé a mirar a mi alrededor. Había alumnos, profesores, magos de otros lugares, todos ellos hablando de sus cosas, bebiendo sus bebidas favoritas… había compañeros, parejas, amigos, y familiares y era muy interesante observarles, pues cada uno reaccionaba diferente, gesticulaba diferente….

Llegó mi cerveza de mantequilla y, mientras empecé a tomármela, me metí en mi cabeza y empecé, también, a pensar en mis cosas, eso sí, sin dejar de observar a toda esa gente a mi alrededor e imaginando conversaciones, relaciones y parentescos.