Tematica... Libre

Las calles de Hogsmeade como siempre repletas de magos y brujas que entraban y salían de las tiendas, comprando sin escatimar en gastos y otros buscando las mejores ofertas, mezclado entre las personas que iban de un lado al otro, se encontraba un mago, alto y atlético de cabello castaño claro algo alborotado, su semblante era inexpresivo como la mayoría de las veces.

Caminaba con las manos metidas en los bolsillos de los jeans que tenía puestos, la remera gris que vestía se amoldaba a su tórax haciendo un poco visible su definida musculatura, el sonido de sus pasos sobre el adoquinado de las calles era amortiguado por las suelas de goma de sus tenis deportivos negros.

Parecía caminar sin rumbo pero en realidad sabia a la perfección a donde se dirigía, necesitaba refrescar su garganta con lo que sea, sus pasos se detuvieron frente a un conocido lugar Las Tres Escobas, estiro el brazo tomando la puerta con la yema de sus dedos y abriéndola para atravesarla, camino hasta una de las mesas libres del bullicioso lugar y se sentó en una de las sillas, apoyando ambas manos sobre la mesa, tenia que distraerse con algo por que trata de ordenar sus pensamientos en ese momento lo volverían loco

-Wuju! al fin se habia librado del estupido baile y mas o menos volver a su estado normal, despues de una sobredosis de cocaina, y tras dar un paseo en Hogsmeade y con mas ganas de intoxicar su cuerpo de niño lelvo al bar dodne ya era conocido camino a la barra y se pusod e puntas para pedir algo, aflojandose el moño negro del cuello pidiendo con una sonrisa al cantinero lo siguiente-
Lo de siempre, lagrimas abisales...
-sonrio infatilmante para despues notar que ahi cerca de el habai un chico solitario y lo volteoa ver, tal parecia que era estudiante por lo que le dijo desde su lugar-
Tu no pediras nada?

Una vos cercana lo saco de el mar de pensamiento confusos en los que se encontraba, al girar ale rostro para identificar la vos, sus ojos azules se toparon con el rostro de un mago joven tal vez mas que el… lo miro por un momento y luego miro a su alrededor, era en definitiva le habla a el

Farkas intento sonreír pero como siempre apenas logro hacer una mueca, el mago tenía razón… El aun no había pedido nada…y ya sentía la necesidad de refrescar su garganta con algo, se levanto tranquilamente y camino hasta la barra el cantinero lo miro esperando que pidiera algo

-un why…. Cerveza de Mantequilla…- termino diciendo, no estaba muy seguro si como eran las reglas sobre lo que podía beber un estudiante así que opto por algo sencillo, mientras el cantineo iba por su pedido, volteo a ver nuevamente al mago que le había hablado

- también estudias en Hogwarts no es así?- pregunto no muy seguro de si lo había visto alguna vez por los pasillos

Un whisky, doble por favor..
-dijo al cantinero tras escuchar el titubeante pedido del chico, después lo miro con una ceja alzada-
Vamos, nadie te dira nada....no si yo estoy aqui
-dijo ocultando que era ya un cliente conocido, y amigo de la casa asi que mejor se dedico a contestar las preguntas del chico-
Si, estudio en Hogwarts, en Ravenclaw en 4° año...mi nombre es Donogan Bathory
-dijo recibiendo su copa con un extraño liquido morado y una cereza roja de adorno, caminando hasta la mesa del chico, de cerca se podian ver que bajo los ojso de DOnogan habian a modo de ojeras un color rojizo, quizas por su adccion a las drogas-
y tu? de donde eres? como te llamas y eso?

El cantinero no tardo en poner frente a el mago un vaso con algunos cubos de hielo y un líquido ámbar en el, Farkas lo tomo con la mano derecha luego de articular un susurrante y ronco - gracias- para luego volver a su mesa pero esta ves con la compañía de aquel extraño mago.

-Soy Farkas Abaddon… -dijo mientras se volvía a sentar --soy de hufflepuff – su acento extranjero fue evidente al pronunciar el nombre de su casa.- 5to año- dijo culminado así su presentación para luego beber un poco de lo que tenia en su vaso

El liquido paso a través de su garganta entibiándola y haciendo sentir un poco mas tranquilo, desde que llego a Hogwarts no había podio beber, ni fumar, ni nada, empezaba a sentirse peligrosamente atrapado en un monasterio, se paso la mano libre por la cabeza desordenando su cabello castaño mientras se sentaba en una posición mas relajada.

mucho gusto Farkas, yo soy DOnogan Bathory...
-para sua dentros pensaba en ¿Farkas? que nombre tan mas extraño supuso enseguida que el chico no era de Inglaterra, po su extraño asneto, en un principio el tambein habai tenido porblemas con ello, asi que se vio identificado, dio un trago a su copa acabandola rapido-
Hufflepuff en quinto? wow....yo apenas voy en 4° ,,,tengo entendido que ahora hay un estupido baile en Hogwarts, ¿no iras?...
-pregunto meintras sacaba un cigarrillo, pero no uno de tabaco si no uno de marihua.... de algo mas al apr que se quitaba el cabellos del rostro-

Entre acompañada de Sam, ambas estábamos algo aburridas y teníamos ganas de tomar algo, el lugar era perfecto, lleno de estudiantes entusiasmados por la salida de aquel dia.

Empuje la puerta del loca y ambas entramos, el cambio de temperatura no se dejo esperar el lugar era calido. Mire a mi alrededor y como si un imán me atrajera descubrí a alguien conocido en una de las mesas.

- Hola hola...- saludé dirigiéndome al par de magos que parecían algo aburridos, bebiendo en silencio.- ¿Hermanito no nos vas a presentar a tu amigo?- pregunté sonriendo a su acompañante con coqueteria- soy Sol Lestrange "hermanastra de Farkas- me presente- Ella es Sam Lestrange, mi prima- me encargue de aclarar-¿ Podemos acompañarlos?

La bruja persiguió a su prima tras las calles concurridas, que atravesaban ambas sin prestar demasiada atención al gentío. Sol conocía a la perfección aquellos tugurios de la ciudad, y siempre la guiaba por los negocios como si se tratara de su propio hogar.

Habiendo recién llegado a Londres y en una tarde como aquella, sin duda ameritaba ir a por unos tragos y pasar el tiempo con su prima. Ingresando al local a donde Sol la había llevado, Sam sacudió su cabello, echando hacia atrás algunos mechones cobrizos para apartarlos de su rostro. El aire fresco de la calle no llegaba hasta aquí, y el ambiente poco iluminado de la taberna era tan acogedor como un cualquier aseo público, pero al menos la cantidad de gente no era excesiva.

-Si no les molesta la compañía de dos damas, claro está- aclaró la Lestrange con una sonrisa, mientras paseaba su mirada por el resto de los presentes en el silencioso lugar.