¿Pero qué haces? (Erick Brohard y libre)

Por regla general no le gustaba salir afuera a enfriarse, en serio. Pero había estado demasiado aburrida. Y además los árboles le decían; sal, sal... Así que salió.
Caminaba feliz de la vida silbando Twisted Nerve. Sonaba a tragedia pero esa pegadiza.
Así que comenzó a caminar hasta que quedó cara a cara con el lago, y se sentó frente a un árbol que ella catalogó como ideal, ya que la escondía de que la vieran desde el castillo. Al otro lado del lago había otro árbol que era suavemente mecido por la brisa. Comenzó a adormilarse mirándolo como medio estúpida. Mientras miraba como se movía a la izquiera, derecha... izquierda... derecha... izquierda....
Crac.
Oh, mierd*. Pegó un salto como de dos metros de donde estaba, y se asomó por el borde del tronco, muy molesta.
- ¿Acaso te perdiste? - no le gustaba que la asustaran, así que obviamente se molestó. La pregunta era mas bien estúpida pero guardaba la muy escasa esperanza de que dijera que sí y la dejara en paz.

Habia ido a caminar por el lago con mi guitarra, hace mucho que no la sacaba asi que hoy me parecio un buen dia, me gustaba el clima frio y con probabilidades de que lloviera, lleveba la camisa del colegio y la corbata con el nudo deshecho, llevaba unos pantalones negro y mi guitarra colgaba a un lado mio, pise una rama y despues de 3 segundos escuche una voz, algo grosera a mi parecer, alce la vista y con ella una ceja la verdad eso deberia preguntarte a ti dije tajantemente, ya que de un momento a otro me hablaba de ese tono que realmente me molestaba, examine a la chica, si claro que la habia visto Alessa, de mi casa, claro debia saber quien era ya que era prefecto y como tal una tarea saber por lomenos quienes habitaban tu casa.

Volvi a bajar la mirada a la guitarra y movi mis dedos recordando una cancion que hace tiempo no tocaba, luego volvi a ver a la chica si estas de malas no deberias agreder a quien se te aparece primero... le dije con una sonrisa ladeada

- Aaaargh pero qué… -tenía planeado decir algo como; qué arrogante, pero no alcanzó a terminar la frase.
Volvió a desaparecer detrás del tronco del árbol cuando se enderezó. Se mordió el labio y puso cara de como si le hubieran obligado a tragar un litro de jugo limón, cuando le reconoció la voz. Uy, el prefecto.
De todos modos no era como si fuera a causar la tercera guerra mundial o algo así porque alguien le había respondido con malas pulgas. Así que carraspeó suavemente y, mientras se levantaba del suelo se limpió los pantalones de la tierra que traía encima. No tenía ningún problema con ensuciarse, pero resultaba bastante irritante en presencia de un casi desconocido. Otro punto.
Si sigo así me van a dar el premio mundial por la paz –pensó con ironía.
No confiaba mucho en su boca, ya que tenía los modales de una niña de seis años, así que se quedó callada. Entonces se fijó en la guitarra que traía entre las manos.
- ¿Qué haces con eso? –le preguntó mientras miraba el instrumento como si fuera un arma de destrucción letal – Por favor dime que no te gusta Justin Bieber o algo así… -realmente rezaba por ello. Porque si él le había sonreído a pesar de sus mañas, era porque realmente valía la pena tenerlo cerca.

Mire de reojo que se levanto supongo que toco musica no? le conteste obviando y me pregunto algo de un/una tal Justine... puse un gesto curioso es una muggle verdad?... aunque escucho musica muggle... no, ni la conozco dije con cara de "ni pretendo llegar a conocer de ello", suspire y toque un par de notas, arrugue la nariz y me dedique a afinar mi guitarra

Es un buen lugar para esperar que algo interesante suceda dije mientras mis dos manos y mi vista estaban dedicadas a afinar mi instrumento, volvi a tocar las mismas notas y sonrei complasido, regrese mi mirada a Alessa aunque alomejor estabas pensando en algo importante, es un buen sitio para muchas cosas... he de admitir que la chica me causaba curiosidad, una de las razones por las que no daba media vuelta y me iba al bosque...

-Olvídalo –le dijo cuando preguntó sobre el dichoso cantante.
Y luego comenzó a desternillarse de risa cuando se dio cuenta de que lo había tomando por chica. Pero pronto se secó las lágrimas, ya que podía tomarla por loca. Aunque era un poquito cierto.
Se apoyó en el tronco del árbol, relajándose, ya que no daba muestras de ponerse pesado, y comenzó a examinarlo. Se mordió el labio y llevó una mano a la boca para mordérsela cuando tocó un acorde con la guitarra que salió un poquito rarífico, y estaba a punto de ofrecerse para afinarla cuando se dio cuenta de que si estaba con ella era porque podía solo. Así que solo se mordió la lengua, hasta que la guitarra sonaba como Dios manda.
- Hacía profundas reflexiones sobre la biblia y el significado de la vida, y porqué los conejos no hacen ningún ruido –le respondió. –pero estaba a punto de quedarme dormida cuando me… interrumpiste. Si fue porque interrumpiste una brillante mente por lo que me molestó tu presencia al principio –concluyó.

La mire sonriendo pues... para buscar paz en este lugar es algo dificil, asi que esperate algo asi muy seguido dije suspire y empece a hacer memoria de una cancion... no tarde en escoger una y recordarla al instante... empece a tocar.. your love is a lie, una cancion que se habia vuelto una de mis favoritas de una manera demasiado rapida

Spoiler:

Quede satisfecho con la cancion... pero era hora de recordar como cantaba... claro, no era una estrella, cantar en si no era lo mio pero me gustaba hacerlo, sin mirar a la chica cambie la posicion de mis dedos, le dirigi una mirada y una sonrisa divertidas y comence de nuevo

Spoiler:

Sonrei, creo que no se habia escuchado tan mal, o por lo menos eso esperaba esa cancion es una obsesion ultimamente... comente por lo bajo, no recordaba cuando fue la ultima vez que me perdia tocando y cada vez queria mas...

Ni tanto -pensó -estaba bastante bien hasta que llegaste.
Erick comenzó a tocar la guitarra ignorándola completamente. Pero como siempre no le molestó. Pero el problema es que después podía quedarse pegada con la canción todo el día dándole vueltas en la cabeza. Suele suceder, una vez le había pasado con It's not unusual... y también otras. Al final resulta algo así como:
"¿Y como has estado?"... "Tin- tirin, Tin- tirin; It's not unusual to be loved by anyone..."
Pero en fin. Sorprendentemente no le costó nada devolverle la sonrisa que le regaló, y eso que no era de estar sonriendo. Se volvió a sentar, apoyando la espalda en el tronco y cruzándose de piernas, ya que ahora él había comenzado a cantar también. Y esperó a que terminara de cantar. Cantaba... bastante bien, eh. Lo mismo con la guitarra. Pero se guardó el comentario. No conocía la canción, pero inconscientemente comenzó a armar una posible armonía tocada en piano.
- Desobsesiónate, entonces- dijo simplemente.

La volvi a mirar en mi caso: lo bueno me pasa cada que me obseciono con algo... me gustan los deportes muggles y me dejan practicarlos, me gusto la guitarra aprendi a tocar, me gusto el quidditch ahora soy capitan dije de forma pensativa aunque claro la obsecion en exceso nunca es buena dije con un estilo de a quien su conciencia le dijo "esos son tus ejemplos?" y la acompañe con una sonrisa de lado,

Me sente frente Alessa tu te has apasionado por algo? algo en lo que seas buena? o que simplemente te guste hacer? le pregunte con una sonrisa que la invitaba a contestarme, no esperaba llevarme mal con ella, mas bien con nadie, no es mi estilo enojarme con alguien y odiarlo, ya que era un gasto de energia, y claro, de tiempo, si tenian un problema, muy asunto suyo

Cuando él se sentó al frente de ella, no pude evitar alejarse de él un poco. No es que pensara que estuviera apestado o alguna cosa así, sino que era una muy pero que muy mala costumbre que tenía. Además, todavía no se acostumbraba a tenerlo alrededor.

- Ammm, toco el piano. –dijo cuando comenzó a apabullarla con preguntas. –Y me llevo bien con los instrumentos de cuerda, -agregó, agarrando confianza -pero no con los que se tocan con arco, como los violines, etc. –sonrió- Se me enreda el arco; en vez de tocar una cuerda toco como tres de un tirón –admitió.
Se inclinó hacia adelante, y como una niña curiosa, tocó la guitarra. Dió un respingo cuando, sin querer queriendo, pasó a hacer sonar una cuerda. Se volvió a enderezar, y escondió las manos detrás de su cuerpo mientras le sonreía, medio avergonzada por su comportamiento infantil.
No es que nunca hubiera visto una guitarra, sino que le llamaba la atención por ser un “juguete nuevo”.