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Guardias nocturnas, que se convierten en paseos tranquilos [Ian S.]
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Guardias nocturnas, que se convierten en paseos tranquilos [Ian S.]
Me desperté agitada. Se me había olvidado que tenía guardia nocturna y que me había puesto el despertador. Me desperecé en la cama y sali medio dormida. Miré el reloj, eran las tres de la mañana. La verdad es que no me apetecía hacer guardia, sabía que no pasaría nada interesante, como todas las noches. Cada vez venían mas buenecitos los magos, o es que aun no se habían animado a salir de noche. Me puse el jersey negro de cuello alto, unos vaqueros y las botas. Como le jersey era lo suficientemente gordo, no me hacía falta llevar chaqueta y eso lo agradecía, porque asi apenas hacía ruido. Salí con cuidado de la torre y me interné por los pasillos del colegio. Llegué a la zona de relevo y vi al joven con cara de aburrido.
- Tranquila noche, un grupito se fue hará unas horas, pero están autorizados asique no tendrán problemas al llegar. Por lo demas, nadie mas a paseado salvo los otros profesores. - Asentí y despedí al joven viendole partir.
Apagué mi varita y seguí recorriendo el castillo, para no molestar a los cuadros dormidos y asi poder pilalr infraganti a aquellos que estaban haciendo algo. Como ya me habían abisado no había nada que hacer, salvo dar vueltas, cruzarme con algun profesor pero poco mas, asi que decidí escaquearme un poco y dar una vuelta por los jardines. Al fin y al cabo, esa zona tambien debería vigilarse. La noche estaba despejada y se veía bastante bien gracias a la luz de la luna.
El poder disfrutar de aqul sitio sin niños gritando y corriendo, jovenes revoluvionados en hormonas, volando por donde no debían... Era un lujo. Se oían las aves nocturnas, todo estaba realmente tranquilo. Mis pasos me llevaron al lago, adoraba aquel lugar. Recordé un encuentro fortuito una vez allí y comencé a reir, mientras me sentaba en la orilla. Sentía una ligera brisa juguetear con mi pelo. Me descalcé y toqueteé el agua con los pies, estaba fría, pero no me molestó. Me quedé distraida observando el agua, pensando en alguna tontería.
- Tranquila noche, un grupito se fue hará unas horas, pero están autorizados asique no tendrán problemas al llegar. Por lo demas, nadie mas a paseado salvo los otros profesores. - Asentí y despedí al joven viendole partir.
Apagué mi varita y seguí recorriendo el castillo, para no molestar a los cuadros dormidos y asi poder pilalr infraganti a aquellos que estaban haciendo algo. Como ya me habían abisado no había nada que hacer, salvo dar vueltas, cruzarme con algun profesor pero poco mas, asi que decidí escaquearme un poco y dar una vuelta por los jardines. Al fin y al cabo, esa zona tambien debería vigilarse. La noche estaba despejada y se veía bastante bien gracias a la luz de la luna.
El poder disfrutar de aqul sitio sin niños gritando y corriendo, jovenes revoluvionados en hormonas, volando por donde no debían... Era un lujo. Se oían las aves nocturnas, todo estaba realmente tranquilo. Mis pasos me llevaron al lago, adoraba aquel lugar. Recordé un encuentro fortuito una vez allí y comencé a reir, mientras me sentaba en la orilla. Sentía una ligera brisa juguetear con mi pelo. Me descalcé y toqueteé el agua con los pies, estaba fría, pero no me molestó. Me quedé distraida observando el agua, pensando en alguna tontería.
Anna Kocran
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Re: Guardias nocturnas, que se convierten en paseos tranquilos [Ian S.]
Hay ocasiones en las que simplemente estar arto de estar en la misma sala con las mismas personas aburridas.
Me gusta estar en Ravenclaw, aunque más de una vez desee estar en Slytherin, después de todo, es la casa de los que consiguen todo sin importar por quién o que tengan que pasar, además de que todos son ligeramente arrogantes, por decir poco, y sin duda hay chicas hermosas en esa casa. . Aunque por otro lado, no me gustaria estar rodeado de personas iguales a mí.
Me había pasado toda la tarde mirando el lago, intentando evitar a mis compañeros, y sin ganas de salir... Los jardines estaban rodeados de niños pequeños jugando con sus varitas, y esas cosas. Por lo que decidí ir en la noche.
Eran las dos en punto cuando salí de mi habitación y camine hasta llegar a los jardines. Tan solitarios dejaban esa sensación de paz, alejada detodo el atareo de las tardes en todo el castillo, de ruidos en la biblioteca, de maestros desesperantes, de niñas molestas. Simplemente paz.
Me senté debajo de un viejo roble, con las piernas estiradas y mirando el tranquilo lago. No sé con claridad cuando tiempo paso, lo que si sé es que en un abrir y cerrar de ojos pude escuchar como una chica estaba parada frente al lago. Me quede unos minutos observadola, se veía tan tranquila, casí tanto como yo lo estaba hace unos cuantos minutos, así que no dude en romper esa estabilidad.
A decir verdad ya me había cansado de estar solo, o quizá era que simplemente quería hablar con alguien, así que me levante y camine en silencio hacia ella. Me puse a su lado y susurre suavemente - La soledad es aburrida aveces... ¿no crees? - pregunte alejandome y guiñandole un ojo. Metí mis manos en mi bolsillo y mire a la misma dirección que ella.
Me gusta estar en Ravenclaw, aunque más de una vez desee estar en Slytherin, después de todo, es la casa de los que consiguen todo sin importar por quién o que tengan que pasar, además de que todos son ligeramente arrogantes, por decir poco, y sin duda hay chicas hermosas en esa casa. . Aunque por otro lado, no me gustaria estar rodeado de personas iguales a mí.
Me había pasado toda la tarde mirando el lago, intentando evitar a mis compañeros, y sin ganas de salir... Los jardines estaban rodeados de niños pequeños jugando con sus varitas, y esas cosas. Por lo que decidí ir en la noche.
Eran las dos en punto cuando salí de mi habitación y camine hasta llegar a los jardines. Tan solitarios dejaban esa sensación de paz, alejada detodo el atareo de las tardes en todo el castillo, de ruidos en la biblioteca, de maestros desesperantes, de niñas molestas. Simplemente paz.
Me senté debajo de un viejo roble, con las piernas estiradas y mirando el tranquilo lago. No sé con claridad cuando tiempo paso, lo que si sé es que en un abrir y cerrar de ojos pude escuchar como una chica estaba parada frente al lago. Me quede unos minutos observadola, se veía tan tranquila, casí tanto como yo lo estaba hace unos cuantos minutos, así que no dude en romper esa estabilidad.
A decir verdad ya me había cansado de estar solo, o quizá era que simplemente quería hablar con alguien, así que me levante y camine en silencio hacia ella. Me puse a su lado y susurre suavemente - La soledad es aburrida aveces... ¿no crees? - pregunte alejandome y guiñandole un ojo. Metí mis manos en mi bolsillo y mire a la misma dirección que ella.
Ian Somerhalder
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Re: Guardias nocturnas, que se convierten en paseos tranquilos [Ian S.]
Estaba totalmente abstraida en mis pensamientos. Llevaba varios asuntos en mente a la vez. La llegada del año nuevo, el fin de estudios en el colegio. La gente que iba a dejar de ver. Y sobretodo, los examenes que tendría que aprobar para poder irme de alli. Me encantaba aquel lugar, si. Pero queria viajar, conocer mundo y adquirir conocimientos que no han estado en mi poder en este castillo. Me revolví un poco el pelo y suspiré observando las ondas en el aguia que se formaban cuando la tocaba con el dedo.
Algo me distrajo, un susurro y alguien hablando. Giré la cabeza para observar a un joven cerca de mi. Di un pequeño respingo porque no me esperaba a nadie allí. Le vi alejarse y sus palabras lllegaron a mi cerebro. Sacudí un poco la cabeza y sonreí.- No es del todo aburrida si la buscas, aunque nunca viene mal una buena conversación de vez en cuando.- Volví a mirar a aquel joven. Me resultaba conocido, pero no estaba segura. Quizás le habría visto alguna vez por la sala común o simplemente por los pasillos. Dudaba que fuera amigo, ya que tenía pocos, mi faceta antisocial se alargaba cada años mas que pasaba de Prefecta. Sonreí.- Soy Anna, ¿y tú? -
Algo me distrajo, un susurro y alguien hablando. Giré la cabeza para observar a un joven cerca de mi. Di un pequeño respingo porque no me esperaba a nadie allí. Le vi alejarse y sus palabras lllegaron a mi cerebro. Sacudí un poco la cabeza y sonreí.- No es del todo aburrida si la buscas, aunque nunca viene mal una buena conversación de vez en cuando.- Volví a mirar a aquel joven. Me resultaba conocido, pero no estaba segura. Quizás le habría visto alguna vez por la sala común o simplemente por los pasillos. Dudaba que fuera amigo, ya que tenía pocos, mi faceta antisocial se alargaba cada años mas que pasaba de Prefecta. Sonreí.- Soy Anna, ¿y tú? -
Anna Kocran
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