Hopeless [Dominique C. Delacour]

Habia ido de noche al bosque prohibido por costumbre más que por instinto, ya que hace mas o menos una semana que no me internaba en él, asi que al quedar fuera de la vista de algun profesor o de otro prefecto me trepe a un árbol y me transforme para poder saltar entre los arboles mientras buscaba un claro o algo interesante que hacer, después de unos minutos internandome en el bosque cada vez mas pude oler a unos centauros... me detuve a escuchar su conversacion.

-y ¿quien se cree ese niño para venir y poner un trono en nuestros territorios?- perfecto, hablaban de Ted y de su nuevo convenio con otros centauros

-no lo sé, y todos sabemos que no tiene derecho sobre nosotros y por eso no deberiamos dejarnos de él, hay que bajarle el ego al enano ese- le contesto el otro con brusquedad... De repente empezaron a aparecer 2, 3 y para terminar 2 mas... dejando un total de nueve... esto me empezaba a oler mal, trate de buscar una ruta de entre los arboles para irme sin ser descubierto...

Esperen... dijo el que parecia el lider de ese grupo rebelde... se acerco al arbol donde yo estaba y de un golpazo lo tiro conmigo sobre él... no aguante el golpe y regrese a ser humano vaya... que conveniente ¿no creen? y en ese momento ya no supe mas de mi, me dejaron inconciente y ni me entere de mi nombre...

Una luz llego a mis ojos de repente lastimandolos... eso quiere decir que me la pase toda la noche aqui tirado... trate de moverme... y no podia mover nada sin quejarme del dolor: mis brazos estaban adoloridos y rasguñados, al igual que mis piernas, toque mi cara con la mano derecha y... si lo esperaba sangre seca en la boca y en la nariz, a que me habian dado una golpiza...por lo menos sigo vivo... dije para reconfortarme pero creo que no ayudo mucho...

A juzgar por el olor, el castillo no estaba muy lejos, o por lo menos esa era mi esperanza, tome una varaa larga que encontre en el piso, y despues de comprobar que sali de mi habitacion mi varita, me trate de levantar apotandome en la misma vara, pero oh sorpresa.... tenia el brazo izquierdo roto... maldije por lo bajo y volvi a intentar levantarme, con mucho dolor y con clara lentitud empece a caminar/Arrastrarme hacia el castillo... vamos puedo... pero duele demasiado...

Me desperté muy temprano, mis compañeras de dormitorio siguen dormidas. Moví lentamente la ligera sábana que cubría mi cuerpo y deslizé mis pies hasta tocar el suelo. Reaccioné ante el contacto frío de este, esperé a que el sol entrara más por la ventana y cuando llegó el momento, me puse de pie. Mi cabello se encontraba arreglado en una trenza, lo solté y lo acomodé. Me acerqué a mi baúl y tomé la ropa que usaría.

Es un sábado por la mañana. En la sala común solo puedo observar a 5 alumnos, esparcidos por todo el lugar. Estoy algo acostumbrada a encontrarme en cuanto bajo la escalera, con Erick Brohard, pero esta vez no fue así. Seguí mi camino, abrí la puerta y me adentré a los pasillos que se indundaban de Ravenclaws.

Desde que me levanté siento un extraño dolor, no podría decir en que parte del cuerpo, pero lo siento. Es tan extraño y durante todo mi recorrido ese detalle ronda en mi cabeza. Llegué a la entrada del Gran Comedor, pero me es imposible probar alimento con este malestar.

Cruzé miradas con conocidos y me pregunté si la preocupación que siento se nota en mi rostro. Me dirigí a los jardines para tomar aire fresco. Al principio solo pensaba llegar hasta los límites del castillo, pero terminé corriendo en dirección al bosque. Desde aquí puedo ver como el sol cada vez esta más alto y como el viento mueve los árboles lentamente. Creo que esto logró tranquilizarme un poco, porque en lugar de correr ahora simplemente caminaba dudosamente. Recorrí el paisaje que tenía delante mío con la mirada y suspiré.

Creo que a pesar de todo, el dolor que siento solo es algo estúpido. Eso pensé hasta que vi a alguien que parecía arrastrarse sobre el duro césped. Me quedé perpleja unos segundos, pero reaccioné al escuchar sus quejidos.

Reconocí su rostro y heché a correr - ¡Erick! - lo examiné con la mirada. Me apoyé sobre mis rodillas, a su lado y miré su rostro - No te preguntaré si estas bien, porque eso es más que obvio - dije exaltada - ¿Qué diablos pasó?

Ya no podia mas, pero seguia arrastrandome todo lo que podia sin importarme mucho el dolor, a unos minutos oli a alguien, no a cualquier alguien... fresas...!DOMINIQUE! Y si, no me habia equivocado, era ella, se inco frente a mi y pregunto que me habia pasado je... los centauros se encargaron de cambiarme el look un poco... dije con una sonrisa de lado, aunque me muriera de dolor, estaba tan alegre de ver a Dom ahi, crei que no llegaria al castillo, por lo menos, ahora, ya estoy seguro de ello.

Trate de levantarme un poco y al quedar a su altura la abrace y un par de lagrimas salieron del dolor por el esfuerzo no sé porque viniste, pero... gracias, en verdad gracias, olvide mi varita yno habia forma de enfretarme a tanto centauro y tampoco me dejaron muchas opciones, claro no me querian matar, solo enviarle a Ted una advertencia y cuando lo planeaban les cai del cielo dije recordando un poco de anoche, pero la mayoria de aquellos recuerdos, eran muy borrosos, siento que trapearon todo el bosque con mi cara

seme sincera, ¿me rompieron la nariz? Del brazo estoy seguro... pero la nariz no sé, no atrevo a tocarmela me moria de sed, ¿sera la perdida de sangre? Pero no podia ir a la enfermeria asi, me harian muchas preguntas, aparte de que tanto Luna, los profesores, los prefectos y media torre Gryffindor me preguntarian porque hize la estupidez de ir al bosque de noche y sin varita, por el momento esperaba a que Dom me diera un golpe por haberlo hecho.

Era temprano, lo humedo del cesped calaba mis huesos de una forma realmente escalofriante, auch si que estaba molido.

Me sorpredió que hiciera el gesto de abrazarme, ya que se veía sumamente lastimado. El shock inicial ya casi se habia ido así que mi cerebro comenzó a trabajar.

- No te preocupes, ¡accio frazada! - dije, levantando mi varita al aire. Tardará en llegar la prenda porque seguramente viene volando desde la sala común. Mientras esperaba, me incliné sobre Erick y exámine sus ojos. No soy una experta pero muchas veces por mis travesuras me golpeaba y mi mamá siempre hacía eso conmigo. Los noté normales, así que le sonreí para que se tranquilizara. Escuché sus palabras y examiné su nariz - No esta rota Erick, tienes sangre pero no creo que sea nada grave.

La frazada de color rojo y dorado llegó a mis manos y la extendí sobre su cuerpo. Supuse que había pasado toda la noche fuera ya que estaba sumamente frío y esperaba que la manta lo calentara aun que fuera un poco - Solo tomaba un poco de aire fresco, nada más - dije, contestando tardíamente a su pregunta. ¿Centauros? no sé en que rayos se metió Ted pero me parece injusto que el que pague sea Erick. - Y yo que pensaba que esas criaturas eran agradables... - pensé en voz alta, mientras miraba el castillo, para asegurarme de que nadie nos veía.

me volvi a derrumbar sobre mis rodillas frente a Dom, suspire aliviado ante su respuesta que bueno, no he perdido mi perfil Griego... dije en forma de broma, sé que no era momento de bromear sobre esto y todo eso, pero la cosa era que estaba realmente aliviado de ver a alguien por aqui, facil, sin mi varita, me pudieron haber matado...

Senti un poco de calor en mi espalda y note que la frasada por fin habia llegado, levante una ceja ante su respuesta ¿estas segura? no muchos vienen a pasear al bosque prohibido a la primer hora del dia... bueno puedes encontrar uno que otro a la mitad de la noche rei nervioso, salir a esa hora y sin mi varita... posiblemente nunca lo vuelva a hacer y si lo hago, creo que por la preocupacion que se les pega a los demas, ellos se encargarian de matarme si salgo con bien.

Sonrei ante su ultimo comentario y tome su mano si lo son, la gran mayoria, lamentablemente me encontre a la minoria que no esta conforme con las expedisiones de Ted en la noche, eso es todo; aunque si estoy de acuerdo que enseñarme toda la tierra del bosque con muchas descripciones, no fue la mejor manera de solucionar porque en primera no solucionara nada dije pesimista, era mas facil que Ted llegara y tratara de pelear con todos los centauros con su extraña magia a que se retire del bosque por pedido de los mismos.

Mire mi brazo derecho con desden... me rompi el brazo.... diablos, odio que me curen los huesos, pero odio mas el sermon que me daran por ello dije con cara de aguafiestas, claro si a esto se le puede decir una fiesta...

- ¿Perfil griego? ¡Bah! - le di un golpe en el hombro y después sonreí. No planeaba decirle que había tenido el presentimiento de que algo malo le pasaba, pensará que estoy loca seguramente. Miré como se colocaba la frazada, espero que lo caliente un poco. - Claro que estoy segura, ¿acaso no puedo salir a caminar sola? - le dije con un ligero tono acusador. - No sé como se te ocurrió salir sin tu varita Erick, me harás pensar que querías suicidarte... - me senté a su lado, aún pensando en que hacer. De acuerdo, tendremos que inventar una excusa para su estado. Lo miré de reojo con recelo. Tomó mi mano y me explicó la situación de los centauros.

- Entonces... ¿te confundieron con Teddy? - le pregunté. No sé que tanto hace Ted para merecerse el odio por parte de los centauros, pero la verdad no quiero averiguarlo. Miré su brazo derecho, si, efectivamente estaba roto - Mira, no me digas exactamente que hiciste porque entonces me convertiré en tu cómplice y no soy nada buena mintiendo - le dije entre risas.

Parecía más enfadado que adolorido, lo cual me extrañó mucho.

La mire como examinando su respuesta ajá como digas Dom le dije con toda duda puesta en mi voz, luego baje la mirada a la tierra, vi una insignificante hormiga... se me olvido, ya sabes en si no fue muy planeado que digamos le dije ladeando una sonrisa...

La mire horrorizado con su pregunta claro que no me confundieron, son agresivos no ciegos dije con indignacion... perdona, no tuve una noche excelente... no me confundierdon, pero me han visto con el, y quisieron "mandarle un mensaje" y en fin, aqui me ves despues de su ultimo comentario me puse a pensar en las consecuencias, si claro como siempre despues de haber ya pasado or esto, me pongo a pensar, deberia eliminar esa maña mia.

La mire con una sonrisa esperanzada tu podrias curar mi brazo...¿no? le pregunte con los ojos brillantes de la emosion.

Yo podria hacerlo pero... la derecha era justamente la mano con la que empleaba mi varita, maldicion, este dia no comenzo de la mejor manera, bueno en parte si ya que Dom estaba aqui y eso me daba todas las posibilidades de que iba a vivir mas... es que ¿como pudieron dejarme asi a mi suerte? pudo comerme algo aqui en el bosque, con eso de que ni los unicornios estan a salvo... sacudi de mi cabeza esos pensamientos y le volvi a clavar la mirada a Dom

Abrí los ojos a causa de mi sorpresa, Erick nunca me había hablado de manera tan dura. Se disculpó y yo me relajé. Esta estresado y lo entiendo. Tardé un poco en procesar las palabras que salían de su boca. Puedo curar su brazo, definitivamente, pero no tengo la suficiente confianza en mí. Lo miré por unos segundos, tratando de descifrar si lo decía en broma. Cuando caí en cuenta de que no era así, suspiré y rodé los ojos.

- Si, si puedo curarlo... al fin y al cabo quiero ser Sanadora - murmuré algo apresurada. Me puse de pie a su lado derecho y apunté con mi varita hacía su brazo - dolerá, pero te lo mereces - dije con una sonrisa de satisfacción. Por supuesto, lo decía en broma aun que recordé que mi amigo no está del mejor humor como para bromas. -¡Episkey! - susurré - Si aún sientes dolor, debe ser porque tienes huesos grandes rotos y tendré que llevarte a la enfermería. Si no eso bastará. - Lo miré con gesto preocupado.

Sonrei al escuchar que aceptaba, si la cosa salia bien podria librarme de un castigo... despues de un sermon que mas o menos iria asi: "como Prefecto debes dar el ejemplo y... blah blah" lo normal... ahora que lo pienso... nunca te habia preguntado que querias ser al salir de Hogwarts... de hecho ultimamente me he perdido varias cosas de tu vida... debo de compensarte le dije buscando con mis ojos su mirada y sonriendo de una forma mas natural, la verdad, debia agradecer que ella mejoro mi mañana.

Alce un poco mi brazo cuando vi que saco su varita... no dije nada mas y espere a que hiciera el hechizo... gruñi un poco ante el dolor que me produjo al principio... algo que alomejor le gusto escuchar... despues me dio su indicacion, asi que me decidi a probarlo, movi el brazo con brusquedad de arriba a bajo de un lado a otro y sonrei ampliamente al comprobar que todo estaba en orden

En verdad muchas gracias! le dije mientras que en un solo movimiento ya me tenia abrazado a ella algun dia te pagare un cena con alguien de tu elección le dije en tono bromista pero era verdad, si lo haria... claro... primero lo califico le dije entre risas.

- Si, has estado demasiado ocupado como para mí - le dije con tono de reproche. Movió su brazo de una manera brusca, más de lo que me hubiera gustado. No se quejó así que me relajé del todo, no tendría que preocuparme por inventar una excusa para la enfermera. Tuve que lidiar con el sofoco de su abrazo. Yo también lo abrazé, pero un poco menos fuerte ya que temí que le doliera. Escuché sus palabras cuando aún lo tenía en mis brazos y lo aparté delicadamente - Calla, no te pediré autorización para eso - le dije sonriendo - de hecho, ya tengo en mente a alguien y no creo que desee recibir ordenes de nadie.

Me alegró ver una sonrisa en su rostro. Espero que no hable en serio... espero. Caminé unos 3 pasos y me recosté en el césped. Lo miré y después de unos segundos dije - y no tienes porque agradecerme, para eso estamos los amigos.

Abri los ojos sorprendido al escuchar lo primero que me dijo... p-pero Dom... yo no te he abandonado, y no estoy tan ocupado... pra mis amigos no lo estoy, te lo aseguro le dije completamente serio mirandola a los ojos, despues le sonrei sinceramente, ella era una de mis mejores amigas, por alguna extraña razon no me gustaba nada que me dijera algo asi.

Sonrei mas ampliamente al ver que ella tambien lo hacia dejame leerte la mente... ¿acaso soy yo? le dije en modo de broma a ver si de casualidad me decia a quien si tenia en mente puedo celarte mas que tu hermano... para mi mejor amiga debe tener mucha calidad el tipo que se le acerque le dije bromeando, pero espero que entendiera que no era mucho chiste y que si pensaba eso.

La segui con la mirada y al ver que se acostaba yo me movi un poco para verla, sin moverme mucho, mi cuerpo todavia estaba lleno de cortadas rasguños y cortes, por lo menos lo peor ya habia pasado... si lo sé, pero en serio no me pidas aceptar a cualquiera como tu novia, que no lo haré le dije retomando el tema.

- Descuida, no lo digo totalmente en serio - giré a verlo con gesto pensativo - pero si nos hemos distanciado un poco, creo. Ambos tenemos asuntos en que pensar y bueno, yo cuando tengo la cabeza llena de pensamientos rídiculos me aislo un poco del mundo exterior - después de unos segundos agregué - Sé que no me abandonarías Erick - sonreí.

No puedo reprimir una risa al escucharlo hablar. ¿Celarme más que mi hermano? eso es seguro. - No, no eres tú. Es un Slytherin, con el cual quizá nunca has hablado, no lo sé. Y no debes preocuparte porque tengo buen gusto, muy pocas veces me equivoco en mis elecciones - Al observar que se movía hacia mí, decidí acercarme más a él para que no tuviera que hacer esfuerzos.

Lo miré de arriba para abajo e inspeccione una vez más las heridas - Si tanto lo quieres, te permitiré que lo hagas pero solo si prometes ser educado y pensar antes de hablar - le dije mientras curaba una a una las heridas con mi varita. Espero que no se convierta en una costumbre para él esto de lastimarse. Esta bien que quiero ser Sanadora pero no me gustaría practicar con él todos los hechizos. -creo que Chassier te golpearía si le dices algo malo - pensé en voz alta. Lo miré a los ojos.

Me detuve en seco al escuchar el apellido del idiota que estaa tratando de conquistarla ¿Chassier? Seine Chassier... espera deja eso de lado 5 segundos... ¿golpearme Chassier? me rei como loco hasta ver su cara que a gritos me decia que podria golpearme si no me callaba de una vez... a ella si le tenia mieod, a Chassier no... no... definitivamente no... él es raro... y.... no sé viste de amarillo y es como esos perros que comen tangas dije como si eso tuviera algun sentido... alomejor si oh vamos, el va con todas... ¿crees que cambie? pregunte, mientras ya caminaba mejor con cada hechizo que ella aplicaba en mi para curar mis heridas.

Suspire resignado bien aunque él es el que siempre se pasa de idiota... le espete como si yo fuera un niño pequeño e inocente que no lo provoca, pero solamente trataba de contestar a sus ridiculeses... no sé que tenia ese tipo que siempre tenia cara de aquellas que me dicen "pegame... pegame hasta que te grite piedad" o algo asi... no me lo trago facil gracias por curarme... le dije despues de unos segundos... ya me sentia mucho mejor.

Pronunció el nombre de Seine como si se tratara de la persona más ridícula del planeta. Me crucé de brazos y lo miré atentamente. Rió como demente y lo deje expresarse, tampoco lo callaría. Su risa se prolongó más de lo que yo esperaba y eso me molestó. Levanté una ceja, creo que mi actitud Delacour sobresale en este momento. Escuché las ridiculeces que dijo hasta que nombró una prenda interior femenina - ¿De qué rayos estás hablando Erick?, el amarillo me gusta y no es raro. Lo que pasa es que se comporta diferente que tú, eso es todo - contesté rápidamente pero él aún tenía cosas que decir.

"El va con todas... ¿crees que cambie?" miré a Erick, incrédula. Bajé la mirada sin quererlo y puedo sentir como cambia de ritmo mi respiración. Si solo supiera que ese es mi punto débil, el miedo que tengo a que nadie me ame. Me decidí a que Erick no me vería llorar. - No tengo idea de si va a cambiar o no - mi vista está algo nublosa pero aun así distingo su rostro - Solo espero ser lo suficientemente especial como para que alguien se preocupe por mi Erick, así como yo pienso en él. - ignoré el hecho de que llamó idiota a Seine y me quedé callada.

Miré que sus heridas estaban mejorando poco a poco. - De nada. ¿Quieres regresar al castillo ya?. - le pregunté, mirándolo a los ojos.

Acepte que el se comportaba diferente a mi... aunque bueno, no solo era porque se comportaba diferente, había algo de... competencia entre él y yo, pero en fin, de alguna manera me llevaba bien con el a veces... solo a veces, rara la vez... en fin, mire a Dom y me mordí la lengua... creo que no debí decirle eso de que él no cambiara y eso realmente no lo sabia Dom, disculpa no quise decir eso... la persona que no sepa apreciarte como tal es una idiota... le dije tratando de que no volviera a repetir eso, era mi amiga y era especial para mi y no me gustaba que hablara así.

Asentí después de su pregunta, ya había pasado mucho tiempo en el bosque Dom, si él no cambia por ti... no lo vale le dije mientras caminábamos hacia el castillo y le sonreí de lado, creo que por el momento ya era mejor dejar de hablar de él... nada mas me ponía en una situación como esta... ¿ya no parece que me pase la noche en el bosque? abrí los brazos para que ella me evaluara.

Rodé los ojos y suspiré. No necesito que me digan cosas que yo siento que son mentiras. La verdad todavía estoy algo triste, pero creo que Erick tiene suerte porque no soy rencorosa. - Descuida Brohard, olvídalo. No debo de ser tan delicada, no sé que me pasa últimamente.- Comencé a caminar a su lado en silencio. Escuché lo que dijo pero no comenté nada. Miré sus heridas y después de unos segundos respondí -No, solo estás un poco despeinado y tienes manchas de tierra en la cara. -

Me detuve y lo obligué a hacer lo mismo. Tenemos que aprovechar que aún estamos a los límites del bosque y no nos ven tán facilmente. Tomé un pañuelo color verde claro que traía en mi pantalón y con él, empecé a limpiar su rostro. Obviamente la cantidad mayor de polvo se encuentra en su frente porque se estuvo arrastrando, así que tardé un poco en esa área. - Solo arregla tu cabello, sacúdelo un poco; y estarás listo. - comencé a caminar, sin esperar a que terminara de arreglarse. Subí una pequeña colina y observé que no había muchos alumnos en los pasillos, a pesar de la hora. Seguramente están desayunando o aún no despiertan. -El camino está libre. Nadie nos verá, al menos hasta que lleguemos al Gran Comedor - le dije, mirándolo.

Oh... me dijo Brohard, eso era señal de que no estaba de un excelente humor, y era por mi culpa, perfecto ahora solo falta que me diga mi nombre completo con todo y mi segundo nombre... cuando mis padres me llamaban por ese nombre podría apostar y sin perder que estaba en problemas serios. Creo que lo mejor era ya no hablar mal de Seine, no es que yo lo odiara, pero era como un amienemigo, casi todos teníamos de esos... o eso creo yo.

Después de un rato ella me detuvo y comenzó a limpiarme el rostro, yo solo observaba el pañuelo evitaba que viera completamente mi entorno, fruncí la nariz por la fuerza que ponía para limpiar las manchas y después de dedicarse a mi frente siguió caminando, pase ambas manos por mi cabello desasiendome del polvo que tenia en el y luego seguí caminando a unos pasos detrás de ella perdóname Dominique... no debí decir eso de él... pero si te hace feliz... negare si alguien me pregunta si dije esto te apoyo dije sin mas y le sonrei de lado.

Miré hacia el bosque una vez más. No puedo entender como salió con heridas leves de ese lugar... no me aterra el bosque, me aterran las criaturas que pueden lastimarte. Giré al escuchar que me hablaba. Al parecer no escuchó lo que dije porque me contestó algo que no esperaba escuchar. Lo miré por unos segundos y después sonreí. Miré el suelo como si fuera muy interesante, para después regresar la mirada a él. - Gracias por eso Erick - me acerque de nuevo y le di un pequeño golpe en el hombro.

Ni siquiera mi familia lo sabe y Erick ya hasta me dio su "autorización" a veces mi vida es extraña, de verdad lo es. Lo abracé ligeramente porque temía que algo le doliera - A veces olvido que eres mi mejor amigo y te quiero golpear - le dije en tono de broma. Al abrazarlo noté que su piel esta fría así que no quise entretenerme más - Deberías de tomar un té en el Gran Comedor, estas helado. - Ahora fui yo la que esperó a que caminara. Lo examiné una vez más para que nadie sospechara lo que había pasado. Entonces recordé que yo también me había arrodillado cuando lo estaba curando así que con mi varita limpié mi pantalón y después arreglé mi cabello.

Al golpearme supe que ella tenia vocación para sanadora, no sarcásticamente, si no porque sentí el golpe como si no me hubiera pasado nada en toda la noche gracias, es bueno saber que gozas de golpearme, eres tan considerada le conteste en su mismo tono de broma, mire hacia el cielo y por lo menos los mas madrugadores del castillo ya estaban desayunando.

Frote mis brazos antes sus palabras, la verdad yo me sentía normal, aunque es normal que lo sienta así ya que me pase la noche entera en el frío bosque envés de golpearme deberías estar feliz porque tu mejor amigo no murió a noche le dije entre indignado y cayendo en la cuenta de que en verdad esto pudo salir peor, decidí callarme en ese momento, no era lo mejor hablar de eso y solo pensar que nada fue peor y menos que pudo serlo... tontos descuidos míos.

Camine lentamente hacia el castillo a un lado de Dom eso significa que no podré golpearlo porque es tu novio... le dije por lo bajo con una sonrisa burlona por su expresión, la verdad esto si era divertido.

Siempre es tan relajado, es lo que me agrada más de él. Después de que le mencioné que debería tomar algo caliente, dijo algo que logro que me estremeciera. No debería de decir eso, ni siquiera le debería de pasar esa idea por la cabeza. Agradecí que se haya callado, porque la verdad no es un tema agradable. Por unos segundos lo único que se escuchó fueron nuestros pasos, que aplastan el grueso césped. Levanté rápidamente mi rostro como un reflejo al escucharlo. Rodé los ojos, pero esta vez sonreí - Podrás golpearlo si quieres, pero recuerda que se defenderá - levanté una ceja - Además, no creo que tengas razones para hacerlo, es muy buena persona - añadí - Me quiere mucho... - cuando dije esto último me sonrojé. No estoy acostumbrada a hablar de amor con mi amigo por la simple razón de que es mi amigo.

Lo miré de reojo esperando que cambiara de tema nuevamente. Aun que... ya que estamos hablando de esto será mejor acabar con el tema de una vez. Es sumamente incómodo, la verdad, pero recordé que cuando nos conocimos hablamos del amor sin avergonzarnos así que ahora que somos amigos yo no debería de apenarme. - No sé si te importe pero... me gusta y planeo casarme con él - lo último lo dije en broma, quiero ver su reacción - Estoy planeando pedirle matrimonio en esta semana, solo debo encontrar un lindo anillo - comencé a reír como tonta.

Me detuve en seco, bien podía pensar muchas cosas de Chassier pero sabia que no era mala persona, simplemente me costaba creer que trate a alguien mejor que a sí mismo, pero cuando vi a Dom así: sonrojada por hablar de él, tuve que creerlo, ya que Dom no era una chica que se impresionara fácil y menos con patanes, y Seine no era de los que cambiaban por algo que no les importara, tendría que importarle mucho para hacer un gran cambio en su actitud, para tener aquella actitud que ha conquistado a mi amiga... pero pese a que piense de esta manera algo madura tenia que admitir que era divertido verla sonrojada aww tu cara se confunde con tu pelo realmente esperaba un golpe, alomejor llegaría no sé vamos, conmigo puedes hablar de lo que quieras y no tienes que sonrojarte así le dije ya mas tranquilo y sin ese tono bobo.

Sonreí mas ampliamente ante sus bromas, ya había recuperado la confianza ¿que? ¿ya no puedes esperar? dije ahogando una carcajada, okk ahora si me esperaba un golpe o una cachetada te dejo casar aunque no debía pedirme permiso, en ese aspecto de su vida mi opinión carecía de importancia, bueno depende ella, pero aun así, ambos estábamos jugando pero yo tengo que ser el padrino, y también tienes que volverme padrino de algún pequeño Chassier... aunque preferiblemente del pelirrojo dije mientras metía mis manos en mis bolsillos y apresuraba el paso para que no me alcanzara si quisiera golpearme.

Miré mi cabello con enfado como si él fuera el culpable de mi sonrojo. ¡Lo sabía! notó mi nerviosismo. De acuerdo Dominique tranquilízate. Erick tiene razón, no debería de comportarme así. - Comprendeme, sabes que no soy muy... expresiva en cuanto a eso - Escuché que me dijo "Vamos, conmigo puedes hablar de lo que quieras", lo miré con cierto recelo. Después siguió mi juego sobre la boda y reí sin parar - De acuerdo, serás padrino del pelirrojo - dije cuando ya me había tranquilizado un poco. No sé porque rayos estamos hablando de esto, pero es divertido. - Estoy dispuesta a hacer de todo para que mi primer hijo se llame Caleb - comenté con una extrema tranquilidad que me asustó. - Tu si quieres que yo te hable de todo pero ¿tú qué? nunca me cuentas nada de lo que pasa en tu corazón. Sabes que eso no es justo - Lo conozco bien, no necesito que me diga cuando tiene el corazón roto y cuando acaba de tener una cita con una chica sexy, pero lo que si necesito es que me hable. Aceleré el paso para alcanzarlo, al parecer lo que no quiere es que lo golpee. Sonreí de lado cuando llegué hasta él.

No recuerdo cuando fue la última vez que reímos por tonterías. Y pensar que estamos pasando un buen momento gracias al motivo por el cual discutimos hace unos minutos.

Le sonreí simpaticamente, ya que últimamente me había comportado como un troll con ella, y lo lamentaba, era mi mejor amiga, una de mis leonas... no se merecía que por otros aspectos de mi vida que afecten mi estado de humor, afecten el humor que tengo con ella; la escuchaba mientras le daba leves empujones con mi codo para que se apresurara en su andar yo, siendo tu, llamaría a mi hijo... Erick reí divertido no no es cierto... seria algo mas... Italiano, ya sabes... algo asi... rasque mi nuca un poco incomodo... ¿como terminamos hablando de hijos? en fin me reí divertido... en fin esas conversaciones tan Random eran normales entre nosotros

ya me imagino cuando conozcas a tu suegra... te quedaras callada ante su hogar... oscuro y luego veras con curiosidad y nerviosismo las armas de tortura que seguro tendrán en la sala comente divertido, esta vez seguro si me golpeaba o me gritaba o me haría sentir mal con una mirada enojada... así que espere por unos segundos su reacción.

Después ella me reclamo de que no le cuento nada de lo que le pasa a mi corazón mi corazón recibe patadas y caricias... y es masoquista... no sé que quieres que te cuente... pero aun así... pregunta lo que quieras, tratare de responderte le dije mientras ahora caminaba mas lento, no quería que nadie escuchara esta conversación y conforme nos acercábamos al castillo nos toparíamos con mas gente... no sabia que quería saber sobre eso... aunque era justo ella ya me había dicho lo que podía, así que bueno... confiaba en ella y punto pero... lo dude un poco yo no sé ni como va mi vida amorosa le confesé por fin... no sabría que decirle con cualquier pregunta que se le ocurriera.

Al parecer Erick ya quiere llegar al Gran Comedor, ya que me da leves golpes en brazo. Le di un golpe con mi cadera para que me dejara, mientras lo escucho. Me agrada verlo sonreír, creo que se lo merece después de la horrible noche que pasó en el bosque. - No te atrevas a ponerle a tu hijo Erick, él no tiene la culpa de nada - le dije bromeando. Lo tomé por el brazo porque ya estamos llegando al camino más elevado de césped, el cual nos llevará directo a los pasillos del colegio y temo caerme. ¿Un nombre Italiano?, todos los nombres italianos son lindos.

Escuché lo que dijo sobre mi suegra y quise... ¿suegra? - Mi queridísimo Erick, no he pensado en eso porque no me quiero preocupar. Espero que sí tenga armas de tortura, así la convencería de que te invitara a su casa y podríamos probarlas contigo - levanté una ceja y lo miré. Respiré hondo para calmarme, siempre me saca de mis casillas muy facilmente. Traté de ponerme seria cuando escuché que dijo "corazón" y "pregunta" en una misma oración pero rodé mis ojos - Yo no te voy a preguntar nada, solo quería que supieras que soy tu amiga y puedes contar conmigo cuando quieras. - hice lo mismo que él, caminar más lento. Sonreí y lo despeiné. - ¡Vamos! somos jóvenes, nuestro corazón no debería de estar tan maltratado a nuestra edad - le dije, sonriéndole como si se tratara de un niño pequeño.

Sostuve su brazo con firmeza y la jalaba de un lado al otro haciendo que perdiera un poco del equilibrio que intento mantener sosteniéndome bueno bueno... siempre puedo usar Asael dije como si me importara que mis hijos se llegaran a llamar como yo... aunque eso nunca me ha gustado si Seine te llega a dar hijos, que seguro si la mire divertido y mantuve mi tono de voz relajado para no estallar en risas supongo que debes de buscar mas de un nombre... jaja, bueno yo digo le sonreí amistoso, ya casi íbamos a dejar ese tema, pero me gustaba bromear sobre el.

La mire con una ceja alzada vamos, Seine también es hijo único, pero mi madre trabaja, la suya quien sabe que hace, quizás se la pasa consintiendo a su niño... quien sabe que piense de la novia de él, quizás te querrá acusar de secuestro... o algo por el estilo, yo creo que es mas fácil que la señora se una conmigo contra ti que ella contigo contra mi me reí divertido, seguro que sus padres eran serios y secos, aunque no podía jurarlo, yo no los conocía. si tienes algún problema con la señora enviame una lechuza... confirmando que me dejas tu escoba después de tu muerte apreté su mejilla juguetona mente para que se riera conmigo.

pues... tu sabes que la vida amorosa, la mia, ha sido un poco dura...me encogí de hombros para aclararle que ya no podía o no quería hablar mas sobre el tema, tal vez luego, no lo sé, a veces soy muy inconstante.