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El ambiente refresca, la luz disminuye, pero el ánimo no baja {Stefano}
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El ambiente refresca, la luz disminuye, pero el ánimo no baja {Stefano}
Había estado en la Sala Común terminando mi trabajo de pociones. Esa era mi asignatura favorita, pero era también una de las asignaturas que más trabajo me llevaba. Claro, mis padres hasta hacía un par de años decían que tenía que esforzarme para llegar a alcanzar el nivel familiar, para poder sentirme parte del negocio de mi familia, basado en las pociones. Pero ahora que ya tenía el nivel, me pedían más, querían que fuese yo el orgullo de la familia. ¿Por qué yo y no Karl? Pues porque yo era su hijita adorada, y a Karl se le daban mejor los Hechizos que las Pociones.
Me puse mi túnica encima del uniforme, pues era ya tarde y hacía frío, pero yo necesitaba salir un rato a quitarme el estrés. Salí del castillo y llegué a los jardines, algo cansada de todo pero notando como, a medida que iba paseando, mis ánimos subían sin parar. Me gustaba eso de poder andar por un sitio sin paredes, ni techo, ni limitaciones. Me sentía más libre.
- I only pray you'll never leave me behind, because good music can be so hard to find... - iba cantando yo, feliz de la vida, mientras daba pasos cortos que parecían pasos de baile por su majestuosidad.
Oí pasos detrás mio, y me giré, parando de andar y de cantar de repente. Estaba anocheciendo, y no se veía mucha cosa ya, pero todavía pude distinguir la figura de un alumno... Un chico.
Me puse mi túnica encima del uniforme, pues era ya tarde y hacía frío, pero yo necesitaba salir un rato a quitarme el estrés. Salí del castillo y llegué a los jardines, algo cansada de todo pero notando como, a medida que iba paseando, mis ánimos subían sin parar. Me gustaba eso de poder andar por un sitio sin paredes, ni techo, ni limitaciones. Me sentía más libre.
- I only pray you'll never leave me behind, because good music can be so hard to find... - iba cantando yo, feliz de la vida, mientras daba pasos cortos que parecían pasos de baile por su majestuosidad.
Oí pasos detrás mio, y me giré, parando de andar y de cantar de repente. Estaba anocheciendo, y no se veía mucha cosa ya, pero todavía pude distinguir la figura de un alumno... Un chico.
Gisèlle Possesseur
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Justo detrás de ti...
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Re: El ambiente refresca, la luz disminuye, pero el ánimo no baja {Stefano}
Caminando por los pasillos de aquel majestuoso lugar, no podía evitar notar como en el transcurso que llevaba dentro del colegio no había tenido al dicha de conocer a miembros de otras casas, tenía el deseo de conocer a una persona, mejor dicho, una chica por alguna extraña razón. Eran más o menos las 6 de la tarde, y mi caminata por los pasillos se hacía un poco tediosa, estando sólo recorriendo aquellos lugares se hacía algo aburrido. Ya había terminado con mis deberes, como de costumbre, terminaba la tarea antes que todos, era como un don que tenía. Suspiré y cerré un poco los ojos, levanté mi mirada para notar los jardines del castillo, siempre habían sido majestuosos.
Caminando por aquel jardín tan... amplio y lleno de vegetación, me sentía como en la clase de herbología. Continuaba deambulando por aquel lugar contemplando el sol, el cual se encontraba con un color rojizo debido al momento, continuaba caminando si dirección alguna. Pasados unos cuantos minutos, el crepúsculo azotaba la zona, realmente una vista hermosa para muchos, continúe caminando en la dirección que conservaba aunque personalmente no sabía hacia donde me dirigía. La noche comenzaba a hacerse presente.
En la lejanía, una figura se dibujó en el campo. Parecía una joven, de más o menos mi edad. Al parecer se giró con un paso lento, me acerqué lentamente a ella, estando a unos pocos metros, podían notarse sus ojos azules, aquellos que estaban acompañados de una hermosa cabellera de color castaño. Una hermosura, podía describirse, estando frente a ella pues, parecía estar esperándome. Tomé un poco de aire para presentarme ante la señorita allí presente.
- Buenas noches mademoiselle, me preguntaba, ¿qué hace una persona como usted en un lugar como este a estas horas?. No esto llamando su atención ni nada parecido, simplemente me dio curiosidad. Mi nombre es Stefano Zylka, perdone mi falta de modales al no haber comenzado por mi nombre.
Después de haber dicho aquellas palabras, una leve reverencia de mi parte se hizo presente, acostumbraba eso al conocer a una nueva persona, más que todo mujeres. Mi cabeza quedó baja por unos segundos para luego levantarla y quedarme perdido ante aquellos ojos azules como el cielo, un pequeño enrojecimiento se asomó por mi rostro ante la presencia de aquella joven.
Caminando por aquel jardín tan... amplio y lleno de vegetación, me sentía como en la clase de herbología. Continuaba deambulando por aquel lugar contemplando el sol, el cual se encontraba con un color rojizo debido al momento, continuaba caminando si dirección alguna. Pasados unos cuantos minutos, el crepúsculo azotaba la zona, realmente una vista hermosa para muchos, continúe caminando en la dirección que conservaba aunque personalmente no sabía hacia donde me dirigía. La noche comenzaba a hacerse presente.
En la lejanía, una figura se dibujó en el campo. Parecía una joven, de más o menos mi edad. Al parecer se giró con un paso lento, me acerqué lentamente a ella, estando a unos pocos metros, podían notarse sus ojos azules, aquellos que estaban acompañados de una hermosa cabellera de color castaño. Una hermosura, podía describirse, estando frente a ella pues, parecía estar esperándome. Tomé un poco de aire para presentarme ante la señorita allí presente.
- Buenas noches mademoiselle, me preguntaba, ¿qué hace una persona como usted en un lugar como este a estas horas?. No esto llamando su atención ni nada parecido, simplemente me dio curiosidad. Mi nombre es Stefano Zylka, perdone mi falta de modales al no haber comenzado por mi nombre.
Después de haber dicho aquellas palabras, una leve reverencia de mi parte se hizo presente, acostumbraba eso al conocer a una nueva persona, más que todo mujeres. Mi cabeza quedó baja por unos segundos para luego levantarla y quedarme perdido ante aquellos ojos azules como el cielo, un pequeño enrojecimiento se asomó por mi rostro ante la presencia de aquella joven.
Stefano Zylka
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Verse alejado de sus seres queridos por culpa suya.
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