Una llegada accidental [Alysa]

Corria por el bosque en mi forma de pantera, todo estaba normal, no había nada fuera de lo común, los búhos empezaban a pasearse por el lugar en busca de ratones que cenar y algunas criaturas buscaban refugio para pasar la noche mientras que las mas peligrosas despertarían en unas cuantas horas para rodear sus territorios y buscar presas a su altura, el viendo paseaba por mi pelaje de forma brusca, me gustaba corretear así por el lugar era liberador poder salir de la rutina de las tareas... aunque últimamente ya no pedían casi nada y eso, en cierto modo, era mejor para todo el colegio, aunque a veces me gustaba entrar a la sala común y no encontrarme con una fiesta... otra veces hasta yo las iniciaba.

Me detuve en un claro y me subi a un árbol para recostarme y ver a las criaturas desde la altura, desvie mi mirada al cielo y los tonos naranjas pronto se mezclarían con los azulados y morados para darle paso a la oscura noche, pude notar después de que mi signos vitales se controlaran después de la carrera que el aire estaba aun muy fresco aunque el invierno terminaría pronto, cerré los ojos y me deje acariciar por la brisa y comencé a ronronear, abrí los ojos de golpe al escuchar un zumbido raro en el viento... mis orejas se empezaron a mover en busca del origen. Entorne mis ojos de felino hacia el cielo en busca de lo que fuera que perturbara la paz que estaba sintiendo en ese momento.

Era el primer día de la chica volando con una escoba, ya que en los otros cursos se había conseguido saltar las clases, pero pronto tendría que llegar el momento. Tarde o temprano tendría que subirse a una escoba y golpearse con algo, pero todo fue extremadamente bien, demasiado pensó ella. Alzó el vuelo felizmente, intentando no caerse de la escoba, cosa que consiguió, pero entonces la escoba salió volando hacía cualquier dirección. Ella ahogó un grito, ya que no quería que nadie la viera gritar, y se chocó contra una de las torres de la escuela. Pensó que todo acabaría en ese momento, pero entonces la escoba volvió a alzar el vuelo y voló hacia el bosque prohibido. En los cinco años que ella había estado allí se había asegurado de cumplir todas las normas y nunca entrar ahí, y allí estaba ella, volando en círculos sin saber como parar. Entonces voló rápidamente en linea recta e iba directamente hacia un árbol.
So-socorrito! gritó ella espantada, y una pantera encima del árbol la observaba. La chica chocó contra el árbol pero no cayó, y la escoba comenzó a volar hacia arriba y abajo sin detenerse, haciendo que la chica se golpeara con las ramas de los árboles. T-tu! Debes ser un mago porque no creo que hayan pateras aquí! Ayuda! exclamó ella tragándose su orgullo mientras se agarraba al palo de la escoba como podía.

Me esperaba muchas cosas en este bosque pero... esto si era fuera de lo común mire desde la misma posición a la chica que era casi asesinada por su escoba y si estuviera en mi forma normal se notaria que en mi rostro se dibujaba una sonrisa divertida y aun porque pese a su posición se iba a poner a discutir conmigo sin saber exactamente si era o no un animal... me levante de la rama y llegue a su altura de un salto, la tome del cuello de la túnica con los colmillos e hice que soltara la escoba para bajarla del árbol de un salto hacia otro árbol y al final al suelo del caro del bosque donde me había detenido después de mi carrera.

Me aleje de ella unos tres metros y la aceche mientras clavaba mis ojos azules en ella, emitía algunos gruñidos para que si por casualidad otra criatura la hubiera visto aterrizar pensara que alguien mas ya la vio y perdiera interés en hacerla su cena... era de Slytherin y si no mal recordaba su nombre era Alysa, después de identificarla me senté sobre una roca y regrese a mi forma natural con la mirada aun clavada en ella y con el ceño un poco fruncido pero con una sonrisa de lado que demostraba que estaba divertido pues... no... no hay muchas panteras por aquí... juegue con mi varita entre mis dedos y sin quitarle la vista de encima dije: aunque tampoco hay muchos aterrizajes así en el... deje de fruncir el ceño y le sonreí mas abiertamente tratando de no soltar una risa.