Confesiones [Aricia]

Nunca pensé en alguien más que en mi y nunca antes me preocupe por alguien más, pero cuando al fin lo hice no fui lo suficientemente valiente como para decirlo y falle.. La soledad y el vació me estaban matando, no quería nada más que estar con esa persona, la persona que me había cambiado la vida, mi forma de ser, de pensar... me había cambiado por completo.Tal ves era por esa razón que era tan arrogante y cruel con todos, para no caer en manos del amor. - Pensaba mientras me dirigía al lago. La noche era hermosa, con miles de estrellas en lo alto del cielo, simplemente me hacían sentir aun más melancólico. Miré al rededor esperando que no hubiera nadie más, ya que iba vestido con una camisa celeste y un pantalón de vestir. Había quedado con Aricia en ese lugar, tenía que contarle algo muy importante y todavía no sabía como iba a decírselo. Odiaba cuando ciertas cosas me ponían vulnerable. Pero de todos modos tenía que acabar con esto de una ves. Ya todo estaba perdido, que podría salir mal. Tal ves, esa podría ser una forma de seguir adelante. Todo dependía de la respuesta..

Llegue al lago y me quede parado en el borde, admirando el cielo oscuro. Suspiré nervioso esperando a Aricia, no tendría que tardar demasiado en llegar y eso solo hacía mi posición más difícil. No debería estar nervioso, es solo... Aricia. -pensé girando sobre mis talones y observando a mi alrededor. Tome unas piedras del suelos y comencé a arrojarlas al lago. Al menos eso podría distraerme por un momento.

Spoiler:

Noche. Noche profunda, luces apagadas, un viento suave que viene de lejos, del lago, que revuelve mi largo cabello y golpea mi cuerpo causándome escalofríos.La luna llena ilumina todo el jardín, las hojas de los arboles bailan lentamente. Mis pensamientos se confunden con los nervios que tengo. aun no sabia como había llegado a eso. Son esta clase de situaciones las que te hacen pensar que la vida es realmente extraña. ¿Quién diría que yo me convertiría en amiga de una de las personas que pensaba, era realmente desagradable?... Pero, claro, a diferencia de las demás personas, yo no lo llamo destino, lo llamo suerte. Después de todo, el no era tan malo como aparentaba... aunque de vez en cuando llegaba a ser un tanto arrogante, sin embargo en absoluto molesto...

Pude verlo a lo lejos, y enseguida note ese ligero aire sombrío en su mirada, seguramente estaba pensando en su familia. Estaba segura que algo le pasaba.
Me acerque sin hacer mucho ruido, como buena serpiente, discreta, y saliendo de entre las sombras de los arboles. -- Bonne nuit -- susurre parándome junto a él. Sonreí de lado mirando sus ojos, y regrese mi mirada al amplio lago. Todo era calma, no se escuchaba nada. Las noches en hogwarts son así, con parejas ocultas entre los pasillos, el sonido es paradogicamente silencioso.

-- Me dirás porque querías verme, o planeas guardarte el secreto para cuando amanezca? -- hice mi cabello a un lado, y junto con él, comencé a aventar piedras al lago.

vestido:

Mientras tiraba piedras al lado, pude ver una sombra salir de los arboles a mis espaldas y enseguida la sombra habló. -Bonne Nuit. -realmente amaba ese acento francés tan particular que tenia ella.

-Buenas noches Aricia. -la salude gentilmente y luego volví la vista al lago.
-Me dirás porque querías verme, o planeas guardarte el secreto para cuando amanezca? -se hizo el cabello a un lado y comenzó a tirar piedras junto a mi. Me quede un par de segundos callado y luego hable, aunque debo decir que tenia tantos nervios de que algo saliera mal o de decir algo indebido. Suspiré profundamente y luego la miré.
-Debo admitir que el plan de guardarlo hasta el amanecer no es mala idea. -reí. Al verla bien, note que llevaba puesto un hermoso vestido negro y unos zapatos muy finos. Siempre tan hermosa, pero rara ves se podía apreciar en ella tal elegancia.

El viento soplo y una brisa acaricio mi rostro, se sentía tan bien estar en ese lugar, en ese momento con esa persona. El silencio podía ser agradable pero no siempre. Intenté armarme de valor para lo que debía confesar le y me dije que todo saldría bien.
Había elegido ese horario para que podamos hablar tranquilos sin interrupciones ni estudiantes dando vueltas por aquí y por allá, nada tenia que interponerse entre nosotros y hasta ahora todo estaba tranquilo.
-Supongo que debo decirte sobre que se trata. -suspiré y luego continué. -No es fácil de decir... no es algo que pueda decirse simplemente. Antes debo preguntarte algo. -desvié la mirada y la volví al lago, realmente cada ves se me hacia mas difícil. Pero si no se lo decía pronto, luego sería demasiado tarde si es que ya no lo es. Caminé hasta el árbol que se encontraba cerca de la orilla del lado, a mi izquierda, y me senté sobre un par de rocas que había puesto por si queríamos sentarnos.