Sola como siempre (libre)

Había pasado un tiempo desde que no había sabido nada sobre Ethan. Ya no vivía en su casa, había rentado una habitación en las Tres Escobas mientras encontraba donde vivir.
Estaba destrozada, yo me había enamorado tontamente de una persona a la que no le importaba en absoluto, o eso me demostraba. No confiaba en mí, y solo me había dado falsas esperanzas de que me amaba.

Estaba tomando un té mientras las lágrimas se escurrían por mis mejillas y eso no era todo, había algo que cambiaría mi vida para siempre en unos cuantos meses.

Me aparecí a las afueras de Hogsmeade. Mi señor me había dicho que Persephone estaba allí y tenía que ir a verla. Me cubrí con un enorme manto con capucha de terciopelo negro y tapé antes mi cara con un velo de encaje engro para no ser reconocida.

Atravesé las callejuelas de Hogsmeade hasta llegar alas tres escobas, donde mi amiga se encontraba sentada, llorosa en una mesa.


Me senté delante de ella, aunque supuse que no me reconocería.

Levanté la mirada al escuchar que alguien se sentaba en mi mesa. -¿Qué deseas?- le dije a la persona que estaba frente a mi.

-Perse, soy yo -dije esperando que reconociera mi voz -Sabes que me están buscando, no puedo decir mi nombre...

Reconocí al instante su voz. -¿Quieres que te ayude?- le dije un poco confundida. No podía ayudarme a mi misma y estaba pensando en ayudarle a ella. -¿Pero como podría?- enjugué con un pañuelo mis lagrimas. -Estoy embarazada.- le confesé.

La confesión me dejó un poco chocada.

-No, Perse, no quiero que me ayudes -dije en tono dulce -He venido para ayudarte -le cogí la mano -Quiero que vengas conmigo, con nosotros... Puedes vivir en Little Hangleton y tener a tu hijo... Yo tambien tendré uno pronto -dije emocionada.

-P...pero el no va a recibirme en este estado.- le dije en tono nervioso. -Tu .. ¿Vas a ser madre?- le pregunte al darme cuenta
de lo que habia dicho.

Off:/ estoy desde la blackberry y no puedo editar el post o conectarme al chat.

-Te recibirá si vienes conmigo -dije convencida -Si -dije con orgullo -Seré la madre de su hijo.

-Enhorabuena. -dije sin saber que más podría decirle en esas circunstancias. -¿Cuándo será eso?- pregunté.

-Gracias -dije sonriendo de corazón. Aparté un poco el velo de mi cara, para poder mirarla a los ojos -Pero quiero que vengas conmigo, eres mi amiga... Me ayudaste a muchas cosas, y ahora yo te ayudaré a ti, Perse.

Le tendí la mano para que nos fueramos de allí.

-N-no estoy segura. Hace mucho que no me reúno con él... me matará cuando se entere de mi estado.- dije soltandome de ella.

La miré dulcemente.

-No dejaré que te pase nada malo -dije en tono suave -Confía en mi... Yo te protegeré.

-Déjame pensarlo. No es un lugar que me traiga gratos recuerdos y es una decisión difícil.- le dije levantándome de la mesa. -Gracias.-

Vi a Persephone salir, suspiré profunamente, me bajé el velo sobre la cara y salí de allí.