Extraños encuentros en el bosque prohibido (Libre)

Recuerdo del primer mensaje :

Como siempre me encontraba vagando por el bosque prohibido en compañía de mi fiel amigo tomodachi no es común ver a un león africano por eso lo había tenido que esconder en el bosque prohibido pero solía visitarlo muy a menudo mientras caminaba vi a un unicornio y me quede maravillada por la belleza de esta noble criatura me acerque cuidadosa mente a ella tomodachi trato de acercarse junto con migo pero yo no lo deje

-no amigo quédate aquí tu si lo asustaras-

Dije sonriendo mientras acariciaba la melena de mi amigo posterior mente seguí acercándome lentamente la criatura me miraba mientras yo metía la mano en mi uniforme sacando una manzana , al verla el unicornio dio un paso asía mí, yo me quede quieta esperando que el se acercara tal y como mi madre me lo había dicho la criatura no sintió malas intenciones de mi parte y se acerco a mí y comenzó a comerse la manzana que tenía en la mano yo sonreí y le acaricie el hermoso pelaje blanco, no es muy común que los unicornios salvajes se acerquen tanto a un humano así que me sentía muy feliz, pero tomodachi también quería ver al unicornio mas de cerca y al intentar acercarse asusto a la criatura quien se alejo galopando de allí,

-pero que has hecho tomodachi te dije que te quedaras quieto-

Dije poniendo una cara seria pero tomodachi puso esos ojitos que yo no podía resistir así que solo le acaricie la cabeza

-tranquilo no estoy molesta se que solo querías verlo más de cerca verdad-

Dije sonriendo mientras comenzaba a jugar con tomodachi el comenzó a hacer lo mismo y me derribo fácilmente y comenzó a lamerme el rostro yo reía como loca mientras le suplicaba que se tranquilizara

-quieto amigo jajaja ya me venciste siempre me vences-

Dije muy divertida, de lejos parecería que tomodachi me estuviera atacando pero el jamás lo aria el es noble y tierno o al menos con migo si lo era.

De repente antes que pudiera lanzar mi hechizo la pajarita se arrojo contra mí tirándome al suelo haciéndome perder mi varita su reacción me parecía un tanto extraña se supone que todos estábamos del mismo lado pero ella parecía estar del lado de aquella horrible bestia,

-qué demonios haces quieres que esa criatura nos mate a todos-

Después de amenazarme la chica salió corriendo detrás de él otro ravenclaw el cual había escapado des de haces rato de repente la criatura se abalanzo asía mi inmovilizándome del todo no podía mover mis brazos para poder recuperar mi varita parece que mi muerte era inminente

-maldita Ravenclaw ella me sentencio a morir a manos de esta bestia infernal-

Dije resignada a morir no me hacía nada de gracia morir a manos de esta criatura sin poder vengar a mi amigo pero no me habían dado opciones para escoger, de pronto las garras de aquella criatura se clavaron en mi quijada el dolor fue algo indescriptible y solté un desgarrador grito de dolor que retumbo por todo el bosque, la criatura me levanto y me miro a los ojos buscando el miedo en mis ojos pero el miedo había desaparecido lo único que encontró en mis ojos fue un profundo odio y desprecio asía él con las pocas fuerzas de vida que me quedaban trate de decirle una palabras antes de mi inevitable muerte

-se que muy en tu interior puedes entenderme así que escucha maldita bestia será mejor que me mates porque si logro salir con vida te perseguiré por el resto de mi vida a ti y a aquella Ravenclaw que te ayudo-

De mi boca salió una bocarada de sangre solo podía esperar mi inevitable final.

La chica había gritado por el desgarrador dolor que le estaba ocasionando; este grito de una débil persona que tenia una muerte lenta y dolorosa asegurada, era para mi lo que una persona normal una droga que te impulsa a seguir haciendo las cosas, el horror de una persona, los gritos de dolor y aun mas ver como alguien sufría por mis actos eran las cosas que mas me excitaban a hacer estas cosas durante el resto de mi vida, pasara lo que pasara eran las cosas que mas amaba hacer. Cuando alguien nace siendo un hombre-lobo no puede ser otra cosa, aunque desee ser algo todo lo contrario, el ser una asesino despiadado era algo que estaba en mi sangre yo no era diferente muy diferente al resto de los asesinos ni un dementes que andaban acabando con la vida de las personas, animales o semejantes por diversión, yo asesinaba porque esto estaba en mi naturaleza debía acabar con la vida de las personas para continuar con la mía. Resumiendo lo la diferencia mas clara era que yo me alimento de la muerte que mismo provoco deseoso, bebiendo la sangre de mis jóvenes víctimas hasta saciarme y destrozando su carne con mis grandes y filosos colmillos, mientras que mis presas daban los mismo gritos de desesperación que hacían cuando me veían acercarme, viendo detenidamente y con miedo al saber que mis brillantes ojos serian los últimos que verían en su vida.

Acerque mi rostro al de la chica mientras la apretaba con mis manos, que en ese momento eran unas patas, con garras de aspecto bestial y primitivo, con largas zarpas negras del tamaño de mi hocico, cuyo filo podía cortar carne humana sin ningun problema, su color negro lustroso constrastaba con el rojo de la sangre de la chica mientras brillaban a la luz de la luna, estas comenzaron a hacerla sangrar cuando las presione contra la chica, quería hacer que su muerte sea lenta para divertirme, cualquiera que encontrara el cadáver de la chica sabrá que fue atacada por una criatura que vive en la profundidad de las tinieblas del bosque prohibido. Planeaba destrozarla lentamente sin dejar que se escapara de mi, aunque personalmente amaba cuando debía perseguir a mis victimas mientras corrían para salvar sus vidas patéticamente, los humanos eran un chiste cuando se les ponía al limite y por la presión que se les ejercía se volvían irracionales y hacían idioteces.

El miembro 'Ted Lupin Tonks' ha efectuado la acción siguiente: ¡Probar suerte!

'Lycantropo' : 56

El Slytherin me levanto del suelo con facilidad y me advirtió de que huyéramos - Es que..tu no entiendes! - dije soltándome de su brazo y mirando nuevamente de donde provenían los aullidos. Ahora la culpa aumentaba y me comía por dentro mas y mas. El chico continuaba tirando de mi y gritándome para que saliera de aquel lugar, pero simplemente lo ignoraba. Finalmente me voltee para mirarlo.- Pero...que? - Fue entonces cuando note que su brazo sangraba a causa de una profunda mordida. - Que te ha hecho eso? - Ahora estaba mas preocupada que antes; si Ted llegaba a sentir su sangre, vendría tras él como solía hacerlo cuando olfateaba una nueva victima indefensa de la cual aprovecharse y saciar su sed. - A mi me dices! pero tu eres quien sera trofeo de lobo con esa herida! La mas mínima gota de sangre que huela lo traerá hacia aquí! - De un tirón hice que el chico se sentara nuevamente en el suelo por mas de que me mirase con odio o impaciencia - Que te quedes quieto o no podre hacer nada y ahí si va a atraparnos! - Lo regañe para que dejara de mover su brazo y así poder sanarlo. Yo podía ser testaruda cuando me lo proponía y en aquel momento no iba a dejar que anduviese en ese estado por el bosque. Tome el pañuelo que sujetaba mi cabello y como no traía mi varita tome la del chico - Disculpa..."Aguamenti" - murmuré apuntando sobre la cinta e inmediatamente se vio empapada del agua mas pura. La estruje un poco y luego de devolverle su varita, limpie con cuidado la sangre del brazo - Ya casi esta..si no va a infectarse - Mire sonriendo con dulzura al chico y continué con lo que estaba haciendo. Satisfecha al ver como había quedado la mordida, me quite la corbata y la envolví con ella asegurándome de que no le doliera demasiado. Ahora el sangrado era menor y eso lo retendría por lo menos hasta que estuviésemos en la enfermería. - Listo...ya si puedes hacer lo que se te antoje! - Comente al chico mientras lo ayudaba a ponerse de pie. En los alrededores volvió a escucharse el aullido escalofriante de Ted y debí apresurar el asunto - Aunque pienses que lo de recién fue una perdida de tiempo... veras que valdrá la pena para que no nos encuentre! - Limpie mis manos y deje el pañuelo ensangrentado en el suelo. Tome al Sly del lado que no estaba malherido y lo lleve a un lugar mas apartado de donde estábamos (lejos también de mi hermano) para que se recostara entre unos arbustos que nos ocultaban a ambos. Me deje recargar yo también y suspire un tanto mas aliviada.