Perdido en la oscuridad

A penas podía creer todo lo que estaba pasando.. tomé la carta que había recibido de ella hacía unos segundos y la tiré en la chimenea de mi habitación. Las lagrimas comenzaron a salir y para que nadie lo notara salí rápidamente hacía el Lago. Hacía frío y mi aliento generaba nebulosas en el aire, pero eso no me importaba, nada me importaba, nada excepto ella.
Había planeado tantas cosas para nosotros y tenía tantas esperanzas. Había pensado en comprometernos para más tarde proponer le matrimonio, pero todo se había vuelto un recuerdo lejano con esa carta que había recibido. Miré al cielo y vi la luna cubierta por las nubes, raramente las estrellas no brillaban como las noches anteriores. Tomé unas piedras y las arrojé con bronca al lago, todo lo que había hecho sentirme feliz y cambiado mi vida ahora ya no estaba. Todo volvía a ser como antes. Ella había cambiado mi vida y me había hecho sentir feliz, con ella no había más dolor ni oscuridad.
Mis lagrimas seguían recorriendo mi rostro mientras yo sacaba mi varita y destrozaba pequeños arbustos que se interponían en mi camino. Estaba oscuro y mi vista era borrosa, no podía entender por que todo esto me estaba pasando a mi y me preguntaba que había hecho una y otra ves para merecerlo. Ella había apagado mi dolor y me había sacado de la oscuridad. Por Merlín, si tuviera una idea de cuanto la amaba.. Me pregunté entonces quien sería el idiota que ocupaba su mente ahora. Me sentía tan vulnerable e impotente sin poder hacer nada para tenerla a mi lado.
La irá dominaba mis actos en ese momento y yo solo no podía dejar de pensar en ella. No sabía que hacer ahora, simplemente no quería seguir sin ella. A lo lejos vi un arbusto y le lance un hechizo, haciendo un agujero en la tierra y levantando un montón de rocas. Estaba fuera de sí y podía sentir mi sangre corriendo por mis venas. Divisé una piedra e intenté destruirla en mil pedazos pero mi hechizo falló, entonces volví a pronunciar el hechizo claramente sectusempra, pero el hechizo falló y en ves de destruir la piedra, rebotó en ella y me dio de llenó a mi. Me tambalee sobre mis pies, resbalé y caí en el lago. Comencé a sentir un fuerte dolor en el estomago y noté que estaba sangrando. El agua estaba congelada, pude ver que estaba suspendido en el agua hundiéndome de a poco. Intenté nadar hasta la superficie, el dolor era tan grande que a penas podía aguantar la respiración. Logré nadar hasta la orilla y agarrarme de una rama que sobresalía del borde, me arrastre hasta dejar medio cuerpo fuera del agua. Del frío comencé a temblar... Lentamente sentí como mi aire se iba acabando, no podía respirar y no podía detener la sangre que salía de mi estomago. De pronto todo se volvió oscuro y perdí el conocimiento..

Llegué corriendo al lago, había visto salir corriendo a Draco y noté su irá. A lo lejos pude ver como destruía unos arbustos y de un segundo al otro lo vi caer en el lago. El hechizo había fallado.. Corrí lo más rápido posible hacía el, para esto ya había salido y estaba en la superficie, desmayado. Estaba sangrando y mucho. No entendía muy bien lo que había pasado y por lo tanto tampoco sabía como demonios parar la sangre. Comencé a desesperarme y no tuve otra opción que pedir ayuda, de pronto noté que Sam estaba a mi lado y lo mandé a buscar ayuda. Mientras saqué a Draco del lago y lo coloque debajo de un árbol, alejado del agua. Lo tape con mi campera, mientras probaba con algunos hechizos pero ninguno funcionaba. No tenía idea cual había sido el que le había provocado esas cortaduras. Entonces recordé uno que le había enseñado hacía poco.. Si sería idiota. Pero aún así estaba tan nervioso que no sabía como ayudarlo..

-Vamos Malfoy, no puedes terminar de esta forma.. -le decía entre lagrimas. -¡QUE ALGUIEN ME AYUDE! ¡AYUDA! -gritaba desesperada mente, mientras seguía intentando con otros hechizos.

Estaba preocupada, sabía que mi carta no le iba a hacer ningun bien a Draco, pero no tenía opción....era lo correcto. Observaba por la ventana de mi dormitorio cuando vi a Draco salir corriendo hacia el lago, me quede allí parada sin hacer nada, hasta que vi a Seth corre tras él.
Salí lo más rapido que pude y corrí hacia el lago y allí los ví, Seth gritaba pidiendo ayuda y Draco....estaba inconsciente con una gran herida. Me acerque a ellos lentamente.
-¿Qué ha pasado?- pregunte mirando a Seth
Sabía lo que había pasado, muchos sentimientos pasaron por mi, culpabilidad, pena, enfado con él.
Me quede allí quieta esperando un milagro, yo no podía hacer nada por él, sólo mirarlo, me sentía impotente..........

Si bien era cierto, el bosque prohibido tenia bien ganado su nombre, las sombras nocturnas parecían acechar tras cada árbol, hacia un par de días que la profesora Lillian me había jurado lealtad, lo cual fue una muy agradable sorpresa, tener a mi disposición a un docente , me permitia muchissima mas libertad e información de primera mano a conflictos internos de la escuela, ahora podía dedicarme a indagar mas sobre Ted, que había mencionado el bosque prohibido como su territorio…

Ataviada con una capa negra que se fundia completamente con la noche, y ropas cómodas de buena movilidad, passé horas y horas buscando rastros de algo que pudiera darme un indicio sobre ted, pero a parte de unas acromantulas molestas y algún que otro unicornio, no encontré nada…
Suspirando resignada, Badb-bile salio de las sombras posándose en mi hombro derecho sus ojos brillaban amarillos bajo el claro de la luna y graznaba de forma imperativamente alarmante, como si algo passase fuera de lo común, alzando la mano mande al vuelo al córvido que me guio hasta las afueras del bosque, concretamente en el lago, donde dos chicos rubios uno de ellos en el suelo y una mujer, todos con las ropas de slytherin, gritaban sin cesar, rompiendo la armoniosa calma nocturna.

Me acerque lentamente con paso firme mientras Badb se me posaba en el hombro derecho y pregunte con voz timida:

-Estas no son horas para rondar por aquí…hay algún problema?

Mis ojos mientras tanto se fijaban en el chico que sangraba como un cerdo en el suelo, su vientre estaba abierto en canal como un pescado frescoi dejando ver sus entrañas que brillaban gorgojeantes a la luz de la luna…

-Veo que alguien ha estado practicando algo que en Hogwarts esta prohibido…- dije mirando las muescas en la piedra, el inutil del herido había pifiado en algo tan básico como el sectumsempra… peor aun, su propio hechizo había sido el causante de la herida, este chico no duraría cinco minutos mas, sin el contrahechizo, probablemente le queden secuelas…si logra salir con vida…estaba dubitativa…podría dejarle morir allí, pero debería matar esa chica y a ese chico para borrar atisbo de que he estado allí , si le salvo, esos dos confiaran en mi como si fuese su hermanita pequeña, suspìré molesta…

-Por suerte en drumstrang nos enseñan el contrahechizo, asi que podre salvarle…creo…-dije tímidamente a los dos aterrados espectadores, arrodillándome al lado de su herida comencé a entonar la plegaria de “Vulnera Sanetum” el único encantamiento que podría salvar a este desdichado despojo de las garras de la muerte.

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No dejaba de mirar a Draco no sabía que hacer, no podía hacer nada...ni Seth ni yo podíamos hacer nada. Aguante mis lagrimas, no iba a llorar, no allí y mucho menos en ese momento. Buscaba algun tipo de ayuda lo que fuera cuando oí unos lentos pasos que venían del bosque oscuro, mire y no podía creer lo que veía era una niña, una niña de pelo negro vestida con una capa tan negra como aquella noche y acompañada por un cuervo.
Se acerco a nosotros con pasos lentos y pregunto si pasaba algo mientras observaba a Draco como si fuera un espectaculo de su agrado, aquello me desagrado, no era normal que una niña se quedara tan tranquila frente a semejante escena.
Pareció reconocer el hechizo que Draco había hecho, aquello aún me extrañaba más esa chica era más joven que yo, pero a la vez parecía más mayor, como si hubiera visto cosas con las que yo no podía ni soñar, cosas horribles. Sentí el impulso de alejarla de Draco, pero la oí decir que podría curar a Draco, una parte de mi me pedía a gritos que la alejara que no no confiara en ella, pero otra parte de mi quería acabar con aquello, quería ver abrir los ojos de Draco y alejarse de él para evitar dañarlo de nuevo.
-No sé quien eres- le dije a la niña con voz temblorosa me atemorizaba esa chica, de eso no tenía duda, me helaba la sangre y sentía pánico pero hice desaparecer aquel sentimiento-Pero si puedes hacer algo, por favor intentalo...aunque no funcione intentalo
Observe como la chica se arrodillaba junto a él y lo apuntaba con la varita y mencionaba un hechizo, mis ojos se quedaron clavados en la herida de Draco, que para mi sorpresa comenzó a cerrarse, deje salir un suspiro de tranquilidad y allí me quede observando como aquella extraña chica había salvado a Draco, pero por algun motivo a pesar de ver visto como lo salvaba no podía dejar de sentir un escalofrío, aquella niña había salido de un lugar prohibido, completamente sola, pero no era momento de investigar eso.

En medio de la oscuridad vi venir corriendo a Elizabeth, me pregunto que había pasado y yo solo negué con la cabeza pues no sabía como explicarle la situación.

-No tengo idea Eli. -le dije mintiendo y maldiciéndome para mis adentros.

Me sentía culpable por haberle enseñado ese hechizo, pero ya era tarde y no sabía como arreglarlo. Era obvio que lo había hecho apropósito, por lo que había pasado un rato antes. Me quede sentado sobre la hierba mojada, al lado de mi mejor amigo sin saber que hacer o que decir. Eli permanecía a mi lado con la misma desesperación que yo, ahí parada mientras los dos veíamos como Draco sangraba.

De pronto se escucharon unos pasos, y pude ver una sombra pequeña salir del bosque prohibido. Me asuste pues al principio no sabía que era eso, luego pude ver que la cosa avanzaba y una ves más cerca note que era una niña. ¿Qué demonios hacía saliendo de ese lugar tan horrible y peligroso una niña como esa? Pero lo más extraño fue que se paro a mi lado y miró a Draco fríamente, hasta parecía que le gustaba verlo sufrir de tal manera. Su presencia me daba escalofríos y por un momento pensé en empujarla y llevarme a Draco lejos de ella, pero dijo algo que me hizo olvidar de todo aquello. Dijo que podría salvarlo y antes de poder responder le Liz lo hizo por mi diciendo que haga lo que fuera para salvarlo. Al instante vi como la niña se arrodillaba ante mi amigo y comenzaba a pronunciar el contra hechizo mientras las heridas de Draco se cerraban.