Sun + dresses + you {Vic D.

Aqui voy de nuevo, tratando de caminar rápido ya que tengo una pequeña obsesión con la puntualidad, no puedo llegar tarde. No quiero que sea así, pero quiza Victoire se encuentra esperandome en el lugar que quedamos, mirándo hacia todas direcciones esperando reconocer mi rostro. No debo de ser una mala hermana y hacerla sentirse desprotegida en una ciudad vagamente familiar. De acuerdo Dominique ¿que estupideces estás pensando? solo camina, merlín.

Cruzo la calle sin observar a ambos lados y un auto se detiene unos cuantos metros de mi, pudo haberme golpeado. Murmuro un "lo siento" aun que sé que eso no es suficiente para el hombre que viene conduciendo, ya que lo noto muy enojado y murmulla cosas - No estoy muerta, ¿de acuerdo?, relájese - le digo, con tono aprensivo y después de que lo hice, cai en cuenta de que solo exageré más la situación. Lo miré por unos segundos y después decidi seguir mi camino. Tomo mi bolso con fuerza ya que mis pasos son más rápidos y temo que se me caiga.

Localizo el pequeño parque donde quedé de verme con Vic. Algo más tranquila de haber llegado a mi destino, suspiro y camino más despacio. Me permito notar que la ciudad de Londres se encuentra algo apresurada esta mañana. Hay algo de tráfico y muchas personas caminando de aquí para allá. Cruzo la última avenida y esta vez tengo más cuidado. Toco el césped y observo con atención - Cabello dorado que brilla con el sol... - digo entre dientes mientras recorro el lugar con la mirada - Ya no recordaba que el hecho de ser Victoire te da el derecho de llegar tarde a tus citas - dije con aire irónico. Decido tomar asiento en una banca cercana y esperarla.

Al mirar hacia mi derecha, observo la calle siguiente al parque que está repleta de tiendas para chicas. Por eso cité a Toire aquí, para pasar el día juntas y platicar. Sonrío al recordar que de pequeñas me enojaba cuando Vi quería que usara vestidos y yo me rehusaba. Ahora, creo que debe de sentirse orgullosa de que yo la haya invitado a hacer algunas compras.

Un pequeño niño de cabello oscuro y ojos azules había llamado mi atención cuando escuché la voz de Victoire cerca de mí. Reí ante sus palabras - Louis hacía trampa, mi cabello y yo estamos muy seguros de eso - dije, con una sonrisa mientras me levanto y correspondo su saludo. - Solo llevo como 3 minutos, no te preocupes - tomé mi bolso con fuerza con una mano y mi brazo desocupado lo entrelazé con el de Victoire - ¿Vamos a recorrer tiendas ya? - le dije y no pude controlar una sonrisa burlona - Que todos se enteren que Victoire Delacour comprará vestidos en Londres y no en París - dije elevando de más mi voz y moviendo mis brazos hacia el cielo con exageración.

Reí y la jalé para que me siguiera. - Debemos caminar hacia el norte - señalé hacia las calles que hace unos minutos observaba, antes de que llegara Vi - Hay tiendas de todo tipo, de accesorios, zapaterías, librerías - al decir esto último, sé que en mi voz se notó algo de emoción. Pero no, no debo comprar más libros... al menos no por ahora, tengo demasiados sin leer como para comprar más. - Y claro, de vestidos. Los que yo he comprado aquí me han gustado mucho ya que son sencillos y todo eso - me encogí de hombros. No sé si Victoire quiera un vestido sencillo o sumamente elaborado. Sinceramente, se le vería bien hasta una bolsa de basura, eso todos lo sabemos. Trato de no caminar tan rápido como acostumbro para no apresurar a mi hermana. De mi bolso tomé mis lentes de sol y me los coloque - ¿Tienes en mente ya un color de vestido? - la miré con curiosidad - solo que no sea blanco por favor - añadí antes de que me contestara.

Rodé los ojos con gesto divertido y la observé - Debo admitirlo, extraño Francia. Prefirio a Londres pero después de todo mi nacionalidad pesa y extraño las avenidas tranquilas - sin darme cuenta miré hacia la calle repleta de automóviles y autobuses. Suspiré pesadamente. Snob. Reí ante esa palabra y no me logré controlar rápido. Cuando lo hice, me abaniqué con mi mano para recuperarme por completo. - ¿De verdad? - librería, tia Gabrielle, elegir, todo suena perfecto para mí - ¡Yo te ayudo! hay demasiada variedad en estos tiempos, la literatura se ha estancado pero al menos tenemos los clásicos y podemos leerlos cuantas veces queramos - es algo que siempre me gustó de mi familia. Todos tenemos el hábito de leer muy arraigado y creo que es genial. Sin poder evitarlo, recordé cuando una de mis primas menores rompió uno de mis libros favoritos y gracias a merlín Vic estaba para defenderla.

Me sonrió de una manera muy característica de ella. - Sencillo, de acuerdo, se a donde ir - le di un pequeño empujón con mi cadera y después un beso en la mejilla - No puedo creer que me voy a casar... bueno, si puedo porque es Seine pero - comencé a decir, pero tuve que detenerme porque mis pensamientos estan algo revueltos - Sabes a que me refiero, creo que no lo he procesado aún. Creo que no he analizado el hecho de que soy extremadamente suertuda. - me encogí de hombros y sonreí. Seguimos caminando tomadas del brazo y al cruzar la avenida, después de soportar a varios hombres "hablandonos", apunté hacia una tienda cercana.


Noté que sería bueno entrar por los vestidos que tiene en exhibición - Missoni, la primera tienda que visité aquí. Ni siquiera sé porque entré la primera vez... creo que llamó mi atención una foto de un modelo que tenían en la ventana - dije con voz sincera. - Era hermoso, vayamos - nos acercamos a la puerta, aceleré mi paso y por poco tropiezo gracias a mis zapatos altos. Sonreí como si nada hubiera pasado y le abrí la puerta a Vic, aprovechando para mirar hacia adentro de la tienda. Me quité las gafas de sol e inmediatamente una chica se acercó y susurré un "wow" por su rapidez al hablar. Le mencioné que solo veríamos vestidos... espero que entienda la indirecta sumamente directa de que nosotras podemos ver la tienda sin su ayuda.

Miré alrededor y terminé observando a Toire - Bueno, tu dices por donde empezamos - comenté con una sonrisa en el rostro, mientras paso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

Me di un golpe con la palma de mi mano en mi frente al escucharla. ¿Extrañó estas calles?, no puede ser, ¿estas ruidosas calles?. Negué con una sonrisa en mi rostro pero no le comente nada hasta que una palabra llamó mi atención. - Helado, ¡si! - besé su mejilla y le comenté esto que llevaba en mi cabeza mucho tiempo y que a nadie además de Seine le había dicho, que me siento sumamente afortunada por ser la futura esposa de un hombre genial. Su respuesta me hizo sonreír pero después me desconcerté un poco por unos segundos. No creo que Seine sea el afortunado, no lo creo. Después de caminar y llegar a la tienda, noté que le gustó mi elección.

Me encogí de hombros e hice una mueca cuando noté que había sido algo grosera con la chica que se había acercado a ayudarnos pero como siempre, alli estaba Victoire para calmar mis tonterías. La verdad mis modales no son los mejores a comparación de mis hermanos, toda la familia lo sabe pero creo que es porque ya me acostumbré a que no tengo a Fleur detrás de mi todo el tiempo para decirme que hacer y que no. Me perdí un poco en mis pensamientos y en unos leggins de cuero hasta que la escuché hablarme - Por supuesto, tu vé y pruébate los que quieras - le sonreí e hice lo mismo que ella, mirar por allí para ver si de casualidad algo me gustaba. Al no hacerlo, me quedé de pie en medio de vestidos como un alma en pena pensando en la razón por la cual ese vestido rojo que está enfrente de mi tiene un escote tan pronunciado, de verdad no lo entiendo. No creo que alguien en su sano juicio lo use, es demasiado "revelador". Suspiré y me sobresalté cuando Vic tomó mi mano.

Caí en cuenta de que busca los probadores y la verdad yo tampoco recordaba donde estaban pero al final dimos con ellos. Vi de reojo el vestido que había tomado mi hermana y sonreí ya que el color es hermoso. Tomé el bolso de Vic y me senté en uno de los muchos asientos disponibles a esperarla. Ya habia terminado de repasar mentalmente lo que tengo que hacer mañana cuando escuché su voz. - De acuerdo, dejame verte - pasaron segundos y abrió la puerta. Solté entre una exclamación de frustración/diversión que creo que ni ella entendío, así que le dije - ¡Luces hermosa! - me puse de pie y me acerqué - Merde Victoire, ¿en serio? - comenté con una sonrisa. De verdad se ve hermosísima, ese color la hace resaltar mucho.

Su gesto es de duda - Mira, este se te ve genial, pero creo que algo así es más apropiado para la fiesta en sí - comenté ya que había dejado de gritar - Porque si vas con este a la ceremonia va a estar muy corto ¿no crees?. - la miré de arriba a abajo, analizando mis propias palabras.