Mi querido Principe

Mi querído Príncipe:

Sé que estas palabras jamás serán leídas por tus bellos ojos, este pergamino sucio e indigno de mis propios sentimientos, tampoco estara entre tus finas manos sin embargo, tengo que mostrar todo lo que hay dentro de mi corazón antes
de sellarlo para siempre, enterrarlo en lo más profundo de mi oscuridad para que no pueda ser un arma de dos filos y termine destruyendote.

Esta carta que no tiene razón de existir, existe por que dentro de mi corazón siente el dolor de saber que aún sin tenerte, voy a perderte para siempre, que tus bellos ojos de ángel nunca me verán como yo quiero que me miren, que tus manos no me toquen como quisiera o que tu corazón no lata como el mío al verte, por que sé que mis errores te separarán de mi, pero el precio que pagaré por protegerte, incluso de mi misma, es el justo.

Yo por todo lo que amo, especialmente por ti por que te amo más que a nada en este mundo, por que sé que te amaré aún más cuando me mires con rencor, y no es masoquismo, si no por que sé que cuando me odies, es por que estarás a salvo de las pesadillas de la guerra y mi cuerpo, mi alma estarán cuidándote a donde vayas.

Mi cuerpo será destrozado en esta guerra, mi alma será arrancada y y llevada a las profundidades del averno por el beso de un dementor mientras mi corazón estará guardado con este pergamino en lo más profundo de mis pensamientos. Te lo daría, pero no creo que lo aceptes, soy una mujer sucia, manchada de sangre, oscuridad y muerte, de odio, de racismo, de miedo, de venganza, de rencor. Sé que me odiarás, me repudiarás y eso me destrozará y herida, recibiré el abrazo de la Dama Oscura para poder ser su mano derecha.

Te amo más de lo que puedes imaginarte, más allá de todo lo que alguna vez creí amar, más de lo que alguna vez creí que pudiera sentir, y es que yo era una muñeca vacía, una muñeca que iba por la vida, diciendo, haciendo lo que era correcto para mi Padre, y ahora, me di cuenta que tengo corazón, que late con fuerza, que cuando tus ojos me atravezaron por primera vez, todo mi mundo se volteó de cabeza, que si ya estaba abriendo los ojos, ya deseaba ser libre, tu hiciste que todo lo que yo creía, se cayera a mis pies como pedazos de porcelana destrozada y me sentí desnuda ante tí.

Atravezaste mis defensas, todas y cada una con una sola mirada y con tu voz, me derretiste hasta convertirme en nada, y cuando me tocaste para saludarme, me recreaste como una nueva yo, una mujer que se habia dado cuenta que se habia enamorado.

¿Amor aprimera vista?

Es una tontería, yo no lo creía, de hecho decía que era una estupidez, pero lo vi, en tus ojos, en mis manos, cuando mi cuerpo tembló por completo al sentirte tan cerca, el aroma que despedías de ti al acercarte, cuando tu piel entró en contacto con la mia al tocar mis manos. Atravezaste todos mis muros, tú y solo tú y ahora que te tengo grabado a fuego, sé que no podré aferrarme a ti, por que te estaría condenando a mi lado y no lo permitiría.

Ódiame, con todo tu corazón, ódiame pero jamás vayas a olvidarme, jamás vayas a dejar depensar en mi, Maldiceme hasta el cansancio pero no dejes de pronunciar mi nombre por que cuando me pudra en el infierno al cual he de ir, solo tu recuerdo va a ser mi unica luz.

Te amo, y siempre te amaré.

Paulette Hamilthon.

"Ódiame, con todo tu corazón, ódiame pero jamás vayas a olvidarme"