Life for Rent ☼ DJ Denver

I haven't ever really found a place that I call home
I never stick around quite long enough to make it
I haven't ever really found a place that I call home
I never stick around quite long enough to make it 

Los pasos de la pelirroja eran ausentes, los ojos fríos en el camino pero claramente marcando un dejo de hastío que le había caracterizado en el último tiempo desde que había recomenzado las clases.

No podía evitarlo, se sentía desgastada, anciana, como si la vida hubiera sido chupada de sus huesos y solo hubiera quedado una carcasa. Estaba cansada y ansiosa, solo deseaba una cosa en este mundo y era sentir esa adrenalina recorrer su huesos, la fiestas tras las carreras, el motor de ‘Penelope’, su moto, ronroneando entre sus piernas mientras luchaba por el primer puesto...

La primer aspirada, el primer palpitar, el primer sueño...

Pero no, estaba aquí, atrapada entre paredes de piedra, llena de materias, nuevamente demostrando la soledad a la que su familia le había condenado. No amigos, no amantes, solo personas que querían joderla a placer para después descartarla por unos galeones miserables que apenas habían alcanzado para pagar el departamento e Knockturn y los libros para el último año, encantados por un cuerpo joven con el que deshacer sus ganas, asquerosos y repugnantes seres que no deberían estar vivos, pero que gracias a que vivían ella también lo hacía.

El gesto de desprecio que había en sus labios era notable, se podía ver a la distancia. ¿Al mundo o a si misma? A si misma, esa era una respuesta fácil... odiaba sentirse aislada y perdida, odiaba tener que sobrevivir como podía para no regresar a esa inmunda casa, pero odiaba como se humillaba a si misma y guardaba silencio a las miradas acusadoras que siempre estaban presentes sobre su espalda.

Y allí estaba en su mano, mientras caminaba por los terrenos, el cabello delatando su nacimiento al brillar con el tono rojo de un astuto zorro. Ese tono rojo anaranjado que le delataba era lo peor que le podía pasar cuando sus ojos verde turquesa se posaron en el borde del lago sin ver a nadie.

El profesor de transfiguración le había mandado a llamar para hablar al lado, allí se encogió de piernas y se sentó abrazándolas, jugando con el llavero de una moto roja a la espera de que él se presentara. No lo culpaba... si era para retarle tenía razón ciertamente, sus notas que apenas alcanzaron el promedio habitual y cada tanto fallando en materias como cuidado de las criaturas mágicas habían sufrido un colapso enorme, apenas sobreviviendo y probablemente sin posibilidades de rendir ningún TIMO, aunque debía apreciar que Transfiguración había sufrido más que cualquier otra.

Aun podía recordar las ‘opciones’ que podía hacer con transfiguración que se enfermaba del estómago asqueada de todo corazón.

Pero bueno...
Había que cumplir y para eso estaba aquí, esperando donde le fue indicado, los ojos helados y un gesto de desagrado amargo en los labios a la espera del profesor de transfiguración.

No es que le interesara realmente acosar a sus alumnos por sacar malas calificaciones, vamos, el mismo abandonó la escuela por sus propios motivos y no se atrevía a juzgar a nadie mas, pero esta chica le intrigaba, excelentes calificaciones al inicio y comenzó a bajar, a bajar, hasta que definitivamente cayó en picada.
Suspiró mesándose la barba mientras pensaba en como resolver eso, podría hacerse de la vista gorda pero lo atraparían pronto, sus modos somo profesor lo hacían estar "vigilado" así que tenia que buscar una solución con la joven, algo que hacer.

Como siempre llegaba unos 10 minutos tarde, era típico y clásico, no necesitaba pensar siquiera en otra cosa, ya lo tenia arraigado y se movía en automático de dicha manera, cualquiera que medio lo conociera ya se había acostumbrado a ese raro ritual y de pronto... Allí la vio, sentada cerca del lago, con esa mirada fría y pensativa, con los cabellos vibrantes volando con la fresca y ligera brisa...

"Arg, no quiero hacer esto"... Se dijo por ultima vez antes de sentarse detrás de la chica dándole al espalda, sin llegar a tocarla, pero lo bastante cerca para sentir el calor que despedía el cuerpo del mayor.- ¿Que fue? ¿Un chico? ¿Dinero? ¿Problemas familiares? ¿Un gatito roñoso? Aunque realmente la pregunta mas importante es si tienes algún plan para salir de esto... - La mira de reojo y le sonríe levemente.- No vengo aquí a juzgarte o regañarte, tampoco quiero sonar como esos profesores estirados que no tienen nada que hacer ademas de dar clase, si tienes otras actividades afuera que te agraden mas, lo entiendo, pero necesitas estudiar, yo lo aprendí a la mala...-

Mira el cielo pensativo, dejando que su curioso cabello resbalar por sus anchas espaldas, el mayor suspiró pensativo y se acomodó mejor en el pasto, con la varita colgando de un pequeño arnés especial que le permitía tenerla a su costado. Pensaba en lo problemático que seria si él resultaba ser la causa de sus bajas calificaciones, eso si le daría en el autoestima... Y en el papeleo que se negaba a hacer. -Eres una alumna brillante y una persona interesante... No desperdicies eso, no lo vale, pensar un poquito en el futuro no es tan malo... ¿O si? -pregunta risueño para luego medio quitarse y verla de costado.- Háblame, estoy seguro de que puedo ayudarte... - Esperando poder serle útil a la muchacha, él ya había vivido un poco mas, pero la chica aunque no lo decía o lo aparentaba, necesitaba ayuda, al menos eso deducía el profesor y en silencio se comprometió en apoyarla con lo que pudiera.

Se encogió un poco más al sentir el calor de un cuerpo cercano a su espalda, los ojos siendo la única otra parte de su cuerpo en moverse para espiar a su costado buscando confirmar la presencia de la otra persona. Si, el profesor de transfiguraciones, como si le interesara saber realmente de su vida, haciendo de las suyas y preguntando a nivel personal y general, que era lo que estaba pasando en su vida.

La sonrisa hastiada se presentó en los labios carmesí de la pelirroja. Las ironías escapaban de su boca con completa naturalidad, una naturalidad delineada en su ‘hogar’. No había palabras sinceras en sus labios desde hacía tiempo por lo que no se extrañaba al saber que este día no lo haría diferente, profesor o no... simplemente no quería que nadie se acercara tanto como para conocerle y a su vez necesitaba que alguien lo hiciera.

‘Trata un poco de cada una y quizá, solo quizá, te acerques a la respuesta.’ Susurró para si misma, sin preocuparse realmente por lo que él decía. Estaba en la calle, su familia la había echado y desheredado para que su hermano tuviera más, vivía en una casa mugre y se humillaba por dinero, irónicamente no podía tener ni una mascota con ella por miedo a no poder mantenerla... la vida a veces apestaba.

"No debería preocuparse, no planeo hacer absolutamente nada, solo rendiré los finales a fin de año y desapareceré de su cabello tan rápido como he llegado." Respondió sin decir nada más al respecto, dejando que él hablara, explicara, quizá... quizá en primer año le hubiera prestado atención. Si, probablemente lo hubiera hecho, le había tratado con respeto el año que había pasado, distante y asqueada pero respetuosa...

Septimo año se había convertido en un infierno terrenal para ella. Y ahora estaba el profesor tratando de ser ‘familiar’ con ella, tratando de conocer que era lo que le pasaba aunque probablemente no le importara un rábano.

"Si, el futuro es tan malo." Respondió cortante finalmente, inclinando finalmente la cabeza para verle bien, evidentemente molesta porque indagara aunque sabía estaba en su derecho. Era su profesor, pero estaba tan irritada, no quería que siguiera indagando, no quería que descubriera lo que había bajo esas muchas capas de maquillada sobriedad y cristales de colores, deseaba protegerse de él y de las posibles verdades.

"No creo que pueda, pero gracias..." Trató de responder sin moverse. Era su profesor, se recordó nuevamente. "De todas formas encontrar trabajo será el menor de mis problemas..."