La tranquilidad del lago puede ser destrozada estando yo cerca...[Caradryan]

¡¡Yiihaaaaaaa...!! Por fin, ya había acabado todos los deberes que me habían mandado, y tenía unas ganas enormes de meterme en el agua del lago, hacía bastante calor, fui a mi habitación, camibé mis pantalones pro unos más cortos, y dejé allí la túnica, corrí bajando las escaleras a toda velocidad. Llegué hasta el lago a paso rápido, genial, nadie que me molestase dentro del agua, quería tirarme directamente de golpe, y normalmente a otros aluumnos les moestaba eso. Corrí mientrs me despojaba de mi camisa quitando los botones a estirones y cuando estuve libre, di dos grandes pasos y un largo salto para romper la superficie con un estallido de aagua y burbujas, en comparación con el agua d Noruega, esta estaba hirviendo, pero con el calor que hacía, se estaba genial.
Salí a la superficie para tomar aire, me encantaba nadar, era algo que necesitaba hacer muchas veces, cuando salía a coger fruta, muchas de estas acababan en algún río por el camino y tenía que bucear a cogerlas. El agua del lago era algo oscura, pero se podía ver perfectamente en buceando. Me quedé flotando en la superficie durante un momento.

Había terminado mis deberis y quería darme un paseo con Lorner cerca del lago. Cogí a Lorner y lo metí en mi chaqueta, donde inmediatamente puso sus patas por encima para sujetarse con las dos patas traseras en mi cuerpo. Era un estilo que ya habiamos perfeccionado y estabamos acostumbrados. Pero cuando salimos del castillo el calor era bastante grande, asi que Lorner salió y empezó a andar al lado mío. Fuimos por la escalera bastante calmados y llegamos abajo del todo, donde al parecer no era el único que había tenido la idea de ir al lago, pero por distintos motivos a mi parecer: Ese chico se quitó la ropa y se metió de cabeza al lago.

Me sorprendió que hiciese eso, ya que normalmente suele estar congelada. Entonces volvió a salir a la superficie y se quedó flotando durante un momento. Entonces Lorner se acercó y olisqueó su ropa; y sin motivo alguno mis Ojos de Dragon se activaron, dandome una visión bastante importante: Ese chico parecía tener dos mentes en un cuerpo o algo parecido. Tendría que investigarle, pero que no sospechase demasiado. Entonces Lorner me dió la solución: Había mordido sus zapatos.

- ¡Lorner, suelta eso! - Grité lo suficientemente alto como para que me oyese mientras tiraba del zapato, que Lorner lo interpretó como un juego de tira y afloja, aunque al final logré hacer que lo soltase.

Tienes visita...

Me puse alerta, no era nadie que saliese del agua ni nada de eso, en mi pueblo se contaban muchas histoias y leyendas de mujeres que salían del agua con aspecto cadérico y se llevaban a los humanos a lo más profundo para matarlos. Salí del lago nadando, y al llegar vi a un chico bastante joven, con un pequueño lobo con él, que parecía divertirse con mis botas, no me importaba que las intentase rasgar, no podría, eran de piel muy resistente, ni la lanza más afilada del mundo podría destrozarlas.

- Hola.- Saludé mientras me acercaba revolviendo mi pelo para que se secase antes.- Tranquilo, deja que se divierta, no creo que las rompa.

Cuando miré al chico a los ojos casi me da algo ¡Tenía los ojos de color sangre!... Me recordó a donogan y su magia que le volvía un ojo de cada color, pero no sentía magia oscura... Quizás ese era su color de ojos natural, decidí comportarme como si nada por si acaso.

- Soy Sidilion, de sexto curso de Gryffindor.- Dije mientras recogía mi camisa y me la ponía, abrochando tan solo tres botones.

Al parecer mi grito le llegó, ya que salió del agua. Después me saludó y me dijo que no pasaba nada si Lorner jugueteaba con sus botas, ya que él no pensaba que las llegase a rasgar. En eso estaba diciendo la verdad, pero después, a pesar de que intentase parecer normal, en su interior se sobresaltó aunque después se calmó. Entonces se presentó haciendose llamar Sidilion, y que era de sexto curso de Hogwarts. Decidí presentarme yo también y darle una pequeña sorpresa.

- Soy Caradryan, de primer curso de Gryffindor también. Y puedes preguntar sobre mis ojos, se que la gente se sobresalta aunque no quieran aparentarlo. Y tu no eres una excepción. También veo otras cosas ocultas de la gente, y tu también tienes una. No te forzare a contarlo. - Dije seriamente y con un tono bastante frío y calculador. Mis Ojos de Dragon seguían activados, por si las moscas.

Mientras tanto Lorner se había vuelto a empeñar en juguetear con las botas y en morderlas.

Me calmó bastante que pudiese preguntarlo por los ojos, se me hacía extraño que la gente ocultase su secretos, de donde yo venía todos sabíamos todo de los demás. Al parecer, no supe como pero, pero no había conseguido ocultar el alma de dragón, y me apreció bien contárselo, él me respondería sobre sus ojos.

- No, no son un joven de Gryffindor normal y corriente, hace como seis o siete meses que dejé de ser normal, ahora en mi interior hay uno o quizás dos seres más, no lo tengo muy claro.

Solo somos dos, tranquilo... Era la voz del chico que al parecer, compartía lugar con el dragón, aun no sabía el nombre de ninguno de los dos.

- ¿Y qué me puedes decir sobre tus ojos?- Pregunté curioso.- No eres el primero que he visto con ojos de otro color pero... No es normal.

Al parecer mis Ojos de Dragon no me engañaban: Tenía a si mismo junto con otro ser en su propio cuerpo. Entonces ese ser extraño; que poco a poco se me hacía claro, le dijo algo en su propia mente, pero yo no podía saberlo: Podía ver, pero el oido de dragon no venía en el pack. Después me preguntó sobre mis ojos. Decidí responderle para serle sincero.

- Sobre mis ojos no se mucho. Puedo activarlos a voluntad y me permiten ver cosas que antes no veía, además de que se cuando la gente miente. Lo malo es que se me tornan del color rojo, lo que llama la atención. ¿Y que ser tienes dentro de tí? - Pregunté seriamente, al parecer el interrogatoria iba a ser facil. Hasta podríamos trabar amistad.

Mientras tanto Lorner seguía mordisqueando y jugueteando con las botas de Sidilion, bastante entretenido.

¿Ojos de la verdad? ¿Como sería tener eso? Fuera como fuese, sería interesante saberlo, y saber como funcionaban desde dentro, sin duda alguna, tenía un poder extraordinario, quizás más que el mío, pero es que no conocía mi poder.

- Vaya... Eso es interesante... Parece ser que no podrás utilizarlo sin que se den cuenta.- Dije mirándolo con curiosidad- Yo tampoco sé mucho sobre lo que hay dentro de mi, sé que es un dragón, también sé que hay alguien más, un chico... Pero no sé mucho sobre él, supongo que solo hay una pequeña parte de él en mi, sé que el dragón puede comunicarse conmigo, al igual que el chico, pero no sé ninguno de los nombres, y lo único que sé que tienen de bueno, es que el dragón puede utilizar magia contra-necreomancia, no sé si servirá para otras cosas, pero lo que se, es que cansa muchísimo.

Sidilion parecía algo asombrado por mi poder, aunque me mirase con curiosidad. A veces el tener estos ojos de dragon me resultaba complicado tener conversaciones, asi que cerré los ojos y los desactivé, dejando mis ojos en un tono marrón oscuro. También me sorprendí de su poder junto con las dos entidades que tenía: un dragon y un niño. Decidí hablar del origen de mi poder, para ver si sabía algo.

- Bueno, es que mi poder salió de una forma extraña. Fue cuando me encontré un huevo de dragon y se abrió delante de mi, para rato después aparecer su madre. Acto seguido le devolví su bebe, y me escocieron los ojos para después encontrarme con este poder. ¿Sabes tu si ya ha ocurrido alguna vez? - Pregunté bastante curioso. A lo mejor conocía algo.

Mientras, Lorner se había ido a la sombra a seguir jugueteando con las botas de Sidilion.

Me crucé de brazos y lo medité un momento, no me sorprendió que cambiase de color sus ojos, ya me había dicho que los podía modular según quería. Eso... Sí, sin duda era magia de dragón.

- Los dragones son unos seres sumamente inteligentes, y muuy orgullosos, pero también son grandes magos, incluso mejores que los profesores de esta escuela. Estoy seguro de que te agradeció que cuidaras su huevo dotándote de ese poder, son unos animales muy magestusos y siempre devuelven sus favores, aun que hay razas que realmente están hechas solo para matar.

Me sorprendí al oir que los dragones eran hasta mejores que los profesores de la escuela, junto con que eran inteligentes y orgullosos. Lo malo es que había algunos que solo existian para matar, cosa que me entristeció. Todavía recordaba a ese pequeño dragon mirandome. Me sentía algo vacío sin que ese pequeño dragoncito estuviese cerca. Decidí comentarselo, ya que parecía saber mucho de dragones.

- Oye, ¿es normal que uno sienta un vacio dentro si esta separado de un dragon recién nacido? Desde que me lo encontre y le vi nacer, me siento bastante vacio. Es bastante raro, ¿no? - Pregunté mientras mi mente volaba hacia a ese pequeño dragon. Me preguntaba como le iria y si le volvería a ver.

Alcé una ceja sorprendido de que me preguntase eso, si no hbiese estado tanto tiempo en mi pueblo, no habría sabido responderle.

- Amigo mío, eso pasa con todos- Remarqué ese todos- los animales pequeños, con todos, siempre que veas, un gato, un perro, un lobo, una lechuza, que acaba de nacer, y esta frente a ti y le coges cariño, te sentirás vacío hasta que lo vuelvas a ver de nuevo, supongo qeu podrías volver algún día a ese bosque, y verlo, seguro que se alegra, los dragones no son tan fieros como los pintan.

La verdad, yo estaba deseando ir a la colonia de Ridgebacks Noruegos para conocerlos a todos y cada uno, aun que fuesen muy violentos, seguro que me aceptaban, al fin y al cabo, era prácticamente un dragón.

- ¿De qué raza era ese dragón?

Al parecer eso era natural en todos los animales, y lo único que me aliviaria ese vacio seria ir a visitarle, lo malo es que no sabía donde podría estar. Después me preguntó que tipo de raza de dragon era, que tampoco sabía. ¿Por qué no me había documentado sobre dragones nada mas verlo? Ahora me costaría mas localizarle.

- No se de que raza era ese dragon. Pero necesito volver a verlo. Espero que este bien. - Dije mirando al cielo, como esperando que de repente apareciese el dragon, pero no vino. De todas formas yo andaba perdido en mis recuerdos con el pequeño dragon.

Mientras tanto, Lorner dormitaba en la sombra, la mar de a gusto.

- Hmmm...- Pensé durante un momento.- Si por lo menos pudieras decirme como era físicamente y donde estaba ese bosque... Podría ayudarte, y si quieres, podríamos ir un día a buscar a ese pequeño, apuesto a que ya a crecido y es todo un dragón, por lo menos medirá como tú.- Dije sonriendo.

La verdad, yo ansiaba saber si acaso podía transformarme en dragón, si podía, iba a ser genial sería com oTeo en serpiente, lo malo sería que no me tendrían que ver.

Sidilion después de pensar un momento me preguntó sobre su forma física y donde me encontré el dragon, para ver si algún dia ibamos a buscarle. Inmediatamente me puse a recordar su forma física. Una vez que recordé hasta el último detalle, procedí a decirselo.

- Era de un color verde intenso, con un chillido bastante melodioso para ser de un dragon a mi parecer. Antes de que saliese del huevo, este era también de un color verde brillante. Y en cuanto al lugar, no me acuerdo de donde estaba, ya que entonces... - Dije rememorando todo lo característico del dragon. Esperaba que eso fuese suficiente para que supiese de que raza era. No pude seguir mencionando la razon de porque no recordaba bien el lugar porque ya entraba en territorio demasiado personal.

Tosí un poco y unas chispas junto con humo salieron de mi boca, tenía que aprender a controlar eso. Así qe era eso eh?... Mmmm... Dragones verdes, solo conodía los de Europa, y uno de Asia, si era de algúun lugar lejano, sería muy muy difícil encontrarlo.

- Podría ser un Galés Verde Común, no son muy grandes, y encajan con esa descripción, además, nunca han atacado a las personas, además, si no recuerdas el lugar, con que me digas si fue en Europa, ya podría decirte seguro que es uno de esos, si fue fuera... Desconozco las demás razas...- Dije intentado recordar alguno que fuese también verde, pero no me venía a la mente ninguno.- Aun que también podría ser... Mm.... Uno manipulado estéticamente, hay muchas granjas de dragones, donde les cambiar en color y a veces inclso la forma.

Al parecer la raza de mi dragon era de un gales verde, que se me corroboró en la mente cuando dijo que era parte de Europa, y que yos supiese Inglaterra era de Europa. Aunque me chocó que hubiese algunos dragones modificados genéticamente y cuidados en granjas. Un poco más y me decía que comían hierba. También vi que echó un poco de humo por la boca.

- Fue en Inglaterra, para ser mas exactos, y creo que podrías intentar echar fuego por la boca. A lo mejor cuando se juntó la parte de dragon, también se te desarrolló en tu interior una parte de los dragones que les permite echar fuego. - Dije razonando con mi habitual seriedad y lógica.

Inglaterra... Quizás alguno extraviado había llegado hasta ese bosque del que hablaba, seguramente. Si alguna vez decidía ir en su búsqueda, lo acompañaría, sin duda. ¿Echar fuego? No era el primero que me lo mencionaba, y la verdad, lo había estado intentando durante un tiempo, y había echo logros, tenía que enseñárselo a Teo en algún momento.

- ¿Quieres que eche fuego?- Pregnté alzando na ceja.

Creía que lo sabías... Siemrpe vas soplando humo, no te había dicho lo del fuego, por que creaia que sabrías hacerlo ya.

Puse los labios formando un círculo, ocmo si fuese a decier la letra o, pero un poco más cerrado, pensé en fuego, en calor, en ardor, y brasas... Sentí como una corriente de intenso calor subía por mi garganta, y al momento, una legua de fuego azul salio de mi boca, no me quemé la lengua ni los dientes, ni los labios... Era como simple aire, pero realmente sentía el calor en l cara cuando lo expulsaba. Miré sonriendo a Caradryan, la era la primera vez que hacía eso tan bien, las otras veces que lo había practicado, solo había conseguido chispas y pequeñas llamitas qeu se desvanecían enseguida.

La pregunta que me hizo me sorprendió, aunque me sorprendió aun más que lo lograse, ya que noté el calor que desprendió. Era algo bastante raro, pero quizas bastante útil. Cuando paró, me miró sonriente. Pero en ese momento no estaba ahí, sino en mis recuerdos cuando la dragona lanzó la llamarada furiosa hacia el cielo. Mi cara estaba totalmente pálida, pero enseguida recobró el color.

- Ha estado bien. - Logré decir antes de agarrarme la cabeza, con un fuerte dolor de cabeza. Era la primera vez que me pasaba algo así con mis recuerdos. Además, la parte del fuego no recordaba que hubiese pasado.

Fruncí el ceño, lo miré un poco confuso, quizás el fuego le afectaba un poco, no debía haberlo hecho.

- ¿Te pasas algo?- Pregunte, aun me salían unas minúsculas llamas de entre los dientes cuando hablaba, se me pasaría enseguida, no me molestaba.- Si te encuentras muy mal, deberías ir a la enfermería.

Miré hacía el árbol donde se encontraba su mascota, parecía que se había cansado de morder mis botas, por que no se rompían, perfecto, por que ya me las quería poner, o se me ensuciarían los pies. me calcé las botas y lo miré algo serio.

- Quizás ver salir fuego de la boca de un alumno no es muy normal...- Dije casi sin oirlo yo mismo.

Nada mas ver mi reacción frunció el ceño, preocupado por mi. En su boca todavía había restos de llamas, que se iban disipando. Mencionó también el ir a la enfermeria si me pasaba algo, pero estaba bien. Entonces dijo para si mismo que no era muy normal que un alumno echase fuego por la boca.

- La verdad es que no es muy normal, y estoy bien. Solo ha sido un recuerdo que ni sabia que existia. No recordaba que la dragona echó fuego. - Dije mientras él se ponía las botas que había dejado Lorner, bastante dormido ya bajo la sombra. Entonces me entró curiosidad de como se juntaron la parte de dragon y la suya, aunque fuese tan solo para que se me aliviase el dolor de cabeza.

- Oye, ¿como se juntaron vuestras mentes? - Pregunté seriamente y totalmente directo. Esperaba que no le importase.

Sentí que el calor de mi mandíbula se había estinguido, ya no quedaban más llamas en mis fauces. Debería explicárselo, pero no sabría muy bien si lo entendería, era una historia larga.

- Le salvé la vida a un dragón, dando la mía, pero él también murió, nuestras almas deterioradas se crzaron al mimo tiempo y cayeron sobre mi cuerpo inherte, y desde entonces soy sensible a la magia, y a los dragones.- Dije sonriente.

Intenté encontra en mi mente el nombre del dragón, pero si nunca me lo había dicho, no lo sabría jamás. debía concentrarme más, quizás en un momento en especial me venía a la mente, estaa deseando sacar todo su pontencial.

Al parecer Sidilion y el dragon habían muerto y despues sus almas se habían fusionado para caer en su cuerpo. Era pero que muy raro eso, pero explicaría el porque tenía dos mentes. Aunque lo de que fuese sensible para la magia y tal ya seria harina de otro costal.

- Yo creo que eras sensible a la magia desde el principio, solo que no había tenido oportunidad de despertar. - Dije seriamente mientras me dedicaba a pensar y a rebuscar en mis recuerdos donde estaria ese lugar, y sobre todo el por qué había recordado la parte de las llamaradas.

Lo pensé durante un momento, sonreí al recordar que pasó cuando hice mi "primer hechizo" fue poco después de que me despertase, esaba cubierto de pequeñas llamas y no sabía como, pero no me quemaban, pero era como si saliesen de los poros de mi piel. Una estraña sensación calurosa me recorrió y unas pequeñas llamas salían de entre mis labios, pero no me di cas i cuenta, era prácticamente como reir.

- No lo creo, nunca había pasado nada extraño a mi alrededor, hasta que me topé con...él.- Aun no sabía su nombre, tenía que averiguarlo. Tenía que despertarlo.

Apagué las llamas de mi boca de nevo cuando me di cuenta, sellando mis labios, no sabía muy bien como controlarlo.

Al parecer empezó a pensar en algo que le hizo sacar un poco de minillamas en su boca; lo que me hizo pensar en que no debía preguntar en que estaba pensando. De todas formas me especificó que nunca había tenido contacto con la magia hasta que ocurrió lo de la fusión. Después apagó las llamas de su boca, con la cara de que no sabía muy bien como controlarlo. Decidí darle un consejo genérico, haber si funcionaba.

- Entiendo... De todas formas deberias controlar tu respiración. A lo mejor así consigues controlar mejor tu don de lanzar llamas. - Dije mientras pensaba en lo que haría yo, aunque también anotaría una cosilla mas que no dije: tener cuidado con la comida que te provoca eructos.

Lo pensé drante unas milésimas, más que nada para que no pensase qe no estaba esa opción, pero ya sabía como controlarmo, me hacía falta práctica.

- No es como aprender a guiñar un ojos, es más bien otra cosa, imagínate que cara vez que levantas un brazo tesalen brurbujas de la nariz, y necesitas mover el brazo a diario... Por lo que tendrás que acosumbrarte a eliminar ese obstáculo y practicar para que no salgan burbujas cuando levantes el brazo, creo que yo tendré que practicar lo que siento, para que cesen las llamas involuntarias.

La verdad, necesitaba practicarlo, y bastante, no quería que en medio de una clase se me incendiase la boca...¿ Cómo lo explicaría a toda la clase?