En la punta del castillo (Lilith)

Me beso de nuevo con la misma intensidad. En ese momento casi desee volver a encontrarme apoyada en el barandal y dejar que me hiciese lo que quisiera. Pero sabia que no debía dejar que las hormonas me controlaran. Me tomo de la mano y escuchar lo siguiente que dijo solo logro que mis mejillas empeoraran. Suspire apretando su mano, sin querer dejarlo y anhelando volverlo a ver después de esa noche. Tome el cuello de su camisa, lo jale para que se inclinara un poco, mirando fijo sus ojos.-Me gustas Dominic.-Confesé sintiendo el ardor en todo mi rostro.-Y lo quieras creer o no, te descifrare. No bromeaba cuando dije que te quería conocer, no importa cuan difícil me lo hagas.-Dije acercándome a darle un pequeño beso en sus labios, me dirigí a su oreja.-Yo no seria capaz de lastimarte..-Susurre soltándolo, me aleje y le regale una sutil sonrisa. Mantuve su mano con la mía y baje al primer escalón volteandome a mirarlo.-Vamos.-Dije haciéndole saber que estaba lista para irme, aunque no quisiera alejarme de el.

Cuando nos fuimos de aquel lugar, todo estaba completamente oscuro por lo que saque mi varita, di un golpe lento pero seco en el aire y pronuncie "Lumos", iluminando el camino con la luz que salia de la punta de mi varita. No estaba segura hasta donde llegaríamos, ya que algo si era obvio era que no quería dejarlo. En el camino, aun tomando su mano, temí de que luego de aquella noche el no querría que nos volviéramos a cruzar. Cuando supe que ya estábamos cerca de la Torre de Gryffindor, supe también que hasta allí el estaría conmigo. Me detuve en frente de el y me voltee a mirarlo.-Me parece que hasta aquí llegamos.-Anuncie con un poco de tristeza en mi voz. Me puse de puntillas para darle un beso en la mejilla, ya que darle uno en sus provocativos labios me pondría peor de lo que ya estaba.-Adiós Dominic.-Dije casi en un susurro, soltando su mano, esperando que este sin pensarlo dos veces desapareciera entre las sombras.

Para mi sorpresa, el me tomo por los hombros para volver a unir nuestros labios en un apasionado beso. Le correspondí, casi agradecida de que lo hubiera hecho. Cuando se separo de mi, contemple sus ojos por ultima vez. Le sonreí al escucharlo, me alegro que había sido un "Hasta pronto", y la manera en que pronuncio mi nombre. Lo vi alejarse, mi corazón seguía latiendo con fuerza y mis mejillas no dejaban de arder. Suspire dándome vuelta para subir a la sala común. Cuando entre me alegre de que no se encontrara nadie despierto, responder preguntas acerca de porque me encontraba tan roja como un tomate no me apetecía. Me dirigí a mi cama con una sonrisa en mi rostro. Quien diría que me iba a llegar a gustar alguien como Dominic, no se que había en el exactamente lo que había hecho que me olvidara de todo. Pero de algo estaba segura, y era que cuando para cuando lo volviera a ver, haría todo lo posible por conocerlo totalmente. Ya en ese momento solo me quedaba descansar, para empezar con energías otro nuevo día.