Un joven idiota, caminaba por la vida cuando se topó con una jauría de locos adolescentes

Caminaba solo por el bosque, pensando que debía hacer millones de cosas como deberes y resúmenes. Hacía mucho que no escuchaba nada sobre mis amigos fuera de Hogwarts y dentro de este, sólo tenía unos pocos pero extremadamente GENIALES. Yo era un tipo raro e insoportable, pero de alguna manera podían soportarme a pesar de ser un pesado. Sentía el pasto crujir bajo mis pies, era una sensación bonita, placentera. Estaba tranquilo aunque caminaba por el bosque, un lugar 'peligroso'. No sabía cómo, pero de pronto había aparecido ahí y el aburrimiento me había obligado a seguir caminando, adentrándome. Llegué cerca de un tronco caído, me senté apoyando mi espalda contra este y cerré los ojos.

Acababa de tener una conversación que aclaro muchas cosas con respecto a mi vida, así que necesitaba un tiempo solo para asentar las ideas, así que me dirigí al bosque, ¿que otro lugar mejor? iba saltando de un árbol a otro árbol, descargando energía que tenia acumulada desde hace tiempo, ya que no había podido salir. Después de adentrarme mas en el bosque empece a sentir un aroma, no era común en el bosque, había un estudiante en el.

Me transforme en pantera, como siempre: con los ojos felinos azules, y un poco mas grande del tamaño que una pantera normal acostumbraba... me detuve unos segundos para identificar mejor a donde se había dirigido, cuando supe el lugar exacto me empece a acercar, a los pocos metros empece a rodearlo y hacer uno que otro ruido para que supiera de mi presencia, pero no quise acercarme mucho, no aun; comencé a gruñir y a acercarme mas conforme lo rodeaba.

Tuve un día muy agitado, en runas antiguas había aprendido como crear una serie de hechizos normales convirtiendo las palabras en idioma antiguo, luego de no hacer absolutamente nada en el castillo me aburrí de molestar alumnos de primer año y fui a la sala común para cambiarme de ropa antes de ir al bosque.

Me quite la túnica del colegio y me puse una chaqueta café y pantalones de igual color para ser menos vistoso entre los arboles. Claro que esto pudo haber servido de algo si no fuera por mi vistoso cabello que mezclaba los colores rojo y naranjo que simulaban el color del fuego cuando comencé a correr por los terrenos del castillo para llegar luego de unos minutos al bosque prohibido.

Me quede sobre un árbol luego de cazar algunas acromantulas y espantar a un centauro aventurero de mis territorios, aproveche de practicar la mezcla de hechizos incendiando flechas y multiplicándolas.

Cuando estaba descansando de repente sentí a un chico siendo acosado por Erick en forma de pantera y no pude evitar reírme pensando en que estará intentando hacer, así que no pude resistirme a unirme al show. Salte de un árbol a otro hasta ver la escena y cuando la pude observar bien mis ojos verdes brillaban por mi pensamiento.

Hice aparecer runas en mi brazo derecho y lance una flecha que cubierta en escarcha que corto muchas partes de la mano del chico y antes de que el se pudiera dar cuenta ya había saltado a otro árbol para esconder mi posición.

Ted. Senti su aroma unos minutos antes de que empezara a atacar al chico de la nada, sentí su movimiento y reí en mi interior, este perro nunca cambiaría, ni esperaba que lo hiciera, encontré a Ted y me puse a un lado de el y lo mire, si no estuviera transformado seguro vería una sonrisa divertida, pero lo bueno era que sabia como me sentía, así que no había necesidad de comprobarle que me sentía divertido.

Me volvi a acercar al chico, su sangre corría por todo su brazo, era algo entretenido, aunque seguro le dolía, algo que creo le estaba encantando a Ted, ser prácticamente el dueño del bosque y ser la criatura mas peligrosa de el, se le daba bastante bien.

Me segui acercando en silencio, para que el, al parecer, Hufflepuff no me notara, cuando estuve en el árbol mas cercano a él, lo escale con facilidad y me oculte entre las hojas antes de regresar a mi forma humana, me senté en una de las ramas y empece a mover la tierra alrededor de él con mi varita.

Pegué un salto al ver una pantera de pelaje oscuro y brillante acercarse. El cuerpo se me tensó por la situación. Instintivamente me cubrí el cuerpo con las manos, como un idiota. Comenzó a gruñirme, no sabía como contener animales así que me limité a observarlo, pero no pude evitar bajar la mirada ante sus ojos fieros y azules. Me resigné y bajé la guardia, si me asesinaría bueno y si sobrevivía mejor. Igualmente, no entraría a correr, la pantera seguro era mil veces más rápida que yo.
Una flecha cubierta en escarcha me atravesó el brazo. El dolor era agudo y penetrante, la herida profunda y comenzaba a emanar sangre. Suponía que me había cortado unas venas. Grité dolorido cuando la flecha me hirió y eché una mirada furiosa al lugar desde donde provenía pero no vi nada ni nadie. Pensé que fue descarado el atacar a alguien distraído e indefenso y además, esconderse.
El bosque había dejado de ser divertido, ya que me dolía mucho el brazo y no podía parar la hemorragia sólo con mi mano, presionando la herida. Además, una pantera enorme me gruñía.
-No es divertido- murmuré para mí mismo y me tumbé junto al árbol cuando la pantera salió del alcance de mi visión. Creía que la desaparición de la pantera era algo bueno, claro que no estaba del todo seguro. En ese momento, en el que el pánico casi me invadía, tiré con fuerza de una de las mangas de mi túnica, arrancando un pedazo de tela que seguidamente la enrollé alrededor de la herida, con fuerza la até a él. Me quejé por causa del dolor. Pero había aprendido una lección, nunca ir al bosque. A pesar de la soledad que luego de esos momentos tensos me invadía, no estaba relajado ya que sabía que ‘el lanzador de flechas’ no iba a parar al ver un poco de sangre.

Note como Erick volvia a su forma humana y epere el momento en que el chico se tratara de curar la herida o huir para reagruparme con Erick, apenas se corto la tunica y se comenzo a curar lance una flecha prendida en fuego sobre su hombro para deorientarlo un poco, y quizas chamuscarle algunos mechones de cabello, y salte entre las copas de los arboles hasta llegar donde Erick.

Baje poco a poco hasta quedar cerca de Erick. -Te diviertes Penumbra?- Dije mientras bajaba un poco mas y quedaba un metro sobre el. -Lo conoces o solo te gusta divertirte asustando a los extraños?-

Me rei entre dientes para no hacer ni un ruido, no esperaba que el chico me escuchara pero tenia la costumbre al cazar criaturas y animales de no tratar de asustarlos con algun sonido, y mis ojos se ponian cada vez mas brillantes al ver que el chico estaba perdiendo sangre. -Crees que sobrevivira?- Dije sin quitar mi mirada al chico mientras una voz en mi cabeza me decia: Que Importa?

Me sente recargándome en el árbol y seguia levantando tierra al rededor del chico, mire de reojo justo a tiempo para ver como la flecha en llamas le daba en el hombro, sonreí de lado, solo porque era justo el estilo de Ted, aunque esto ya no me estaba divirtiendo como hace 2 minutos mire a Ted sobre mi y le sonreí su nombre es William, lo conocí en la fiesta de Meisi... es de tu casa, creo que como prefecto deberías saberlo mi sonrisa se ladeo y volví a ver al chico.

Lobezno, no lo mates... dije mientras acariciaba mi daga dentro de mi bolsillo y seguía con los movimientos leves de varita accio flecha dije en un susurro inaudible y ambas flechas, la que estaba en el suelo y la que estaba clavada en su hombro volaron y antes de que pudieran delatar nuestra ubicación ya las había sometido al hechizo Diffindo y amabas se partieron por la mitad y cayeron detrás de William.

Clave mis ojos en el chico y levante nuevamente mi varita señalándolo serpensortia dije en silencio y una larga serpiente, una boa, para ser mas exactos bajo desde la punta de mi varita y salía del escondite para bajar rodeando el árbol a una gran velocidad, en dirección a William, a los pocos segundos la boa ya estaba a menos de un metro de él y lo veía hambriento. Mire a Ted si quieres que corra yo no lo voy a perseguir, espero te guste tu mascota le dije refiriéndome a la boa que siseaba enojada.

Allí tumbado, mientras ajustaba el pedazo de tela una nueva fecha me rozó el hombro, quemándome unos mechones de cabello. Los palmeé para apagarlos y miré con furia en todas direcciones. Estaba apunto de decir algo, pero decidí que era mejor ignorar las flechas y las panteras, todo eso. Suponía que había personas divirtiéndose con la tortura de otras, en este caso, torturándome a mí. La herida del brazo me ardía mucho, gruñí un poco con bronca.
Para mi infortunio, una boa asquerosa y hambrienta se me acercó. La situación se me tornó graciosa por unos segundos, ya que la naturaleza estaba en mi contra y de repente era un delicioso bocado para cada animal del bosque. Al ver la piel de la boa un escalofrío me recorrió el cuerpo. –Asqueroso animal- murmuré mirándola. Me llevé la mano al brazo, con una mueca de dolor, la tela ya estaba empapada en sangre. Con furia escupí la serpiente y me eché a correr con todas mis energías. No corrí en línea recta, si no que, fue más como un zigzag. Mientras corría el corazón me latía con rapidez, aún así, seguía pensando que si moría, moría, nada se podía hacer al respecto. Tan fuerte fue el pensamiento que paré en el medio de mi carrera, me abrí de brazos y grité –MÁTAME SI ASÍ LO QUIERES, MADRE NATURALEZA- para después soltar una carcajada en forma de burla. Continué corriendo, un poco más preocupado.

Sonrei hasta que se notaran unos blancos colmillos en mi boca y mire a Erick de lado, un alumno de mi casa era el que estaba intentando cazar, me gustaba perseguir tejones no eran valientes y les gustaba escapar antes de pensar en lo que hacian.

Eso me daba una clara ventaja y una gran cantidad de horas de diversion antes de hacer que se vaya del bosque para tener mas reputacion de la criatura del bosque prohibido, o quizas me pueda convertir hasta en un boggart. Ese pensamiento me saco una sonrisa animal y tambien me dio una gran idea -No lo matare Penumbra...- O no por ahora, primero hay que traumatizar y divertirse -Esperame aca, se que no te gusta mucho mi lado salvaje- Dije mientras me volvia un ave pequeña negra con plumas cafes en las puntas de las alas.

Vole sobre Will y lo mire mientras gritaba maldiciendo a la madre naturaleza, Si ahora culpala a ella por darme estos regalos jajaja, comence a imitar su grito frenando algunas veces para tirar flechas en fuego delante de el para hacer que cambiara de sentido en su huida y lo hice llegar a la guarida de un Boggart que había descubierto a la mala días atrás.

Me pose en una rama y espere que Will se encontrara con mi amigo.

La naturaleza continuó lanzándome flechas y yo continué corriendo. Luego de unos cuantos giros y vueltas, cambios de dirección constantes. Acabé frente a una cueva, había olvidado por completo la boa y por eso mismo, la curiosidad por saber que había dentro me ganó. Me adentré inseguro y con el ardor del brazo bien intenso. Cuando empecé a escuchar ruidos raros empecé a asustarme de a poco. Pensaba que era un cobarde por ello, pero parecían risas de niños. Dejé de caminar, al ver el rostro más horrible que podría haber imaginado nunca. Quedé paralizado al instante, lo que más temía, niños demoníacos. Comencé a desesperarme, los nervios no me dejaban moverme. El niño satánico se acercaba y yo deseaba no haber nacido nunca. Y cuando ya estaba a unos pocos metros de mí, me eché a correr fuera de la cueva mientras gritaba como idiota. Tenía miedo de que me deborara vivo. Y corrí por unos cuantos minutos, sin parar ya que temía que me siguiera. No volví la vista atrás.

Ese olor, ese maldito olor, sangre, miedo, sudor, adrenalina... me transforme en pantera y seguí a Ted de cerca, unos ruidos me desconcertaron cuando me detuve en un árbol a lado de la cueva en la que se había metido William, el olor era inconfundible y el grito de Will lo comprobaba, un boggart, mire a Ted desde mi rama inexpresivo.

Salte al árbol que estaba a un lado y me aferre a una rama un metro mas a bajo de donde estaba hace unos momentos, Will salió corriendo, vaya que tenia energía, la adrenalina corría por su cuerpo, y aunque sabia que Ted lo había guiado hasta la guarida, sabia que no dejaría que el boggart se divirtiera mas que él, porque él era "la criatura mas temible del bosque", salte del árbol, aun en forma de pantera, sobre el niño demoniaco que al parecer era el mayor miedo de William.

Me puse entre e boggart y William y lo mire con ojos furiosos y le gruñí, aunque solo tuve tiempo suficiente para lanzarle un ataque con mi garra y medio herirlo, antes de que se empezara a formar en un leviatan, mi mayor miedo, volví a gruñir y me coloque detrás de Will para que se transformara de nuevo en esos niños, trepe por un árbol y volví a caerle en cima y de nuevo volvió a cambiar y a verme a mi, ignorando, esta vez, a Will.

Sabia que Ted, ahora que yo estaba entre el boggart, haría algo, pero quien sabe cuanto mas se tardaría, volví a correr a toda velocidad alrededor de la gran sombra, que figuraba al leviatan, lo único bueno de eso, era que el leviatan no podría moverse muy bien en la tierra lo malo era su cuello largo, me detuve a un lado de Will y subí por el árbol donde estaba Ted y me puse a su lado para ver como el boggart volvía a ser un niño demoniaco.

La pantera negra calló sobre el niño demoníaco. Me sorprendió y me sentí agradecido con el felino que anteriormente me había gruñido. Parecía que odiaba más al niño satánico. También lo atacó y fue en ese momento, en el que me di cuenta que había dejado de correr y que observaba, agitado, como la pantera me ayudaba a huir. Inmediatamente, el niño pasó a ser un leviatan y la pantera me usó de escudo. El boggart cambió de nuevo en los niños demoníacos. Me tensé al ver sus ojos, sedientos de sangre humana. Pero para mi suerte, la pantera de pelaje brillante volvió a saltar sobre él. El boggart volvió a ser un leviatan hasta que la pantera desapareció trepando por uno de los árboles. -¡Gracias!- le grité antes de empezar a correr sin mirar al boggart, sabía que me daría terror absoluto. Continué corriendo y corriendo, hasta que me topé con el mismo árbol caído que había visto al principio. Me di la vuelta, para fijarme si alguna de todas esas criaturas asesinas me perseguía. Recordé que había una boa por la zona y eso me hizo estar alerta.

Mire como Erick habia ido para atacar al boggart, yo pense que era para que se enojara y atacara a Will de una vez por todas, pero al notar que salto atras de el chico cuando el boggart se estaba convirtiendo en un leviatan, cosa que era mucho mas peligrosa y mortifera que unos niños endemoniados, obviamente, note que estaba tratando de proteger al chico de mi casa del boggart. Mire a Erick y note que ahora debia actuar para compensar lo del boggart.

Ahora yo me encargo Pense y vole contra el boggart, lo picotee y espere que empezara en convertirse en mi boggart, vole hacia Will apenas se empezó a formar y para mi sorpresa senti un aullido atras mio. Un hombre-lobo?, desde cuando ese habia sido mi temor?. Eleve vuelo y me di cuenta que no era un licántropo normal, tenia una gran cicatriz en la clavícula con forma de herida de flecha, una de cadena en el cuello y su brazo izquierdo estaba lleno de cicatrices por cortes y dibujos que parecían runas, esa criatura era una copia mía. El mero hecho de pensar en eso hizo que se me erizara la piel y comenzara a volar mas rápido y alto que antes, llegue a donde Will y me pose en la rama de un árbol.

Saque mi varita y pensé en que hechizo podía usar para hacer que Will no siguiera corriendo sino que luchara con el boggart, pero la imagen de una copia exacta mía me hizo temblar un pequeño momento y casi se me cayo la varita de mis manos, la tome rápidamente y note que el boggart estaba llegando atrás de Will. -Partis Temporus!- Grite mientras formaba una pared de viento que giraba convirtiendo el lugar dentro de ella en una arena para la lucha entre Will y el boggart.

Al notar que había gritado me vino la idea de que Will podría verme, esto hizo que me volviera a convertir en el ave que había sido y comencé a volar cerca de la pared pero con cuidado de no chocar, al mirar para abajo vi como la criatura, que estaba corriendo a toda velocidad, salto sobre Will y se dio vuelta para observar que había un chico delante de el, se quedo gruñendo mientras sus ojos ardían como los de una bestia propia del infierno, mirar a esa copia de mi me hizo temblar nuevamente y espere que se convirtiera en un niño endemoniado para no tener que seguir observándola.

Me tranquilice cuando Ted decidió enfrentarse ayudar a William, eso me comprobaba que lo del boggart fue intencional, pero bueno, eso era de esperarse, mire como el boggart para mi sorpresa se convertía en el mismo Ted de licántropo, inconfundible con esas cicatrices, me quede esperando paciente, seguramente Ted podría hacer algo contra eso, aunque eso de "¿quien le teme al lobo feroz?" me queda claro que hasta el mismo lobo.

Ted usó partis temporus para hacer que William se enfrentara a la criatura, abrí los ojos un poco sorprendido ¿lo iba a ayudar o no? me pregunte a mi mismo, ¿no se suponía que había bajado para hacer algo contra el boggart?, lo único que pensé fue EMPIEZA A REIR MALDITO O TE MATARA Salte por sobre el circulo de viento a otro árbol para mejorar, trepe mas en el árbol y me busque a Ted con la mirada, pero seguramente ya había regresado a ser un pájaro.

Tienes medio minuto William pensé, si no se le ocurría de una vez usar el hechizo Riddikulus, en ese plazo de tiempo, tendría que interferir, aunque eso causara que William descubriera quien soy, salir lastimado de esto, o peor, volver a ver los ojos gélidos del leviatan, que en mi opinión eso era mucho peor.

Un pájaro de color negro comenzó a picotear al boggart y luego se largó. El boggart se transformó en un licántropo. Sinceramente, ese boggart estaba trayendo graves problemas. Continué corriendo, ahora asustado por el licántropo lleno de cicatrices. Pero paré en seco al escuchar a alguien gritar un hechizo y crear una pared de viento que me obligaba a enfrentarme al boggart. Dirigí mi mirada a donde había venido el grito, pero sólo vi el ave negra.
Me agaché justo cuando saltó sobre mí, luego se giró transformándose otra vez en esos niños satánicos. No creí que debía utilizar mi maldita varita, pero bueno, era necesario en ese momento. Me la quité del bolsillo y pensé que había sido un idiota al no haberla implementado antes. Pero bueno, me decidí y apunté a los niños caníbales. –Riddikulus- imploré atento, pensando en algo chistoso.
El boggart de los niños terminó pareciendo unos ancianos y eso me causó risa. –Idiotas- les grité mitad enojado mitad divertido por el miedo que me habían hecho pasar esos niños. Ahora que eran ancianos no podían hacerme mucho daño, a menos que me pegaran con esos bastones que usaban. Me reí un poco.
Suspiré y miré hacia arriba, buscando al pájaro negro, el cual me había metido en muchos problemas, y a la pantera, con la cual estaba agradecido. El brazo aún me seguía doliendo e hice una mueca, cuando después de sentarme quise cambiar la tela ensangrentada por una limpia. Cada vez mi ropa estaba peor, ya que ahora faltaba una gran parte de tela de una de mis prendas. Me acordé de esos realitis de la televisión, en la que las personas sobreviven en la jungla o cosas así.

Mi contraparte boggart salto sobre William y antes de que lo atacara se convirtio denuevo en los crios endemoniados. Habia pasado por alto ese punto en mi plan, yo esperaba que el licantropo lo atacara para comprobar de que estaba hecho el chico y como podria luchar contra una criatura asi, eso era algo a favor del chico talvez los chicos endemoniados sean su mayor miedo pero luchar contra un licantropo era algo veinte veces mas brutal y peligroso que eso.

En cualquier caso mi juego con el boggart ya habia acabado ahora que Will habia usado su cabeza, y varita, y convirtió a los crios en ancianos mediante un Riddikulus, ahora tengo que pensar en un nuevo plan de ataque. Mientras pensaba esto Will comenzo a reir, esto hizo que me enojara y sin pensarlo salte del arbol convirtiéndome nuevamente en el chico con el cabello de fuego y ojos rojos, pero ahora tenia dientes que parecían los de una bestia salvaje.

Comencé a aplaudir sarcásticamente con una media sonrisa en mi rostro mientras caminaba lentamente hacia el, cuando Will noto mi presencia tomo su varita fuertemente, claro que ya sabia que era yo el que habia estado siguiendolo. Hice un ruido con mis labios para tratar calmarlo mientras le tiraba una tabla pequeña inscrita con una runa al boggart que lo dejo paralizado. -No es necesaria la violencia William, déjame presentarme- Dije mientras hacia aparecer diversas runas en la piel de la palma de mi mano por precaucion. -Soy Ted Lupin, tu prefecto de casa y dueño de estos terrenos del bosque-