Cazadores de mitos?

Finalmente Math accedió a venir conmigo a la casa de los gritos, después de ir a tomar un té y un café, dimos una pequeña vuelta por Hogsmade, le fui indicando las tiendas mas importantes, para que la próxima vez que viniera, pudiera defenderse a al hora de caminar por esas pequeñas y retorcidas calles. Después de un rato algo corto, nos encaminamos hacia la casa de los gritos. Estaba alejada de Hogsmade, del resto de casas, y su aspecto tétrico no es que invitara mucho a entrar en ella, pero sentía curiosidad.

-Ésta es.-me quedé parada al principio del camino que estaba ya dentro de los límites de esa mansión fantasma.

Miré a Math esperando ver su reacción, pero la verdad es que a mi no me impresionaba demasiado esa casa. Si, vale, era cierto que inspiraba respeto, pero a mi al menos, no me daba miedo... al menos por ahora.- No tienes por qué entrar si no te apetece.-le avisé temiendo que se echara atrás.

Me puse a mirar la casa, parecía que la zona estaba sumida en un silencio absoluto, además, comparado con Hogsmade, lleno de vida, ésto parecía completamente tétrico.

Cuando salimos del salon de té, Gabrille me enseño en un rápido recorrido lo más relebante del encantador pueblo que había cerca de Hogwarts; despues tomamos una senda que se alejaba algodel pueblo para llegar a un paraje abandonado en el que había una impresionante casa de aspecto abandonado. Gabrielle me señalo la casa. Sonreí impresionado.

- Es normal que surjan rumores de fantasmas en esta casa - comente - todas las casas abandonadas tienen historias muy parecidas - añadí - en mi opinion es todo frito de la imaginación.

Me acerque un poco a la senda donde se había detenido Gabrielle; ella me dijo que si no me apetecía entrar que no pasaba nada, me sentí como si me estubieran probando.
Todo el lugar estaba muy silencioso, tanto que lo hacía parecer misterioso.

- Bah, entremos - le dije quitandole importancia a pesar de que mi sistema nervioso estaba en estado de alerta.

Me alegré al ver que Math seguía interesado en entrar, por fin tenía la oportunidad de ir. La verdad es que sola me daba algo de miedo, pero no por los fantasmas, ni por embrujos, simplemente esa casa estaba hecha una ruina, ¿y si me caía por las escaleras y nadie podía ayudarme?.

Comenzamos a andar por el camino hasta llegar más cerca de la casa, miré la senda por la que habíamos pasado ya, no había nadie por los alrededores. El viento estaba soplando, lo notaba entre mis piernas, las cuales solo estaban cubiertas hasta la rodilla por el calor.

Al llegar cerca de la casa la admiré curiosa, y llevé mi mano al bolsillo trasero de mi pantalón para sacar la varita.- Es solo por seguridad, nunca sabes si se te va a caer el techo encima.-le avisé y me acerqué a la puerta de entrada.

Justo al entrar en la senda, se levantó algo de aire que se fue intensificando conforme avanzaban; el aire le revolvio el cabelllo a Math. cuando llegaron a la puerta de la casa, Gabrielle saco la varita asegurando que era por seguridad, perecía temer la estabilidad de las vigas.

- No se caerá - dije mirando el techo - las construcciones antiguas son mucho más fuertes que las modernas - comente - ademas no se supone que Hogwarts y todo lo que le rodea esta lleno de magia ¿no?

Empuje levemente la puerta que se habrió chirriando.

- ¿Entras tu delante o entro yo? - le pregunte en broma; pero entre yo delante, así si había algun peligro, mejor que me ocurriera a mi.

Abrí la boca para decir que entraba yo, pero él se adelantó y entró antes de que pudiera decir nada. Al principio me sentía un poco mal, parecía que yo le había arrastrado hacia allí, pero después lo replanteé y me pareció que el también se estaba divirtiendo un poco.

Entré en la casa detrás de él, cuando pasé el umbral de la puerta se levantó más viento, lo que provocó que se creara corriente en el interior de la casa y que la puerta se cerrara de un golpe, pero no le di importancia, sabía de sobra de qué se trataba.

Me puse a mirar los viejos muebles del vestíbulo, estaban llenos de polvo, después miré el techo mientras me guardaba la varita en mi pantalón, sabía que no debía, más de un mago se había dañado dejando así su varita, pero de momento no me había pasado nada.

-¿Que te parece?- Pregunté mientras caminaba hacia él, mis pisadas resonaban por toda la casa, y además la madera crujía allá donde pisaba.- Acogedora, ¿verdad?-reí.

Gabrielle entro detras de mí, yo obserbaba los polvorientos y destartalados muebles cuando senti que la corriente de aire se intensificaba y oí como la puerta se cerraba de golpe, pese a saber que era a causa de la corriente de aire, no pude evitar girarme sobresaltado.

Vi como Gabrielle se guardaba la varita mientras observaba los muebles que había en el vestibulo, mientras tanto yo pensaba en que la casa tal como estaba parecía salida de una peli de terror. Gabrielle comento, según me pareció, ironicamente que la casa era encantadora.

- Ya lo creo - dije adentrandome un poco con prudencia - es extraño - comenté - la casa esta llena de polvo y tiene aspecto de estar muy abandonada, pero sin embargo tengo la sensacion de que no esta deshabitaeda.

Me gire para observarla, parecia tranquila

- ¿Tu que crees?

Le miré extrañada cuando dijo que no pensaba que estuviera deshabitada.- ¿Quién iba a querer vivir aquí?-pregunté curiosa.- Pero puede que tengas razón...-le concedí y seguí mirando por ahí.

Fui a otra habitación, parecía ser un comedor, una lampara colgaba del alto techo hasta ponerse en medio de lo que era la mesa, la cual estaba rodeada de sillas. Comencé a abrir cajones, esperando sacar fotos, o algo que dijera que tipo de gente podía haber vivido allí, la curiosidad me podía. Después de los cajones probé en un armario, pero no había nada más que polvo.

Me di la vuelta esperando que la puerta del armario se cerrara sola al dejar de sujetarlo, pero pasados unos segundos no oí ningún ruido que me diera a entender que se había cerrado, así que miré en la dirección para ver qué la obstruía.

-Eh?!-dije extrañada y asustada a la vez al ver a mi padre apoyado en el marco de la puerta del armario, con los brazos cruzados y una sonrisa burlona en su rostro. Me puse nerviosa ¡¿Qué hacía el allí?! me llevé una mano a la espalda en busca de mi varita, y comencé a palpar en busca de ella.


Off: boggart... xD

Me quede en el rellano obserbando una destartalada escalera que conducía al piso superior; algunas tablas estaban sueltas y otros escalones rotos; comence a subir con mucha precaución, pues sentía una gran curiosidad por lo que había en el piso superior, mientras subía, vi como Gabrielle entraba en una habiración del piso inferiior, seguí subiendo hasta llegar arriba. Examine de forma rápida el primer piso, que parecia tan abandonado como la planta baja. Sentía interes por lo que había dentro de los muebles, pero no me apetecía mirar en su interior estando solo.

Decidí volver donde estaba Gabrielle para explorar juntos la casa, comence a bajar la escalera con la misma precaución con la que habia subido, iba casi por el final cuando me pareció oir gritar a Gabrielle, no sabía si había gritado realmente, pues yo tenía un buen oido. Baje lo que quedaba de la escalera a toda prisa, torcindome el tobillo cuando llegue al rellano. Me dirigí rápidamente cogeando a donde había visto entrar a Gabrielle antes.

Al entrar en la estancia vi a un hombre que me parecio algo siniestro apoyado como si tal cosa en la puerta de un armario y a Gabrielle tratando de coger su varita; instintivamente metí la mano en el bolsillo de la túnica para aferrar mi varita.

- ¿Quien eres? - pregunte en voz alta y clara tratando de ocultar el temor que sentía en ese momento.

Derepente, las facciones del hombre se volvieron borrosas y se transformo en un reflejo mio rodeado de un muro invisible e infranqueable lejos de las gentes que pasaban alrrededor, entonces lo comprendí, no había ningún hombre por ahí, se trataba de un Boggart. Saque rápidamente la varita y apunte al Boggart, aunque lo mire fascinadounos instantes.

- Riddikulus

Cuando el boggart hubo desaparecido, me volvi hacia Gabrielle.

- Pueden haber más sorpresas de esas por ahí escondidas - comente - ¿Estas bien? - pregunte preocupado

Había intentando coger mi varita a toda costa para enfrentarme a él, en cuanto le vi era lo que quería hacer desde un principio, aunque sabía que mi propio padre no iba a embrujarme, pero acumulaba demasiado odio como para verle y no intentar reaccionar de esa manera. Al intentar coger la varita, lo conseguí, pero con el temblor de mis manos terminó cayendo al suelo, lejos de mis posibilidades de hacer un movimiento rápido.

Volví a mirar a mi padre, y entonces dejó de mirarme a mí para volverse hacia Math, quien había entrado en la sala, no le había llegado a ver, pero había podido oír cómo bajaba apresuradamente las escaleras hasta aquí.

Gracias a que Math entró pude ver que se trataba de un Boggart, y no realmente de mi padre, "Si lo hubiera sabido habría empleado con él todas las maldiciones que me enseñó, así al menos me desahogaría" pensé.

Relajé las manos, ahora doloridas de apretar a causa de la ira, y miré a Math después de comprobar que el Boggart se había quedado encerrado.- Gracias.-dije sincera y fui a recoger mi varita del suelo.- Si, estoy bien ahora que se que es un Boggart-dije algo más relajada, pero la idea de volver a encontrarme con él alguna vez me horrorizaba.

- ¿Tu te encuentras bien?-dije mirando a su pie, el cual me había parecido ver cojear cuando había entrado en la sala.- ¿Te has herido?-pregunté preocupada.

Gabrielle me agradecio el haber vuelto a encerrar al boggart y afirmo que se encontraba bien; mientras iba a recoger su varita del duelo, yo recorrí la estancia con la mirada cercionandome de que no había ninguna sorpresita más, al no encontrar más que polvo, guarde mi varita.

Me senté en una de las polvorientas sillas y me masageé el tobillo un poco; Gabrielle me pregunto por mi tobillo.

- Si, estoy bien - dije - no ha sido nada, únicamente una torcedura - expliqué - por fortuna - añadí

Al cabo de unos instantes me incorpore, con el tobillo aún algo dolorido pero pudiendo caminar perfectamente. Me quede mirando el lugar donde había aparecido el Boggart, reflexionando sobre la forma que había adoptado el mio.

- Soledad - dije - le temo a la soledad; siempre he estado solo, siempre me he sentido solo, y ahora que las cosas son diferentes temo sentirme así de nuevo.

Me gire hacia ella y la mire aténtamente

- ¿Quien era ese tipo? - le pregunte sin intencion de ser indiscreto - parece haberte alterado un poco.

Miré si tobillo aún por si veía algo extraño, pero cuando se volvió a levantar parecía estar totalmente bien, así que dejé de darle importancia.

En el momento en el que me explicó el por qué de su boggart entendí su forma de ser, siempre había estado solo, y le costaba relacionarse con gente, pero no era algo que el quisiera... tal vez al tener ese miedo le hacía más callado de lo normal. Sentí algo de pena por el, por que no pudo tener una infancia como la de los demás magos, no podía jugar con más niños, ni tirarse por el barro jugando a quidditch...

Le puse una mano en el brazo para captar su atención.- No te preocupes.-sonreí.- Hay algunas cosas que no se pueden compartir sin terminar unidos, y meterse en una mansión encantada y derrumbar un boggart es una de esas cosas.-dije recordando un libro que leí, me parecía que decía algo parecido.

Después, me preguntó quién era el hombre que había aparecido. No sabia si contárselo o no, pero después de haberme ayudado merecía saberlo.- Era mi padre.-dije mirando hacia otro lado.- No se lo digas a nadie...-pedí, no quería que se mencionara nada de él, y cuanta menos gente supiera el odio que guardaba hacia él, mejor.




Off:

Hay algunas cosas que no se pueden compartir sin terminar unidos, y derrumbar un trol de tres metros y medio es una de esas cosas.

Cuando me puso la mano en el brazo, me quede estático, pues no me esperaba algo así; note que me estaba hablando y movi los ojos para verla bien, alcancé a ver que estaba sonriendo. Cuando por fin reaccione, me gire completamente quedando frente a ella, fue entonces cuando escuche una reflexiva frase filosofica sobre la situación que acababamos de pasar.

- Cuanta razón tienes - admití, me gustaba la filosofía y reflexionar sobre las situaciones que se me presentaban; y esa frase, esa frase realmente me encantó. Sonreí levemente.

Cuando ella respondío sobre la forma que adopto su boggart me sorprendi, ''¿tanto mal le ha hecho su padre pra que su boggart adopte su forma?'' pensé, pero no dije nada, era evidente que le incomodaba hablar del tema

Despues ella desvió la mirada y me pidio que no se lo dijera a nadie.

- Descuida - le dije - nadie sabra lo que acaba de ocurrir aqui - añadí - es una promesa de caballero - afirme extendiendo la mano derecha.

Pase de nuevo la mirada por la estancia.

- Si quieres podemos seguir explorando esto - dije - pero esta vez mejor ir juntos, por lo que pueda aparacer por ahí - añadí - a menos que prefieras volver al castillo.

Sonreí y le miré cuando me extendió la mano para estrechársela.- Gracias-dije contenta de saber que podía confiar en él y fui a estrechársela, pero cogí su brazo para alzarlo, y con la mano que me quedaba libre enganché su meñique y el mio, en señal de promesa.

- Esto es más original,¿ no te parece?-dije riendo, recordando que era el tipo de promesa que hacía cuando era pequeña.-Dicen que si rompes una promesa de meñique, te condenas a no encontrar a tu amor verdadero.-dije pensando en la historia que me contaba mi madre.

-Vamos a seguir examinando ésto, sólo he visto al planta baja, ya que estamos...-me encogí de hombros y reí antes de comenzar a andar hacia al parte de arriba, aun que pensé que no habría gran cosa, ya que cuando Math había badajo no había mencionado que hubiera nada de vital importancia...

Me sorprendió eso de cerrar la promesa enlaqzando los meñiques, era algo que ninca había echo y si como ella dijo era verdaderamente original; luego ella menciono las conseguencias de romper una promera de meñiques, era gracioso eso de la condena a no encontrar el verdadero amor.

- Tiene cierta similitud con un juramento inqueblantable - comente antes de percatarme de lo que decía - solo que más seguro - dije cuando me di cuenta de la burrada que acababa de decir - mira, ya tengo un motivo más para no faltar a mi promesa, no quiero estar condenado a estar solo - añadí en broma

Gabrielle comenzo a andar hacia las escaleras y a subirlas

- Ten cudado que hay escalones rotos y tablas sueltas - le avisé

Subí tras ella, con precaución de no caerme ni girarme el pie de nuevo

- No he visto gran cosa arriba - comenté - aunque tampoco he mirado a fondo, unicamente lo que se veía a simple vista.

Enseguida llegamos al rellano de arriba, me puse frente a ella y la mire fijamente mire fijamente.

- Derecha o izquierda - dije refiriendome al lugar a examinar primero

Subí con cuidado las escaleras, como me había indicado, había un escalón roto, así que lo salté. Al terminar de subir miré con interés a ambos lados. Si como él decía no había visto muchas cosas, daría más o menos igual hacia que lado ir.

-Bah, izquierda.-dije al azar y comencé a andar delante de él por el pasillo que dije. Al avanzar, las piezas de madera del suelo se hicieron más sonoras. Fui andando más despacio, molesta por el ruido que hacía. Al continuar andando por el lugar se iba haciendo cada vez más oscuro, así que volví a sacar la varita.- Lumos.-articulé el hechizo y señalé por delante de mi para saber por dónde iba a ir.

Una cucaracha pasó cerca de mi pie, no pude reprimir una mueca de asco.- Puaj...-dije sin querer dar una salto para esquivarla, por si se rompía el suelo a causa del golpe. Me dio un escalofrío y el cuerpo me comenzó a picar a causa de haber visto a ese bicho.

Me encotraba en la casa de los gritos, en la parte en la que Teddy me había permitido considerar mía, pero aun estaba completamente en ruinas y sucia, no había tenido tiempo de limpiar ni de preparar todo.
Comence a andar por la habiatación tranquilamente mientras observaba que podía cambiar para hacer aquello más habitable para mí.
-mmm...tal vez una bonita cama y unos hermosos muebles harían que esto se viera algo más hermoso- dije en voz baja
En ese momento oí ruidos en la planta de abajo, no me extraño demasiado, siempre había todo tipos de ruidos en esa casa, pero deje de estar tranquila cuando oí a personas hablando. Aquellas voces no eran de Teddy, pero las reconocí, eran Math y Gab, sonreí con malicia y decidí mantenerme oculta a la espera de que aparecerieran.
Ya podía oirlos con claridad, no me iba a resultar dificil saber cuando era el momento para asustarlos, pues usaban el hechizo lumus, seguí oculta observandolos, mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro, ahora entendía porque Teddy amaba esa casa, era realmente divertido asustar a los que se adentraban en aquella casa sin permiso.

Gabrielle escogió ir primero por la izquierda, conforme caminabamos se oír el crigir de las maderas al pasar sobre ellas; a parte de eso todo estaba muy silencioso, demasiado para mi gusto. Gabrielle utilizo el hechizo lumos cuando la oscuridad se hizo prácticamente infranqueable.

Oí a gabrielle proterstar por algo que paso por su lado, de modo que lo enfoque; era un insecto muy asqueroso, lo esquibe para evitar pisarlo, pues no quería llevarme sus huevos pegados al zapato y que acabaran esparcidos por ahí.

- Menudo caballo acaba de pasar - comente refiriendome al tamaño de la ''cucarachita''

A pesar del lumos todo estaba demasiado oscuro, como si el hechizo no fuera suficiente, solo podía ver lo que tenía al frente, lo cual me resultaba molesto.

Apreté el paso acercandome a dode estaba Gabrielle y poniéndome a su lado.

- Así se ve mejor mejor - dije - ¿no crees?

Reí cuando hizo el chiste sobre el caballo.- Caballo? -volví a reír, había tenido gracia. Intenté ver el suelo por donde iba a pasar, no fuera que hubiera algo, bueno, lo que realmente me incomodaba era encontrarme otro de esos insectos asquerosos.. no los aguantaba.

Después, Math avanzó hasta ponerse a mi lado.- Eso parece.-dije respondiendo a su pregunta, y seguí examinando la casa, avanzando por el largo y oscuro pasillo.- Esto estaría genial para hacer una broma a alguien, ¿no te parece?-reí comenzando a maquinar algo.- Aunque bueno.. la propia casa ya juega sus propias bromas.-admití pensando en el boggart que había abajo. ME preguntaba si ésta casa aguardaba alguna sorpresita más.

-Espero no encontrarnos con otro boggart...-dije riendo.

A Gabrielle parecio hacerle gracia el comentario que hice sobre el tamano del asqueroso especímen que había pasado correteando por nuestro lado. Luego ella comento que ese sería el lugar ideal para gastar una broma.

- Quizá - dije - pero quien va a ser tan insensato como para entrar en una casa habitada por espiritus fieros - añadí - aunque tienes razón, esta casa parece esconder muchas sorpresas.

Despues comento riendo que no le apetecia encontrarse con otro Boggart

- La verdad, yo tampoco tengo muchas ganas de que aparezca otro - comenté - ya he tenido bastante con el de abajo.

Finalmete llegamos al final del pasillo

- Bueno, solo queda traspasar la puerta.

Me puse delante de la puerta y agarré el pomo con la mano.-No creo que haya gran cosa, si se parece al resto de la casa debería estar destartalada.-dije mirando la puerta de madera seca.

-Me concedes los honores?-dije divertida y comencé a girar el pomo de la puerta. Sentía mucha curiosidad por ver qué había dentro, además me sentía bastante segura con Math, antes ya había podido salvarme de un boggart, y me daba la sensación de que podría contar con el si algo pasaba en esa casa.

Se me resbaló la varita de la mano, de manera que mi hechizo lumos desapareció y se volvió un poco más oscuro.- Perdona.- dije y deje la puerta a medio abrir para agacharme a por la varita, no tenia sentido abrirla del todo si ni siquiera iba a ver desde un principio lo que había allí.

Gabrielle hizo un comentario sobre la casa, comentario que me hizo reír un poco, aunque pensndolo racionalmete tal como estaba la casa ¿no era de esperar que la habitación que se hallaba al final del oscuro pasillo de encontrase en el mismo estado?

- Seria sorprendente si esta habitación estubiera tan explendorosa como las mansiones - comente.

Ella decidió ser quien primero entrara y se dispuso a girar el pono de la puerta empujándola lentamente; en un momento, la luz de su varita se apagó y me pidio discilpas por ello.

- No pasa nada - dije apuntando con mi varita directamente a la puerta iluminandola levemente - quiza con esta sea suficiente.

Me quede pensativo unos instantes; a decir verdad, no me habria atrevido a entrar en esa siniestra casa llendo solo; se agradecia estar con alguien que en un momento dado pudiese ir a pedir ayuda si algo sucedía.

- Vamos - dije tratando de alentarla - ya que hemos llegado hasta aquí...

Gabrielle hizo un comentario sobre la casa, comentario que me hizo reír un poco, aunque pensndolo racionalmete tal como estaba la casa ¿no era de esperar que la habitación que se hallaba al final del oscuro pasillo de encontrase en el mismo estado?

- Seria sorprendente si esta habitación estubiera tan explendorosa como las mansiones - comente.

Ella decidió ser quien primero entrara y se dispuso a girar el pono de la puerta empujándola lentamente; en un momento, la luz de su varita se apagó y me pidio discilpas por ello.

- No pasa nada - dije apuntando con mi varita directamente a la puerta iluminandola levemente - quiza con esta sea suficiente.

Me quede pensativo unos instantes; a decir verdad, no me habria atrevido a entrar en esa siniestra casa llendo solo; se agradecia estar con alguien que en un momento dado pudiese ir a pedir ayuda si algo sucedía.

- Vamos - dije tratando de alentarla - ya que hemos llegado hasta aquí...

Por fin habían llegado a la habitación donde me encontraba y abrieron la puerta, pero justo en ese momento a uno de los dos se le había caído la varita, haciendo el hechizo lumus desapareciera, por lo que decían había sido Gab, sonreí complacida, no esperaba menos de una amiga mía, era valiente, mucho más valiente que Math.
Decidí comenzar a jugar un poco con ellos, de un movimiento de mi varita hice que la puerta se comenzara a mover como sí alguien jugara con ella.
Espere sus reacciones, pero eso no había acabado. Tenía que divertirme de alguna forma.
-Tal vez un poco de agua...enfríe a los tortolos- pensé con una sonrisa.
Espere que abrieran aun más la puerta y que uno de los dos entrara, me daba igual cual de los dos fuera.
-Aguamenti-susurre haciendo que un poco de agua mojara a la persona, mientras me mantenía oculta.
Aquello debía seguir, el no saber que estaba pasando los asustaría, no hay nada que de más terror que el no conocer que ocurre.
-Sonorus- susurre, usando un hechizo que hiciera sonar mi voz realmente fuerte para que no descubrieran de donde procedía la voz, puse una voz tenebrosa y comence a hablar-¿Quién osa entrar en mi hogar?
Me quede en silencio esperando a que contestaran, mientras evitaba reírme.

Cuando cogí de nuevo mi varita fui a tomar de nuevo el pomo de la puerta, pero justo éste comenzó a moverse como si alguien forcejeara conmigo, aunque no le di mucha importancia, la misma puerta podría estar embrujada.- ¡¿Quién está ahí?!-pregunté dejando suelto el poco, pero seguía moviéndose solo, por lo que deduje que era algún tipo de encantamiento, tal vez para ahuyentar a los intrusos.

Al entrar lo hice yo primero, confiada de no encontrarme nada cuando la puerta terminara de abrirse, y mas o menos así fue, la oscuridad inundaba la habitación, y apenas conseguía ver nada; sin embargo lo que si me encontré fue un chorro de agua viniendo en mi dirección y mojándome. "Por qué últimamente siempre termino mojada?!" pensé.- ¡Que narices...!-dije molesta y mi hechizo lumos volvió a apagarse por el susto, pero la varita seguía en mi mano firme. Me quité el agua de la cara y seguí sin ver nada, solo podía oír a una potente voz que reinaba en la habitación. Me tapé los oídos con las manos, molesta, pero cuando terminó la frase me las quité.

-¿Quién eres?-dije al vacío y después miré a Math para ver cómo estaba, sintiéndome culpable de haberle arrastrado allí.

Gabrielle atraveso el umbral de la puerta en primer lugar, yo entre tras ella; un gran chorro de agua que no había visto de donde demonios había salido la empapo completamente al darle de lleno, mojandome también a mi un poco, aunque nada comparado con como había quedado Gab.

- Vaya, parece que la casa tiene goteras - comente tratando de aligerar la tensión que se había instaurado en la habitación.

Dirigí la varita hacia Gabrielle comenzando a realizar un encantamiento de secado, cuando escuche una potente voz que parecía salir de todos los lados de la habitación. Automaticamente me situé detras de Gabrielle, espalda con espalda vigilando atentamente todo lo que se encontraba en mi campo de vision tratando de encontrar la procedencia de esa voz.

Estaba algo asustado, aunque me mantendria firme, no saldria por patas.

- ¿Quien anda ahí? - pregunte girandome unos segundos para intercambiar una mirada con Gabrielle - creo que se acabo la diversión - dije en un susurro