En busca del Callejon Diagon

Andaba perdido por Londres. Miraba a todos sitios sin saber donde ir, ya que andaba buscando un sitio donde solo los magos podian ir, y como que todavia no sabia diferenciar un mago de una persona normal, asi que decidi callarme por si acaso.

Al final de una infructuosa busqueda decidi sentarme en un banco cercano a descansar los pies. Estaba claro que estaba perdido totalmente en Londres y que tardaria bastante en encontrar el dichoso Callejon Diagon.

- ¿Por que ocultaran tan bien ese callejon? - Dije para mi mismo, cerrando los ojos un momento.

Iba caminando por Londres, llevaba una camiseta azuñ con un águila y una R en ella, pasaba desapercibida entre los muggles, pero para todo mago que la viese, sabía perfectamente que era una camiseta simbólica a la casa de Ravenclaw, y funcionó puesto que varias personas me sonrieron cuando la vieron por la calle, seguramente magos. Me aburría bastante cuando no tenía nada que hacer, y pasear era uno de mis hobys, sobre todo si era por un lugar lleno de gente, pero algo llegó a mi oídos. Busqué con la mirada de donde venía esa voz. Era alguien sentado en un banco, al parecer no encontraba cierto callejón.

- ¿Estás perdido?- Le pregunté acercándome.

Al parecer estaba de suerte: Un chico me había preguntado si estaba perdido. No pasaria nada por preguntarle a él si sabia donde estaba el callejon Diagon. Cuando abri los ojos sin querer tenia activa mis Ojos de Dragon, por lo que mi mirada era roja, y en mi opinion tenia buenas intenciones. Decidi mantenerlo para no dar sospechas.

- Si, estoy perdido. ¿Sabes donde esta el Callejon Diagon? - Dije sin problemas, ya que en todo caso ese chico me tomaria por un turista que se habia equivocado de ciudad en el peor de los casos. Pero algo me decia que ese aguila que tenia en el pecho era algo que solo podian ver determinadas personas, ya que bajo mi mirada destilaba un aura.

Me sorpendió mucho, por no decir muchísimo que conociese es callejón, aun que también su mirada rojiza, era algo extraño, por lo que decidí dejar mi mente en blanco, me picaba la curiosidad, pero me habían preguntado, y debía responder.

- Sí, por supuesto, sé donde está, pero dime, León, Tejón, Serpiente, o Águila- Dije refiriéndome a las casas.

Con un movimiento de cabeza le indiqué que me siguiese y comencé a caminar directo a cierto pub llamado el Caldero Chorreante, era la mejor entrada, sabiendo que estábamos en Londres muggle.

Al parecer acerté con que sabia la localizacion del callejon Diagon, pero me hizo una pregunta un tanto rara: ¿Leon, Tejon, Serpiente o Aguila? Despues me indicó con la cabeza que le siguiese, asi que le segui aun sin saber a que se referia. Mis ojos no veian aun malas intenciones en sus palabras, asi que no habia mucho problema.

- Oye, ¿a que te refieres con esos animales? - Pregunté seriamente. Esperaba que él supiese responderme.

Lo medité durante un momento, quizás aun no había sido escogido para ninguna de las casas, por lo que decidí explicarselo de otra forma.

-Quiero decir... Que si estás en la casa roja, la amarilla la verde o la azul, del colegio- Respondí simplificándolo un poco, no me gustaría que los muggles sospechasen que hablábamos de algo no común.

Tuvo suerte de encontrarme en aquel punto, pues no estábamos muy lejos del pub y podría haber ido justo en la dirección contraria. Por fin, llegamos a un lugar bastante cómodo, para mi parecer, el dueño del lugar nos dejó pasar al patio como si nada, supuse que captaba a la perfección el significado de la camiseta.
El lugar se componía de una zona bastante pequeña, ni dos metros de largo y ancho, había un cubo de basura y una pared de ladrillos, estábamos aislados de la vista, por lo que saqué la varita del bolsillo de mis vaqueros, y toqué unos ladrillos, al momento, se reordenaron formando una puerta que nos permitía pasar al Callejón Diagon, no había mucha gente, la verdad, solo había jóvenes comprando nuevas ropas plumas y demás.

Ese chico era bastante raro... ahora dijo sobre casas de distintos colores, pero quizas no se atrevia a decirmelo claramente por estar rodeados de gente normal. Despues de andar un poco llegamos a un establecimiento bastante bueno, cuyo propietario nos dejo pasar sin hacer preguntas hasta un patio trasero que parecia no tener nada de especial, exceptuando que vi con mis ojos la energia que destilaba esa pared. Despues de que ese chico tocase determinados ladrillos esa pared se abrió, dejando pasar a una calle totalmente increible.

Mis ojos empezaron a irritarme, asi que tuve que cancelar mis ojos de dragon, que se volvieron de su tonalidad normal y corriente.

- Guau, este sitio es increible. ¿Ahora puedes decirme mejor todo? Todavia no lo tengo claro. - Dije seriamente mientras empezaba a adentrarme dentro del callejon.

Sonreí ante el comentario de aquel chico, que por cierto no sabía nombre, sería mejor que me presentase.

- Por supuesto, pero antes- Le ofrecí mi mano- Me llamo Dave, de sexto curso de Ravenclaw. Y me refería a las casas de Hogwarts. ¿Eres de Gryffindor , Hufflepuff, Slytherin o Ravenclaw?

Recorrimos el Callejón pisando las piedras de este, era un lugar bonito, me gustabna mucho más que las calles muggles.

Al parecer por fin se aclaraba un tanto. Se llamaba Dave y estaba en sexto curso de Ravenclaw; una de las casas o grupos de Hogwarts. Me preguntó en cual estaba. ¡Pues en ninguno si ni siquiera habia entrado en Hogwarts!

- Me llamo Caradryan, y no estoy en ninguna porque ni tengo varita. Y si preguntas por el tono de mis ojos, tengo la capacidad de cambiarlos a dos tonalidades distinas: Esta que tengo es la normal. - Dije enseñandole mis ojos de color marron oscuro. Acto seguido cerré los ojos y hice sacar mis ojos de color rojo. - Y estos son mis ojos, que yo los llamo Ojos de Dragon. Con esta tonalidad puedo ver cosas que antes se escapaban a mis ojos, pero no suelo llevarlos mucho porque llaman demasiado la atencion. - Dije mientras cerraba otra vez los ojos y los volvia de nuevo a mi tonalidad de marron oscuro.

Vaya, así que era por eso por lo que no lo entendía... Todo habría sido más fácil si me hubiese dicho desde el principio que no tenía varita y que aun no había entrado al colegio.

- Vaya... Pues espero verte pronto por el colegio- Dije al oír lo de su varita- No es un don común, es más, puede que sea único- Aunque me era muy curioso, no quería preguntar más sobre ello, apenas conocía a ese chico.- Incluso a los magos nos parece extraño que la gente cambie de color sus ojos a no ser que seas metamorfomago, pero debo decirte que no eres el único con la capacidad de modificar la vista.

Cerré los ojos por un instante y al momento fueron los amarillos verdosos que solía tener cuando me transformaba en licántropo, con ellos veíoa mucho mejor en la oscuridad, y todo era mucho más nítido. Los devolví a la normalidad enseguida, era algo que había aprendido a controlar hacía menos de una semana.

Al parecer yo no era el único que podia hacer cosas raras: Los ojos de Dave pasaron durante un momento a tener una tonalidad amarillo verdoso, como los de un animal. No me hacía falta ver con mis ojos de dragon que era algo que no tenia otra fuente que él mismo. Ademas, me informó de que era raro que se metamorfoseasen los ojos; u otra parte del cuerpo, a no ser un metamorfomago.

- Bueno, ¿me podrias ayudar? No tengo ni dinero para pagar mis materiales para Hogwarts. ¿Donde podria sacar el dinero del fondo de ayuda de Hogwarts? - Pregunté un poco avergonzado por mi pregunta. Sabía lo del fondo de ayuda porque me venia en la carta, que si no andaria bastante mal.

Aun me parecía extraño que pudiese cambiar sus ojos de aspecto a su edad, pero en fin, que se le iba a hacer, no podía ir preguntando a la gente cuales eran sus secretos más ocultos.

-Puedes pedir un préstamo en Gringots, a no ser que tu familia tenga una gran fortuna en el banco, en ese caso solo necesitas la llave de tu caja fuerte, pero lo dudo, dado que no sabías ni como conseguirlo.- Contesté señalando el gran edificio.

Al parecer tenia que ir al edificio grande del fondo a coger el prestamo. Los prestamos no me gustaban nada, pero que se le iba a hacer...

- Bueno, aparte del dinero necesito saber los lugares donde coger el equipo y demas... Mejor vente conmigo y me vas indicando mejor, si te apetece claro. - Dije a modo de peticion educada. Esperaba que aceptase, porque si no iba a acabar mas perdido que una aguja en un pajar. Ademas, estaba convirtiendose poco a poco en un amigo, sin darme cuenta. Y eso me gustaba.

Acepté su invitación asintiendo, lo mejro sería ir indicándole donde comprar todo a los mejores precios.
- Lo primero que necesitas en el mundo mágico es la varita, pero como no la tienes aun, te enseñaré los lugares a los que suelo ir cuando necesito comprar algo.- Repondí.
Flourish y botts ese sería el primero, donde comprar los libros, una vez allí le expliqué que habían libros de todo tipo, y de todo tamaño. Incluso libros en blanco donde podías escribir el tuyo propio, la próxima parada sería la heladería, no servía para mucho en la escuela, pero sería buena idea que supiese donde estaba.

Al parecer acepto de buen grado mi invitación, porque empezó a decirme todo tipo de cosas que fui aprendiendo. Primero me enseño Flourish y Botts, donde me enseño todos los tipos de libros que había, y despues me llevó a la heladeria. No sabia que uso práctico tenía, pero me imagine que era un sitio para relajarse.

Vi los helados, e inmediatamente se me hizo la boca agua. Parecían muy ricos, pero no podia permitirmelos, es mas, apenas habia probado uno en toda mi vida. Me los quede mirando un rato más, y despues espere a que Dave siguiese con su demostracion de lugares.

Ahora le ensañaría mi sitio favorito, la tienda de animales, cuando llegamos habían varias especies, lechuzas, ratas, murciélagos, gatos... etc...
Acaricié una de las lechuzas, y tras decirle que todos los alumnos podían comprar un animal de entre un sapo, una lechuza, o un gato, lo llevé a la tienda de pociones.
Era otro que me gustaba, calderos, ingredientes, a pesar de los comentarios de algunos alumnos, era divertida la asignatura de pociones.

Despues me mostró la tienda de animales, donde mi "traductor" se puso en marcha totalmente, traduciendome todo y dandome un pequeño dolor de cabeza. Acto seguido me llevó a la tienda de pociones, una asignatura que seguramente me gustaría.

Pero primero me gustaria tener el dinero para poder comprarlo todo.

- Oye, ¿vamos a ese banco? Me gustaria aprovechar el "tour" de tiendas para comprar todo mi equipo. No te preocupes, que hay un fondo de ayuda a la gente que no tiene dinero para comprarse el material. - Dije seriamente. Esperaba que aceptase mi invitación y que fuesemos a ese banco para conseguir el dinero.

Pareció gustarle la tienda de pociones, pero acepté su propuesta de visitar el banco así de paso podría visitar mi cámara de galeones.

-Claro, vamos. Pero te aviso que los viajes en el vagón de Gringotts suelen ser muy... Movidos.- Respondí decidido mientras salíamos de la tienda de pociones.- Por lo que veo estás bastante segutro de lo que quieres.

Sonreí al saber que sería un buen alumno de Hogwarts, parecía estar dispuesto a conseguir lo que se proponía.

Al parecer la opinion sobre mi es que era una persona que iba a lo que quería de forma segura. Eso me gustó, aunque tuve que adaptarme a serlo en el orfanato para poder siquiera comer.

- Bueno, no creo que sean tan movidos esos vagones. Y si lo son, mejor, sera como en una montaña rusa. - Dije mientras ibamos al banco. Esperaba que los encargados no fuesen estrictos y me pidiesen documentacion, sobre todo porque no tenía ni mi partida de nacimiento escrito en un papel. Solo llevaba los papeles de Hogwarts.

¿Montaña Rusa? Me imaginé una gran montaña de los picos soviéticos, pero no me recoradaba nada a Gringotts, supuse que sería algo de los muggles, o sino no tenía ni idea de que quería decir...

- Bueno, solo te digo que si abres la boca, se te secará durante el trayecto por la velocidad- Advertí llegando al banco.

Una vez allí, varios duendes nos mirabna al pasar, y como siempre, leí la inscripción de la puerta, siempre me hacía gracia leerlo, nadie en su sano juicio se atrevería a robar en un banco como ese, no hacía falta avisarlo.

Al parecer me advirtió que si abria la boca, se me secaria en el trayecto. Una vez llegamos vi a muchos duendes correteando por el banco, donde pocos se dignaron a observarnos. Decidi acercarme a un mostrador donde habia un duende aburrido; y con cara de malas pulgas.

- Perdone, traigo una carta de Hogwarts donde se me da permiso expreso para recoger el dinero necesario para comprar mi equipo escolar de su fondo de ayuda. Aqui tiene. - Dije tendiendole la carta al duende, que la inspeccionó rapidamente y me la devolvió. Acto seguido llamo a otro duende para que me llevase a la camara, pero dije que esperasen a Dave, y asi ahorrabamos viajes.

Tras ofrecerle la carta al duendo, Caradryan y yo subimos a un vagón, sería interesante volver a montar despues de tanto tiempo, y teniendo en cuenta mis nuevos poderes obtenidos durante el mes de noviembre-octubre. Una vez estuvimos preparados, olvidé que no había dodne agarrarse, salvo al asiento, pero no me importaba. Pasamos por delante de mi cientas de cámaras, de dragones, de duendes, hasta que por fin se paró. Yo esperé de pie apoyado en una pared a que volviesen al vagón.

Una vez nos montamos en el vagon, fue como estar en una atraccion donde te quieres bajar nada mas poner el pie. Después de un rato pasando entre las vias vimos a otros duendes y incluso dragones. Al final se paró en la camara de Hogwarts, donde el duende la abrió.

Había mucho dinero, pero solo cogí lo que seria necesario para mis materiales. Después con la bolsa de dinero entré en el vagón para poder seguir en ese ritmo vertiginoso que eran las vagonetas de minas.

Tras haber cogido dinero, volvió al vagó,me senté de nuevo en el mismo sitio para salir, cada vez había más luz, las catacumbas donde se escondía el dinero eran muy oscuras, y al volver a la superficie uno se cegaba por un momento.
Salí del vagón estirando las piernas, y pudimos volver por fin a respirar aire puro.

- Bueno, ¿Quieres ir a algún sitio en especial?- Pregunté cuando salíamos del banco.

Al final pudimos salir al aire y a refrescarnos; ya que en las catacumbas hacia muchisimo calor. Despues Dave me preguntó si tenia algun sitio al que ir en especial. Pensé en ir a por mi varita pero preferi seguir con el tour.

- Bueno... me gustaria que siguiesemos el tour de tiendas. Ahora que tengo el dinero podre comprar de camino el equipo que me viene en la carta. - Dije seriamente. Esperaba que le apeteciese seguir.