Acomodando Pensamientos (Libre)

Hace poco que me encontraba aquí, no conocía mucho el lugar ni tampoco a sus habitantes. Aunque la idea me resultaba algo fútil. Decidí tomarme un tiempo conmigo mismo, un poco de tranquilidad y reflexión, por lo que me propuse ir a los jardines de Hogwarts. Se sentía una frágil llovizna, aunque no molestaba demasiado como para impedirme permanecer aquí. En mi mano llevaba un libro, si bien venía con abundantes pensamientos, éste me iba a despabilar un poco de lo que tenía en mente. Mientras caminaba observaba el lugar, extenso, repleto de colores de todas tonalidades que la llovizna hacía resaltar. No podía a esperar a verlos al día siguiente con sus colores al máximo de resplandor.
Mientras recorría el lugar me topé con muchos árboles, hasta llegar a uno que captó mi atención. Era un roble que se encontraba solitario en un lugar del jardín, alto y deslumbrante en todos sus aspectos. Llegué a él y me senté, sus extensas ramas cubiertas de abundantes hojas imitaban a un techo para mí por lo que lo hizo perfecto para instalarse y comenzar a leer.

Concentrado en mi lectura noté una voz que se dirigía hacía mí. Volteé mi vista y vi a una chica, a pocos metros míos, que al igual que yo se proponía a leer un libro. Me acerqué a ella, si bien no tan cerca pero algo más de lo que estábamos y le enseñé una sonrisa tenue. No pretendía comenzar una conversación a los gritos. Nunca la había visto en el colegio o quizás sí pero nunca me enfoqué principalmente en ella. Hay demasiados alumnos en este colegio, quizás si lo habría hecho.
- Los mejores para leer- Respondí mientras colocaba el separador en el libro y lo cerraba, apoyándolo a un costado mío.
La llovizna no aminoraba ni acrecentaba pero el frío se empezaba a sentir un poco más. Froté mis manos para que la fricción las calentara y la miré.
- Nunca te había visto por aquí- Mencioné- ¿Cómo te llamas?- Pregunté suavemente, casi susurrando-.

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