¿Cómo llegue aquí?..{LIBRE}

El día había sido pesado, aun estando en el colegio no podía dejar de pensar en ciertos problemas que la rondaban desde el mundo más allá del campo mágico que resguardaba a Hogwarts. Las paredes del aula eran cada vez más estrechas y lo único que Leyla podía hacer era contar los minutos para la salida. No tardo mucho más de 5 minutos antes de que les dijesen que se podían retirar.

Como era costumbre, tomo sus cosas y salió lo más rápido que pudo, para evitar el amotinamiento en el umbral de aquel lugar. -Que debo hacer? Incluso aquí?...- sus pensamientos se iban apoderando cada vez mas de ella, hablando sola y caminado sin darse cuenta de su rumbo.

-Qué rayos…-

Leyla trastrabillo un poco, levanto la mirada y se dio cuenta que ya no se encontraba dentro del castillo, estaba bordeando el lago negro, suspiro al darse cuenta que después de tanto tiempo seguía siendo aquel lugar, su sito de escape. Cerca de donde se encontraba vislumbro un fuerte roble con raíces nudosas a la vista, el árbol que solía visitar cuando iba a leer. Se acerco despacio y dejo sus útiles así como la túnica, se despojo de sus zapatos al igual de sus calcetas.


La suave sensación del suelo a sus pies la hizo sonreír son poder evitarlo, camino hasta las orillas del lago y ahí se dejo caer metiendo los pies en el agua, clavo la mirada en un punto fijo, viendo sin ver y un suave suspiro se escapó de su ser.

-Solo necesito… Merlín…¿Qué es lo que me pasa?-

Farkas caminaba en los alrededores del lago, iba tan sumido en sus pensamientos que no se percato que en su paso había una mochila aparentemente abandonada, sus pies chocaron contra ella y tropezó, perdiendo un poco el equilibrio.

-átok- dijo en voz alta y frunciendo el seño, reoperó el equilibrio y miro la mochila abandonada, que hacia esa cosa allí? Miro a su alrededor y sus ojos se posaron en una bruja que tenia los pies metidos en el lago negro

Esto es tuyo?- pregunto aún no el seño fruncido, como alguien podía ser tan descuidado para dejar todo tirado y mas aun para tener los pies metidos en el agua de aquel algo –yo que tu no aria eso- dijo mirando el lago y recordando la cantidad de criaturas que habitan ese lugar.

La voz de un chico la sacó de su "meditación". Leyla levantó la ceja ante la evidente molestia del mago y su recomendación  -Si eso es mío, y pues tener los pies en el lago me relaja- dijo sin poner mucho cuidado en las cosquillas que sentía en las palmas de los pies, seguro ocasionadas por alguna de las criaturas de aquel lago.

-Es curioso que habiendo tanto terreno te fueras a tropezar con mis cosas- dijo molesta al ver que un tintero había vaciado su contenido después de que el chico tropezara. -Por lo visto no soy la única que se pierde en su propio mundo- y mas para ella susurró que no era la única molesta en aquel lugar 

Se levantó de donde se encontraba para tomar sus cosas, estaba sorprendida al ver lo alto del chico y no pudo mas contener una leve sonrisa. Cuando puso un poco mas de cuidado en las facciones del chico le pareció conocerlo.  

-Nos conocíamos?- 

El mago enarco una ceja ante la marea en la que aquella bruja le hablo –ohh disculpa por tropezar con tus cosas que estaban en perfecto orden…- la frase del mago estaba cargada de sarcasmo

La vio quitar los pies del agua y ponerse de pie, y al mirarla mas detenidamente noto que la bruja no era nada fea, estudió su rostro por unos segundos y luego negó con la cabeza – no tengo idea si me hayas visto antes, pero estoy seguro que el al primera ves que te veo- dijorespondiendo a la pregunta de la bruja que ahora se hallaba parada frente a el

Leyla sonrió de manera torcida ante el sarcasmo del mago, enarco una ceja y después sonrió de manera sincera tendiendo su mano –Leyla White, mucho gusto- permaneció con la mano tendía ante el alto chico, que viéndolo más de cerca había confirmado que él chico era realmente atractivo y enigmático. Volvió la mirada buscando a alguna chica que fuera con él pero le sorprendió no encontrar a nadie más en mucha distancia.

–Tranquilo muchos no suelen darse cuenta de mi presencia y con respecto a mis cosas-

Leyla bajo la mirada viendo su mochila –Creo que tiene un imán para que la pateen o algo así, últimamente me he preguntado si es que tiene algún hechizo-

Ladeo un poco la cabeza y por un segundo se perdió en la mirada del chico. Había algo en esa mirada que le llamaba la atención, decía tanto y a la vez tan poco… Leyla vio su mano que aun seguía tendida y de nuevo clavo sus ojos en los del chico.

El mago la observaba con cierta curiosidad, esa bruja parecía vivir en las nubes, estaba descalsa y algunos de sus libros esparcidos a su alrededor pero eso parecía no importarle, ni siquiera el hecho de que el se había comportadote una forma bastante tosca con ella por Leyla seguía sonriendo con naturalidad.

La miro a los ojos por un momento pero estos parecían dos verdes espejos así que dejo que su mirada resbalara por el brazo de la bruja y fue entonces que se dio cuanta que aun tenia la mano extendía hacia el, tomo la mano de la bruja, la elevo y beso el dorso de esta en forma de saludo –soy Farkas Abaddon, un gusto- respondió sin dejar de mírala

Una suave ráfaga de viento hizo ondear tanto su cabello como su túnica, haciendo con esto que apretara mas la mano de Farkas, no estaba completamente segura que el escalofrío fuera solo por causa del viento comenzaba a preguntarse si había tenido que ver el suave beso que el mago había depositado en su mano. Lo vio sonriendo sorprendida por tan lindo gesto que se perdió en su mirada.

Ya habían bajado las manos pero Leyla no había soltado al mago lo seguía viendo preguntándose si acaso había sido mera casualidad o cosa del destino que él pasara y tropezara con sus cosas habiendo tanto espacio que los rodeaba. Sonrió aun más, una sonrisa real que hacía meses no había podido expresar.

-No te había visto antes- soltó sin muchas ganas la mano del joven -Pero dudo mucho que vayas a primero y por lo que veo- clavo su verde mirar en la corbata del mago -eres tejón, buena casa, creo…

Lo último lo dijo casi en un susurro pues no estaba segura de que al mago le gustara de su comentario al ver la cara del mago. ¿Era acaso que estaba de malas o había tenido un conflicto? La verdad no le importaba mucho a Leyla, lo que le importaba era que por primera vez en mucho tiempo alguien no la había ignorado.

-¿De dónde eres?, ¿Qué edad tienes? ¿Traerás algo de comer?- sin mucho entusiasmo soltó la mano del mago para terminar de recoger sus cosas.

Off:
De la manera más atenta te pido una disculpa de corazón, si no deseas seguir con este rol lo podre comprender, perdona la demora.