Introducing Swedish Short-Snout [Hydrus]

Despues de haber batallado con mi perro que definitivamente no se queria comportar decidi ignorarlo hasta que se le pasara lo rebelde, me recoste en mi cama y me puse a ver el techo imaginando mil y un escenarios sobre estas vacaciones que en definitiva se me estaban haciendo muy pesadas

Deberia ir a Italia, a visitar a mis padres y a... y de esa frase parti en recuerdos, de la Tia de Vera, de la misma Vera, y hasta terminar en el momento en que Brez empezo a depender de mis cuidados, era una dragona bastante dulce, aunque con los desconocidos era un tanto agresiva, pero en ella era completamente extraño que atacara, a lo mucho una pantalla para alejar a las personas de quien ella desconfia.

Me pare de golpe decidido a visitarla, hace poco habia dejado que volara libremente en el bosque prohibido, ya que estar tranformada en lechuza y quedarse sentada haciendo nada no era su estilo y se estresaba y asi se volvia agresiva a cierto nivel; en fin baje las escaleras y sali de la torre, ya que no habia muchos estudiantes decidi divertirme un poco:

Me transforme en pantera y sali corriendo hacia una ventana, empece a resvalar por la fachada del castillo hasta que casi a la orilla regrese a mi forma humana y me detuve con las manos en el limite de la fachada, colgado, empece a hacer como si estuviera en un pasamanos hasta terminar en un arbol y por fin salir a los terrenos.

Discretamente me volvia transformar y corri directo al bosque prohibido, y despues de muchos metros llegue a un claro, donde estaba la dragona dormida, regrese a mi forma humana de nuevo y me acerque a ella, esta desperto y junto su hocico a mi cara yo la acaricia Hola querida, ¿me has extrañado? pregunte ladeando una sonrisa, de un momento a otro Brez se puso en guardia y lanzo una llamarada hacia un arbusto tranquila... le puse una mano en frente y con un movimiento de varita apague el fuego, y me acerque a lugar donde habia dado la llamarada...

El techo de los dormitorios de la torre de Ravenclaw no tenía nada de interesante, pero allí tenía depositada mi atención, al menos visualmente. La última carta que había recibido de mi padre me tenía así, que ni siquiera había sido de mi padre, sino de un hospital en Ucrania. Todavía tenía la viva imagen de la letra sobre el papel entregándome aquella noticia que me impedía funcionar bien.

Señor Hydrus Taurus Pegasus: El Hospital Colacuerno de Ucrania lamenta informarle del accidente de su padre Taurus Pegasus. El señor ha resultado con ha resultado envenenado por una de las criaturas que examinaba y está bajo observación para desintoxicarlo. Sin embargo, se encuentra inconciente y no hay quien cubra los gastos. Solicitamos a usted, su hijo y pariente más cercano enviar recursos para su recuperación. Que tenga un buen día.

—Que tenga un buen día —pensé con ironía— ¡Bah! idiotas.

Luego entendí que el quejarme y menospreciar a quienes me habían informado del accidente de mi padre no me ayudaría a reunir dinero. Sí, era cierto, tenía dinero gracias a la tienda, pero tampoco era suficiente para cubrir los gastos de mi padre sumados con los míos. Tendría que conseguir de otra manera. Con lo impulsivo que era, descarté de inmediato la idea de robar o algo deshonesto y me pareció más atractiva la idea de poner en riesgo mi vida, para variar.

El bosque prohibido albergaba muchas cosas peligrosas, pero también valiosas. Fue ahí cuando vino a mi mente la imagen de un unicornio. ¡Pero claro! el pelo de unicornio era muy valioso. Por unas cuantas fibras ya podía pensar en hacerme una buena cantidad, no era como si necesitara encontrar a la criatura, considerando lo escurridizas y peligrosa que eran. Mi idea era encontrar los cabellos que se quedaban adheridos a las palntas y árboles. ¿Qué tan difícil podía ser? Después de todo su pelo era brillante y podía confundirse con la nieve.

Me encontré atravesando robles, caminos y arroyos hasta llegar al bosque prohibido. Era temprano y además estábamos en vacaciones, por lo que nadie me notó. Estaba de suerte.

Caminando por entre medio de la espesura del lugar escuché una voz... Hola, querida. ¿Me has extrañado?

Me escondí tras un arbusto debido a la sorpresa y observé hacia donde había escuchado la voz.

—Wow. Debería tener uno de esos —pensé

Era un dragón y no sólo un dragón, era un hocicorto sueco que era sonreído por un Gryffindor. El chico no parecía sorprendido ni con miedo, por lo que deduje que se conocían y que tal vez era dueño de la criatura.

Mis ojos se desorbitaron cuando la dragona lanzó una llamarada hacia el arbusto que se encontraba a mi lado. Ya veía la razón de por qué mantenía esa cosa lejos del castillo.

A un lado del arbusto estaba un chico recostado, apuesto que habia saltado por la llamarada que fue dirigida al lugar, le ofreci una mano disculpa, es muy precabida y con ella creo que es mejor no actuar a escondidas le dije alzando una ceja esperando una respuesta

Aquel chico era, Hydrus Pegasus, un chico de Ravenclaw este... ¿que haces por aqui? lance de repente, normalmente un Gryffindor esrtaria aqui por "valentia" un huffle por ejemplo Ted por suicida, y Sly y un Raven seria poco inusual a mi parecer, amenos que tenga una razon bastante fuerte

Brez se acerco de manera brusca y lo miro con cierto rencor, olfateo su zapato y note una pluma, me agache y le quite eso del zapato, al parecer era de hipogrifo, segun el olor, el chico no se veia asustado, mas bien un poco asombrado a mi perspectiva Brez tranquila, no creo que lastime a nadie, menos a ti ni ninguna criatura... Brez confio en mis palabras y se alejo uns metros

esta pluma es lo que causa que actue asi... es de un hipogrifo que ella en verdad no soporta... aunque sigo con la duda de que haces aqui, quiero pedirte otra disculpa por Brez dije quemando aquella pluma en mi mano, la razon por la que Brez y ese hipogrifo no se llevaban era por la comida, de por si ya tenian que andar contra los centauros no me imagino otro animal que guste de comer lo mismo

le volvi a ofrecer mi mano Erick Brohard, mucho gusto, espero que tengas una idea de como disculparme contigo por los modales de la criatura le ofreci, ya sé que ya le habia pedido desculpas, pero hasta no remendarlo con algo no me sentiria perdonado

Era imposible que no me descubriera si me había sobresaltado y finalmente caído al suelo. Agradablemente hizo el gesto de levantarme y vi que no tenía por qué ocultarme.

—Creo que lo recordaré de ahora en adelante —dije sacudiendo mis ropas del polvo— No era mi intención llegar hasta este lugar, no pienses que te seguí. Necesitaba encontrar algunas fibras de pelo de unicornio. Ya sabes, pagan muy bien y necesito dinero, pero quiero conseguirlo de manera honesta, aunque sea peligroso venir hasta acá.

Estoy seguro de que me puse de un color azulado, casi imitando a un arándano cuando vi que la dragona se acercaba a mí y olfateaba mi zapato mientras yo intentaba hacerme hacia atrás.

—¿Qué? No puedo oler mal. Me bañé dos vece hoy —le dije a la dragona como si me pudiera entender.

Entonces el dueño de la alada criatura retiró lo que parecía ser una pluma de debajo de mi zapato. Así que eso era y yo que ya pensaba que la dragona disfrutaba comer Ravenclaws para la cena.

—Debe ser difícil tener que pelear por la comida con tantos depredadores en un solo lugar —dije refiriéndome al bosque en que vivía su "mascota" si es que se le podía llamar así.

Se presentó ante mí, así que era Erick Brohard, un buen tipo. Era bueno saber que la gente que tenía dragones no tenía el humor de uno.

—No te disculpes por tu dragona. No es como si pudieras controlar todo lo que hace, ¿o sí? Son bestias bastante independientes y en ocasiones no piensan.

Eso hizo que la dragona se girara hacia mí y me gruñera amenazando con volver a ponerme en peligro. Rápidamente me hice hacia atrás y comencé a agitar mis brazos para calmarla. Veýa que ahora tenía que cuidar lo que hablaba.

—Fue un chiste, fue un chiste.

Lo bueno fue que eso bastó para que me dejara en paz al menos por un rato. Tener un dragón era algo complicado y muy serio y más considerando que estaba escondido en el bosque prohibido. Debía ser toda una maniobra.

—Así que eres el dueño de este animal, ¿eh?, ¿cómo lo hiciste para conseguirla? No, mas bien ¿cómo puedes controlarla?

Yo montaba una escoba y si me inclinaba hacia adelante esta se movía, fácil. Un dragón era otro asunto.

Menciono pelo de unicornio y una sonrisa enorme se formo en mi rostro yo soy el encargado de una tienda de animales, Hydrus, tengo mas de un unicornio y siempre tiran mucho pelo, normalmente los compran los que crean las varitas o diseñan no sé que tantas cosas, si quieres te llevo a la tienda me ayudas a cepillarlos y te llevas la mitad del cabello que salga, bueno es una idea para que no estes por aqui, ¿que dices? le ofreci que me ayudara, asi trabajaria por el cabello y se ganaria aquel dinero de manera honesta como él justamente queria

Luego conteste su comentario a los depredadores no muchos se atreven a ponerse contra un dragon, debo admitir que ese hipogrifo tiene agallas cuando se trataba de comida, Brez era otra cosa... podia decir que entraba en su estado mas salvaje

debo admitir que lamayoria de veces hace lo que le plazca, y claro yo no pienso ponerme en contra, su fuego es bastante poderoso para mi gusto recorde la primera vez que me lanzo fuego a mi, solo por aparecer de sorpresa, me quede sin sudadera ese dia y con un buen susto y nueva experiencia... luego rei por como Brez se puso es una dragona muy inteligete, por ejemplo no todo el tiempo esta aqui, normalmente uso un hechizo de transformacion para que pueda estar con las lechuzas y es bastante discreta y educada, a mi parecer claro dije acercandome a Brez le acaricie detras de la oreja derecha, aquel acto le encantaba

bueno, en si no era mia, yo tuve una novia que era la dueña, mira yo la conoci porque mis padres y los suyos eran colegas, biologos magicos los cuatro, mienytras a mi mis padres me llevaban con ellos a sus investigaciones a ella le traian los animales y un regalo fue el huevo de hocicorto... en fin se lo dio su madres, el ultimo regalo que le dio dije carraspeando la voz, ese tema siempre fue tan delicado para Vera...

Vera, quien fue mi novia, murio hace unos meses... y bueno Brez ya no se quizo separar de mi dije esto ultimo con lamirada perdida en Brez mientras mis ojos se volvieron cristalinos, mi Patronus era un hocicorto, ya que el de vera era uno pero hembra... aun la extrañaba y Brez era un recuerdo, el mas importante para mi de ella bueno que te dijo?, ha aprendido a confiar en mi y yo en ella termine de decir con una media sonrisa nostalgica

Pensé un momento en su propuesta. Me pareció extraña al principio, pues siendo él el encargado de una tienda y podría sacar provecho de eso, ganar su propio sin darme un cabello a mí, pero luego me di cuenta de que era lo lógico, pues una era que lo más probable era que no tuviera suficiente tiempo para encargarse él por completo de los unicornios y lo otro era que yo estaría trabajando por ahorrarle tiempo y energía y buenas ganancias. No sonaba nada mal y comprendía mi posición aunque no le hubiera dicho nada de mi padre.

—Esto estaría excelente —agradecí inclinando mi cabeza.

Se veía que era un amo cuidadoso con su dragona, ya veía por qué no lo incineraba como casi lo había hecho conmigo. Hacía lo correcto al dejar ser a su criatura. Eran bestias muy independientes y sospechaba que al cualquier intento de reprimir su libertad saldrían huyendo. Ese no era el caso del animal que observaba.

Se apretó mi pecho cuando me dijo en qué circunstancias había adquirido su dragona. Era una historia de amor como cualquier cosa, casi ideal. Sus padres se conocían y así se conocieron ellos. Un clásico. Lo único que lo oscurecía era la sombra de la perpetua e irreversible muerte.

Estuve a un paso de preguntarle si su novia se lo había regalado cuando me mencionó que había muerto hacía solo unos meses. Nunca había perdido a una pareja de esa manera, pero no quería que me pasara. Había escuchado la voz de Erick apagarse cada vez que mencionaba el nombre de ella.

Como un acto de empatía puse una mano en el hombro de Erick. Aunque intentara sonreír, la nostalgia se le salía por los poros y estaba seguro de que su dragona también podía percibirlo.

—Lo siento. Si de algo te sirve, debiste ser muy importante para ella como para que Brez te siguiera. Tú sabes, tal vez vio algo en ti que le recordaba a su anterior dueña.

Note esos modales en él, apuesto que le extraño mi oferta, pero aunque amaba estar con los animales de la tienda el tiempo y las energias se me reducian bien ahora tengo 10 unicornios en el lugar, los transportamos a la reserva en francia xcon unos trasladores, que corrar y luego los cepillamos, ¿que dices? propuse con una sonrisa animada, esto no lo hacia muy a menudo pero aquellas criaturas ya se lo merecian, ya despues llevaria a los pegasos a volar y a los felinos a cazar, por el momento la atencion seria de los unicornios

Senti su apoyo y lo agradeci eternamente, posiblemente ya habia dejado pasar ese tiempo en que no me reconocia, en el que estaba muerto en vida... pero aun asi dolia, y mucho, habia vivido muchas cosas, aprendi cosas nuevas... pero en fin ya ni llorar cambiara algo, ante eso solo me limite a sonreirle lo mejor que pude

Limpie mis ojos con mi mano y luego me subi a Brez y le ofreci una mano a Hydrus vamos de una vez a la tienda para terminar pronto dije con una sonrisa mientras Brez abria sus alas y se levantaba por completo con sus 4 patas en el suelo y se inclino un poco para que yo pudiera alcanzar a Hydrus, solo necesitaba que el me diera su mano

Todo se estaba dando muy bien. Cuando recibí la carta que me informaba del accidente de mi padre, pensé que el día se teñiría de negro y que eso no cambiaría con el transcurrir de las horas. Finalmente estaba resultando todo lo contrario. Bastaba con darse cuenta de la suerte que había tenido de encontrar a Erick, ya que si no lo hubiera hecho, hubiera estado recogiendo con pinzas cabello por cabello.

—Digo que vayamos ahora. No sabes cuánto me estás ayudando con esto.

Parecía que se había quedado pendiente de los últimos pensamientos que habían llegado a su mente, porque esa sonrisa no se la creería ni un gnomo. De todas formas era bueno que siguiera optimista. Esa debía ser su manera de impulsarse a seguir.

Ofreció su mano cuando subió a su dragona dispuesto a volar. Desde luego que la tomé lo más deprisa que pude mientras veía cómo nos despegábamos del suelo cada vez más.

—Intenta que no chille —le aconsejé— Si la escuchan en el colegio puedes tener problemas.

En un par de minutos ya nos encontrábamos en lo alto y yo sólo podía mirar hacia el suelo como niño en su primera vez usando la escoba. ¿Qué más arriesgado que volar sobre un dragón del cual no tenías ninguna clase de control?

—"Mataría a alguien si cayera desde aquí" —pensé al mirar hacia abajo.

Brez lo miro con cara de indigacion cuando dijo que no chillara, era verdad ella nunca habia sido una criatura escandalosa, pero por alguna razon eso provoo pleto entre ella e Hydrus, me sujete lo mejor que pude e lla creo que sera mejor que te agarres fuerte le dije a Hydrus por sobre el ruido del aire en nuestros oidos, de repente Brez empezo a alzar vuelo lo mas rapido que pudo, dejando a Hogwarts como si fuera una mini maqueta en el suelo, las nubes empesaban a cubrir lo que era la tierra, Brez amaba sobrevolar ahi, pero de repente cuando menos lo esperabamos empezo a caer de picada....

Empece a gritar euforico, la sensacion de la caida llenaba mi cuerpo de adrenalina pura, la cual corria de arriba a bajo y mis latidos se incrementaban a mas de mil por hora... pronto divise el suelo, era un gran lugar, no habia nada mas que arboles y pasto, era uno de los bosques del pais, pero rara vez encontrabas muggles ahi, a menos de 4 metros de impactar en el suelo, Brez volvio a alzar vuelo...

Su vuelo se calmo y cuando llego a sobrevolar las nubes para que no fuera vista lanzo una gran llamarada que si bien, podria quemar todo el bosque prohibido, algo que realmente era sorpresivo creo que queria demostrar que ella no chilla termine de decir algo apenado bueno... pronto llegaremos al Callejon Diagon le dije con una sonrisa de lado mientras veia entretenido las nubes

Brez lanzó una llamarada que yo estaba seguro que estaba dirigida hacia mí. No era como si la dragona hablase, pero se sentí en el aire que no le caía bien.

—Creo que me dejó más que claro que no chilla —murmuré

Era simplemente perfecto. Tenía un enemigo en Slytherin y ahora tenía de enemiga una dragona mortal que podría matarme si Erick no la tuviera bien dominada. Lo que tenía a favor era que me hacía sentir sumamente vivo cuando volaba con esa fuerza que hacía que mis ropas se movieran bruscamente producto de la velocidad.

Me aferré lo más fuerte que pude a Brez ante de volver a bajar con fuerza.

—¡Ah, por las barbas de Merlín, esto es grandioso! —grité elevando los brazos.

Miré hacia arriba y pude ver que se acercaba una bandada de Abraxan. Esperaba que Brez no los viera, porque siendo ambos peligrosos no podía ver qué pleito se formaría.

—Erick, mira hacia allá —indiqué— Intenta desviarlos si es posible. O si no puedes intenta controlarla. No queremos convertirnos en la botana de los buitres.

Esperaba que llegáramos bien al Callejón Diagon y no en varios pedazos. Tenía preparada mi varita empuñada en mi mano por si caíamos, pero tenía que confiar en el discernimiento de Erick. Después de todo, él era el jinete y el dueño de la bestia.

Amaba aquella adrenalina, estos momentos con Brez me hacian considerar dedicarme a los dragones, o a todas las criaturas grandes, como Hipogrifos, Pegasos, Alicornios, Unicornios y demas... como mis padres, aunque por el momento queria vivir todo lo que pudiera para luego dedicarme a lo que me guste, con mis amigos y mi novia.

Rei divertido ante eso Brez es calmada con el resto de las criaturas... cuando no tiene ambre, cuando es asi ni la llevo a la tienda, arriesgaria mucho dije acariciandole el lomo a Brez lo que hizo que se elevara mas y se alejara de aquel que Hydrus presencio como peligro, Brez puede que sea tranquila pero de los demas no me fio.

Hize que sobrevolara un pueblo, que no sabia si era muggle o magico, pero mejor no arriesgarnos, al cabo de unos minutos y de increibles maniobras de Brez llegamos al callejon Diagon, claro que preferi aterrizar un poco lejos para que Brez no causara mayor alboroto, baje de ella de un salto y la vi de frente, mientras Hydrus se bajaba yo acaricie su hocico con una sonrisa amable.

gracias Brez, es hora de tu disfraz saque mi varita y cuando toque a Brez con la punta de esta se transformo en una lechuza gris-blanca moteada, se poso en mi hombro y mire a Hydrus bien vamos camine hasta poder hubicarme en el conocido Callejon Diagon

No tarde mucho que entre calles y calles llegara al establecimiento al que podia llamar "trabajo" pero era mas como un "tiempo para descansar", abri la puerta principal y entre con Brez, ahi como siempre estaban los animales mas pequeños jugando en sus jaulas, los perros llegaron y nos saludaron, desde tazitas de té hasta pastores alemanes, todos cachorros, saque otra llave y abri la puerta de la trastienda donde estaban todos los animales grandes, entre ellso los unicornios

El cuarto era como un jardin techado, miy grande, por lo menos de las dimensiones del campo de quidditch, ahi estaban las crias de los felinos, los animales exoticos, las criaturas magicas mas grandes, alce la vista y un grupo de 6 unicornios se encontraba cerca de la pequeña laguna que se encontraba ahi quieres empezar de una vez o quieres curosear? le pregunte con una sonrisa de lado, el lugar era hermoso y sorprendente con tanta diversidad de criaturas

Por la rápida acción de Erick nos pudimos librar de un enfrentamiento que habría sido feo. De hecho esperaba que ocurriera, porque cuando el día iba demasiado bien, casi siempre había algo que lo arruinaba, pero lo descarté en cuanto nos vimos a salvo nuevamente.

—Eso estuvo feo —murmuré— Bien pensando, Erick.

Aterrizamos un poco lejos del Callejón Diagon, pero se entendía por qué. Si había un lugar en nuestro mundo en donde los transeúntes curiosos eran abundantes era el Callejón. No podía concebir la imagen de magos indeseables que se acercaran a Brez y la hicieran sentir incómoda para finalmente ponerla agresiva. Para añadir más seguridad, Erick convirtió a Brez en una tímida lechuza.

—Genial. Ahora me arrancará los dedos si puede, pero al menos no moriré calcinado —bromeé.

Caminamos hasta el lugar en donde trabajaba Erick y descubrí que se trataba de algo sumamente acojedor. Estaba lleno de jaulas pequeñas que variaban en los tamaños y cachorros de perro que corrían por doquier moviendo sus colas fofas. Bastó que mi amigo abriera una puerta más para ir al sector en donde estaban los animales grandes.

—"Conseguiré el dinero, padre" —pensé al pisar el nuevo sitio.

Parecía un zoológico más que una tienda. Era impresionante considerando que no se veía tan grande desde afuera, pero en el mundo de la magia nada era lo que parecía, incluso entre los magos. Me quedé muy pendiente de todo lo que había ahí. Desde felinos a criaturas exóticas con colores que creía imposibles. Estoy seguro de que me di varias vueltas en el mismo sitio.

Erick me preguntó si quería curiosear. Claro que quería, por Merlín. No sabía cuándo tendría una oportunidad de ver animales así de nuevo, pero mi prioridad era otra.

—Gracias, pero tal vez luego. Lamento parecer aguafiestas , pero no voy a estar tranquilo hasta que reúna el dinero. Me sentiría mejor si fuéramos ahora mismo.

negue con la cabeza cuando dijo que era un aguafiestas, cada quien tenia sus responsabilidades y me parece increible que él tome las suyas asi de apecho bien entonces solo junto a los unicornios y nos transportamos al lugar puse mis dedos en mi boca y le chifle a mi perro...

Despues de unos segundos de entre las panteras bebé salio mi perro Whisky, el cual era un labrador dorado que ya tenia 7 meses por lo menos me llegaba a arriba de la pierna, se sento frente a mi Hola Whisky, ve por los unicornios hoy les toca ser consentidos mi perro ladro dos veces y se fue a correr por todo el lugar juntando a los unicornios que faltaban junto al grupito que ya estaba formado, asi se hisieron 15 unicornios en un mismo punto

Le lance a mi perro un par de dulces volvi a sacar mi varita, toque mi cadena que hace un momento estaba en mi cuello y ahora en mi mano, la deje en el suelo y tome a Hydrus del hombro, los unicornios se acercaron a mi tocando uno de ellos mi mano y los otros detras de este haciendo tacto, pise la cadena y rapidamente cambio de escenario cin mucho problema, era como una granja, pero al rededor habia mas unicornios y mucho mas terreno donde ellos podrian correr, por lo menos la tienda entraba 150 veces en el lugar, el cual por cierto, no habia recorrido del todo.

Estaba listo para cepillarlos, cortarles un poco el pelo y dejarlos correr por un rato bien creo que solo tenemos que ir a ese lugar formalos y empezar con el trabajo señale una de las construcciones, era como un establo pero un poco mas grande, camine y los unicornios me seguian de cerca, sabian muy bien que tenian que hacer, al entrar le pase unas tipo tijeras a Hydrus y un cepillo

no es dificil, tu a 7 y yo a 8, y te quedas con lo que cortes, le dije con una sonrisa mientras empezaba a recortarle el pelo a uno de ellos, esperaba poder que Hydrus disfrutara del tabajo, no solo por el dinero, aunque ese nunca cae mal...

Erick lanzó un chiflido que debía llamar a alguno de los animales que estaban en su lugar de trabajo. A los segundos apareció un cachorro canino que saltó a sus piernas. ¿Era mi idea o todos los animales estaban de su parte? Por poco reí ante el nombre del animal, aunque no me sorprendía viniendo de mi fiestero amigo.

—¿Whisky? —le pregunté alzando una ceja— Ted no habrá tenido influencia en esto, ¿o sí?

Erick estuvo a punto de contestarme cuando lo interrumpí.

—¿Para qué pregunto? —reí observando al canino mover su cola de felicidad con su amo.

Ese par era muy llevado a sus ideas y cuando estaban juntos eso aumentaba al triple. Tal vez si saliéramos los tres a algún lado a parrandear seríamos un peligro para todo el mundo mágico y para los muggles también. No sería una mala idea. Sonreí con el pensamiento.

Comenzamos a trabajar en los unicornios con ahínco. Eran una criaturas realmente divinas. Su pelo era hermoso y más que cabello parecía leche. Era húmedo, resplandecía y estaba seguro de que más de más de alguna vieja loca querría hacerse una peluca con él. Me parecía increíble que tuviera unicornios, lo que me llevaba...

—Por cierto Erick, ¿cómo los conseguiste? Suelen evitar a los humanos —dije mientras cepillaba a una de las criaturas.

rei por su pregunta la verdad no, fue el parecido que tenia mi perro a Ted, veras... este canino se tomo una botella de whisky de fuego solo, osea nada mas llegue a mi cuarto y ya estaba con la cruda dije divertido recordando lo que paso esa vez

Ted puede que influya en muchas de las aventuras que he tenido en Hogwarts la verdad en la myoria, el era mi mejor amigo y como un hermano y con la nueva conexion que teniamos pues ahora dependiamos mas uno del otro y tambien en efectos secundarios yo ya sentia lo que él sentia al no poder controlarse, eso hizo que lo apreciera mas como criatura, como el prefiere, a como un humano, una persona

Los unicornios era voluntariosos a su corte y cepillado, algo que verdaderamente facilitaba el trabajo veras, los unicornios que yo tengo, son criados desde pequeños aqui, en este lugar, ya cuando son mas grandes en su juventud pueden ser vendidos y asi... pero claro no pór todas las tiendas

tienes que sacar un permiso del ministerio, para que te hagan una evaluacion y ya ellos deciden si puedes o no, y tienes que simpatizarles a las criaturas, se les muestra respeto y asi durante unos meses y ya se va formando una buena conexion con ellos, yo no tarde casi nada

segun dicen porque no planeo hacerles nada malo y ellos lo sienten... aunque la verdad no sé y creo en esa teoria le explique a Hydrus sin dejar de cortarle el pelo al unicornio en turno

y que mas me cuentas Hydrus? ¿para que necesitas el dinero? por fin pude preguntarlo, desde hace rato tenia aquella curiosidad, para que se metiera al bosque debe de haber sido una buena razon...

Era sumamente comprensible que cuidara tanto a los unicornios, considerando que ellos sientes la naturaleza de nuestro corazón junto con nuestras verdaderas intenciones. Me preguntaba qué pasaría si en los juicios del ministerio hubiera un unicornio que juzgara a los acusados. De seguro se llegaría al veredicto de una manera mucho más eficiente. A la vez, el recordar eso me hizo sentir mucho mejor, ya que si el unicornio al que estaba acicalando me hubiese encontrado maligno o poco honesto, no hubiera permitido que lo cepillara.

La pregunta de Erick me distrajo un poco del pelaje del animal y pensé que sería justo explicarle las razones que me habían llevado a buscar tan afanosamente una fuente de dinero.

—La razón es mi padre —comencé diciendo mientras removía los preciados cabellos del cepillo para depositarlos en un balde cercano— Él observa criaturas mágicas alrededor del mundo y descubre sus secretos, cosas que todavía no salen en los libros y él escribe sobre eso. El último animal al que contempló era venenoso y él se acercó demasiado.

Inhalé aire antes de continuar. El recuerdo era fresco, pero pesado.

—Hoy mismo recibí una carta del hospital de Ucrania diciéndome que mi padre estaba inconsciente por el veneno y que necesitaban dinero para temrinar de desintoxicarlo. Así que en eso estamos ahora. Venderé el cabello que consiga de esto y creo que será suficiente para cubrir la salud de mi padre por el momento.

Definitivamente sería suficiente. El pelo de unicornio era conocido por su alto costo, por eso me consideraba afortunado de que Erick me permitiese ayudarlo a temrinar con su labor.

—¿Y tú qué me cuentas?, ¿de dónde salió la idea de este lugar tan... espacioso?

Era grande y con mucho relleno de animales y cachorros con nombres divertidos. No lo había montado de la noche a la mañana. ¿Sería un proyecto de años?

wow su padre investigaba criaturas magicas al igual que mi madre, eso deberia ser grandioso, alomejor se conocian mis padres tambien lo son, aunque mi padre ya no es biologo, se dedica al dinero muggle con diseños y cosas asi... en fin mis padres se divorciaron por ellos... me calle al instante, cada que hablaba de ello, me ponia a pensar y de repente divagaba sin notar lo que decia

perdona creo que eso no era para que tu te enteraras... dije tosiendo un poco para quitarle importancia al tema, mi madre ahora estaba sola con sus investigaciones y aunque le apasionaba... ya no era lo mismo sin compañia y se le notaba en los ojos o en las mismas cartas que me enviaba cada mes; mi padre apasionado a su trabajo no veia lo que perdio, parte de mi respeto y el amor de mi madre.... suspire profundamente y escuche el resto de su historia... asi murio hace como 0 años la mdre de Vera, por una enferedad contraida al estudiar una criatura... al parecer Hydrus y yo teniamos mas en comun de lo que creia....

Luego escuche su pregunta y me quede pensando un poco recordando como termine ahi el padre de... la dueña original de Brez baje un poco la cabeza al recordar lo doloroso que fue ese asunto para mi, pero segui contandole.. abrio el lugar, el tambien era biologo, de hecho asi se conocieron mis padres y los señores Fulmine... recorde mi infancia, los animales que monte en el trabajo de mis padres, los dragones que conoci y me fascinaron....

el abrio el lugar y me dio trabajo, despues de su muerte quede como unico encargado y el banco es el que lo mantiene, aunque si pudiera decir que es lo que quiero ser al crecer talvez sea dueño de un local... o dragonolista... o ambos... no sé aun no sé que hacer de mi vida dije riendo un poco, aunqe era un tema algo preocupante, el 29 entraria a mi ultimo año y ya deberia estar preocupandome por ese tema

Sacudí con mi cabeza levemente al silencio repentido de Erick por haber hablado del divorcio de sus padres. Me parecía algo que si bien no era lo ideal, no era raro tampoco. Divorcios... cada vez más comunes. Por lo menos era mucho más normal que tu madre muggle te abandonara al nacer y te dejara con tu padre mago como me había pasado a mí.

—Descuida. Tú familia tiene su historia, ¿qué familia no la tiene? —lo tranquilicé— Le podría preguntar a papá de sus colegas. Me gustaría que se conocieran, pero con lo poco sociable que es mi padre dudo que sea así —suspiré

Me sobrecogí un poco cuando me hizo saber que su negocio había comenzado gracias a personas que habían dejado una huella muy valiosa en su ser, pero también sumamente dolorosa. Debía suponerlo si la muerte de su novia no había ocurrido hace mucho tiempo. Tampoco podía hacer como si no existieran, era algo que se tendría que afrontar por siempre.

—Oye, tienes hasta el último día para pensarlo. Es mejor que te tomes hasta el último día para pensarlo. Al menos yo haría eso.

¿De qué estaba hablando? Estaba a un paso de salir del colegio y todavía no sabía qué hacer con mi vida. Ni siquiera lo pensaba. Lo más probable era que eligiera lo que más me provocara placer si tuviera que hacer la misma rutina por el resto de mi vida. Erick sabía más de eso que yo, bien por él. Al parecer yo todavía estaba divirtiéndome por la vida, aunque tuviera buenas calificaciones y me interesara por los estudios.

rei un poco mi madre es del tipo de personas que les gusta divertirse y enseñan a los demas a hacerlo le confirme con una media sonrisa dejando que el unicornio que acababa de cortar se retirara a pastar junto con el anterior mi madre es buena en eso de los venenos, le mandare una carta para que vaya a ver a tu padre, como buena biologa hace antidotos le dije mientras empezaba con el otro unicornio

creo que me gusta un poco la accion, tambien ser biologo es interesante, pero mi infancia la pase siendo uno, me entiendes? alomejor, ya lo he pensado, pero es algo nuevo, pero la verdad me gusta... quiero trabajar en el departamento de misterios, y llegar a ser jefe del mismo dije entusiasta, la verdad podia ser que me quedara a trabajar en la tienda, pero eso no iba a ser para siempre, tambien podia hacer lo de mi pub, pero al igual que lo otro no seria para siempre

Colegas de mis padres pensaron en que seria buena idea que yo me hisiera biologo por todo mi historial, pero aunque era fascinante, preferia mil veces a los misterios, no sé habia algo que me agrado de ese departamento desde el principio veras que pronto encontraras tu vocacion le asegure con una sonrisa confiada

Erick hacía ofrecimientos muy amables, pero me sentía incómodo recibiendo todo aquello. Ya mucho estaba haciendo por mí permitiendo que trabajara unos momentos en su tienda para llevarme los cabellos como para dejar que le pidiera a su madre que fuera a ver a mi padre. Eso significaba tener que hacer una pausa para ir a ver a un desconocido. A pesar de que eso sería muy bueno para mi padre y para mí, no quería sentir que abusaba de mi nuevo amigo.

—¿Estás seguro? —pregunté— Estás haciendo demasiado y yo no tengo con qué igualarlo.

El unicornio al que acariciaba gruñó un poco y tuve volver a poner mi mente en orden para no importunar al animal. Estaba sintiendo que no estaba siendo equilibrado con mis pensamientos. Quizás la idea que estaba proponiendo Erick llegaría a un buen resultado.

Escuché el montón de ideas que tenía en su cabeza. ¿Realmente había pensado en tantas opciones?

—Con razón aún no te decides —reí— con esa cantidad de ideas que tienes en la cabeza, difícilmente te podrás concentrar en una para ver si en serio es lo que quieres. Tranquiliza tu paso. Mientras más rápido vayas, menos te fijarás en el camino. Cuida de que sea tu camino y no el que los demás esperen para ti, porque aunque la mayoría diga que una cosa es tu vocación, no quiere decir que sea así. Eso lo sabrás tú.

Él esperaba que yo encontrara mi vocación algún día y también yo, pero no pensaba en eso demasiado. Lo que más quería era descubrir lo que más pudiera de la magia y luego pensar en ello.

Lo mire con duda, se me hacia raro que no aceptara mi oferta, pero luego entendi que estaba siendo demasiado amable mira, si estoy seguro, pero si te sientes algo... incomodo te dire algo, si esa criatura la investigaba tu padre y se enveneno, velo por el lado en que mi madre puede unirse al estudio de tu padre y asi no solo sera para curarlo si no mas bien un reto personal para ella ¿que dices? le ofreci sonriendole de una forma mas abierta, mi madre se intrigaba muy rapido y no dudaba que querra meterse a estudia a aquella criatura

se cambio de nuevo el tema si, pero creo que el departamente de misterios es lo mio, y definitivamente sere jefe aunque me cueste mucho trabajo le dije seguro, ya estaba decidido, por ahora este seria mi sueño...

Suspire feliz al recordar muchas cosas que estaban saliendo bien y que me dices en tu vida con la parte amorosa? una gryff, sly, raven o huffle que te interese? pregunte con una risa divertida, no es que fuera un inmaduro ya que yo tambien tenia novia, solo que la idea de un Hydrus enamorado se veia raro... aun asi todo es posible

Vaya, Erick tenía razón en lo que decía. Si resultaba que su madre ayudaba a mi padre, al final ambos sacarían provecho de eso. ¿Hacía cuánto que mi papá no trabajaba en conjunto? También era una buena idea para que no se sintiera solo mientras yo estaba lejos. Se merecía hablar con alguien que no fuera una enfermera o un doctor.

—Me convenciste. Explicándomelo así, creo que sería una buena idea que se conocieran y quien sabe, tal vez aparezcan ambos nombres en un nuevo libro sobre criaturas mágicas.

Su idea de ser jefe me parecía excelente. Ser mandado por todos a cada momento no tenía mucha gracia. Era cierto que tendría que pasar por ahí si quería llegar más arriba, pero si su entusiasmo eran tanto como el que podía ver, no tardaría en llegar lejos.

Hubo un cambio drástico en el tema cuando me preguntó por mi vida amorosa. Un tema bastante sencillo para él, que tenía novia, pero muy complejo para mí que no sabía qué tenía.

—Es algo complejo —dije mientras comenzaba a acicalar a otro unicornio— Enamorado no estoy, pero sí encuentro interesantes a ciertas chicas. De Gryffindor me atrae Lilith, supongo que la conocerás. Es muy dulce, pero a veces pienso que es demasiado pacífica para mí. Mi casa está llena de chicas lindas. Lo siento, pero si hablamos de bellezas, Ravenclaw les gana por mucho a los leones —bromeé.

Entonces recordé el rostro de la chica de la que me faltaba hablar.

—Y... hay una chica en Slytherin. Siempre me ha parecido muy bella. Yo creo que es la más hermosa del colegio. El problema es que no nos soportamos y eso no cambiará.

Sonrei satisfecho entonces ya quedamos, hoy en la noche le mando la carta a mi madre para que vaya a ver a tu padre lo mas pronto posible dije mientras cepillaba al ultimo unicornio y me levantaba, sauqe de un saco algunas manzanas y le di dos a cada unicornio

hoy se portaron increible les dije mientras tomaban de mi mano sus manzanas y se juntaban en la puerta del lugar, mire a Hydrus con el ultimo de los unicornios espero hayas juntado bastante cabello

Sonrei al escuchar lo complicado de su vida amorosa, que bueno que yo cuando quiero enserio a alguien no tengo duda y no miro a nadie mas, solo como amiga es igual que con lo del trabajo, pronto llegara lo indicado para ti termine el tema y mire a los unicornios y se me ocurrio algo

has montado un Aethonan? pregunte con una sonrisa complice, normalmente haria esto con Ted, aunqie probablemente el ya haya montado hasta centauros...

Miré la cantidad de cabello que había reunido. Con ello tendría más que suficiente, incluso me sobraba. Podía usar el resto para invitar a salir a alguna chica o para disfrutar con amigos en las Tres escobas. Eso lo vería después, pero al menos la parte que más me preocupaba podía darla por solucionada y más aún cuando Erick enviaría a su madre una carta para que viera cómo estaba mi padre y ¿quién sabía? podrían hacerse amigos y no estarían tan ocupados en sus trabajos.

—No sé si sea tanto cabello, pero es suficiente —agradecí inclinando mi cabeza— De nuevo quiero darte las gracias.

Sí, pronto llegaría lo indicado para mí y eso incluía mi vida amorosa. A los diecisiete años no me importaba mucho ese tema, ya que todavía era joven y fuerte. Conocería más y más a medida que pasara el tiempo.

Cuando mencionó a los aethonan un recuerdo voló a mi mente. Aquella vez en que monté uno por primera vez a mis trece años. Mi padre no quería que me subiera a él temiendo que pudiera pasarme algo, pero como desde siempre fui testarudo me subí de todas formas. Eran veloces como el demonio, pero vaya que valía la pena.

Miré a Erick con una mirada de entusiasmo. Si tenía Aethonan cerca para volar en ellos podría decirse que me estaba simpatizando.

—Creo que ya estás hablando mi idioma.

negue con la cabeza n te preocupes asi soy... no importa, ¿qpara que quiero todo el cabello y el doble de trabajo? le dije riendo un poco, junte a los unicornios y los aque del establo, los deje que se esparcieran para ir a pastar o a correr antes de que nos fueramos

Voltee a ver a Hydrus co una sonrisa complice aqui no, en la tienda, pero puedo conseguir un par le dije, aqui era un lugar donde los 4 tipos de caballos voladores, unicornios y alicornios pudieran venir, o que sus dueños los traigan a estirarse un buen rato

espera aqui... ire a buscar a un amigo a ver si me presta un par empece a correr hasta otro de los establos, entre viendo todo a mi alrededor muchacho, hace tiempo que no te veia, ¿dime como te va? me pregunto un anciano que conocia desde el momento que entre a trabajar en la tienda

muy bien señor, oiga, me preguntaba si me podia prestar un par de Aethonan, no es por mucho tiempo por lo menos para dar unas cuantas vueltas por aqui el señor se me acerco y me dio un par de palmadas en la espalda, se alejo y me trajo dos Aethonan, uno blanco y uno negro espero que los traigas pronto, ah y que te diviertas... me dijo antes de regresara lo que hacia

Regrese con Hydrus y me acerque el Aethonan blanco y yo me monte en el negro se ve que soy muy fuertes y rapidos le dije ya que por lo menos median 3 metros de alto... aunque puede que sea mas