Come here, dear sis [0/1]

Dicen que es perfecta tanto por dentro como por fuera. Simpatica. Extrovertida. Responsable. Educada. Estudiosa. Esos son algunos de los adjetivos con los que, tanto sus padres como amigos y profesores, regalan a Kath. El unico pecado de la rubia es que se lo tiene demasiado creido, y por eso, a veces saca su lado mas vanidoso y egocentrista. La encanta sentirse el ombligo del mundo por ese trance de tiempo, y en ese momento, seguro Ekatherina no te cae nada bien. Quitando esos momentos, nunca ha tenido problemas en relacionarse con los demas alumnos, de hecho goza de amistad con chicos de todas las casas sin excepcion, conociendola, aunque solo sea de vista, casi todo el castillo. Como buena Ravenclaw, su temblo es la biblioteca y su mayor amigo un libro. Camina con demasiada seguridad, observando minuciosamente cada detalle de lo que ve, porque si algo caracteriza a Kath es que puede darse cuenta de gestos, palabras y acciones muy insignicantes, pero que la ayudan a moverse como pez en el agua la pongas en la tesitura que la pongas. Sin cometer el minimo de los errores. Sus padres la consideran un poco estratega, y a ella no la importa en absoluto.
La hija perfecta, la amiga perfecta, la estudiante perfecta, y la persona perfecta para sacar a Daniela de sus casillas. En primer lugar porque castiga a su hermana con la idea que de es la oveja negra de la familia y ella el ojito derecho de sus padres. En segundo porque la ha llegado a insinuar que era adoptada y sus padres esperan sus 18 para contarselo. Son el perro y el gato. Sus peleas son epicas y mas de una vez han tenido que mediar los prefectos de sus casas teniendoles que quitar las varitas. Se saben el camino al despacho del director como el camino a sus Salas Comunes. En realidad se quieren, pero tienen una manera muy extraña de demostrarlo. Eso si, que no se le ocurra a nadie ajeno meterse con cualquiera de ellas, porque entonces saltara la otra como una Manticora enfurecida. Ellas son las unicas que se pueden hacer de rabiar. Por la unica razon que llevar el mismo apellido.