Una cerveza en buena compañía nunca viene mal. [Cassandra]

El hecho de vivir lejos de casa siempre, aunque estuviera al lado, hacia que conociese cualquier taberna, pensión, hostal, mágica que estuviera bien. Recordaba haber estado de pequeña en una en Londres, pero no recordaba exactamente el sitio. La posada no era gran cosa, (y no es que estuviera abierta para un público exquisito) pero me había maravillado ver a tantas clases de gente y el ougar, era en el fondo conforntante.

Había ido a Londres con la esperanza de encontrarla y de perderme entre las tiendas del Callejón Diaggon, al cual hacía mucho que no iba. Comencé a caminar mientras tarareaba una melodía de alguno de los cd's muggles que mi padre me ponía de pequeña y me mezcle entre la gente. No tenía nada que comprar asique me dejaba caer frente los escaparates sin molestarme rl echo de molestar a otros. En la tienda de animales me pasé un buen raro jugueteando con aquellos adorables animalitos, mientras suspiraba triste al irme por no poder llevarme ninguno al castillo. ¿Qué pensaría mi uron si aparecía con una mascota más? En eso sentí movimiento en mi bolso y le vi sacar la cabecilla. Le eché la bronca por haberse colado allí, cuqndo le dije que se quedase en el colegio pero seguí andando mientras le acariciaba.

Al final, di con el lugar que había ido buscando. Entre en la taberna dejandome impregnar de ese ligero olor a rancio que había y sonreí feliz. Era parte de mi infancia ese olor, y el reuido y el ir y venir de gente no hacía más que agrandar mi sonrisa. Saludé alegre el tabernero y me senté en una mesa en medio de la sala. Me acomode mientras pedía una cerveza de mantequilla. Tenía ganas de hablar con alguien asique deseé que alguien me sacara de mi soledad. Mientras, saqué mi Guía contra zombies y me puse a leer.

Abrí la ventana de mi habitación, respiré hondo,olía a libertad, verano, vacaciones!!!!!!!!!!!

Desayuné mientras por mi mente pasaban muchos planes quehacer hoy. -Pink, que te parece si nos vamos al callejón Diagon y pasamos ahi la mañana- le pregunté a mi pequeña mascota. No me había respondido cuando noté un maullido. -Oh! por Merlin me había olvidado de ti Nala- me disculpé con mi nueva mascota. -A ver como te llevo yo por ahi, si eres incapaz de estar dentro del bolso- suspiré, echaba de menos mi fácil vida con solo Pink.

Me resigné, ahora tenia también una gata que no la gustaba estar sola ni encerrada en sitios pequeños.- Está bien, nos vamos de compras!, Nala te voy a comprar una correa, seguro que si te llevo suelta te pierdo por cualquier parte.

Salí de mi departamento con Pink en el bolso, Nala en brazos y dinero muggle y mágico en el bolso. Nos aparecimos en un viejo y oscuro callejón muggle, cerca del veterinario donde llevaba a Nala. A los pocos minutos estaba allí dentro comprando una correa para gatos. Se la puse y Nala se convirtió en la gata más elegante de todo Londres.

Sin mucho más que hacer, me dediqué a pasear con mi gata y su correa por varias calles muggles, lo que hizo que todo el mundo me mirara. Fui saludando a la gente como si la conociera, lo que creo un gran desconcierto en ellos. Después de unas cuantas risas opté por ir a tomar algo al Londres mágico y dejar salir un rato a Pink.

Casi inconscientemente llegamos hasta el caldero chorreante. -Bueno este es un lugar tan bueno como cualquier otro.
Entré y observé el lugar, me encantaba el ambiente mágico. Respiré hondo y busqué la barra, siempre con Nala toda elegante con su correa delante de mi.

-Audrey!!!!!!- localicé a una amiga mia. Pedí dos cervezas de mantequilla y dos boles y me acerqué hasta ella. -¿Sabes que los zombies son una invención muggle? -la dije como saludo mientras me sentaba en frente suya. -Puedo verdad?, venimos de compras, mira! -la dije mientras la enseñaba la correa de Nala, que se habia subido de un salto a la mesa. Puse el bolso en la mesa y Pink salió rodando como siempre. Coloqué los boles sobre la mesa y repartí una de las cervezas entré mis dos mascotas.-bueno, dime que tal comenzó el verano?