Para que sirven los ojos? (libre)

Will había llegado esa mañana al castillo en barca, y cuando sus ojos, el reflejo del alma dicen algunos, vieron el enorme castillo de la escuela Hogwarts, sus pupilas se dilataron, para observar cada detalle de ese hermoso castillo. Como las torres ser erigían hasta alturas vertiginosas por encima de la estructura principal.

Esa imagen, estaba aún en la cabeza de Will mientras subía las escaleras dirigiéndose a la torre de Ravenclaw, donde le esperaba su famosa Sala Común. Ravenclaw era el lugar de los eruditos, de los que pensaban antes de actuar, de aquellos que se maravillaban ante el posible descubrimiento de un nuevo tipo de magia o echo. Will sabía que el sombrero había escogido bien, demasiado bien; Will era un loco en su tema, y el hambre de conocimiento, en cualquier sentido, era lo que movía a esa cabeza de pelos alborotados con dos esmeraldas de tenue verde, que parecían esconder demasiadas cosas.

Así Will llegó delante de la Sala Común de Ravenclaw, y asi fué como oyó:

"Soy el lazo más unido
y el eslabón más potente,
mi lenguaje es el afecto
y hago más noble a la gente."

Will, ya había recibido la información de que para entrar en la Sala Común de Ravenclaw tenía que responder a las adivinanzas, y estava mas emocionado que no preocupado. Will dijo las mismas palabras de la adivinanza en la cabeza, y respondió:

-Eres la amistad.

-Correcto, passa mozuelo.

Will abrió la puerta de la Sala Común y entró.

Bajé de la habitacion con ropa deportiva y agradable, pues no tenía pensado salir, y pasaba de ir por la sala comun en uniforme.
Vi como un chico entraba por la puerta, no me sonaba. Me acerqué a él y le alargué la mano.

- ¡Hola chico! ¿Cómo te llamas?

Sabía que quizás era un poco demasiado directo, pero en Escocia las cosas se hacían así, y yo no pensaba cambiarlo.

Bajé del dormitorio de chicos recién levantado... llevaba los cabellos revueltos, cosa que no era rara de ver en mí una cara de sueño increíble y vestía con un pijama corto de verano de color azul y con el símbolo de Ravenclaw tejido en la camiseta. En mis brazos llevaba un libro, otro de los libros muggles que mis padres me habían regalado para que no perdiera el contacto con su mundo. El último que había leído regalado por ellos fue El Señor de los Anillos, era algo denso pero al final había conseguido acabarlo sin dejar ningún signo de insatisfacción en mí... era un buen libro siempre y cuando lo miraras desde el punto de vista muggle... Esta vez el libro que esperaba ser devorado El Guardián entre el Centeno un libro al parecer bastante famoso en el mundo de mis padres. Esta vez no me habían querido contar nada de su argumento y aquello llamó más mi atención llenándome de curiosidad... así que esa misma mañana me disponía a comenzar a devorar aquel núcleo que emanaba misterio... fue por eso que ni siquiera me digné a vestirme correctamente antes de bajar descalzo a la sala común... eso y que a esas horas de la mañana no esperaba a nadie despierto.

Mi cara de sorpresa combinada con mi atuendo de noche debía ser todo un poema para los dos miembros de mi propia casa que me encontré allí abajo. Les sonreí amablemente sin perder la cabarellosidad que me caracterizaba a pesar de mis pintas y con la espalda un poco encorvada y los ojos caídos por el sueño me acerqué a ambos muchachos... al parecer uno de ellos acababa de llegar a juzgar por las maletas que reposaban a un lado. Le tendí una mano al de cabello negro y sonreí:

- Jack Neur... siento mi aspecto, no esperaba a nadie aquí abajo a estas horas.

Repetí el proceso con el otro muchacho y los señalé a ambos con un dedo sonriendo.

¿Quién de los dos es el nuevo?

Primero se me acercó un chico rubio de tez melosa, la Sala común despertaba una aura de tranquilidad, de hogar y de calma que a Will le pareció reforzada por la indumentaria del chico que se le acercó. Will des de entonces supo que esa era su Casa, la casa donde las mentes pueden encontrar un descanso o compartir conocimientos entre ellas. El chico le pregunto por su nombre.

-Hola, y encantado, me llamo William Marcus Aemoh- e ofreció la mano en señal de simpatía-.

Al mismo tiempo que hacía esto un chico bajaba por las ecaleras que segun supuso Will por el traje de noche del curioso, debían llevar hasta los dormitorios. El chico se presentó y pidió disculpas por su aspecto, cosa que le pareció entrañablemente gracioso y curioso a Will.

-William Marcus Aemoh, y no te preocupes, al fin y al cabo esta es nuestra Casa, nuestro refugio y sino puede uno ir comodo por su casa , donde podrá?- sonrió Will-.

Ese encuentro casual, despertó en Will el sentimiento familiar de haver llegado a casa, de saber que ese era su lugar, y la verdad esperaba que la conversación continuara sin fin, para poder ser uno mas dentro de Ravenclaw, y aprender de ellos.