Hogwarts, te echaba de menos [Libre]

Tras una larga ausencia, eterna para mi gusto, pude regresar a mi amado castillo. No es que odiase a mi familia, por supuesto, sino que pasar demasiado tiempo en Düsseldorf me había alejado de la vida escolar más de lo que me gustaría. Suspiré inconscientemente. A diferencia de la gran mayoría de magos de mi edad odiaba las vacaciones de verano pues me obligaban, a mi entender, a dejar de lado la apacible vida del alumno. Al menos procedía de una familia de magos, por lo que pude entretenerme leyendo y estudiando todo lo posible. Era esa clase de persona que no soporta perder su tiempo.

Pero el día de mi regreso a Hogwarts todo fue más complicado de lo esperado, creía que mi cabeza iba a estallar con tantas presentaciones por lo que salí corriendo literalmente a la primera oportunidad que se me presentó. "Vamos Chloris, piensa, ¿dónde había un lugar tranquilo". De forma que casi sin darme cuenta acabé abriendo puertas desesperadamente hasta que di con una que se asemejaba mucho a la idea que yo tenía en mente.

-Esto ya es otra cosa -inspiré profundamente el aire ligeramente cargado del lugar. Con una gran sonrisa en mi rostro.

La estancia a la que había llegado en mi improvisada huida no era otra que un aula abandonada, al parecer llevaba mucho tiempo sin recibir uso, aunque me pareció lógico tras todas las vacaciones, pues había polvo por todas partes, lo que provocó que tosiese un par de veces antes de sentarme en uno de los pupitres, el más alejado que encontré. Saqué un libro de debajo de mi capa y procedí a sumergirme en él.

-Bueno Pink, aquí estamos de vuelta otra vez- le dije a mi pequeña mascota mientras paseábamos por el castillo. De repente saltó de mis manos y empezó a rodar entre los pies de algún que otro alumno. -OHH!!!, Pink, me has prometido portarte bien!!- grité mientras iba tras él. Sin más desapareció de mi vista. Miré ami alrededor y vi que la puerta del aula abandonada se cerró. -_No se como a podido abrirla- pensé- si es que está ahí.

Caminé hasta ella y la abrí. No se veía en exceso. -Lumos!!!- exclamé y me puse a buscar por debajo de las mesas sin darme cuenta de que allí había alguien. Avancé por donde pude hasta que vio unos pies. -Oh, no puede ser!!- exclamé sintiendo como me ponía colorada. ME levanté en un suspiró y miré a ver quien era. -HOLA!!!, no te he visto al entrar!- la miré fijamente.- Chloris?- la pregunté al reconocer a la chica que conocí al final de curso en la lechucería.