nuevo escenario [Lucie Lovegood]

Habia ido a Hogsmeade como era mi costumbre en los fines de semana, el clima ultimamente era bastante impredecible, hoy en la mañana habia estado bastante soleado y parecia que asi seria el resto del dia, pero no, de repente nubes negras fueron traidas por vientos fuertes, las pequeñas gotas empezaron a caer poco a poco, aunmentado cada tanto su frecuencia.

Me cerre la chaqueta negra que traia ocultando mi camisa blanca, en mis pantalones de mezclilla se empezaban a ver las gotas, y pronto se empaparian, a mi en si no me desagrada la lluvia, la verdad la creo muy relajante pero esta vez podia usarla de excusa -aunque no la necesitara- para entra a la casa de los gritos y sin mas me dirigi a aquella construccion deteriorada con los años.

Entre por la puerta principal y en el mismo movimiento en que entre, cerre la puerta si que es vieja... dije mirando las escaleras y los marcos de las puertas

Genial, simplemente genial. Había llegado hacía unos días a Hogwarts y sólo los primeros días de clases habían sido insoportables, no había establecido relación alguna con nadie. Se había limitado a atender y cuando terminaba su jornada iba como un relámpago a refugiarse en la biblioteca, no tardaría mucho en ganarse la fama de tragalibros. No era que le disgustasen sus compañeros, estaba orgullosa de haber quedado en Slytherin a pesar de que toda su familia estuvo siempre en Gryffindor aunque eso le convirtiese ahora en la oveja negra, simplemente no se había molestado en hablar con ellos, ni ellos con ella.
Simplemente algún curioso que la miraba de vez en cuando por ser nueva en tan avanzado año, estaba segura de que no era muy común que la escuela recibiese alumnos que fuesen a cursar sexto año.

Aunque le gustaba eso de que los fines de semana fuesen a Hogsmeade, el pueblo era tranquilo, le ofrecía la misma paz que la biblioteca y nadie le miraba extraño.
Su abrigo negro se mezclaba entre otros de los alumnos, podía pasar desapercibida. Un travieso viento la despeinaba pero continuó caminando aunque hiciese frío, quería explorar hasta el último rincón de ese pueblo.
Pasó por Las Tres Escobas y se bebió una cerveza de mantequilla en única compañía de su soledad, observaba a los alumnos, a pesar de estar muchos en la misma casa, eran tan distintos... y ella con sus observadores ojos lo veía todo, era muy curiosa desde siempre y analizaba todo hasta el último detalle.

Pagó y salió al exterior, le quedaba un lugar sin visitar. La casa de los gritos, había oído que estaba encantada desde hacía años y que nadie se acercaba allí por miedo, pero ella no creía en nada de eso.
Caminó hasta que se encontró con una alta edificación muy antigua y deteriorada por el paso de los años, abrió la chirriante puerta y se metió dentro notando el ruido de la madera ante el contacto con sus pies.
- Lumos- Pronunció al ver que la oscuridad bañaba aquellas paredes, la punta de su varita se iluminó con una tenue luz azulada y comenzó a explorar aquella casa. Le gustaba tocar las paredes cubiertas de polvo y sentir el crujido de las puertas al ser abiertas por ella. ¿Cuántos años tendría esa casa? Más de cincuenta seguro. Por el sonido de fuera sospechó que estaría comenzando a llover, las gotas resonaban en el techo de la vieja edificación, entonces lo oyó. Un crujido cerca de la entrada, se encaminó rápidamente varita en mano y vio a un chico, quizá mayor que ella, observándolo todo con suma curiosidad. No dijo nada, se quedó mirándole esperándole que le dijese quién era sin necesidad de preguntar.

Una voz, que al parecer era de una chica, utilizo Lumos y la punta de su varita empezo a brillar, lo que ocaciono que entre cerrara los ojos y pusiera una mano a cierta distancia para evitar que la luz me llegara de lleno al parecer no soy el unico curioso le dije tratando de verla mejor, lo cual -gracias a mis sentidos mas desarrollados- lo logre rapido, no la habia visto antes o simplemente no me habia dado cuanta de que la vi, algo que no se me podia perdonar por ser prefecto de Gryffinsdor, tenia que tener ubicados, por lo menos, a la gran mayoria del colegio.

Una gotera empezo a caer a la mitad del lugar y yo la mire con desagrado este es un lugar bastante desgastado, pero nada temible como decian... dije poniendo una mano en la pared y comprobar que gran parte de las paredes ya se estaba pudriendo, mire de nuevo a la chica ¿que haces por aqui? no me importaria que estuviera o no, pero teniendo Hogsmeade a poca distancia, estar en un lugar asi era extraño y mas con este clima, nadie asegura que la casa no se caiga con la tormenta, aunque lo dudaba, no era imposible

Seguía parada en frente del chico cuando éste comentó que no era el único curioso. Sí, ella podía ser curiosa, por eso seguía esperando a que el chico le dijese quién era, no le gustaban los desconocidos y menos cuando te los encuentras en una casa abandonada que parece que se va a derrumbar en cualquier momento.
Con su analítica mirada pudo comprobar que en efecto, debería de ser mayor que ella, pero no mucho, quizá un año, o simplemente era que aparentaba más edad.
Volvió a hablar, tenía una voz madura, dijo algo sobre la casa, descartando que fuese tan temible como todo el mundo decía. Lucie seguía allí plantada, solo se había movido cuando su pecho había subido y bajado lentamente en su respiración, por lo demás seguía igual de tensa iluminándole con su varita.
Al ver sus relajados movimientos ella también se relajó, dejó descansar los hombros y pasó su peso de una pierna a otra.

El chico, de nombre desconocido le preguntó qué hacía por allí, por lo que caminó tranquilamente hasta un pequeño mueble con varios cajones pensando qué decirle. Pasó sus blancos y finos dedos por allí impregnándolos de polvo para luego limpiarlos frotándolos los unos con los otros.- Como has dicho, no eres el único curioso aquí. Simplemente observaba si la Casa de los Gritos daba tanto miedo como decían, pero para mi desgracia solo eran leyendas.- Le comentó con una media sonrisa característica de ella mientras limpiaba con su mano la superficie de una mesa y se apoyaba en ella, alzó un poco la mano con la que llevaba la varita para que la luz del hechizo Lumos los iluminase a los dos.- Y supongo que tu también venías a observar un poco esto, a no ser que me equivoque claro.

M e encogi de hombros uso la lluvia como excusa para usar la casa como "refugio"... o tambien podia decir: vengo a buscar un lugar donde mi novia y yo podamos estar solos. pero claro eso falla, ya que ella no esta, lamentablemente imagine a Luna, alomejor estaba leyendo, estudiando o platicando con su hermana o hasta podria esta jugando con ella a Quidditch, este clima la tentaria...

La mire de nuevo creo que mejor me presento, soy Erick Brohard, Prefecto y capitan del equipo de quidditch de Gryffindor, y perdona, pero se me hace raro no saber quien eres, ya que por obligacion tengo que saber... le dije recargandome en una de los marcos de una de las puertas, de la estructura de toda la casa esa parte ha de ser la mas estable.

La mire y creo que si la habia visto, talvez en la biblioteca pero no, en verdad aunque lo intentara no la recordaba, esto de tener mucho que hacer me quitaba memoria...

Se paseó por la estancia haciendo resonar sus zapatos, a pesar de que eran unas simples tenis el hecho de que el suelo de madera estuviese desgastado hacía que crujiese levemente ante su paso y eso le gustaba. Miró al chico mientras le escuchaba, decía que buscaba un lugar donde su novia y él pudiesen estar solos pero que ella no estaba ahí. Alzó una ceja dándole a entender que entonces tendría que venir con ella otro día, era muy propensa a decir las cosas con gestos y sin palabras, aunque cómo no, había cosas que no se podían decir simplemente con una expresión facial. Jugueteó con uno de sus ondulados mechones de pelo entre sus dedos, volvió a donde estaba antes y se apoyó de nuevo, tampoco es que hubiese mucho espacio en la casa como para poder moverse con espacio, no era lo que se solía decir una casa de gran tamaño aunque por fuera pareciese lo contrario.

El chico se presentó, Erick Brohard, no le sonaba de haber estado en alguna clase con él, y si había estado no lo habían nombrado en ningún momento. Era prefecto de Gryffindor y capitán del equipo de Quidditch. Ahí tocó su fibra sensible, le encantaba el Quidditch pero no había hecho ninguna prueba para poder entrar en el equipo de su casa, de hecho, no sabía si quiera si ya se habían realizado las pruebas para entrar.
Comentó que se le hacía extraño no saber quién era, lo que ocasionó una leve sonrisa en ella, era normal, no hacía ni una semana que había llegado y dijo que por obligación debía de saber.
Tenía que ser algo pesado aprenderse todas las caras y nombres de los alumnos de Hogwarts, aunque lo entendía si el chico era prefecto de su casa, había que tener gran responsabilidad... y memoria.

- Es normal que no sepas quién soy, recién llegué transferida de las Brujas de Salem no hace ni una semana por diversos motivos.- Comentó omitiendo las razones de su traslado, no quería que nada más empezar el colegio le catalogasen de peligrosa o repelente, sólo le faltaba eso, que volviesen a juzgarla sin conocerla. Se metió despreocupadamente un mechón de pelo detrás de su oreja y miró a los ojos al chico.- A pesar de eso, Lucie Adrianne Lovegood. Sexto curso, casa Slytherin.- Observó como el chico la miraba con una mirada curiosa, como si tratase de recordar algo, debía ser frustrante tener mil caras memorizadas y no lograr recordar alguna.- Igual coincidimos en alguna clase, aunque yo no te recuerdo. Jamás te vi por el castillo y si lo hice, ni idea de cuándo.

le sonrei de lado las brujas de salem... repeti haciendo memoria, me sonaba aquel nombre pero la verdad no estaba de humor para recordar de donde bueno, entonces Bienvenida a Hogwarts, si necesitas algo, ayuda o cosas por el estilo, puedes pedirmela a mi aunque dudaba que la necesitara... camine un poco por el pequeño pasillo que conducia, creo que, al comedor, aunque en este lugar es algo complicado saberlo.

Las tablas crugia de bajo de mis pies, y las tejas resonaban en el techo por la lluvia que impactaba en ellas de una forma constante y fuerte creo que prefiero este lugar con nieve comente en un susurro, hogsmeade era realmente imprecionante cubierto de nieve y no me desagraba nada como se veia con lluvia, aunque si era de esta forma de "hay que tirar la casa" puede que llegue a cambiar la cosa...

Senti una brisa fria pasar, esta hizo que un poco de polvo se levantara y algunas telas del lugar se movieran no es el mejor lugar para conocer a alguien... dije mirando el techo

Le dio la bienvenida para después ofrecerle su ayuda si necesitaba algo o si tenía dudas. Asintió con la cabeza como agradecimiento, caminó hacia un estrecho pasillo y lo miró, la lluvia impactaba fuertemente contra el techo y parecía que se iba a derrumbar por el peso del agua en cualquier momento.
Comentó que prefería el lugar con nieve y le costó imaginárselo ya que no parecía el prototipo de casa encantadora cubierta por un manto blanco que todo el mundo quiere para pasar en Navidades.
Sonrió para sus adentros de su propia suposición.- Con nieve resultaría incluso un poco más escalofriante, sólo por el inmenso frío que haría dentro.- Comentó más para el aire que para el chico mientras miraba por una de las rotas ventanas y observaba como el agua se había filtrado levemente en la estancia.

Oyó el sonido de una tela al moverse y sintió el frío acariciando su piel al compás que las gotas su rostro, cerró los ojos, era una sensación que en ocasiones le gustaba. El frío le despejaba la mente y le impedía pensar en cosas que no tenían importancia. Caminó por la habitación de nuevo y se paró frente a un espejo cubierto de polvo, pasó la manga de su abrigo por él y observó que tenía el pelo algo desordenado por el viento y en las pestañas tenía pequeñas gotas de agua casi imperceptibles, se limpió el agua de la cara cuando oyó que el chico comentaba que no era el mejor lugar para conocer a alguien.- Supongo que tienes razón, pero está muy visto que dos alumnos se conozcan en la escuela ¿no?.- Comentó con un leve tono de broma que pocas veces usaba.