Can you see the stars in the sky? You are one of them {AriciaMcLaggen}

Siento un enorme ambiente nostálgico mientras recorro las calles de Londres. El cielo está despejado, el sol hace su trabajo de manera asombrosa. Logré ver un camión muggle pasar y lo tomé rápidamente. Me encontraré con Aricia en el centro de la ciudad y mientras más rápido llegue, mejor. Subí al segundo piso del autobús y tomé asiento en el frente. Puedo sentir el suave viento golpear mi rostro; eso me hace sentir tranquila. Me relajé por completo y me dediqué a recordar mi infancia. No sé porqué lo hice pero los recuerdos me llenan cada vez más. Recuerdo discusiones entre hermanos, lo común. Recuerdo a mi hermano tratando de volar una escoba que era 5 veces más grande de tamaño que él. Sonreí.

Pasaron unos minutos y el centro ya podía verse fácilmente. Me puse de pie y después de bajar la angosta escalera le indiqué al chofer que tenía que bajar. Me sonrió de una manera exagerada a lo que yo le respondí con una mueca y pisé el pavimento con mis botas Martens.

Espero que Aricia ya se encuentre en el lugar acordado. No quisiera tardarme más de lo debido y llegar tarde al partido. Al acercarme más y más, fuí acelerando mis pasos al punto que terminé corriendo. Me detuve cuando llegué y me senté en una banca dispuesta a esperar.

No tarde mucho tiempo en llegar, los muggles son tan distraídos y tan preocupados por el tiempo y por sus asuntos propios que no se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor. Asi que de la forma más fácil posible me aparecí en el vestidor de una tienda de ropa. Salí sin mirar a nadie y me dirigí al lugar acordado con Dominique.

Al no verla por ningún lado me senté sobre una de las bancas y me puse a escuchar música con una especie de artefacto muggle que mí madre me había regalado en navidad. Debo decir que estas cosas no eran mi estilo, pero si es un modo de entretenimiento para cuando estas un tanto aburrido.

If I wrote you a symphony, just to say how much you mean to me.- la música me había invadido por completo, y cuando menos lo espere, desde lejos pude divisar una roja cabellera, resaltante entre toda la gente común. Sonreí mientras me quitaba los audífonos y guardaba el aparato en mí bolso. Me levante de mí asiento y camine hacía Dominique.

-- Bonjour, Dom!-- dije con entusiasmo. Besé sus mejillas como un gesto típico. -- ¿Lista? -- pregunte mientras la miraba un tanto distinta, -Quizá solo fue el viaje- pensé con una sonrisa de lado. La miré esperando saber que haríamos para llegar porque sinceramente no tenía ni la más mínima idea de dondé practicarían los Chudley.

Solté una risa cuando noté el entusiasmo de mi compañera. Después me puse a reflexionar ¿así habré estado yo cuando ví entrenar a Louis por primera vez? - Vamos, McLaggen, no esta lejos de aquí, podemos llegar caminando ¿te parece? - No esperé su respuesta, la tomé del brazo amigablemente y comenzamos a caminar.

Es la tercera vez que visito los entrenamientos - Los demás jugadores siempre se comportan como idiotas cuando voy, espero que esta vez no sea así... aun que lo dudo - dije, sinceramente. Tener a Aricia allí causará revuelo, puedo presentirlo. Primero que nada con las "fans", las tontas niñas que van cada fin de semana solamente para ver a los chicos. A mí me tratan bien porque creen que les conviene agradarle a la hermana del buscador, pero están muy equivocadas y ahora que Aricia estará allí, espero que no la maten. La prensa... después de todo son "las futuras estrellas del Quidditch", abarrotan las entradas solo para ver que chismes pueden obtener.

- No sé si Fabulouis te lo dijo, pero no le gusta saber cuando alguien de la familia viene a verlo jugar, asi que traje esto - le enseñé que llevo dos sombreros naranjas con el emblema de los Chudley en mi bolso - Mi primo me los prestó, quizá así Lou no nos identifique. Se pone nervioso y cree que no jugará bien - le dije, como si fuera lo más absurdo del mundo - Estoy acostumbrada a llevar el color naranja en mi cabeza - señalé mi cabello - Pero tu no así que dejaré que decidas si lo usas o no - añadí entre risas.

Estoy de acuerdo, Louis es bueno en lo que hace. - No te preocupes, todos haya dentro tendran algo naranja, no seremos las únicas - escuché su comentario y reí como loca - Si quiere sobrevivir allí, asegurate de que lo que digan no te afecte. Creo que eso es todo lo que debes hacer... Y claro, disfrutarlo. - me reserve los detalles que incluyen las declaraciones de amor y los regalos que recibe mi hermano constantemente por parte de las chicas... no quiero preocuparla. - Y no te atrevas a besarlo enfrente de mi, porque vomito - le dije en broma - Vamos, es ese edificio color marrón - La miré y le sonreí para transmitirle mi confianza.

El edificio es el más insignificante de toda la acera. Los muggles no lo notan por ser tan común. Me adelante un poco; abrí la puerta principal y la sostuve para que Aricia pasara después de mí. El lugar es 100 veces más grande por dentro, lo suficiente para que un campo de quidditch se instale perfectamente. Algunos chicos que se encargan de cuidar la seguridad en las gradas me sonrieron, cosa que me causo gracia porque soy como dos años mayor que ellos y aún así hacen su esfuerzo - Obviamente aún no empiezan a entrenar, pero siempre estan en el campo esperando indicaciones, ¿quieres ir con ellos? - le pregunté después de recorrer el lugar con la mirada - ¿O prefieres esperar? - al fin de cuentas creo que ya no importa mucho si Louis nos ve o no, creo que Aricia ha esperado lo suficiente como para merecer verlo.