Descubriendo algo entre la penumbra [David]

Era viernes por la noche, por fin ya había terminado mi guardia por los pasillos y me disponía por fin a descansar un poco, pero cuando iba hacia mi habitación algo me hizo mirar hacia el bosque prohibido que era visible desde las ventanas de la torre que estaba subiendo con toda parsimonia hace unos segundos, sonreí de lado y me decidí; subí a mi cuarto deje mi mochila, mi túnica, me cambie los pantalones del colegio por unos vaqueros y los zapatos por unos tenis, no tarde mucho en salir por la ventana y resbalar entre la fachada del castillo hasta por fin volver a tocar tierra.

Corri directo hacia el bosque prohibido, al comprobar que llevaba mi varita en mi bolsillo trasero, al adentrarme hasta un claro del bosque me subí a un árbol y me recosté ahí, me quede mirando la luna, no era llena, pero casi estaba en su punto, ya eran mas o menos las 2 de la mañana y el bosque estaba totalmente tranquilo, pero esta vez, a diferencia de miles de otras, se sentía un ambiente cargado de paz, esta vez los animales y/o bestias estaban calmadas y ninguna de ellas pretendía atacar, claro que si se hace algún movimiento brusco esa paz se iría por donde vino y despertaría de nuevo el ambiente hostil, el que le daba la fama a este bosque de ser el lugar mas peligroso de Hogwarts.

Me encontraba durmiendo, muy cómodo en mi habitación, pero de repente el sueño se me espanto de un momento a otro, me levante de mi cama y mire el reloj eran apenas las dos de la mañana, así que intente acostarme a dormir de nuevo, pero no podía pegar ni un solo ojo, así que decidí que lo mejor sería ir a caminar, no hubo necesidad de quitarme la pijama, ya que acostumbraba a dormir con ella sino con ropa común y corriente; salí de mi habitación y me dispuse a bajar la torre, cuando lo hacia miré a través de una ventana, que brindaba visibilidad hacia el bosque prohibido, y pude ver que un chico corría hacia aquel lugar, algo debía pasar así que bajé a toda prisa el castillo he intente salir, pero las puertas se encontraban cerradas, subí de nuevo la torre y salí por la ventana mencionada anteriormente, al salir me di cuenta de que si caía sería algo muy peligroso para mi, por eso puse todo mi empeño en bajar la torre, pero no fue suficiente, por accidente me resbalé y comencé a caer, entonces caí sobre un tejado por el cual me deslice para luego caer al piso dando vueltas.

Me levanté del suelo, me encontraba muy asustado, después de todo yo nunca había caído desde tal altura, sacudí mi ropa y corrí hacia el bosque, mientras lo hacia, se me quitaba el susto de aquella caída, y mi corazón dejaba de latir tan rápidamente, al adentrarme en el bosque pude percibir un ambiente de paz y armonía, entonces comencé a preguntarme porqué ese chico había salido urgentemente del castillo, si no parecía haber ningún problema en el bosque, entonces decidí salir del bosque, pero al alzar mi mirada puede ver a aquel muchacho, en la rama de un árbol descansando, lo mire y le pregunte - ¿Que haces aquí, a estas horas? - Esperaba que ese chico me respondiera aquella duda, así que me senté en el frío suelo del bosque a esperar a que me diera una respuesta.

Despues de unos minutos de estar tranquilamente disfrutando de este ambiente que me ofrecia el bosque prohibido, supe que alguien me seguia, pretendia que no me viera pero por cosas del destino termino alzando la vista y viendome sobre el arbol viendo como pasaba la vida, lo mire de reojo y baje de un salto del arbol y cai frente a él de cuclillas, le sonrei de lado supongo que como prefecto el que deberia preguntar eso soy yo ¿no crees?... pero como tu y yo estamos rompiendo una regla no me pondre en ese papel... aunuqe me gustaria que tu respondieras primero tu duda le dije con toda tranquilidad mientras notaba quien era, de mi casa, y se llamaba David, si es que no me equivocaba.

El viento alboroto mi cabello mientras aun le sonreia con tranquilidad y como los ojos cerrados escuchando atentamente todo el bosque, no aun pese a la visita de David las bestias estaban tranquilas y eso me hacia sonreir mas tranquilo.

El chico que se encontraba en el árbol bajó y puede reconocer que era el prefecto de Gryffindor, de inmediato supe que estaría en problemas, me coloque de pié y luego él se dirigió a mi diciendo - Supongo que como prefecto el que deberia preguntar eso soy yo ¿no crees? - - Bueno lo que suce... - Antes de que terminara de responder, el interrumpió diciendo - pero como tu y yo estamos rompiendo una regla no me pondre en ese papel... aunuqe me gustaria que tu respondieras primero tu duda - , Miré a prefecto fijamente a los ojos, el cual no pretendía meterme en problemas y luego le dije - Bueno pude darme cuenta de que se encontraba relajando en la rama de ese árbol, Señor - Cambé mi mirada neutra a una mirada algo tierna esperando así que el prefecto, Erick me dejara quedarme junto a él en ese oscuro bosque.

- Señor Erick será que usted me permitiría quedarme en el bosque y salir con usted a explorarlo un poco- Esperaba que aquel chico no se negara ya que incluso había recurrido a la mirada tierna, para caerle bien y para que me permitiera acompañarlo.

Le sonrei de lado y me levante al igual que el no me hables de señor... me siento mayor de lo que soy... aunque me comporte asi... pero no lo soy le dije quitandole importancia a mi titulo, si me gustaba ser prefecto y tambien tenia muchas ventajas pero a estas horas y que me hablen de señor... no se me hacia muy comodo que digamos...

Volvi mi vista hasta la rama en donde estaba hace unos minutos la verdad, David, yo no estaba explorando, simplemente me relajaba en la tranquilidad que emana hoy el bosque... no siempre se ve asi... menos por los dias de los hombres lobo dije con una sonrisa picara que no pude disimular y menos ese brillo que aparecia en mis ojos cuando hablaba de un tema similar.

Rei un poco aunque a perspectiva en tercera persona parecia una risa un poco macabra y altanera... mire a David de reojo y le sonrei parando de reir bueno aunque si quieres acompañarme.... yo no te correre... dije echandome en una roca y fijando mi vista en la profundidad del bosque.

El prefecto de Griffindor, cuyo nombre era Erick Brohard, me afirmó que se encontraba relajando en el bosque, pero ante de eso me pidió que no le dijera señor, ya que eso lo hacía sentir mayor -De acuerdo- dije a Erick con una agradable sonrisa.

También me dijo que la razón por la cual había venido al bosque era porque tenía una completa paz aún estando en temporada de hombres lobos -¿Acaso los hombres lobos no son seres agresivos?, ¿Como es que se puede respirar tanta paz con seres tan peligrosos en este lugar?- Hice unas preguntas tontas al prefecto y me senté en un viejo tronco, que aun se encontraba resistente; miré a Erick el cual comenzó a reír de una forma extraña, daba algo de miedo, pero tal vez esa era su forma de ser.

-bueno aunque si quieres acompañarme.... yo no te correré- Dicho esto Erick se sentó en una piedra esperando que le diera una respuesta, revise con mi mano izquierda mi bolsillo derecho, para ver si mi varita no había caído mientras caía de la torre, luego me puse en pié y dije -Tengo mi varita así que estoy listo-

Rei al ver que no habia entendido mi comenatario aunque antes de explicarselo prefiero contestar a sus preguntas los hombres lobo, cuando estan transformados si que son peligrosos, excepto con los animales, con las personas... sonrei orgullosamente ya que siendo un animago Ted no se pondria a darme de golpes y/o tratar de asecinarme, aunque eso casi nadie en el castillo lo sabia y entre esos que no lo sabian estaba David, por eso no esperaba que entendiera mis chistes internos digamos que es malo que sea un hombre hecho y derecho cuando te encuentras con uno y lo digo porque en este momento no es temporada de hombres lobo termine mi resumen de los hombres lobo.

Tambien puedo subrayar que los hombres lobo al no estar transformados eran personas totalmente normales... bueno casi, a excepcion de sus gustos en la comida y nerviosismo los dias que se acerca la luna llena pero aparte de eso todo es normal con ellos... rei un poco por lo bajo ante su ultimo comentario creeme... con un hombre lobo la varita casi no te sirve de nada... sonrei de lado y empece a jugar con mis dedos, era verdad cuando uno atacaba lo primero que te quitaban de un manotazo era la varita....

Erick respondió a mis preguntas, pero me causo algo de confusión, aunque eso no importaba lo que importaba era lo que me había dicho después -Creeme... con un hombre lobo la varita casi no te sirve de nada...- La respuesta del prefecto causó una conmoción en mi interior, los hechizos eran lo único que nos podía permitir salir ilesos del bosque.

-¿Entonces como nos defenderemos si algo nos ataca, cuando estemos explorando el bosque?- Pregunté a Erick en voz alta y clara, mirándolo a los ojos; el viento comenzó a soplar, era una brisa fría pero refrescante a la vez, tenía ansias de entrar al bosque, me moría por ver a todas esas fantásticas criaturas excepto por las acromantulas, que eran seres a mi parecer repulsivos y a los cuales no dudaría en matar si me atacaban.

Mientras divagaba en mi mente seguía mirando a Erick esperando que me diera una respuesta, de como nos defenderíamos ante lo agresivo del bosque

Sonreí de lado ante su pregunta dime... ¿porque crees que le llaman "bosque prohibido"?... cada quien se atiende a las consecuencias de sus actos al entrar aquí no es que no hubiera forma de enfrentarse a un hombre lobo, pero era difícil en niveles muy bajos, menores a graduados y cosas así... pero yo conocía a graduados que habían sido despedazados por un hombre lobo o alguna criatura casi en su primer aventura.

El viento seguía jugando con mi cabello y la media luna daba cierta visibilidad en el claro, el ambiente era frío lo que era bueno, animales como la acromantula no gozaba de eso, mas bien climas templados como el que tiene normalmente el bosque... puse mis manos dentro los bolsillos de mi pantalón y me quede viendo a la oscuridad los centauros no nos quieren aquí declare como si fuera cosa de todos los días, y la verdad si lo era, ¿para que decir que es raro? eran completamente odiosos con los humanos.

Después de hacer una pregunta acerca de como nos defenderíamos de las criaturas que aparecieran, Erick respondió con una sonrisa y diciendo que cada quien que entraba al bosque tenía que atenerse a las consecuencias, eso era algo que yo sabía pero, era ridículo no poder enfrentarme con un hombre lobo, que eran inmortales o dioses.

No me agradaba la idea de que hubiese algo tan fuerte en el bosque, de repente la voz de Er interrumpió mis pensamientos, me decía que los centauros no nos querían en el bosque, algo que era de esperarse ya que eran seres antipáticos y groseros ante los humanos. -Er pienso adentrarme en el bosque aunque los centauros no quieran-

Fruncí el ceño y miré con cara de odio a algunos centauros que se asomaban de entre los arboles, no iba a dejar que unos centauros groseros me arruinaran las ganas que tenía de ver a los unicornios, aves mágicas y demás, saqué mi varita y dije -Erick estoy totalmente dispuesto a adentrarme en el bosque-

Perfecto los centauros lo escucharon... algo que yo quería evitar no quería andar corriendo esta magnifica noche pues prepárate y todo paso tan rápido: las flechas, los alaridos de los centauros declarando su ataque... no pude evitarlo, saque mi varita ¡BOMBARDA! grite y unos arboles se derrumbaron cerradores el paso a los centauros, mire a David y tuve que terminar con esto DESMAIUS exclame señalándolo, no hubiera hecho tal cosa si no hubiera notado que eran mas de una docena de centauros; antes de que su cuerpo impactara con el suelo, me transforme en pantera y o cargue en mi espalda alejándome de los centauros y adentrándome mas al bosque, subí a un árbol, con un poco mas de complicación por el peso extra que David producía y al recostarlo en una gran rama, regrese a mi forma humana, para que él no se diera cuenta.

Mire unos segundos al rededor y luego lo volví a señalar con mi varita ennervate después de todo eso pensé que David ya no querría estar en el bosque, pero claro que me equivoco, si ya entro por su propio pie nada mas que eso lo llevaría a la salida si quieres ver algo en especifico, dimelo y te acompaño le dije, primero habría que saciar sus ganas de ver... lo que sea que haya venido a ver.

Me quedé dormido de repente y cuando desperté me encontraba en la rama de un árbol junto a mi se encontraba Erick, de repente a mi cabeza regresaron los recuerdos, en mi mente vi como Erick derrumbaba unos árboles para bloquear el paso a los centauros, los cuales habían iniciado su ataque y también se vino una imagen de el prefecto apuntándome con su varita - Er utilizaste un hechizo para que perdiera la razón ¿por qué? - Pregunté al chico que parecía tener una tranquilidad inmensa. Él luego de responder mi pregunta me dijo - si quieres ver algo en especifico, dimelo y te acompaño- La verdad es que yo no sabía que quería ver en ese bosque había entrado porque pensaba que había problemas pero ya que no los había quería explorar un poco, después de todo no era un al cual podías ir así como así, por algo era el bosque prohibido.

-La verdad no tengo idea de que quiero ver nunca he visto criaturas mágicas en persona así que ¿por qué no comenzamos viendo los unicornios?- Dicho esto me di cuenta que que mi varita se encontraba enganchada en mi pantalón -¡Oh que suerte tengo de no haberla perdido en el encuentro contra los centauros!- Exclamé para mi mismo y miré sonriente a Erick, la persona que esperaba que fuese uno de mis mas grandes amigos.

Claro... creí que no me había visto atacando pero en fin tendría que responder a su duda bueno hablar mal de ellos es una cosa pero atacarlos es completamente diferente le conteste aun sumergido en mi tranquilidad, que era un poco perturbada por la idea de los centauros enardecidos al otro lado del bosque no es que quiera evitar el problema... normalmente no lo hago, pero quiero que comprendas que soy prefecto, si no te saque de aquí, tomo la responsabilidad de sacarnos a ambos intactos... la vida no es para buscar problemas en cada aventura, claro que si para gozarla, pero en este lugar son sus reglas le explique, no es que fuera cobardía, salvaba su vida y la mía, y también de un buen castigo si nos descubrían.

Abri mucho los ojos cuando dijo que no había visto una criatura mágica de cerca ¿eso era posible? yo me pase toda mi niñez montando dragones, hipogrifos, unicornios -con dificultad porque prefieren a las mujeres- y conociendo mas por montones mis padres.. bueno mi madre es bióloga mágica desde antes de mi nacimiento, conozco la gran mayoría de las criaturas y he montado la mitad que se puede montar le dije orgulloso bueno los unicornios no están lejos, pero recuerda que prefieren que un hombre esté lejos... prefieren a las damas baje de un salto del árbol y comencé a caminar hacia los unicornios, no creo que nos dejen acercar, pero por lo menos podrá verlos de la distancia de un par de metros.

Escuche atentamente todo lo que dijo Erick, el cual se sorprendió muchísimo al escuchar que yo nunca había visto una criatura mágica de cerca; el me contó muy orgulloso que había montado muchas criaturas mágicas a las cuales conocía a la perfección.
-Entonces creo que me vas a tener que enseñar un poco de criaturas mágicas ya que por lo visto son casi tu especialidad- Dicho esto sonreí de lado separando levemente los labios; luego Erick me dijo que los unicornios no estaban muy lejos, pero tenía que recordar que esos animales preferían ser montados por mujeres y no por hombres, no me importó que no se dejaran montar pero al menos vería a uno personalmente.

Bajé del árbol junto con Erick, y comencé a caminar tras el llevaba mi varita afuera, pero estaba seguro de que si algo nos atacaba Erick sería mas rápido que yo en atacar.

-Oye Er ¿tienes mascotas?- Pregunté mientras que Erick caminaba frente a mí para llevarme a aquel lugar

Reí un poco cuando dijo que eran mi especialidad pues... podría decirse, pero los deportes, es decir, la acción y la curiosidad, misterios y cosas de ese estilo que me pongan dudas son mas mi pasión, claro que la música también lo es, pero seria mas para descansar que hacerlo mi "especialidad" le dije, yo ya sabia que sería al salir de Hogwarts, después de viajar y hacer cosas antes de dedicarme a lo que yo consideraba mi vocación.

Seguimos caminando por un poco mas de tiempo y me pregunto que si tenia mascotas... sería una total mentira al decir que no; en ese momento rememore donde estaban cada una de mis mascotas y sonreí al recalcarme que estaban bien bueno... con mi madre tengo una hocicorto sueco, es joven pero muy leal Brez, era lo ultimo que me quedaba de ella... y Brez no se podía separar de mi tanto tiempo, tendría que regresar a Hogwarts en forma de lechuza como los últimos meses, pero eso no lo iba a comentar seria meterme mucho en el tema

mi madre, ya que trabaja en casa, normalmente lleva un macho y una hembra de la criatura que esté estudiando... me platico que tenia por el momento a una pareja de hipogrifos aunque no eran mascotas mía, podría llegar y montarlas cuando yo quisiera, claro, si es que no pongo el riesgo la investigación de mi madre en mi departamento, siendo cuidado por un elfo, tengo un perro, se llama Whisky y es un cobrador de labrador, de dos años, no sé si los conozcas recuerdo cuajo fui a comprarlo junto con Ted.

Y por ultimo, tengo una lechuza, ya sabes para mi uso aquí, se llama Let, es una lechuza muy hermosa, pero tiene un carácter... tan estrenaste, pareciera que le falto amor cuando estaba en el huevo, pero es muy divertido ver como molesta a otros dije y me detuve en seco alce un poco la vista y a unos 3 metros estaban los unicornios, inconfundibles con sus brillos; señale hacia el punto con la cabeza para que David tomara atención ¿y tu? ¿tienes mascotas? pregunte susurrando sin dejar de mirar a los unicornios.

El prefecto me comentó que era bueno con los animales mágicos, pero mas que todo su pasión eran otro tipo de cosas, seguí caminado con el y miraba todo a mi alrededor no sabía en que momento algo nos podría atacar, pero me relajaba un poco que el ambiente de tranquilidad que se había perdido tiempo atrás por causa de mis palabras a los centauros, hubiese regresado.

Mientras caminaba pisaba varias ramas, lo cual podía dar nuestra ubicación, así que comencé a evitarlas, entonces en ese momento Er respondió mi pregunta mientras seguíamos caminando
-bueno... con mi madre tengo una hocicorto sueco, es joven pero muy leal- me sorprendió mucho lo que me dijo, tener un dragón de mascota a mi parecer era algo de mucho cuidado debido a que eran criaturas grandes y carnívoras, luego Erick me dijo que su madre estaba utilizando dos hipogrifos y que en su departamento tenía un perro de raza labrador, pero ese perro no era su ultimo animal, también tenía una lechuza las cuales eran muy necesarias para enviar mensajes y cosas así. Er se detuvo en medio del bosque y me hizo un gesto con su cabeza indicándome que habíamos encontrado a los unicornios, di unos cuantos pasos al frente y pude contemplar a esos maravillosos seres. Quedé boquiabierto al ver como brillaban de una forma sin igual, luego Er me preguntó si tenía mascotas - Er la verdad es que no tengo mascotas pero estoy interesado en adquirir un pinscher miniatura y tal vez un mochuelo como medio de comunicación, eso es lo que mas quiero pero luego de conseguirme esos estoy seguro de querer otros animales no se si mágicos o normales, pero como los adoró se que quiero tener muchos- Luego de hablar miré a Erick y le sonreí y luego volvía a ver a los unicornios y puede darme cuenta de que habían varias hembras con sus bebés

Sonrei de lado entonces cuando salgas de Hogwarts buscaras algo que te mantenga cercas de las criaturas... no es mala idea dije mirando hacia todos los lados, la verdad ya estaba acostumbrado a estar rodeado de ese tipo de personas, fascinadas a las criaturas y debo de admitir que sabia tanto como ellos, ya que los colegas de mis padres y ellos mismos, en mi juventud; y era por eso que en mis planes a futuro no habían muchas criaturas que ver, planeaba descubrir mas y eso haría.

Después de un rato de ver a los unicornios el lugar empezó a cambiar de color... el tiempo había pasado muy rápido desde que lo hice desmayarse con los centauros... amanecería en unas horas creo que es hora de irnos, a menos que quieras ir a ver otra criatura... dije mirándolo de reojo, si era un sí tendría que ser demasiado rápido, últimamente no he dormido mucho.

-Entonces cuando salgas de Hogwarts buscaras algo que te mantenga cercas de las criaturas... no es mala idea- Dijo Er mientras hacía su sonrisa de lado, también le sonreí y dije, -Si haré todo lo posible por mantenerme unido a los animales, ellos son mi pasión- , segundos luego de decir esas palabras pude notar como se estaba aclarando la noche, no sabía como había pasado el tiempo tan rápido, entonces recordé a mis compañeros del colegio, cuando llevaba mi vida normal, el tiempo se movía tan rápido cuando jugaba con ellos.

Miré a Er y pude darme cuenta de que había hecho un nuevo amigo, una persona noble, valiente, bondadosa y fuerte, me alegraba que una persona como el ahora hiciera parte de mi circulo social y lo mejor es que también mostraba pasión por los animales algo que me hacía sentir en familia, a todos los que les gustaran los animales para mi serian considerados como mi familia.

La hora de irnos se acercaba, pero antes de eso Er me dijo que teníamos tiempo de ver algún otro animal, pero que muy deprisa ya que no quedaba casi tiempo, yo lo mire y luego cerré los ojos para terminar de mover la cabeza intentando decir no, -Er gracias por todo en otra ocasión podremos mirar mas criaturas, pero debemos regresar y descansar, por favor me muestras el camino al castillo-