Cuando no hay nada mejor que hacer. [Libre]

Me levanté como de costumbre. Bajé al Gran Comedor por algo para saciar mi hambre. AL terminar continué mi camino por el castillo como si nada hubiese sucedido, en realidad algo que hacer, y las actividades físicas que frecuentaba no me llamaban mucho la atención en ese momento. Continué como si nada hubiera pasado, mi mente se debatía entre lo que podía hacer para hacer de ese día algo no tan aburrido, inconscientemente comencé a hacer un poco de ejercicio en un lugar alejado para que nadie lo notase, al terminar, me puse nuevamente el uniforme, me había quitado la camisa y la capa para evitar mojarlas de sudor, no había sudado mucho, pero aún así. Continué mi camino por los pasillos como si nada en lo que comencé a escuchar una suave melodía, se escuchaba realmente bajo, por lo que comencé a seguirla. Al estar unos minutos en esto, sin darme cuenta me acercaba lentamente a la aula abandonada, tenía mucho sin volver ahí, y debía de admitir que si se encontraba aquella melodía proviniendo de aquel lugar alguien con talento debía de encontrarse en ese lugar. En el pasillo a este, noté como Cass, compañera en algunas clases estaba sentada al lado de la puerta apoyándose sobre la pared. Lentamente me acerqué a ella lentamente para preguntarle acerca de como estaba, no parecía muy bien o eso pensaba yo.

- ¿Sucede algo Cass? hace tiempo que no te veo por aquí y verte ahora así me lleva a esa pregunta, sé que no somos muy amigos, pero al menos podría ayudarte en algo.

Dije con una sonrisa en el rostro ante ese comentario, bien era cierto, pero no era razón para alejarme de aquel lugar y dejarla ahí, no podría hacerlo, ni como estudiante, ni como caballero. Me levanté puesto que me encontraba apoyado en mi rodilla derecha para hablarle a Cass y entré en la aula abandonada. Daría con quién tocaba aquellas notas, en realidad eran relajantes, me gustaría saber la identidad de aquel personaje misterioso, que pareciera tener un don con los instrumentos musicales. Entré y dí unos paso para preguntar en voz alta.

- Hola, quién quiera que seas, debo admitir que es una bella melodía la que tocas. Me gustaría saber quién es el autor.

Dije para acompañar con un par de aplausos, me parecía una bella melodía por lo instintivamente lo hice. Esperaba la respuesta de alguien en lo que salía de la habitación para observar que Cass siguiera en aquel lugar sentada, me gustaría hablar con ella, pero de seguro estaba deprimida por algo, esperaba que al menos lograra que se le pase, no era el apropiado para hacerlo, pero al menos podría hacer el intento por animarle. Esperaba una respuesta desde ambas partes.

Al parecer Cass me respondió, como de costumbre llamándome por mi apellido, no me agradaba mucho pero mucho no se le podía hacer. Me comentaba que seguramente era el trimestre que comenzaba a hacer de las suyas, en realidad estaba algo atareado para mi, supongo que para ella más al ser de 7º y con los EXTASIS a sus espaldas, seguro de eso se trataba, se sentía agobiada por los exámenes. En lo me paré nuevamente en la entrada del salón, Cass me dijo que era de Hufflepuff. De un momento a otro, Cass se levantó y de tirón un poco fuerte me llevó con ella dentro del salón, habló un poco acerca de nosotros y también nos presentó a ambos, debo de admitir que me dio un poco de risa su comentario, pocas personas personas no recordaban mi nombre, simplemente me limité a mostrar una sonrisa en lo que respondería al comentario. A los pocos segundos se asomó una joven que salía tímidamente de su "escondite" entre las mesas, lo que pude destacar de ella en un principio fue su cabellera naranja, me parecía algo interesante, lo mismo con su guitarra, había visto pocas hasta ese momento. Se presentó como Audrey, nos invitó a quedarnos ahí si queríamos, no había mucho que tuviera que hacer por lo que asentí con mi cabeza en lo que me sentaba atrás del salón, no quería que se sintiera un poco poco presionada, parecía ser un poco tímida.

- Un gusto conocerte Audrey, mi nombre es Stefano, creo que ya sabes mi apellido. No tengo problema quedarme escuchando si no te molesta, me ha agradado la melodía que tocabas, mi felicitaciones.

Me senté en la mesa, en lo que Cass sacaba unas cuantas Ranas de chocolate, en lo que estornuda y sale una volando, gritando para dar advertencia de ella, la tomó después de dar unos cuantos brincos en las mesas y se disculpo acusando al polvo, mostré una pequeña sonrisa en lo que continuaba esperando la respuesta de Audrey, quién respondería tocando su melodía, me calmaba escuchar aquella melodía por alguna razón, esperé a que comenzara con su "recital" frente a nosotros.