Matando el tiempo (libre)

Venía de la Biblioteca, recién terminaba una tarea de Pociones que debía enviar al profesor lo antes posible. Mi camino se hizo un poco largo, conseguí pedirle un favor a un chico de 2do para que su lechuza enviara la actividad, era más rápido que dirigirme a la Lechucería, le agradecí a la vez que le daba un par de galeones por la ayuda. Me retire en camino a la torre de Ravenclaw cuando escuchaba unas notas en un tono casi inaudible, supuse que se trataba de alguien practicando. Me encaminé en dirección a las notas en un suave caminar, era lo que causaba en mi esa melodía. Estas me trajeron hasta la entrada a la Aula abandonada, estuve ahí por unos momentos hasta que decidí asomarme para ver quién era el autor de tal melodía. Para cuando pude notarlo, una varita me apuntaba desde ahí, sin tiempo a reaccionar alcé la mía, iba en contra de las reglas usar magia dentro del castillo pero no es que tuviera en mente usarla, al menos no en ese momento. Entré en la sala para darme cuenta que se trataba de una chica la que tocaba aquella melodía, bajé mi varita y nuevamente la guarde en mi manga. Me giré hacia ella para comentarle. -Mis más sinceras disculpas, ha sido una falta de modales estar ahí espiándola. Mi nombre es Stefano Zylka, 6º curso, Ravenclaw. ¿Puedo saber tu nombre?.- Dije acompañado de los clásicos modales que me acompañaban, aquellos libros de cultura inglesa me habían hecho tener unos modales que podría decirse que son intachables. No me molestaba, me ganaba alguna fama con las alumnas por eso, aunque no prestaba mucha atención a eso.

Ahí estaba parado frente a la chica que tocaba el piano momentos antes. Luego de haber guardado mi varita ella me siguió, por lo que pude ver había dicho pensado algo acerca de mi presentación, no era muy bueno en leer mentes como para saber que pasaba por la suya. Simplemente suspiré. Segundos más tarde se presentó como Alexa Kendrik, Slytherin de 7mo curso, debía suponerlo por el aire de confianza que tenía el comentario. Seguidamente me invitó a tocar el piano, aunque no lo precisamente era eso. Preguntó si sabía tocarlo. Simplemente asentí con mi cabeza y me acerqué hacia a ella a medida que se movía un poco para poder sentarme en el asiento. -Debo admitir que no es que sea muy bueno, pero tuve algunas clases de pequeño.- Dije para ella, no me convencía de eso que acababa de decir pero era cierto. Comencé a tocar una melodía un poco simple, aunque era algo trabajada, mi padre me enseñaba cuando podía y el lo hacía con su carácter algo indiscreto, aprendí mucho bajo su tutela. Me perdí en aquella melodía mientras seguía tocando frente a la joven presente, ya ella pensaría lo que quisiera sobre mi manera de tocar, era algo que me recordaba mis momentos en casa. Ultimamente no pasaba tanto tiempo en esta y cuando lo hacía mis padres hacían de sus cosas y yo simplemente los veía pocas horas al día. Suspiré para terminar con una suave melodía que se apaciguaba cada vez más hasta dejar de sonar. -No sé si te haya agradado, era una pieza que mi padre me enseñó de pequeño.- Dije para ella y levantar mis manos del piano, en cierto modo se parecía un poco a la de la joven pero no del todo. Esperé su respuesta en lo que observaba por una de las ventanas del aula.

Esperé su respuesta en lo que terminaba de tocar, mis ojos empezaban a mostrar un poco de nostalgia por el tiempo que llevaba sin ver a mi padre. Me recuperé suspirando suavemente. Alexa por su parte, comentaba que era una melodía hermosa y que era afortunado de que mi padre me la hubiera enseñado. Cambié mi expresión al notar un poco de dolor en su comentario, seguramente tenía un padre distante o algo parecido. El mío comenzó a serlo desde que entré al castillo, me giré hacia ella para comentarle de una manera despreocupada acerca del comentario que me había dicho. -Gracias, aunque no son muchos los recuerdos "agradables" que haya tenido con mi padre. Aún así me enseñó como es debido.- Dije en un tono más serio, era cierto eso, pero mi padre era buena persona. Observé a Alexa unos segundos, noté como su mirada mostraba algo de dolor. Pensé unos momentos para hacer una pregunta no tan indiscreta. -Y tú, ¿tienes algún recuerdo junto a tu padre?.- Dije algo despreocupado, seguramente se trataba de un padre distante, al menos tendrían un recuerdo agradable juntos. Mi padre no es que fuera el perfecto, pero hacía bien lo suyo. Me quedé parado ahí en espera de una respuesta proveniente de Alexa. El encuentro parecía tornarse un poco más interesante. Claro, cualquier cosa era mejor que el casi encuentro que estábamos a punto de tener por haber estado espiándola.

Seguía parado frente ella mientras me comentaba acerca de su padre. Una historia no propiamente buena, simplemente continué escuchando a lo que ella decía mientras terminaba su historia. Apenas terminó, me comentó que no quería que fuera lo mismo con nuestros hijos. Debo de admitir que me sorprendió ese comentario, aquella Slytherin había mostrado algo de debilidad en ese comentario, continué como si nada mientras le comentaba acerca de lo contado recientemente. -Interesante, se puede decir que tu padre no es de esos que le guste tener lindos recuerdos con su hija. Hay muchos que son así, al menos no te afecta en lo absoluto.- Dije en un tono un poco suelto, como si fuéramos conocidos desde hace mucho tiempo, algo que no era cierto. Reincorporé mi tono anterior en lo que respondía a su comentario acerca de lo que dijo de mi relación con mi padre. -Resulta ser cierto, normalmente no se preocupan por el bienestar de uno. Aunque resulta que la madre siempre es algo más "blanda" y tiende a enviar cartas acerca de las cosas en la casa, no sé si así es la tuya, pero la mía acostumbraba e enviar una carta a la semana.- Dije un tanto emocionado, bien era cierto que me contara lo que sucedía pero una que otra vez se hacía un poco molesto, no siempre se recibía una carta estando de ánimos para responder esta. Suspiré mientras me encogí un poco de hombros y recobraba mi postura inicial, de algún modo conseguía entablar una conversación con aquella chica Slytherin, supongo que algunos son más orgullosos que otros, aunque eso es característico en un Slytherin.

Seguíamos hablando acerca de cuestiones familiares. Apoyó mi argumento acerca de que las madres siempre son más afectuosas con sus hijos en el castillo. Agregó que su madre siempre estaba sola y no se podía dar el lujo de no responder sus cartas por lo mismo. A su vez, agregó que le contaba lo que sucedía con su padre muy por encima. Seguidamente dijo que no era muy afectiva, pero al menos sabía que la quería algo realmente importante. Continué parado frente a ella en aquella posición erguida y con un aire desafiante, aunque parecía que ella estaba bajando la guardia de a poco. Pensé por un momento lo que tendría que decirle ahora, unas palabras se pasaron por mi mente hasta que dí con las palabras correctas, aspiré un poco de aire para comentar. -Mi madre en ocasiones puede enviar 3 cartas a la semana, eso acostumbra al momento que sucede algo en la casa. Ella se preocupa por mí, bueno como toda mamá lo hace.- Dije pausando para tomar un poco de aire y continuar. -Hubo una ocasión en la que me enviaba una lechuza todos los días, mi padre se había enfermado gravemente y estaba en temporada alta del curso por lo que no ten forma de ir a visitarle. Por suerte todo salió bien, supongo que las habilidades de sanadora de mi madre se vieron amplificadas por la preocupación de perderle. Ha estado tomando cursos para aumentar sus habilidades latentes. Supongo que no tuve la suerte de heredar sus habilidades, soy más de esas personas que atacan sin pensar en como defenderse, aunque ella me enseño un poco de lo que sabe.- Dije en un tono emocionado, era cierto que me emocionaba hablar de mi madre y de sus habilidades como Sanadora, me quedé esperando la respuesta de ella su parte.