en busca de una mascota especial para una persona especial (libre)

Había salido del bar y decidí pasar por el Callejón Diagon a comprar algunas cosas ya tenia comprados varios libros así que iba cargada de bolsas cuando pase por una vidriera que me llamo la atención, en ella había un hermoso Fénix joven bellicimo, me quede un tanto embobada mirándolo mientras repasaba cuantos galeones me quedaban, quizás podía negociar con el dueño para que me hiciera un descuento.

Decidí que al menos tenia que intentarlo así que me gire para entrar a la tienda y vi a un león que me resultaba conocido que miraba hacia donde yo me encontraba, me acerque hacia que se encontraba solo a unos pasos de distancia- Buen día Cristopher- dije con una media sonrisa en mi rostro- día de compras supongo.Levante mis bolsas y las pase todas a una mano, eran libros pesados pero no lo suficiente para que me quejara sobre ello, extendí mi mano vacía en forma de saludo hacia el León.

cuando noto que le miraba volteo hacia mi y me saludo, solo entonces caí en la cuenta de que se trataba Samie, la prefecta de la casa Huflepuff donde estudiaba mi hermana, extendí una mano para saludarla igualmente

-parece que no soy el único que esta de compras hoy, si gustas puedo ayudarte a llevar eso, se ve pesado- señale las bolsas para darme a entender mejor al tiempo que veía un poco hacia la vidriera que veía la prefecta

-que lindo fénix- en verdad era lindo, el color rojo escarlata brillante denotaba su juventud y el dorado brillo de sus patas y pico me fascinaron, me recordaban los colores de mi casa los cuales siempre me habían gustado, quizás pudiera comprarlo en vez de la lechuza, pero tendría que replantear cuantos galeones llevaba conmigo

Salia aquella tarde de Hogwarts para pasear un rato. Tenia todo el día libre y que mejor que pasarlo en el Callejón Diagon? Hacia tiempo que no andaba por allí y quizás tenían alguna novedad para ver o que pudiese comprar. Habiendo llegado al punto de destino, me dispuse a observar cada una de las vitrinas de la calle. Todas tenían cosas fascinantes para ver, pero no podía meterme en todas. Finalmente me decidí por ir a la tienda de mascotas ya que había recordado que Cris quería elegir una y yo podía acompañarlo. Quizás tenia suerte y el seguía allí en aquel momento. Me fui directo a Bestie Fideli y justo en la puerta pude notar a Samie y a Cris charlando junto a la puerta del lugar. - Hola chicos! Que tal están? - Me acerque con una sonrisa en el rostro para saludarlos a ambos - Recordé que me habías dicho que vendrías aquí Cris! Perdona si me habías esperado - Me disculpe mirando al Gryffindor. Me quede observando unos instantes la vitrina para ver alguno de los animales que tenían a la venta. Exhibían entre ellos un magnifico ave fenix de color escarlata y bellas plumas, sin duda una criatura poco barata.

me sobresalte un poco al escuchar la voz de Scarlet detrás de mi, casi había olvidado en que habíamos quedado de vernos ahí, voltee y correspondí el saludo de ella con una sonrisa
-Hola Scar, descuida también yo acabo de llegar, estaba viendo algunas cosas, ese Fénix es precioso-
le dije señalando al precioso espécimen de la ventana, sin embargo al posar nuevamente la vista en la vitrina vi uno de los muchos anuncios sobre nuevas mascotas disponibles y vi uno en el que estaba dibujado un hermoso corcel volador, a mi me aterraban las alturas, aun no había superado lo que había sucedido con mi padre, pero sabia muy muy bien a quien le gustaban tanto los caballos como volar

-dios eso debe ser extremadamente caro...- dije señalando el letrero, el nombre del animal al que se refería estaba borroso y no lo recordaba yo tampoco aunque si recordé haber leído sobre ellos en uno de los libros de la clase de criaturas mágicas

Asentí con la cabeza aun algo hipnotizada por lo que mostraba la vidriera. - Si que lo es! Hacia tiempo que no veía uno como ese - Durante unos instantes no supe a que se refería cuando dijo "dios eso debe ser extremadamente caro", hasta que note el punto en que señalaba. Había un anuncio sobre la llegada de un caballo alado que ahora estaba disponible como mascota. - Supongo que te refieres al cartel del pegaso, no? - Pregunte al reconocer al instante al majestuoso animal. Recordaba lo leído en clase de cuidado de criaturas mágicas y me extrañaba que los pusieran en exposición. Los pegasos son tímidos y ,a pesar de que son seres bondadosos, no se dejan domar con facilidad. Definitivamente había que ser una persona pura de intenciones para poder poseer uno, ademas de tener el dinero necesario. - Sin duda lo es - Afirme al chico quitándole la duda. - Pero no puedo comprender como es que los "consiguió" y se dé el lujo de venderlos. No son fáciles de encontrar y mucho menos de atraparlos dado a la gran velocidad que son capaces de alcanzar en cuando despliegan sus alas.- Un animal con grandes cualidades que apreciar pero imposible de tener cual mascota doméstica y entretenimiento para los niños, o al menos aquel era mi pensamiento con respecto a ellos. Muchos tenían unicornios o criaturas de ese tipo, de naturaleza completamente salvaje en sus casas. Incluso yo quería un tigre, pero este me parecía mucho mas dócil y domable dado que no tiene ninguna habilidad mágica especial, haciendolo vulnerable al control de la varita.

-en efecto, cuando son adultos, pero los que han sido criados en cautiverio o atrapados cuando son jóvenes no creo que presenten demasiados problemas para ser domados- dije escuchando lo que Scarlet me decía, sin duda tenia razón en cuanto a su control y velocidad, pero conocía a unas personas lo bastante tenaces (o quizá debería decir tontas) como para intentar domarlo y lo suficientemente locas como para intentar volar sobre uno de esos

-sin duda le gustaría a mis hermanos pequeños, la mayor ya asiste a Hogwarts y los otros 2 aun no tienen la edad para saber si entraran aquí o no pero sin duda les encantaría- no podía evitarlo, soy una persona que valora demasiado a su familia, más aun después de que perdiéramos a nuestro padre había decidido protegerlos a todos... al precio que sea, volvi a mirar el anuncio para ver si podia encontrar impreso en el algun precio pero parecia ser que habria que entrar a preguntar

-parece que aquí no dice cuanto cuesta-

- Si, tienes razón... eso no lo había considerado. Pero no creo que eso les quite su timidez y el hecho de obedecer a alguien solamente de "puras intenciones". Si alguien quisiera comprarlo para otros fines, estoy casi segura de que enloquecería. - Aquel instinto de la criatura no me parecía posible de evitar. Si él sabe lo que pasa en el interior de la persona, no creo que nada consiga controlar la reacción que tendrá sobre ella.

Aparte mi vista del letrero y me voltee para mirar a Cris - No tenia idea que tenias otros hermanos! Únicamente sabia de Katy - Comente con una sonrisa - Pero claro les gustará si es lo que quieres comprarles! - Revise el aviso una vez más para ver si estaba escrito el precio en alguna parte. - No, tienes razón. Vayamos a dentro y le preguntamos al vendedor - Ya había abierto la puerta y tenia medio cuerpo en la tienda esperando a que el Gryffindor entrase conmigo. En el interior no parecía haber tanta gente como en otras oportunidades en las que había ido, pero de todas formas estaba lleno.

-tienes razón, pero no creo que en este caso importe mucho, que puede ser más puro que los niños?- ciertamente tenia razón, ese tipo de instintos eran muy difíciles de erradicar, en el mejor de los casos, sin embargo la vi mientras entraba, cuando abrió la puerta el inconfundible olor de todas las personas dentro, los animales y el alimento de estos era característico del lugar, pero eso no lo hacia del todo agradable, me decidí a seguirla, dentro estaba a tope aunque era temporada "baja", en otras ovaciones incluso había visto formarse una fila que salia de la tienda, así que estábamos de "suerte"

-Extraño, pensé que estaría más lleno-

- No la verdad que no! - Admití sonriendo desde la puerta de la tienda y luego seguí a Cris al interior de la misma. La mayor parte de los animales habian aprovechado que el lugar estaba mas tranquilo que de costumbre y se echaron a dormir. Unas cuantas personas se paseaban de una punta a la otra buscando lo que podría ser "su mascota ideal" de jaula en jaula. Recorrí todo el establecimiento de una sola mirada y para mi alegría pude notar que el dueño nos esperaba. - Yo también pensé lo mismo. - Coincidí con Cris y me acerque rápidamente al mostrador con una sonrisa en mis labios - Buenos días profesor! - Salude cortesmente. Había olvidado por completo que el Sr Tuono trabajaba allí cuando no estaba dando clases en Hogwarts. Mire primero al querido Gryffindor y luego nuevamente al profesor. - Pues la verdad yo no se! Vine a acompañar solamente. Cris es quien viene a comprar y elegir una mascota!. - Me distraje unos instantes con un hermoso fénix que nos observaba desde lo alto de una estantería, expectante y majestuoso. Volví a bajar a la realidad en cuanto oí que retomaban la charla y puse mayor atención en el asunto.

al entrar vi al profesor que nos esperaba, en realidad ignoraba que trabajase ahí así que decidí saludarlo

-Buenas tardes profesor Tuono, no sabia que trabajase aquí- dije, en realidad su clase era una de mis favoritas, si no es que mi favorita

-Disculpe, hay algunas cosas que quiero comprar pero no se si las vendan en el establecimiento...- dude por un momento de si decirle que una de mis intenciones era hacerme poseedor de un huevo de dragón, eran criaturas ilegales por lo que sabia y peligrosas, pero, a que Griffindor no le atraía el peligro

-quizá podríamos hablar en un lugar más privado profesor?, por cierto, espero que pronto tengamos una practica en su clase, siempre son... entretenidas- dije recordando una de las ultimas practicas donde alguien casi pierde una extremidad