El teatro de la marioneta rota.

Hogwarts, la gran escuela de magia y hechicería, de aquí han salido magos excepcionales, en sus muros se han forjado leyendas, y ninguna tan esplendorosa como la del gran mago tenebroso, aquel que trajo una época de gloria a los puros, a los justos y a los verdaderamente merecedores de llamarse magos, aquí se forjo la leyenda de Lord Voldemort, el mayor mago tenebroso registrado hasta la fecha…
Pero desgraciadamente Hogwarts ha sido fiel al ministerio y ha renegado de quien no debería ser olvidado, sino alabado , Hogwarts beatifico a Albus Dumbledore, farsante canalla y a su perro faldero Harry Potter, Hogwarts siempre ha sido el bastión del Ministerio, aquí el Ministerio de Magia y Hechicería modela la mente de los jóvenes a su total placer, convirtiéndolos en meras marionetas de su sistema de control totalitario, negándoles el derecho a ejercer el real potencial que algunos poseen , anegandolos en la mediocridad mas pura.

Por eso he venido yo…pienso tomar Hogwarts, pienso liberar a los alumnos del abrazo de la vil víbora del Ministerio , y cuando su cabeza sea decapitada y purgado su veneno de las venas del colegio , serán libres,libres para pensar por si mismos y para comprender en que los magos, nos hemos convertido,en borregos a las ordenes del Ministerio y escondiéndonos de los Muggles. Drumstrang ya me ha jurado lealtad, sus profesores enseñan la verdadera magia a sus alumnos , preparándolos para la guerra que esta por llegar, porque esta guerra será de aniquilación o ellos o nosotros…

Hufflepuff es mi tapadera, esta casa siempre ha estado caracterizada por ser laa cojedora de las sobras del resto, quitando raras excepciones, sus alumnos siempre suelen ser mediocres y en su mayoría Sangre sucias…,me repugna compartir habitación con ellos, pero es un sacrificio que gustosa, sufriré por la causa,para mi sorpresa aquí se hospeda mi prima , Samie, Los Corax y los Dunfer hemos tenido pocos tratos, la ultima vez que la vi era yo bastante mas pequeña…quizás pueda usarla para mis propósitos, su experiencia sobre la escuela y sus costumbres, a la par del hecho de que es Prefecta…podrían serme realmente útiles…

Y aquí estoy yo...en la sala común , leyendo una carta de Drumstrang concorde a los progresos hechos por la nueva enseñanza y que mis cosas están por llegar, Badb-Bile grazna profundamente al notar que alguien se acerca…asi pues me guardo la carta, y pongo la mejor de mis sonrisas….esperando a aquellos que quienes quieran que sean, han llegado…

Acababa de terminar de estudiar para pociones y me llevaba algunos libros de biblioteca, eran aproximadamente unos 5 libros de 10 a 15 cm cada uno, por lo cual iba realmente cargada, al llegar al cuadro de la fundadora de nuestra casa murmure la palabra clave y entre a la sala común, me acerque hacia una mesa y deposite los libros, no había nadie alrededor lo que me parecía raro pero al recorrer el lugar con la mirada me tope con una niña un tanto familiar, con una sonrisa demasiado familiar.
Mis ojos debieron ponerse brillosos pero nada mas debía denotar lo sorprendida que estaba de encontrar a mi prima Cannete en Hogwarts y nada menos que en la sala común de Huff y con el uniforme escolar- Cannie? pero cuando te trasladaste? por que nadie me aviso que venias a Hogwarts?- dije con un leve tono de reproche, debió ser algo bastante rápido para que no llegara a enterarme, aunque últimamente andaba algo distraída por varias razones, hacia tiempo que no la veía desde mi cambio de Durmstrang mas bien desde la muerte de mi padre.


Me acerque con una sonrisa asomándose en la comisura de mis labios hacia donde se encontraba - como has estado? perdón por perder el contacto... Seamus esta bien?- no era que me interesara demasiado Seamus pero sabia que el se había encargado de Cannie y por eso le tenia un cierto aprecio, los Corax siempre habían sido el lado mas frió de la familia, lo sabia por que mi madre era así, pero Cannie era diferente.

Me sentía algo culpable por haberla dejado sola pero aunque estaba distraída estos días sabia bien que me había pasado y no podía retractarme de nada ahora, me centraría en mis estudios y aprender todo lo necesario para vencer a ese hombre, estaba debilitandome el ambiente de Hogwarts era muy diferente al que estaba acostumbrada y mantener mi fachada me había costado demasiado como para estar tan débil a estas alturas, claramente la llegada de Cannie me había tomado por sorpresa pero podría ayudarme a fortalecerme nuevamente, abrace a Cannie y le di un beso en su frente para luego dejarla nuevamente donde estaba.

Le puerta se abrió y ante mi vi una chica joven de aspecto jovial, cargada de gruesos libros, de pelo oscuro y ojos profundamente azules, rasgos inequivocablemente de la familia corax, aunque esos ojos me miraban con una sorpresa infinita, creo que Samie no se esperaba que yo , alguien de la familia Corax estuviese aquí y menos en Hufflepuff, me limite a sonreír algo tímidamente mientras ella se acercaba a mi y me decía con una sintónica mezcla entre sorpresa , confusión y reproche que cuando, porque había llegado aquí:

-Yo también me alegro mucho de verte , querida prima- dije con una sonrisa cálida a Samie mientras le quitaba algunos libros de encima para ayudarla antes de que se les cayera- Bueno, ya sabes como son en Drumstrang, siempre hacen las cosas con rapidez y eficacia, jiji…


Al decir esto observe como Badb se posaba en mi hombro, y miraba a samie inquisitivamente , sonreía mientras dejaba los libros encima el sillón , cuando Samie me pregunto sobre mi situación y la de Seamus…se que ella y mi hermanastro no se conocen, pero por su pregunta deduzco que los Dunfer saben de la situación de la casa Corax, con un suspiro alargado y calmado le dije en tono cordial:

-Bueno, soy la nueva cabeza de familia del clan, y aun no he acabado mis estudio…mi hermano Seamus hace todo lo que puede en mi ausencia, no te mentiré, es una situación bastante incomoda debo restablecer el buen nombre de la Familia Corax, el cual fue mancillado por mis padres cuando se dedicaron a perseguir sombras y fantasmas donde no los habían…

Dicho esto volví a sonreir a Samie y comenté en tono amable:

-Y tu prima? Como estas?

Había perdido cada gota de humanidad posible la noche anterior, ya estaba demente era algo notable en mi. Estaba sentado en mi cama en el dormitorio de Hufflepuff recordando la noche anterior, estaba en un bosque, en no se donde luego de una borrachera, frente a una chica pelirroja con mis manos mutadas en las de un licántropo, me acercaba lentamente a ella con una sonrisa demente en mis labios mientras mis ojos se volvían un rojo brillantes. Estos no se apartaban de la niña; el brillo de sus ojos, asustados y algo desconcertados, que se dirigían por unos instantes su atención a mis garras y luego a mis ojos nuevamente, no dejaban de excitarme cada vez mas a hacer esto todos los días de mi vida. Como era lo retorcido que me estaba volviendo para pensar en esto. Acaso ya me estaba volviendo un psicópata?, Mi hobby favorito ahora será matar y que la sangre era mi mayor alimento en los días de cacería? Tal vez tenia razón, ya me estaba volviendo demente, pero no era un asesino compulsivo ni una loco que anda haciendo estas cosas por diversión, esto estaba en mi naturaleza, era un hombre-lobo, mi padre también fue un hombre-lobo y aunque el se contenía, yo me dejaba llevar por mi personalidad que deseaba matar, y si por alguna razón podía reclutar a alguien en mi raza lo asesinaba antes de convertirlo entre menos competencia mejor. Mientras me acercaba la niña petrificada ya no miraba mi rostro sino que se concentraba solamente en las afiladas garras que tenia en mis manos, como no las iba estar mirando si estas eran, por raro que suene, mi mayor orgullo. Además de ser un licántropo de los peores, era un metamorfomago y al juntar esto lograba hacer estas garras, y no dudaba que mas de un mago tenebrosos que las vieran moriría de celos y haría lo que fuera para aprender a crearse unas mismas. Al estar alado de la pelirroja moví rápidamente mis garras y mientras la agarraba del pecho la pegué contra un árbol y levantándola le comencé a acariciar el cuello con una garra con una sonrisa totalmente demente en mi cara, era claro que la iba matar, y era aun mas claro que seria lento y doloroso.

Luego de esto mi mente se comenzó a nublar y convertir en una brillante y desorientadora luz blanca que se fundía con los gritos de dolor de la chica, no podía disimular que me gustaba este sonido, mis ojos comenzaron a volverse de un color rojo sangre y una sonrisa demente apareció en mi rostro, estaba igual a la noche anterior, trate de alejar de mi mente esos pensamientos. Ahora no era aquello lo más importante: estaba en un lugar que no era Inglaterra claramente y había asesinado a alguien y si no actuaba el ministerio caería sobre mi y ya podía comenzar a pensar que lo que había echo podría ser mi fin en Hogwarts y un boleto de condena perpetua en Azkaban, la cual ya había sido cárcel de la mitad de mi familia. Necesitaba hablar con Erick, el no me juzgaría por lo que hiciera y me ayudaría a pensar en lo que había echo, ni me arregle y justamente como estaba salía a la sala común cuando una chica detuvo mi vista. No la había visto nunca en el castillo, debe ser nueva acá, la miré a los ojos y, aunque me costo, ignore a Samie.

-Carne fresca en el castillo?- Le diré cortantemente mientras camine lentamente hacía ella.

Mire atentamente al cuervo que se posaba en el hombro de mi prima, el me inspeccionaba no era difícil de notar pero preferí ignorarlo, sabia que los cuervos representaban a la familia Corax por lo cual no me asombraba que Cannie con sus gustos tan excéntricos tuviera uno como mascota, todavía me era difícil aceptar que los padres de Cannie mis tíos hubieran sido enviados a Azkaban, aunque por lo contrario no me asombraba que estuvieran del lado del señor tenebroso, es decir mis padres lo estaban aunque de un modo mas pasivo al menos gracias a que mi padre pensaba que había cosas mas importantes que una guerra, irónico si lo piensas.

-Seguro lo harás bien, llevas sangre Corax suficiente como para ser una líder dura y precisa-dije por no agregar cruel y despiadada como la mayoría de los Corax, le dedique una de mis tan encantadoras sonrisas, volví a posar mi mirada en el cuervo- espero que tengas con que alimentarlo, no quiero quejas de los alumnos por que sus mascotas desaparecen- realmente me interesaba muy poco pero seria molesto si eso pasaba así que decidí sacarme rápidamente un peso de encima- pues bien con demasiadas cosas en la mente como podrás notar- claramente eso no solo se refería a estudios aunque eso fuera lo que indicaba, mientras hablaba levantaba los libros de texto que llevaba en la mano y aprovechaba para apoyarlos en una mesita que estaba a nuestro lado, para luego sacarle los libros que Cannie había cogido de mis brazos, ella era pequeña y con su tez blanca parecía una muñeca frágil de esas que piensas que con un roce pueden romperse, aunque sabia que claramente era mucho mas fuerte de lo que aparentaba.

Aun mantenía los dos libros en mis brazos cuando escuche la voz de Ted dirigirse a Cannie di un leve suspiro y los apoye sobre los otros libros en la mesita, esperaba que la mesa fuera resistente ya que realmente el peso de los 5 libros juntos era descomunal, golpee mis manos en mi cadera para deshacerme del polvo y aun prestando atención a mis manos hable normalmente- pues te presento a mi prima Canette recién llegada de Durmstrang - me tire sobre un sillón y tome uno de los libros de texto inspeccionando la tapa- Cannie el es Ted el otro prefecto de Huffelpuff- dije sin darle mucha importancia al echo y a modo de una rápida introducción de cada uno, aun no sabia como se suponía que reaccionara frente a el y tampoco planeaba andar como una idiota por los pasillos de el colegio por lo que decidi actuar con "normalidad" al menos la normalidad que ellos conocían.

Sonreí tranquila y serena mientras Samie me intentaba animar, diciendo que por mis venas corria suficiente sangre Corax como salir hacia adelante, simplemente sonreí, si supiera hasta donde alcanza mi poder, seguramente saldría corriendo…pero todo llegara…Badb-Bile parecía inquieta, bruscamente se giro hacia la puerta de una de las habitaciones y profundamente grazno, Samie me advirtió que no quería noticias de mascotas desaparecidas, sonreí divertida ante tal estupidez y dije en tono cortes:

-Vamos,es un cuervo, no un colacuerno húngaro..no creo que haya problemas en ese aspecto…jiji…-dije en tono divertido, si bien se que los cuervos tienen mala fama , pero son animales extremadamente inteligentes, mucho mas que las lechuzas,y lo que es mas importante, son mas rápidos que ellas, simplemente su mala fama es lo que las condenaba ,me resultaba algo familiar ,si bien el patrón de mi familia es el cuervo, quizás sea mas que una coincidencia, entonces mi prima respondió a mi pregunta , demasiadas cosas que pensar decía, quizás los estudios, quizás cosas del corazón , quizás ambas cosas o ninguna de ellas, si ella no quería especificar…yo lo descubriría…

Observe como ella soltaba los libros encima de una mesilla para quitarme los mios de las manos, y amontonarlos con ellos, sonreí de forma desinteresada a mi prima, ella es una a las que quiero , es parte de la familia, y la familia es una de las cosas mas importantes…por eso cuando llegue el momento le ofreceré unirse a mi…

Entonces se abrió una puerta, concretamente la que Badb no dejaba de observar con atención , y de allí salio un chico alto, algo delgado, pero con cara algo preocupada,acercándose a nosotras, y acto seguido me miro largo y tendido a los ojos mientras preguntaba si era "carne nueva", sonreí inocentemente mientras le miraba a los ojos, su mirada por alguna razón era forzada,miedo tal vez? No…de mi no,es improbable que sepa quien soy, entonces que temia este hombre? Se temia a si mismo?, debo descubrirlo…quizás pueda usarlo a mi favor, cuando llegue el momento, Samie mientras se quitaba el polvo de las manos, nos presento, el se llamaba Ted, sinceramente me intrigaba, sonreí a Ted calmadamente, sin mostrar hostilidad alguna al prefecto y dije:


-Encantada…soy la…carne nueva? Jijiji….-dije en tono algo bobalicón , no me importaba en absoluto en tener que rebajarme asi, aunque me doliese, si con ellos conseguiría mis objetivos.

La niña me miro fijamente con una sonrisa, no me fiaba de ella porque en ese mismo momento sabía que había visto esa sonrisa antes, esa era la sonrisa de un ser que ocultaba algo siniestro bajo una mascara amigable. Por un momento pensé que estaba frente a alguien que estaba en Hufflepuff por mi misma razón, las demás casas no aceptarían a alguien tan perverso y el espíritu de aceptación de Helga Hufflepuff en su casa servia como una perfecta fachada. ¿Quien sospecharía de un leal Tejón, en todo caso? Pero no iba a desconfiar de mucho de ella, después de todo era su prefecto y debía ser su guía por el castillo, en especial por ser nueva. Aunque mis intereses extra-oficiales de no ser descortés eran descubrir porque mis instintos me decían que planeaba algo, y si lo hacia saber que era.

Que Samie estuviera ahí tampoco me era de mucha ayuda, en cierto modo. Sabía que no era totalmente una bestia porque deseaba a Samie y tenia sentimientos por ella, pero si lo pensaba bien eso podía ser algo diferente, porque si lo tomas en cuenta sentir atracción no era una cosa netamente humana. Decidí no darle más importancia por el momento a Samie, me conforme con darle una fugaz y mirada para no olvidar su rostro y trate de continuar ignorándola.

Solté un bufido cuando Canette me hablo con ese tono de boba ese tono de pequeña indefensa, aunque bien fingido, confirmo mis sospechas, ella planeaba algo, no podía decirle nada mientras estaba su prima con nosotros. Así que me conforme con responderle seca y fríamente. -Todo el mundo es carne fresca en estos momentos; como prefecto te daré un consejo, aléjate del bosque prohibido pequeña no necesitamos otro cadáver en el castillo- Dicho esto continué mirándola inexpresivo mientras mi mente no dejaba de repetir los gritos de dolor de la chica que comenzaban a agradarme cada vez mas, era algo obvio para mi que ya estaba demente.

Me deje que hablaran tranquilamente, el tono frió de Ted no me sorprendió demasiado pero que le hablara así a mi prima me molesto un poco- ya, ya Canette sabe bien que hacer y que no, no hace falta que menciones cadáveres Ted- dije con tono seco mientras sacaba mi pluma mágica y comenzaba a hacer anotaciones en un pedazo de pergamino, tratando de concentrarme en la lista de capítulos que me interesaban de ese libro, planeaba hacerlo todo en mi habitación pero preferí no dejar a Canette sola, ademas esperaba que luego pudiéramos hablar solas sobre algunos temas familiares mas precisos.

Deje el libro que tenia en mi regazo haciendo un pequeño estruendo con la mesa y tome el siguiente de la pila y comencé a clasificar los capítulos para luego escribirlos en el pedazo de pergamino que tenia a mi lado, di un suspiro y bostece, ahora que recordaba a Ted le tocaba encargarse de las tejonas, di un leve suspiro- Ted se encargara de darte un tour por el castillo y demás cosas importantes, como decirte que no entres al bosque por ninguna razón pero de mejor manera- Dije observando rápidamente a Ted y volviendo la mirada a los libros, no es que yo siguiera precisamente las reglas pero siempre evitaba entran al bosque tenebroso, había demasiadas cosas dentro con las cuales no me interesaba encontrarme.

Miré fijamente a los ojos de Ted, es curioso, una mirada puede decir mucho de una persona, como decía mi hermano “los ojos nunca te mentiran, almenos que los entrenes para ello” Como yo hice durante largo tiempo…en los ojos de Ted podía ver cierto abatimiento pero también cierto éxtasis , ciertamente, este chico ha hecho algo horrible….y le ha gustado hacerlo, entonces el dijo que por nada del mundo me acercase al bosque prohibido…quizás el este relacionado con ello, quizás esconda algo allí,ya lo averiguaré…a su debido tiempo.


Algo no me gustaba de el, su resoplido, su gruñido…no confiaba en mi? Calmate Canette, le acabas de conocer, pero será mejor evitarle, en cualquier caso siempre podrás matarle si llega el momento de hacerlo, pero de momento has de ser buena, mi cara se mostro cordial ante las palabras, quizás un tanto extrañada, como si yo no entendiera las palabras de ted, era nueva, inexperta e ignorante del lugar, mire extrañada a samie intentando encontrar una respuesta, por suerte providencial, mi prima habló, diciendo que yo era lo suficientemente lista para saber que hacer y que no y menciono algo de un cadáver….interesante…me juego lo que quieras a que el cuerpo tiene algo que ver con Ted, me rasqué la nuca con algo de vergüenza mientras miraba a otro lado y dije:

-Aun no se que es el bosque prohibido,pero por el nombre no creo que sea un buen lugar…asi que mejor evitarlo como el señor Ted dice…-dije con sumo respeto mientras sonreía con inocencia al delgado chico de ojos psicóticos, entonces observe como Samie con una pluma escribía cosas en un pergamino, y volvía a decir que Ted se encargaría de hacerme un tour por el castillo, eso me gustaba…quería conocer el campoantes de colocar las fichas…

-Eso suena excelente Sam, cuando lo hacemos señor Ted?-pregunte con entusiasmo.

Samie trato de defender a su prima como suponía, aproveche de mirarla cuando me hablo pero al notar que me estaba tratando de ignorar como yo trataba de ignorarla igualmente, pero al notar que ella también lo hacía no pude evitar morder mi labio inferior con ira hacía mi mismo. Me quede mirándola mientras transcribía cosas de un libro a un pergamino; luego sugirió de que yo le diera un tour a su prima por el castillo, esto me serviría para hablar a solas con ella y conocer mas de la historia de la chica y realmente conocer cualquier cosa que me sirviera para descubrir lo que tenia entre manos.

-Cierto; yo me encargo de las tejonas, y tu prima de los tejones- El trato entre nosotros me servia por primera vez para algo distinto ademas de no tener que soportar a un chico idiota hablando de sus idioteces que seguramente para el serian interesantes, sonreí de lado un momento hasta que Canette volvió a llamarme Señor Ted. Lo formal nunca fue lo mio, pero tenia que enfriarme un poco y no ser tan rudo con la chica si quería que se abriera un poco conmigo. -Por favor llámame Ted a solas, no hay necesidad de ser tan formal Canette- Dije tratando de ser lo mas amable posible con ella.

-Podemos comenzar ahora mismo, tenia una idea de juntarme con un amigo pero esto es mas interesante e importante ahora.- Erick podía esperar unas horas, tenia todo el día para ir a verlo y contarle esta noticia y la historia de lo que había echo ayer que espero que no le emocione tanto como me emocionaba a mí. -Claro si a la cachetona de tu prima no le molesta tener que quedarse sola en la sala común- Añadí esto esperando que Samie no nos siguiera porque no creía que pudiera permanecer tranquilo con ella cerca, ya me estaba costando demasiado reprimir mis impulsos lo suficiente para no mencionar nada inapropiado frente a su prima.

Canette tomo la propuesta de que Ted la llevara por un recorrido por la escuela de manera extrañamente mejor de lo que pensaba, sabia que Huff no seria la casa mas indicada para ella ya que sabia que sus sentimientos hacia los muggles eran bastantes diferentes a los míos, a mi no me interesaban en lo mas mínimo excepto un hombre en especifico, solté un suspiro. 
Había echo el acuerdo con Ted por razones simples, me gustaba clasificar a los chicos de varias maneras era algo que me mantenía entretenida, supongo que Ted también tenía sus razones para aceptar el trato.

Mire de reojo a Ted cuando le pidió a Canette que no sea tan formal cuando estaban a solas, algo que teníamos en común Canette y yo era la formalidad nuestras madres habían insistido demasiado en eso, supongo que mi madre quería casarme joven con algún mago sangre pura y de gran renombre como habían echo con ella, algo fuera de moda pero era algo que no me había molestado nunca ya que disfrutaba mi vida en Durmstrang entre fiestas y magos ( futuros candidatos) realmente guapos aunque algo idiotas.

Escuchar a Ted decirme cachetona me saco del hilo de mis pensamientos,  haciendo que lo mire de forma penetrante - Tedoso supongo que ya sabes que disfruto la soledad- dije con una sonrisita encantadora pero falsa, alguien que no conociera mi verdadera sonrisa no notaria la diferencia lo cual era bueno por que pocos la conocían, baje la mirada y note el manchón de tinta sobre el pergamino, solté un bufido algo exagerado por algo tan pequeño y deje el pergamino sobre la mesa de manera brusca , era mejor esperar que se secara. 

Observe con aparente curiosidad la sinergia que había entre mi prima y ted, parecía que se llevaban mal, pero parecía que se llevaban estupendamente, estaba muy confusa en ese aspecto, no sabia realmente que extraño ambiente o hechizo había provocado esto, observe como Ted se mordia el labio inferior con fuerza al ver el vacio que mi prima le hacia, por qué? Por qué esas ansias de ted por recibir atención de mi prima? Que es lo que el esconde? Y que esconde Sam?
Samie acabó algo molesta cuando Ted se refirió a ella como “cachetona”?, pocos podrían dislumbrar esa falsa sonrisa tan bien hecha, pero la reconocería hasta en un cadáver putrefacto, tanto mi madre como mi hermana tienen la misma sonrisa cuando quieren esconder su descontento , yo no dije nada hasta que ted , me pidió que no fuera tan formal, la formalidad era algo imperdonable ante un desconocido, mi madre siempre hizo mucho hincapié en ellopero algo de la formalidad erasaltarse el protocolo si tu conversante te lo pedia…

-De acuerdo….Ted? puedo llamarte asi?

Dicho esto, se me ofrecio empezar el recorrido ahora, mi prima parecía querer estar sola asi que no vi motivos para negarme…

-De acuerdo…Sam…puedes encargarte de mis cosas cuando lleguen?-pregunte de forma familiar a mi prima Samie, entonces mire tranquilamente a Ted y dije en tono bastante alegre:

-Por donde empezamos?

Suspire entristecido y cansado y le dirigí una sonrisa lastimera a Samie no me agradaba ignorarla y al notar que estaba enojada, por la forma en que soltó un bufido por un pequeñísimo e insignificante detalle y lo peor de todo es que todo esto era posiblemente solo culpa mía. Así que tome la opción mas racional que me quedaba y decidí que debía mantenerme en mi posición firme de frialdad e ignorarla, debía mantener mis emociones al margen para escapar de esta situación en la que me encontraba, luego podía disculparme con Samie pero ahora era momento de descubrir que era lo que tramaba su pequeña prima.

-Vamos Canette, te enseñare el castillo primero y luego vamos a los terrenos hay mucho en el castillo que ver pero de seguro en poco tiempo te sentirás como en casa- Dije tratando de volver al aire de seriedad que tenia antes, le mire a los ojos y salí de la sala común despidiéndome del retrato de Helga Hufflepuff y cuando salí espere ver a que Canette me haya tomado el mismo paso.

Luego de llevarla por un paseo por el castillo en el cual le mostré las aulas de clases que no estaban usadas, las torres que servían para el aula de astronomía y la parte de fuera de la de Ravenclaw y cuando la saque de los terrenos deje de moverme en el puente del lago. Me quede mirando el lago que estaba sereno, las olas que se ven siempre en ese instante ni siquiera se movían, las luces del castillo que estaban en contra nuestro iluminaban lo justo dejando un contraste con el oscuro y profundo lago. Suspire y quite la mirada del lago. -Suficiente por hoy, ahora Canette cuéntame que te trae por Hogwarts- Dije dirigiéndole una mirada a los ojos que desde que estábamos en la sala común no lo hice.

Siempre me ha sido un tanto curioso de ver las reacciones de la gente, sobretodo las que conllevan algo negativo…y ted me acababa de deleitar con una muestra de decepción, tristeza y algo de amargura…tanto le importa mi prima? O es parte de algún insano juego que ellos dos llevan el uno con el otro ¿ sea como sea, me quede callada, esperando una respuesta de ted, haciendo como si no me diese cuenta de nada, de momento este no era mi asunto, por su parte, Ted se mantuvo aparentemente firme, y aunque durante un instante titubeo como una rama ante una suave brisa, decidio ignorar la situación, posando su atención en mi…
Con relativa seriedad, bastante forzada a mi parecer, me ofreció de buenas maneras que le acompañase a dar un paseo para asi poderme mostrar el castillo en si, silenciosa, asentí con la cabeza mientras dibujaba una afable sonrisa en mis labios , dicho esto ultimo, se volteo y comenzó a caminar de manera firme.

-Nos vemos luego sam!- dije afablemente a mi prima para después tomar el mismo camino que Ted poniéndome detrás de el como una pata y sus patitos.

Durante toda la tarde caminamos por el castillo, con una fría diligencia Ted me mostraba una a una las aulas, pasadizos y lugares de las zonas comunes, como la biblioteca, el comedor, donde ya había estado para ser seleccionada y los pasillos mas transitados, me estuve callada, prestando atención a todo detalle cual insignificante fuese, no conocía la zona y eso era algo vital para mi plan, también la aula de astronomía, una especie de terraza al aire libre…y al final acabamos ambos en un majestuoso puente de piedra, que se elevaba sobre las profundas y negras aguas del lago , cuales como un tapiz oscuro, reflejaban el matiz de colores anaranjados y rojizos que se mezclaban en perfecta asimetría a causa del inicio del ocaso…el sol se ponía tras las colinas boscosas y a mi espalda ya se comenzaban a diferenciar las primeras estrellas,timidas aun en brillar…

Ted entonces hablo por fin, y con mirada inquisitoria buscaba en mis ojos algo que improbablemente podría desentrañar, y yo mire a los suyos, en ellos vi reflejado , aunque de forma muy sutil , esa chispa característica que diferencia de un mago a un gran mago, una chispa de rebeldía e inconformidad, que te susurra, que te alenta a abrir tu propio camino…en sus ojos vi potencial ,un gran potencial , definivamente vi los ojos de un predador.

Me pregunto que hacia por Hogwarts, es curioso, incluso a través de mi entrenamiento exhaustivo para guardar apariencias, el era capaz, de presentir algo en mi….ya me había dado cuenta en la sala común…al igual que yo veía algo en el , algo que le diferenciaba del resto , quizás ele ra capaz de ver algo en mi…guarde mis apariencias a la perfeccion, sin mostrar duda ni nervios en mi respuesta, pero debo mantenerme atento con el…puede ser un gran aliado….o un terrible enemigo…

-Como sabrás creo, vengo del programa de intercambio entre el instituto Drumstrang de magia y hechicería y la escuela Hogwarts, no me gusta alardear…pero en drumstrang soy la mejor de mi promoción y como es costumbre allí, lo mejor es quien ha de representar al instituto,asi que me eligieron a mi para venir a estudiar aquí , en Hogwarts.- dije con una afable sonrisa, pero con tono sereno y tranquilo, guardando mis apariencias al detalle mas minimo.

Los ojos como decían eran la ventana del alma, y del mismo modo que en los míos tan variantes como el mismo poder de la metamorfosis que los hacia cambiar al exterior, se mostraban tan heterogéneo y multipolar al interior, variaban entre el brillo ansioso que buscaba una chispa de estabilidad de parte de alguien que era tan pasivo y distraído que claramente carecía de alguna estabilidad física o mental y los salvajes ojos de un predador que podían destellar chispas infernales, que amedrentarían a cualquier humano, o expresar un vacío frió y malicioso, formados solamente para causar inseguridad en las personas. Los de Canette expresaban lo mismo que note antes en la sala común por su sonrisa, el vació que se veía en sus ojos, parecidos a los de un cadáver, mostraban que ocultaba algo bajo una corteza hueca al mismo tiempo que desviaban eso a una interpretación a la que era un ser perverso que te hipnotizaría. Porque los ojos, esas ventanas que existían hacia el alma, eran la debilidad de alguien que escondía algo, era posible cambiar lo que mostraba un rostro a la perfección, pero ni el mejor espía ni un metamorfomago, como en mi caso, podía cambiar lo que se veía al interior de estos.

Drumstrang, el famoso instituto que era mas reconocido por la mala fama de su enseñanza de las Artes Oscuras, falta de admisión hacia cualquier alumno que sea pretendiente de una familia muggle y otras malas leyendas con poca fidelidad, que de sus 700 años de historia y de los magos famosos que habrían sido alumnos graduados de este colegio. Claro que yo no era quien para andar juzgando a la gente de donde venían, especialmente porque yo no era muy diferente a mi familia, los Black aunque rechazaban tener parentesco conmigo por tener sangre muggle, eran mas parecidos ami de lo que imaginaban.

-La mejor eh?- Dije mostrando una leve sonrisa de lado en mis rostro, que mostraba una pequeña parte de mis dientes incisivos hasta llegar a el gran tamaño de mi colmillo derecho, los pensamientos sobre la academia Drumstrang y el tema de que era la mejor se mezclaron en mi mente y me hicieron decir, de una forma demasiado poética a mi parecer. - Dicen que se siente una sensación tan dulce como el hielo cuando mueres por heridas, notas como todo tu cuerpo deja de existir y el dolor se va de forma lenta, mientras sientes como ya no tienes nada que hacer en este mundo que tu destino y misión aquí se ha terminado, que todo ha terminado- Mis ojos brillaban en ese momento mientras tomaba un respiro para luego añadir. -Y un ser que te sonríe toma tu mano, y aunque sientes temor al saber quien es el, este ser te tranquiliza y te lleva de la mano a su mundo.- Me acerque mas a ella mientras mi mano derecha, que en ese momento estaba escondida en un bolsillo se comenzaba a mover descontroladamente. -Pero hay un hechizo que enseñan en tu academia, que se lleva la vida de una forma distinta, este ataca directamente al alma de una persona y la arranca rápidamente sin que la muerte pueda presentarse, esta solamente la toma de tu ser y se la lleva a su mundo. Cuando presencias esto no notas nada de esto, pero si vez como el rostro de la persona sin expresión alguna, comienza a perder la vida de sus ojos, debido a que es por estos en que el alma es separada del cuerpo-

Simplemente sonreí, sonreí de forma afable ante el gesto de Ted, su colmillo derecho relucia como un puñal de marfil sobresaliendo de sus labios, me quede observándole largo rato mientras el sol lenta e inexorablemente se ponía, acentuando cada vez mas las sombras que ofuscadamente se formaban en los recovecos de las paredes del castillo, del puente, incluso en nosotros mismos, la escena era simplemente perfecta, escuche a Ted hablar sobre la muerte, sobre lo que algunos fantasmas decían, el chico se mostraba inteligente y de habla fluida, no es un cateto ignorante, sus ojos mientras hablaba, mostraban esos destellos de locura que tanto me complacen…caóticos y sin control , ted esperaría que mostrase temor, pero incluso en drumstrang he visto cosas mucho mas terroríficas y he quedado impávida , probablemente entienda que no soy una chica que no se asusta fácilmente, después de escuchar las observaciones sobre la muerte comente en tono cortes, como si fuese un debate como los de Drumstrang:

-Señor Ted, desgraciadamente no puedo refutar sobre su visión sobre los últimos momentos de vida, si bien, no he estado en tal situación nunca…asi pues puede que sea como dices, o puede que haya ciertas variaciones, o puede que sea todo diferente a lo que dicen, pero si algo es cierto es que tanto usted como yo, algún dia lo experimentaremos, mas temprano o mas tarde…

Si bien he visto morir gente, mucha gente amlo largo de mi vida, muchos de ellos no tenían paz en su rostro, solo dolor y terror, terror a la oscuridad que de forma total y completa, los arrastraría al olvido mas profundo y sinuoso, como una cueva tan profunda que cuando entras allí, nunca jamas se vuelve a saber de ti, pero entonces las siguientes palabras de Ted , gratamente me sorpendieron, hablo de cierto hechizo, si bien conocido por mi, que violaba todos los esquemas de la muerte…cierto hechizo que en el cual se instruye en Drumstrang, y aunque Ted no se lo inmaginase, ahora mas que nunca, no cambie mi sonrisa afable, ni me sobresalté lo mas minimo, simplemente volvi a contestar de forma sosegada y respetuosa:

-Si bien usted ,se refiere al Avada Kedabra, la tercera de las maldiciones imperdonables, ciertamente es un tema delicado, como bien sabrá, la comunidad mágica siempre se ha sentido reticente hacia las tres maldiciones imperdonables, y no lo negare, las conozco y las se invocar, se que no es algo de que enorgullecerse, pero incluso algo oscuro puede servir en pos de algo bello y puro, créame, si algo amenazase el bien de aquellos que quiero , sin lugar a dudas no dudaría en usar dicho hechizo, y apostaría mi mano a que usted tampoco dudaría, incluso los encantamientos mas infames pueden usarse para fines altruistas, eso es lo que en Drumstrang nos enseñan…

Suspire profundamente mientras me acomodaba el pelo tras la oreja derecha, ya casi había anochecido por completo , volvi a mirar a los ojos de Ted sin temer lo mas absoluto y volvi a comentar:

-No exculpo a esos magos o brujas que desgraciadamente usan ciertas artes para sus egoístas fines, esos magos son débiles de espíritu y si bien dichas artes requieren extrema preparación , ya que son capaces de abrirte tantos caminos que su propio uso indiscriminado seduce las mentes de muchos magos, que embelesados y admirados por el poder que las artes oscuras te ofrecen, caen victimas de su propio embrujo, corrompiéndose hasta la medula de sus almas y perdiendo todo resquicio de su humanidad, convirtiéndose en marionetas, marionetas rotas que solo se mueven bajo el vil y supurante influjo de su insana sed de poder, riquezas o reconocimientos, y esos son los magos que desgraciadamente traen mala fama a subdichas artes, solo traen miseria sin sentido , a la buena gente, asi que me gustaría que por favor, aunque sea una usuaria confesa de dichas artes, no me trate como uno de ellos, por el bien de mi convivencia en esta casa y en la escuela en general.

Un frio viento corrió por el imponente y agusto puente de piedra, ni el apartaba la mirada de los ojos ni yo de los suyos, hastaquesonrei de forma casi infantil y dije en tono amable:

-Samie debe estar furiosa, deberíamos volver no?

La chica hablaba demasiado bien sobre el tema como para ser una inexperta; cada segundo que pasaba y cada vez que miraba su rostro que amistosamente sonreía, no aparte mi mirada de ella ni un momento para mi era un intento de ver en que pensaba como si yo supiera legeremancia, pero mirarla hablando solo seguían alimentando mis sospechas, estaba casi completamente seguro de que ocultaba algo bajo su papel de estudiante de intercambio. Luego admitió conocer el Avada Kedabra, la maldición asesina, ciertamente ese era mi objetivo; hacer que admitiera que sabia usar las artes oscuras, no asustarla como al lo hubiera pensado. Muchos magos les temían a las maldiciones, aunque se trataran de cosas insignificantes, pero claro que habían varias familias que se enorgullecían de tener historia de magos oscuros y las usaban como metodo de amenaza o prueba de lo poderosas que eran. Nada mas que idioteces para mi.

Cannete no hablaba mas de halagos sobre las artes oscuras y como en su escuela las enseñaban, si cualquier persona estuviera hablando de esto me reiría en su cara por lo fanfarrón que seria, pero el rostro de la chica me asombraba porque apoyaba cada palabra que salia de la boca de la chica. Cuando termino de hablar un viento paso por el puente, como si un espíritu del viento hubiese pasado rápidamente, con mis ojos clavados en ella respondi inconscientemente su pregunta de si debíamos volver.

-No; te llevare al bosque para terminar este tour, tu prima nos puede esperar unos minutos mas ademas yo la se calmar-

Termine de hacer las anotaciones del ultimo libro y me dedique a limpiar la mancha de tinta que había dejado hacia rato, ya estaba relativamente seca así que preferí usar un hechizo,la sala común estaba ya reventando de gente lo cual era molesto escuche las campanadas del reloj y me di cuenta que ya estaba anocheciendo era hora de ir a cenar por lo que pude escuchar, tome mi abrigo y salí de la sala común sin atender al llamado de algún alumno que no me interesaba en lo mas mínimo.

Pase primero por el gran salón suponiendo que quizás Ted había llevado a Canette directo hacia allí cosa que dudaba, recorrí los jardines y pase por el campo de Quidditch pero solo divise a un montón de molestos mocosos haciendo travesuras los cuales con una simple mirada penetrante se habían disipado como moscas, resignada decidí recorrer el lago para despejarme no se por que me preocupaba es decir no es como si algo fuera a pasar, pero la llegada de un Corax a Hogwarts me tenia demasiado nerviosa para mi gusto es decir no solía meterme en lo de los demás pero actualmente me haba resultado difícil no hacerlo.Me detuve cerca del puente ya que notaba dos figuras posadas en el medio de este una de espalda ancha y altura otra pequeña, sus palabras me llamaron la atención Durmstrang las maldiciones, un escalofrió recorrió mi espalda aunque fueran echos obvios no quería que Canette los confirmara y mas enfrente de Ted, me acerque tranquilamente por el extremo del puente tratando de pasar desapercibida lo que usualmente se me daba bien cuando escuche a Ted decir algo lo cual no entendía, camine rápidamente y corrí bruscamente a Ted contra uno de los costados del puente para tomar a Canette de una de sus manos y mirar a Ted - A quien sabes calmar?- había dejado toda mi imagen amable que habia logrado crear atras y mientras soltaba el hombro de Ted acercaba a Canette hacia a mi- Enserio el bosque?? lindo tour y tu no se a que se debe esta inesperada visita pero creo que debemos aclarar algunas cosas querida prima-dije lo ultimo tratando de tranquilizarme ya que por alguna razón me había alterado, es decir que quería Ted llevando a mi Prima al bosque y que hacia Canette realmente aquí, no me gustaba ser ruda y menos con ninguno de ellos dos pero no me quedaba opción uno me tenia shockeada y la otra ponía en juego demasiadas cosas que había logrado.

El sol, distante tras las montañas, perdía por momentos espectro , hasta que de el no quedo nada, solo un leve fulgor que se reflejaba en las etéreas nubes del cielo, mientras que el cielo cambiaba el patrón azulado por uno mas oscuro, las sombras lo habían cubierto ya todo, haciéndose indistinguibles las unas de las otras, el susurro del viento, mas fresco por momentos , recorria el acantilado del castillo de Hogwarts, creando una delicada y sorda melodía, la bruma comenzaba a formarse en el lago a causa de la descendiente temperatura y la luna había reclamado su trono ya, en el oblicuo firmamento. Ted, me ofrecía sin tapujos ir al bosque prohibido, para seguir lo que llamaba el tour, decía el, pero ir a un lugar prohibido, al anochecer, solo puede decir dos cosas, o quiere matarme, o quiere decirme algo que nadie mas ha de saber.

El viento revolvía mi cabello a través de mi cara, escondiendo mi tonta sonrisa , por un lado podía aceptar, arriesgar mis planes ya que en cualquier caso o intento de agresión por su parte, un avada kedabra aun a mi pesar, seria suficiente, pero también podría ganar un poderoso aliado , por otro lado podría ir a lo seguro , seguir mi papel e investigar sobre el, descubrir que le mueve, que le motiva…pero antes de poder sacar una conclusión, unos pasos resonaron por el puente y algo me agarro del brazo.
Como había dicho, Samie no parecía muy contenta, había oído lo del bosque y le daba una reprimenda a Ted, diciendo con una notoria ironia lo buen “tour” que me ofrecia, me mantuve callada ante la conversación de ambos prefectos , entonces me atrajo a su pecho y me dijo que debía hablar conmigo seriamente sobre mis motivos aquí, la mire con cara de sorprendia, ella acaba de demostrarme que es una corax aun a pesar de todo , inteligente y perspicaz, pero yo soy aun mas lista, mi coartada es perfecta .

-Ahora que he hecho sam?- pregunte con tono sorprendido?

Samie había llegado rápidamente muy enojada posiblemente porque había escuchado toda la conversación del puente, si así fue yo estaba en problemas ,pero tenia que hablar con ella a solas, luego que se calmara un poco, para poder tratar con ella bien. Pero como escucho como dije que la podía calmar empeoro su enojo, ahora si tenia que huir de ahí.

No sabia porque dije eso si no era mas que una mentira vanidosa que no sabia si me ponía mas como un egocéntrico o como un idiota, o posiblemente ambos.

La verdad era que no podía ni calmarme a mi mismo, mi cabeza era un revoltijo de emociones que iba y venia. Desde que tengo memoria así siempre lo fue, bueno quizás no, había un momento o mas bien, hubo un tiempo en que yo no era tan complicado. No tenia hormonas que me volvían bipolar y mi sangre de licántropo no era mas problema que el miedo a la luna llena.

Pero no estaría mas en el castillo para desquitarme con la gente de ahí, de verdad ya no me creía un joven de dieciocho años, pero así parecía serlo y debía poner en orden mis asuntos como uno.

-Chicas, no quiero interrumpir este momento familiar, pero creo que en el gran comedor notarán la ausencia de los dos prefectos de Hufflepuff- Dije intentando convencer a ambas de que era mejor irse de ese lugar hacia el castillo. -Saben, me adelantaré para que puedan hablar de esto si quieren, le dire a McGonnagal que ustedes tienen una "charla de bienvenida" y por eso demoraban-

Pero antes de irme del lugar, no tan cómodo, "haciendo la del cuervo" tome a Samie del brazo y pegando mis labios a su oído le susurre, luego de hacer un hechizo Muffliato mental de manera discreta como medida adicional para que su prima no lo escuchara. -Después de comer ven a mi dormitorio, tenemos que hablar-