Paseando (libre)

Ya estaba a punto de irme cuando escucho unos pasos cerca mío, por lo que me di media vuelta y pude observar a una chica. Aparentemente era nueva. No la conocía, y por su túnica era Slytherin.
-Hola, qué tal? -
La saludo cordialmente con una fina sonrisa en los labios, y vuelvo a ver mi reflejo en el lago, corriendo las piedritas que tenía cerca a él.

-Bien también -
Le digo y tengo la sensasión de que estaba más cerca mío, ya que había decicido voltear al lago segundos antes no podía verla. Giro la cabeza, y efectivamente estaba allí. Me pareció algo raro, pero de todas maneras yo no podía decir nada al respecto. Me levanto delicadamente, y doy un giro sobre mi misma y le extiendo la mano, aunque había unos segundos en hacerlo ya que no parecía del todo amigable. Nunca había entendido el por qué del comportamiento de los alumnos de aquella casa, igualmente no era malo conocer todo tipo de gente.
-Cécile Leblanc -
Me presento y sonrío amigablemente, mirándola unos centímetros desde arriba. Evidentemente era más chica, no sabía si iba a presentarse pero de todas maneras yo lo había hecho.

Cuando acabé mi tarea en la sala común de Ravenclaw decidí salir un poco a los terrenos para que me diese el aire, llevaba toda la mañana encerrado en la torre haciendo deberes y por fin tenia la oportunidad de salir. Decidí coger uno de los libros que me habían regalado mis padres en mi visita del verano anterior y dirigirme al lago para leer. Siempre me había gustado pasar el rato en la orilla de aquel lago... casi siempre había poca gente y un silencio sepulcral que ayudaba a cualquiera a concentrarse en lo que fuera, lo único malo era el frío... estábamos en invierno y el viento era helado, además sentarme en la nieve siempre me dejaba los pantalones y el bajo de la túnica mojados, por fortuna acababa de entrar el invierno y aun no había nevado. El libro era muggle, pero aun así pintaba interesante... se llamaba "El Señor de los Anillos" y ellos me habían dicho que a lo mejor me gustaba... la verdad es que habían acertado.

Al salir a los jardines del colegio sentí el golpe del viento helado. Instintivamente me cerré el abrigo del todo y apreté mi bufanda, como no llevaba guantes guardé mis manos en los bolsillos del abrigo mientras apretaba el paso para entrar en calor. Mientras caminaba por los terrenos vacíos me imaginaba el crujir de la nieve bajo mis pies, era un sonido que desde pequeño me había gustado y cuando llegaba el frío antes de la nieve siempre lo añoraba. Finalmente llegué al lago, pero a diferencia de lo que esperaba pude ver un par de chicas hablando. Las miré de reojo... no parecía que fueran a estorbarme ya que no hablaban muy alto. Una llevaba la túnica de Hufflepuff y la otra de Slytherin, la de Hufflepuff parecía mayor pero nunca se me había dado bien poner edades. Pocas veces me había relacionado con gente de otras casas, casi siempre hablaba con Ravenclaws... pero nunca venía mal hacer otras amistades, pensé. Les sonreí levemente y ladeé la cabeza para saludarlas:

- Buenos días...

Me alejé un poco de ambas para no molestarlas y me senté cerca de la orilla del lago. Abrí el libro y comencé a leer desde donde me había quedado la última vez... aunque incapaz de concentrarme del todo en la lectura: la conversación de las chicas hacía que de vez en cuando mi mente divagara y se centrara en la conversación en vez de en la lectura.

- He salido a dar una vuelta, Hogwarts me aburre a veces, su rutina es algo pesada- contesto Norah.

Al mismo instante que decia eso un Ravenclaw se acerco al lugar donde estaban ellas hablando, se alejo unos metros y empezo a leer un libro muy concentrado aunque Norah, de reojo, pudo comprobar que de vez en cuando les echaba miradas, seguramente siguiendo su conversacion.
De lejos vio a Alice, la Gryffindor que habia conocido a unos dias.
Miro al extraño grupo que habian formado.
Un Ravenclaw, una Hufflepuff, una Gryffindor y una Slytherin.
Suspiro confusa.

- ¿Haces algo especial, tu por aqui?- le pregunto a Cecile que era con la unica que hablaba oficialmente en ese preciso instante.

Justo en una parte emocionante del libro llegó una chica de cabellos marrones, se veía joven y llevaba el atuendo de los Gryffindor. Escuché como saludaba a las otras dos chicas y como sus pasos se dirigían hacia mí. Habiendo decidido que me iba a ser imposible avanzar la lectura en aquel lugar cerré el libro poniendo un punto de libro y lo guardé en uno de los bolsillos más grandes de mi abrigo. Levanté la vista hacia la chica y le sonreí mientras la escuchaba y le estrechaba la mano.

- No creo que sea conveniente juzgar a una persona sin saber sus verdaderas intenciones y sin ni siquiera conocerla… Jack Neur, 6º curso de Ravenclaw... y para nada un "espía".

Le sonreí y me di la vuelta por completo para ver a las otras dos chicas. Me puse en pie y las miré a las tres, llegando a la misma conclusión que ellas decían: estábamos las tres casas reunidas. Solté una risa y miré a la que se había presentado, luego a las otras dos y tratando de excusarme dije:

- Perdonadme por escuchar vuestra conversación… pero es que a veces cuesta un poco leer mientras la gente habla y al final sin darte cuenta acabas prestando más atención a la gente que habla que al libro.

Sonreí a la chica de Hufflepuff y luego a la de Slytherin que parecía tener una posición más hostil. Les tendí una mano a cada una mientras decía con una amplia sonrisa:

- Soy Jack Neur… habréis deducido que soy Ravenclaw por la bufanda. Un placer…

Las miré a todas esperando sus respuestas y sus presentaciones. Me llamó la atención el acento de la alumna de Hufflepuff: me recordó mucho al de mi padre, hablaba fluidamente el inglés, pero tenía un deje de francés, así que para alardear un poco de mi don de lenguas y para comprobar si mis sospechas eran reales dije en un perfecto francés:

- ¿Eres francesa?, se te nota un poco en el acento

La miré dibujando una sonrisa con las mejillas algo sonrojadas temiendo que me hubiese equivocado al detectar su acento y que estuviese haciendo el ridículo al hablar en mi lengua paterna.

La chica me dijo que no me preocupara, eso me hizo sentir mejor, no me gustaba quedar como un cotilla… me recordaba a esa Ritta Skeeter que se metía en la vida de todos y eso no era nada bueno. Sonreí para mí mismo satisfecho de que no les hubiera importado demasiado. La alumna de Hufflepuff se presentó como Cécile Leblanc, nombre claramente francés. Me sentí completamente satisfecho cuando recibí su respuesta en francés. Me sentí genial por haber adivinado su procedencia solo por el acento. Ella parecía algo sorprendida, algo que aún me daba más puntos a mi favor. Solté una pequeña risa y contesté a su sorpresa aún en francés:

- Mi padre es francés y lo hablo desde pequeño… pero mi madre es irlandesa y yo nací allí… así que fui a estudiar a Hogwarts y no a Beauxbatons

Luego noté su incomodidad y también la de las otras chicas que al parecer no nos estaban entendiendo nada, así que retomé el inglés y me dirigí primero a ambas, notando ya la molestia evidente de Alice por mi falta de modales con ella, algo que me hizo sentir algo mal. Dirigí una sonrisa cómplice a Cécile:

- Digamos que soy un inglés raro…

Y me volví hacia Alice con algo de arrepentimiento.

- Perdona por mi falta de modales… es que al decir lo de que no era bueno espiar me sentí como un cotilla y por alguna razón me vino la imagen de Ritta Skeeter… no quiero parecerme en nada a esa mujer, la odio. Así que siento haberte hablado así… la verdad es que tú tampoco has sido demasiado cordial conmigo. – sonreí levemente - siempre podemos volver a empezar de nuevo…

Le guiñé un ojo y luego me volví hacia la francesa de nuevo, me interesaba saber si era francesa o venía de una familia “bilingüe” como yo:

- Cécile… ¿tú eres francesa o tienes padres de diferente nacionalidad como yo?

Metí mis manos en los bolsillos del abrigo empezando a sentir algo de frío en ellas y clavando mi mirada azul en los ojos de la chica.

Cécile me dijo que sus dos padres eran franceses y se encogió de hombros como queriéndome dar a entender que no era nada fuera de lo normal. Yo también me encogí de hombros, de hecho ya me lo esperaba. Al parecer se mostraba incómoda bajo mi mirada, pero aún así me preguntó si llevaba mucho tiempo allí. Asentí encogiéndome de hombros:

- Mis padres se mudaron de Dublín a Londres cuando yo tenía siete años. Empecé en Hogwarts a los once, como es normal… así que llevo bastante tiempo. ¿Tu llevas mucho por aquí?... ¿Qué curso haces?

Miré de reojo a Alice que parecía querer decirme algo, esperé que lo dijera mientras daba a vueltas al asunto de decir que mis padres eran muggles. Estaba delante de una Slytherin y había oído en numerables ocasiones que no les gustaban los “sangre sucia” como los llamaban ellos… Así que decidí callarme ese dato por miedo a la manera en que pudiera reaccionar esa chica. Se veía más pequeña que yo y sin duda yo debía tener más conocimientos en hechizos que ella… pero aun así no entraba en mis planes ningún duelo con fanáticos de la sangre pura. Si durante la conversación veía que eran de fiar lo diría…. Sino no se perderían nada.

Escuché su historia con interés, al parecer había estudiado en Beauxbatons y este era su primer y último curso en Hogwarts... algo bastante raro, ya que hubiese sido más fácil acabar los estudios en Francia y ya está en vez de viajar hasta Londres para hacer el séptimo curso. Ella dijo que tampoco lograba entender. Me preguntó en que curso estaba yo.

- En sexto...

Le sonreí ella era un año mayor que yo, seguramente la más grande de los que estabamos allí. Su mirada constante me hacía algo incómodo y sentía el rubor ascender por mis mejillas, pero se disimulaba un poco porque ya las tenía rojas por el frío, mi piel era bastante pálida y a la mínima emoción de vergüenza o incomodidad ya se enrojecía, por suerte las condiciones meteorológicas me solían ser favorables para ocultar mi rubor. La chica de Slytherin se notaba algo ausente y era el objeto de miradas de curiosidad de Cécile... ni siquiera se había presentado. La chica de Hufflepuff no tardó en darse cuenta de las miradas que le dirigía a Alice, algo que hizo que me ruborizara aún más.

- No... No es nada... solo que me había dado la impresión de que iba a decir algo - volteé la cabeza para ver a la Gryffindor - ¿querías decir algo, Alice?

Al sentir de nuevo la mirada de Cécile la miré de reojo a sus ojos que eran de un azul profundo, para que negarlo... era bastante guapa y me hacía sentir algo incómodo. Le sonreí levemente sin saber qué decirle y escuché la disculpa de Alice, que me sirvió para alejar la mirada de la francesa y estrechar por segunda vez la mano de la alumna de cuarto.

- Un placer conocerte, Alice... yo soy Jack Neur

Solté una pequeña risa, alegre de librarme de mi incomodidad:

- ¿¡Ves como no era tan dificil?!