Una mañana de felinos [Alyss(Y Argot también e.e)]

Tras la última salida al bosque, estaba cansadísimo, era un sábado normal, el sol suave cahía sobre mi torso desnudo, mientras dormía plácidamente en la cama vastido tan solo con el pantalón de pijama y un pequeño tigre sobre mi abdomen. Estaba tan profundamente dormido, que no me enteraba ni de que la pequeña criatura caminaba sobre mí, o por lo menos no me enteré hasta que me clavó una de sus garras en mi pecho.

- ¡Yo no he hecho nada..!- Girté levantándome medio dormido.- Oh Rayth, ¿te parece gracioso despertarme?

No sabía por qué pero era como si el animal se estviese riendo con la mirada, todo un bicho parecido a mi... Por desgracia. Me cambié rápidamente y al volver vi a un elfo domestico que acababa de hacer la cama y recoger todo, nunca me gustó que recogiesen y limpiasen mi habitación, no me gustaba la esclavitud en sí. Justo cuando iba a sacar la Saeta de Fuego para practicar n rato recordé que Alyss tenía que venir a mi habitación, había prometido enseñarle al pequeño tigre.

- Argot, ven aqui!! - oía que mis gritos se escuchaban por todos los pasillos de Ravenclaw. Mi gato parecía estar en la fase rebelde y disfrutaba con que le persiguiera. Se había colado por unas escaleras por las que no había subido nunca, de hecho no daban a las habitaciones de los estudiantes.
El gato pareció rendirse cuando le acorralé contra una puerta algo desgastada.
- Sabes que no puedes escapar de mi - dije con una sonrisa de triunfo. Vaya por dios, Erick era una mala influencia.
Miré hacia la puerta, sintiendo demasiada curiosidad como para probar a tocar por si abría alguien.

Oí un ruido detrás, y un aroma en el aire llegó a mi, también noté que Rayth miraba la puerta escondido entre las sabanas de la cama.

-¡Oh, eres un cagueta Rayth!- Le dije riendo, me respondio con algo parecido a un gruñido.

Abrí la puerta sonriendo, sin duda era ella, Alyss, se habría acordado que le prometí presentarle a mi pequeño acompañante, le hice uuna seña con la cabeza para que entrase. Rayth, por su parte, les dió la bienvenida escabullendose entre las sabanas hasta quedar casi cubierto por completo, pero la cola traicionó su escondite perfecto.

- Veo que traes a la bolita de pelo- dije riendo al ver al gato.

- Hola Dave -saludé sonriendo ante su puerta. En realidad no sabía como había llegado ahí, pero ya que estaba pasé a su habitación.- Parece que Argot ya tiene algo en común con Rayth- dije al ver que se escondía bajo las mantas.
- A ver qué hay por aqui... -susurré cantarina, dejando a Argot sobre la cama al tiempo que me sentaba y levantaba las mantas con cuidado.

Cerré la puerta cuando entró y cogí una silla para sentarme al revés y apoyar los brazos sobre el respaldo y mi cabeza sobre estos mientras observaba como Rayth miraba a Alyss con miedo, reí divertido, hasta Argot que era más pequueño parecía más valiente que él.

- Es muy tímido, no se portará de manera normal hasta que no se acostumbre a ti- Eso me recordaba a mi, era realmente tímido a la hora de conocer por conocer a alguien, es decir, ir y decirle hola a alguien que no conociese de nada.

Salté de la silla para arrodillarme frente a Argot en la cama, era como un pelche.

-¿Desde cuando tienes a la Bolita de pelo?-Pregunté acercando mi dedo de forma juguetona al gato.

Intenté tocar la cabeza de Rayth, susurrando su nombre como si asi fuera a confiar antes en mí.
- Me lo compró mi padre antes de venir a Hogwarts, siempre quise tener una mascota pero no pude por vivir en un coche asi que.. me lo dió como regalo de cumpleaños adelantado - sonreí sin quitar la vista del bulto bajo las sábanas. -Venga Rayth, soy horrible pero no te haré daño- dije riendo y acariciando con cuidado su rostro.

Argot, por su parte, abría los ojos como botones y miraba a Dave con curiosidad, levantando una pata como si fuera a tocarle para ver si era de verdad.

-Vaya, pues he de decirte que se parece a ti, la altura es prácticamente la misma- Dije riendo- No, tranquila, es broma- No era broma, pero en fin...- Es curioso como un ser tan pequeño, puede hacer que sintamos cosas que cualquier otra cosa no podría hacernos sentir- Dije mientras lo acariciaba entre las orejas.

Mientras acariciaba a la Bolita de pelo, observé que Rayth se atrevió a salir completamente de su escondite, "rugiendo" con un rayth tan característico suyo, no en vano, venía de ahí su nombre, parecía tener curiosidad por conocer nuevos humanos, al fin y al cabo, era la segunda persona que conocía personalmente. Volví la mirda a Argot, era tan pequeño que seguramente cavía en la palma de mi mano, no tendría ni un año... Le provocava con mi dedo para que se animase a jugar conmigo, siempre me encanto jugar con animales, y cuanto más grandes mejor, por eso quise un tigre.

- Hay que ver lo simpático que llegas a ser, Dave- dije irónicamente al oirle y alegrarme de que Rayth saliera de su "fuerte". -Hey.. hola bonito..- le saludé, acercándole mi mano para que la oliera, como hacía con todos los animales cuando les era desconocida.
- No creo que tenga que ver el tamaño... un ser grande también puede causar el mismo efecto, no?- contesté, abrazando al tigre cuando se posó en mi regazo. Era tan suave y cálido que podría haber estado así bastante tiempo.
Argot seguía mirando a Dave, sin saber si seguirle la corriente o volverse hacia atrás para saltar sobre el dedo y atraparlo.

Reí ante lo dicho, y la miré, no me había entendido, como casi siempre, realmente, era difícil entenderme, era un chico muy raro y lo sabía de sobra, por eso solía estar solo. Di un toque a Argot para picarlo un poco, a su edad lo normal era ser un pequeño bicho difícil de atrapar, pero parecía ser manso, o tal vez, sabía que no era humano.

-No me has entendido, lo que he dicho era una metáfora, quería decir que hasta los más mínimos detalles cambian nuestra vida, una palabra, una acción, una mirada... Si yo ahora mismo... Hiciese cualquier cosa, no sería igual, y por eso mismo, que este pequeñín te acompañe a todas partes te identifica bastante.

Miré a Rayth, no parecía tener sueño, normal, había dormido en mi cama desde la tarde anterior, miraba a Argot, mientras parecía disfrutar de las caricias de Alyss.

-Parece que le has caído bien.- Dije sonriendo.

Le miré por encima del lomo de Rayth.
- Crees que una mirada puede cambiar toda una vida? es interesante - sonreí- Creo que pienso lo mismo, aunque sea una acción mínima puede alterar el destino si la otra persona sabe leer esa acción y a veces los ojos dicen mucho más que las palabras - observé a Argot, que me estaba mirando por haber hablado.
- Si, me alegro de haberle agradado a tu mascota - volví a sonreir, acariciando con las llemas de los dedos el cuello del animal.
Mi gato volvió la cabeza hacia Dave y le atacó el dedo cuando estuvo despistado, queriendo atraparlo entre sus patitas.

Volví la mirada a mi dedo al ver que Argot intentaba cazar mi dedo, había conseguido que se picara. Moví el dedo e izquierda a derecha para hacerselo más difícil, siempre me gustó hacer eso con los felinos, parece que les encantan las cosas que se mueven.

- No creo que te alegres tanto cuando se me escape y vaya a tu habitación a despertarte-Le advertí divertido- Creo que es su deporte favorito.

Rauth parecía tranquilo, sin enmbargo, miraba con curiosidad a Argot con sus ojos claros, como si en cualquier momento tviese que probar que estaba ahí, y en ese caso, ver si sabía jugar, pero aun así, era seguro que perdería Rayth, al fin y al cabo, era un miedica.

Argot, si pudo abrir más los ojos, lo hizo. Saltó hacia atrás para retroceder cuando vio que su objetivo se movía, siguiéndolo con la cabeza de forma frenética hasta que empezó a agazaparse para atacar al dedo para quedárselo para él.
Me reí, yo también solía jugar asi con mi gato.
- No me importaría, a veces tengo frío, con Rayth durmiendo a mi lado creo que podría sobrevivir los días que bajan las temperaturas - contesté sonriendo.- además.. tengo el sueño profundo, no me entero de nada asi que no creo que haya inconveniente en que venga a visitarme por las noches mientras no espante a nadie que esté desvelado- seguí acariciando al tigre que miraba como jugaban y opté por un juego que siempre me había funcionado. Tiré de uno de mis cabellos y lo empecé a pasar como un hilo estirado sobre su cabeza hasta el hocico hasta que quiso morder el hilo para cortarlo. Era un juego simple, pero siempre funcionaba con los gatos, incluso con los grandes.

Vi que Argot se sorprendía con cada movimiento de mi dedo, e intentaba atraparlo, adoraba jugar con los animales, los felinos siempre habían atraido mi atención, pero lo que de verdad deseaba era jugar con un dragón, seguro que era impresionante e inolvidable. Una vez atrapó mi dedo hundiendo sus pequeñas garras en él, reí y lo cogí con la otra mano levantandolo, mientras lo ponía a la altra de mis ojos, lo miraba a los suyos fíjamente, era una pequeña bola de pelo muy interesante.

- ¿Qué me dirías si te digo que en lugar de uno iba a comprar dos?- Le pregunté sin apartar la mirada de su gato- Por desgracia, no vi más, además supe que ese tenía que venirse conmigo, pero realmente, habría sido mucho más divertido si tuviese un semejante a Rayth correteando por aquí.

Rayth, por su parte, había comenzado a usar una de sus pequeñas zarpas para atrapar el "hilo" de Alyss, ya que parecía que solo con sus fauces no consegía tenerlo para sí.

Le miré ante su comentario.
- Te diría que creo que con uno ya es bastante responsabilidad y también te pediría un prestamo de dinero- dije bromeando, sabiendo que esos animales no eran nada baratos.- Rayth estará bien, tú le comprendes bastante, no? - reí, burlándome un poco de él mientras seguía con el cabello frente al pequeño tigre que no conseguía su hazaña.
- Aun así, comprendo tus palabras al decir "tenia que venirse conmigo"... Una vez me topé con un vendedor de huevos de dragón, llevaba de bastantes razas, incluída la que más adoraba; el dragón germánico de noruega de cuello largo y elegante, habitualmente con los ojos azules y de colores extraños..- dije recondando el huevo que parecía algo metálico por las zonas de volcanes donde solían estar los nidos.
Argot miraba fijamente con sus ojos azules a Dave hasta que atrapó su nariz con las patas, sin hacerle daño.

-Vaya, parece que empiezas a anirmarte, ¿Eh?- Dije de forma burlona a Argot- Te picas muy fácilmente, igual que tu dueña.

Reí y la miré, vaya, por fin comenzaba a entenderme, eso era todo un logro.

-¿Y por qué no lo compraste?, yo lo habría hecho an que no pudiese comer en un año- Dije riendo- ¿Un prestamo? yo nunca te haría un prestamo, no es por nada, pero no me gusta dar mi dinero, preferiría comprarte algo como... No sé cualquier cosa barata, una Saeta de Fuego, un dragón, o cualquier burrada así de barata.

Tenía suerte de recibir paga de mis padres cada semana, sino estaría sin blanca.

Le tiré la almohada a Dave, verificando que si, era facil picarme.
- Bueno... tenía cosas mas importantes en las que gastar el dinero, no podía tener un dragón en el coche de mi padre, no teníamos dinero para mantenerlo y vivíamos todo el tiempo en territorio muggle, creo que son razones bastante relevantes.. y de haberlo comprado, tendría que haberlo abandonado en alguna montaña alejada..- dije apenada, no podría soportarlo, ni podría soportar dejar a Argot en ningún lugar que no fuera conmigo..exepto si estaba en peligro a mi lado, como haría con el dragón.- Preferí esperar, simplemente aun no era el momento.
Le miré incrédula ante las cosas que decía que eran "baratas"
- Tú estas loco... - contesté riendo- sabes de verdad cuanto puede costar un huevo de dragón germánico sin importar la procedencia? son de los mas complicados de conseguir por la localización y por la agresividad de los padres, son dificiles de amansar y no se les puede llamar "granjas" de crianza a lo que hay hoy en día para conseguir mercancía de este tipo. Son dragones muy especiales- señalé- nacen para un jinete y sólo con esa persona serán fieles. Su propósito no es ser domados, pero encuentran atracción hacia la energía que es parecida a la suya propia. Se sienten identificados y por ello pueden dar su vida por esa persona.

Dejé a Argot en la cama para coger la almohada, y devolversela, si quería pelea la iba a tener. Me acerqué a ella apoyándome en las yemas de los dedos, y gruñendo enseñando los dientes. Rayth ya se había acostumbrado a eso, y solía jugar conmigo a gruñir, por lo que dejó el pelo de Alyss y se inclinó para gruñirme mientras movía la cola. Mordí la nada haciendo sonar los dientes y mi tigre me respondió con lo más parecido a un rgido que podía a su edad, lo único que me faltaba era que Argot y Rayth se uniesen contra mi. Me senté con las pierns cruzadas y provoqué al animal a que saltase a mi, cómo no, lo hizo, clavando sus diminutas garras en mi ropa mientras intentaba escalar hasta mi hombro. Me dejé caer y Rayth parecía divertirse aplastando mi cara con sus patas delanteras.
- Creo que ya te lo he dicho alguna vez, pero... Te lo tomas todo demasiado enserio-Dije riendo mientras apartaba con la mano a mi mascota.

Puse los ojos en la nada, como si recordara algo.
- Si, supongo que si. Aunque me quedo atrás con tus instintos animales
Le estampé la almohada sin moverme de mi sitio, haciendo una curva con mi brazo hasta dar en su cara.
Luego me reí.
- Pero tienes que admitir que soy divertida- dije sonriendo y llamando a Argot por su nombre, el cual pasó por encima de Dave para llegar hasta mí.

-Mis instintos animales son sagrados eh-Avertí riendo mientras Rayth se divertía intentando coger mi mano.-Sí... Muy divertida...

Reí al notar a Argot pasar sobre mi, al momento, Rayth advirtió que esa bolita blanca se movía, y sintió curiosidad hacia él. Dejó en paz mi mano y se acercó al gato. El tigre saltó a la cama, subiendo a trompicones, y llegó de nuevo hasta Alyss, miraba con curiosidad a Argot, y lo olfateaba de lejos, seguramente se preguntaba si era como él, pero diferente. Rayth levantó una de sus patas traseras temeroso como si al tocar a Argot fuese a desaparecer, y la acercaba y alejaba de la bolita de pelo, mirandome de vez en cuando como si no supiera que hacer.

Miré la escena y luego a mi amigo.
- Tanto que te quedas sin palabras? - pregunté alzando una ceja.- Vamos Dave, sabes que puedes hacerlo mejor, saca tu instinto animal que llevas dentro! estas muy callado - le di con la almohada en la cara otra vez hasta que lo tumbé, riéndome.
Argot por su lado se hacercaba a Rayth con curiosidad, oliéndole el pelo desde una distancia prudente.

Recibí el golpe de almohada y cai al suelo riendo.
- ¿Nunca te han dicho que el que calla otorga?- Pregunté divertido mientras me erguía de nuevo para ver lo que hacía Rayth, era un miedica, eso estaba claro, pero con Argot se comportaba de manera extraña, como si temiese qe desapareciera si lo tocaba. Me levanté hasta quedarme en cuclillas, me acerqué a ella hasta llegar a su cuello y sonreí dando peqeños mordiscos al aire, para hacer sonar mis dientes
- Bueno... Si quieres puedo morderte... -Dije aguantando la risa- Aun que es sabido, que la belleza amansa a las bestias.

Argot saltó encima de Rayth, caminandolo hasta llegar a mi y mirando a Dave como si estuviera profanando su territorio, intentando llamarle la atención al tocarlo con la pata.
Miré a Dave sorprendida por su reacción.
- Deja de bromear, Dave, yo no veo ninguna belleza aqui, quizá te tengas que pasar al territorio de las serpientes para encontarla, esas sí te morderán - dije riendo mientras le cerraba la mandíbula.

Reí mirando al pequeño gato sin hacer mucho caso de lo que dijo Alyss, aun que Slytherin...Nunca habría sido de esa casa.
- A si que eres un valiente eh?-Dije mirando a Argot- Venga, vamos enseñame lo que sabes hacer.
Saqué mi varita y le puse los bigotes de color rosa.
-Ahora le gustarás más a tu dueña, tengo entendido, que adora ese color- Dije mirando de Reojo a Alyss sabiendo que detestaba el rosa.
Aun que Rayth era un miedica, pareció echarle valor, por que antes de que Alyss pudiese hacer nada, ya estaba mordiendo su camisa para alejarla de mi. Tomé al pequeño gato en brazos y le devolví el color a sus bigotes. Lo puse boca arriba en mi brazo, y le acaricié esquivando sus pequeñas patas, hasta que comenzó a ronronear.

Puse una mueca desagradable al ver a mi gato con rosa.
- Ahora si te voy a maltratar, aunque seas un licántropo más alto y todo lo que tu quieras, pero no vas a escapar! - dije sonriendo de lado mientras palpaba a Rayth para calmarlo, levantándome y empujando a Dave con violencia para que cayera sobre su cama después de recoger a Argot, que ya habia recuperado su color de bigotes. Me quedé de pie, mirando a mi gato- Miralo como me defiende, es el hombre de mi vida (?) - dije acariciando a Argot, que no había dejado de ronronear.

-Sí, quizás tu tengas un gato... Pero yo tengo... Tengo...-Busqué entre todo lo que tenía en mi cuarto y en contré una recordadora- ¡Tengo esto...!
Ví que se volvía roja y la dejé de nuevo en su sitio, buscando otro nuevo utensilio con el que atacar, parecía no tener nada que usar, por lo que tendría que acudir a la violencia física.
-Vamos -Dije incitándola a que me atacase- Si crees que puedes vencer al lobo ven a demostrarlo.
Me revolví entre las sábanas mientras Rayth saltaba de la cama y se ponía tras de Alyss empujando con s diminuta cabeza para que se acercase.