No tengo otro lugar a donde escapar [Ted]

Recuerdo del primer mensaje :

Suspiré y dejé caer mi mejilla sobre las páginas del libro abierto, mirando a la nada. No tenía ganas de volver a la torre de mi casa ni tampoco deambular por el colegio como siempre hacía. Encerrarme en mi habitación era deprimente y hacía frío para salir a los jardines.
- Quiero irme de viaje..- susurré, cerrando los ojos como si quisiera escapar de mi cuerpo por un momento al menos. Al menos la biblioteca era acogedora con sus libros y sus estantes cargados de más libros y libros y libros...y libros.
No me sentía muy bien.

Reí.
- Si tuviera un ejército Inferi, tú serías el que irías en cabeza -dije sonriendo mientras le hacía mover los brazos y las piernas y le subía encima de la estantería. - sería interesante tener a un licántropo Inferi - dije con curiosidad. - pero no podría ser mortífaga, Ted - le mantuve en el aire mientras me recogía el pelo con una cinta para poder ver mejor.

-Seria el Capitan Guapo o mejor Capitan Handsome suena mejor asi- Dije sonriendo al ver como me movia. -Y no puedes tratar con Dave...-Se me resfalo ese detalle. IDIOTA NO PIENSAS ACASO EN QUE TALVEZ NO LO SEPA?. -Digo porque no?-

- Desde luego, podrás llamarte como desees mientras me des victorias - sonreí y luego le miré- Dave.. no estaría mal que se incorporara también, después de todo, es uno de mis mejores amigos, pero yo me refería a tí, sé que eres medio lobo - le miré divertida, no iba a decirle quién me lo había dicho.

QUE!!!!... RODARAN CABEZAS!!!, Calma Teddy podra conservar el secreto, PERO IGUAL RODARAN CABEZAS, Estupidas voces interiores que cuando se ponen de acuerdo es solamente para hacerme sentir dolor de cabeza. -Ehh hablemos esto en privado quieres?- Dije sin mover mi pelo no estaba sintiendo metamorfia, que pasaba? no tenia idea.

No pude evitar reir un poco cuando gritó de esa forma y todos se giraron hacia nosotros. Le bajé al suelo al instante, parecía que ya estaba curado de la zombierexia.
- Como desees, aun así, tranquilo, no pienso decir nada.. estoy guardando tantos secretos desde tan pocos días que ya tengo cuidado de todas las palabras que uso todo el tiempo - sonreí un poco, parecía tenso. Quizá no tendría que haberlo mencionado.

-Pues dime quien lo Dijo Alyss- Dije con una sonrisa sentandome. -Porfavor no te sientas como una delatora solo dime quien fue- Para poder matarlo Decia mi voz interior.

Me apoyé en el respaldo de la silla, fijando mis ojos en los de él. Sentí que no debía hablar más de lo que había hecho.
- No creo que sea necesario decírtelo si no vas a hacer nada al respecto - sonreí.- no rodarán cabezas, Ted, al menos no de los míos - añadí. Ted era muy amable, pero sabía que tenía un lado salvaje que podía despertar si se le incitaba a ello. Era impulsivo, como yo y sabía que tenía que tener cuidado a partir de ahora. Aunque bueno, cualquiera se molestaría si alguien dijera su secreto a otros.

-Ah fue el cara de perro?- Dije viendola fijamente tratando de recordar la legimancia, legimancia donde estas al final los esfuerzos........ fueron nulos no recorde como hacerla. -O acaso fue Serpentino?- Dije recordando un sobre nombre para molestar a Teo.

Me reí por los motes que había usado.
- No te diré nada, Ted- contesté. - y menos si sigues insistiendo tanto sin decirme que no harás nada si te lo digo.. y ahora no me vengas con que " no voy a hacer nada, sólo quiero saber.." porque no me lo trago - sonreí.
- Venga, no seas así, soy de confianza, no sé por qué tienes que molestarte tanto - comenté y suspiré- si quieres puedo enseñarte mi secreto también, sería lo justo.

La mire con ojos de malos amigos. -Bueno entonces te convencere mientras caminamos por los pasillos tanto estar en este lugar hace que pierda mi cordura- Dije riendo y esperando que me ayude dado que no podia pararme todavia.

Noté su mirada y endurecí la mía. No iba a retirar los ojos cuando me miraban así.
- Como desee el señorito Hufflepuff- dije sonriendo un poco y pasando el brazo por su espalda para que incorporara. Era definitivamente más grande que yo, pero parecía que no podía moverse ni un centímetro.

-Gracias por la ayuda querida Alyss- Dije parandome apoyado en ella y en mi pie izquierdo que tenia mas fuerza que el derecho raro debido a que no era surdo. -Ahora me prometiste un secreto para equilibrar la balanza-

Le ayudé a caminar para sacarlo de la biblioteca.
- Si, es lo que dije, pero no te lo voy a enseñar dentro de la escuela, como comprenderás - dije, mirándolo de reojo cuando cerré la puerta.

-Que tal la sala de los menesteres?- Dije sonriendo y apoyando mas mi pierna para que no hiciera tanta fuerza. -Es algo oscuro acaso como que eres vampira?....o acaso Telekinetica-

Junté las cejas como si estuviera de broma.
- Claro que no, pero esta bien, la sala de los menesteres me servirá. - Dije, y al instante una puerta se materializó frente a nosotros. Nunca había entrado ahí, pero tenía curiosidad por hacerlo.

-Anda no hay muchas criaturas malvadas o peligrosas adentro- Dije sonriendo. -Amenos que quieras que hallan-

- Nunca viene mal algo de entretenimiento, no crees?- sonreí a su vez y entramos en la sala. No había absolutamente nada dentro, exepto algunos barriles en las esquinas.
Me sentí un tanto nerviosa cuando le solté y me adelanté unos pasos. No le había dicho eso a nadie, exepto a mis mejores amigos.. quizá tendría que enseñarle sólo una parte. Si, quizá con eso solo bastaría.

-Pasa algo Alyss- Dije viendo lo nerviosa que estaba. -No es necesario que lo hagas si no quieres-

Me giré cuando oí su voz.
- En realidad.. he estado investigando sobre mi secreto.. y aun no consigo encontrar el por qué de lo que me pasa, mi padre nunca quiso contarme por miedo a que me pasara algo - dije, sentándome en el suelo. Debía decírselo, sentí que podía confiar en él.
- Comenzaré diciéndote sobre lo que mi cuerpo genera antes de enseñarte nada y las teorías que he buscado - dije, mirando a sus ojos con seriedad. - Supongo que no sabrás nada sobre J. J. Becher, que introdujo la teoría del "Phlogiston".. bien. - saqué un rotulador del bolsillo y comencé a dibujar una simple figura humana en el suelo.- Según su teoría sobre sus cuatro elementos llamados aire, agua, tierra y fuego..- hice los símbolos al rededor de la figura - es falsa. Los únicos elementos verdaderos son el agua y la tierra- alcé la vista para ver si me seguía y seguí dibujando- los otros dos son agentes de las transformaciones, meros resultados de reacciones. Pues bien, nosotros estamos formados por tierra y agua, en mayoría componentes inmediatos de los cuerpos minerales eran tres tipos diferentes de tierras. Cada una de ellas portadora de una propiedad: el aspecto vítreo, el carácter combustible y la fluidez o volatilidad. La tierra que denominó “terra pinguis” se consideraba portadora del principio de la inflamabilidad. Su nombre podría traducirse como “tierra grasa” o “tierra oleaginosa”, que en la alquimia se conoce con el nombre de azufre, aunque Becher empleó también otras expresiones para designarla, entre ellas “azufre flogisto”, significa Inflamable. El flogisto era un principio ígneo que formaba parte de las sustancias combustibles. Cuando éstas ardían, el flogisto se desprendía, pasaba a otra sustancia capaz de recogerlo y daba lugar a un movimiento que era el origen del calor y el fuego, observables habitualmente en la combustión. - Esperaba que no se durmiera en mi explicación, de todos modos, seguí hablándole- Cuando un cuerpo arde, el flogisto se desprende y sólo queda la sal, vemos pues, que, según los alquimistas, los seres están formados por flogisto y sal en esencia, siendo que el flogisto se componía del alma y el espíritu. Siento que me voy por las ramas.. pero es importante que te diga sobre esta teoría; si un ser está formado por flogisto y sal y cuando lo quemas, solo queda la sal, al encerrar el flogisto podría ser perfectamente posible volver a recomponer ese ser. - Dejé de dibujar, terminando la primera teoría. - Mi cuerpo genera flogisto de forma natural e interminablemente, pero eso nos lleva a la segunda explicación, ya que como es evidente, un cuerpo no arde porque sí y sigue sin estar dañado. - comenté, recordando las palabras - a ver.. bajo ciertas circunstancias la electricidad estática que poseemos sube hasta niveles tan peligrosos en el cuerpo humano que una descarga en forma de chispa puede prender, ya de por sí, el límite inferior para que una descarga eléctrica pueda ser percibida por un ser humano es de 3000 voltios. Según John E. Heymer, a causa de personas con desequilibrios emocionales, un proceso psicosomático puede disparar una reacción en cadena liberando hidrógeno y oxígeno dentro del cuerpo, detonando una reacción en cadena de explosiones mitocondriales. Mi cuerpo.. - me detuve, recordando los sueños o "pesadillas" que había compartido con Teo. Aquello aun me preocupaba. - mi cuerpo es energía pura, no soy fuego, sólo lo genero por la evolución de la energía en forma de luz y calor..- concluí.
-El por qué de invulnerabilidad aun me es desconocida, pero puedo explicarte el resto con bases científicas, como puedes ver.. aunque no sé por qué te estoy contando todo esto, después de todo, aun no me acostumbro a la magia y necesito recurrir a la ciencia para encontrar lógica. Espero que no te hayas aburrido mucho. - dije sonriendo un poco mientras me levantaba para mostrar lo que sabía hacer.

Analice todo lo que escuchaba para un mago comun seria imposible decifrar eso, para mi suerte yo pasaba mis vacaciones con los muggles asi que sabia sobre sus lecturas y superticiones. -Piroquinesia?- Dije sentandome en el suelo con las patas en posicion de loto. -No sera eso?-

Genial, le había dado todo un discurso para que me saltara con Piroquinesia.
- No, la piroquinesia es el manejo del fuego.- respondí tranquila- yo no pude controlarlo hasta.. - recordé a Teo.- hasta recientemente - ayer, mejor dicho.- antes, me era imposible y eso era realmente horrible, peor que ser un hombre lobo, porque al menos tú sabes cuándo corren peligro los demás.. yo simplemente explotaba con cualquier estímulo emocional grave, sabes lo que significa tener una bomba como yo cerca de una ciudad? - dije con el rostro ensombrecido.- Mi padre evitaba entrar en ellas..Mi energía es demasiado incontrolable, necesito de una que me calme para poder mantener cierto control sobre el fuego que, repito, genero - dije a la vez que alzaba una mano hacia él, haciendo que mi piel comenzara a arder. Le miré arqueando una ceja- luego me dicen incrédula cuando veo a alguien usando varita y tirando rayos de luz que en realidad son tu propia energía.. - me reí un poco- qué pasaría si no necesitaras una varita para canalizarla? - apagué el fuego, dejando que pensara un poco más en lo que le había dicho. Era demasiada información para asimilar de una vez, pero si no se la decía toda junta, surgirían dudas en su cabeza.
- Ted, el fuego es energía, tú mismo tienes energía dentro capaz de transmutar objetos, sólo que necesitas un artefacto para hacerla salir- señalé- tu energía, llamémosla flogisto, es limitada y necesita ser restaurada con lentitud, como cuando te sientes cansado de un duelo - ejemplifiqué- la mía no se acaba, de otro modo, no sería capaz de arder como lo hago, conlleva gran carga de energía que debo liberar para mantener la combustión.

-Mmm segun me dices tengo solo algo que decir sobre esto- Dije parandome y mirandola fija. -Bienvenida al Circus fenomeni- Dije con una reverencia, la risa siempre era un buen remedio.

Miré hacia Ted. " Circus fenomeni"? Me gustaba esa definición.
- Encantada, caballero - hice una reverencia usando mi falda como si fuera un vestido y sonreí.
Me fijé en su aspecto, analizándolo por un momento.
Di unos pasos hacia un lado, empezando a curvar mis labios de lado.
- Me enseñarías tu forma, animago? - pregunté, tenía más interés en esa característica que la de licántropo- siempre he querido ver un lobo de cerca. - me detuve, sonriendo a unos pasos de él.

-Bueno sientete libre de tocar y observar lo que quieras- Dije dando una reverencia y con un chasquido de mi mano derecha presumi mi habilidad de transformacion y me volvi un lobo con pelaje verde. -Paresco pintura de callejero- Dije pero ella no me entendio.

Vi que su cambio duro los mismos micro segundos que tardaba Teo en convertirse en serpiente. Debía de ser tan fácil como respirar para ellos..
- Vaya.. nunca había pensado que un lobo pudiera ser verde - sonreí, mirando mi color favorito mientras me acercaba. Oí que grunía como si estuviera diciendo algo, lástima que no le entendiera.
Me arrodillé ante él. Era más grande que yo.. definitivamente, un lobo era más grande incluso que un perro normal. Seguí mirando hasta que alcé una mano con lentitud para tocar su cabeza.
- Qué suave.. - curvé mis labios, notando que el pelaje que se colaba entre mis dedos.