Curiosidad

La curiosidad mato al gato, me dije primero, pero aun asi empeze a bajar las escaleras hacia el dormitorio de chicos. El gato quedo muy muerto, me dije despues, pero no me detube. Esta era mi casa desde siempre y nunca me habia acercado ni un poquito al lado de los cuartos de los chicos. Tal vez porque no es tu lugar, me reprendi interiormente. Tu lugar esta al otro lado, con todas las chicas.

- Estara bien, lo maximo que pueden hacer es decirme que me vaya.- me dije en voz alta, eso me detubo inmediatamente ¿Que me dijeran que me fuera? Un sonrojo cubrio mi rostro ¿Eso era lo maximo? Seria realmente vergonsoso que alguien me viera aqui ¿Que pensaria?

Voltee, dispuesta a regresar a la sala comun, pero escuche pasos bajando. Oh, Merlin, no dejes que me atrapen, rogue y me escondi detras de una estatua, cubrio mi rostro con mis brazos y me quede apretada en la pared.

Lo escuche bajando por las escaleras, su paso era tranquilo, eso era lo único que tenia para saber su estado de animo. La verdad es que pensar que la encontraran en el cuarto de chicos era vergonzoso, pero el chico no se dio cuenta. Suspiro tranquila, pensando que pronto se iría.

Escuche el chasquido de sus dedos y me estremecí, ¿Qué esperaba para irse? De pronto el ambiente se lleno de humo de cigarrillo, tape mi boca para no estornudar por el horrible olor. Odio el cigarrillo, pero el chico decidió fumar aquí, en un lugar cerrado. Me moví suavemente para colocar la túnica en mi boca y en la nariz para evitar el olor. Mi túnica olía a flores, me empezaba a relajar, cuando escuche su voz.

Descubierta, Penélope, debes fingir que estas en tu derecho de estar aquí, pero por alguna razón, no pude hacerlo. Asome mi rostro sonrojado por detrás de la estatua. El chico miraba con una sonrisa que me pareció burlona.

- Penélope Nott.- respondí con voz segura, aunque que lo viera por detrás de la estatua realmente no parecía la actitud de una chica segura. Así que me levante suavemente y salí de detrás de la estatua.- Estoy aquí… para asegurarme que no fumen en los pasillos.- dije con una sonrisa de triunfo, entrelace mis dedos en mi espalda.

Si el chico decidía que no me creía y preguntaba a alguien mas sabría que yo no tenia derecho de estar aquí ¿Qué rumores se podían crear de esto? Si llegase el caso, apelaría al sentido del honor del chico, podría hacerle saber lo que esos rumores harían en mi reputación.