Ya han pasado un par de días...[Chiara]

Tras un tiempo, por fin, había conseguido controlar lo de escupir fuego, ya incluso sabía escpir peqeñas bolas del tamaño de un escarabajo, pero me divertía más silbar, que era lo que hacía mientras me dirigía al bosque, cuando silbaba, salían pequeñas llamas azules, me divertía mucho, por que los demás almnos solían pensar que era un chicle de azufre o algo parecido.
Por fin llegué al bosque, esperaba a que llegase Chiara, le había dicho que nos veíamos aquí en un par de días, no me esperaba menos que apareciera, había dejado a Krush en mi habitación, durmiendo en mi cama, an estaba creciendo, era muy pequeño como para llevarlo de aventuras.
Una vez allí, subí a la rama más cercana, y me senté a esperar a Chiara, silbando una canción que había escuchado en Londres, en las estación de tren, me gustaba bastante.

Seguí sin saber a cuantos días se refería ese "par" asi que opté por pensar que eran dos, tampoco sabía qué parte del bosque se había referido Sidilion, aun asi, fui a buscarlo sin importarme saber dónde iba a encontrarlo.
Guardé las manos en los bolsillos mientras caminaba a paso tranquilo entre las hojas muertas del suelo, era agradable pisar ese colchón de hojas que seguramente eran del otoño pasado. Ya estabamos en primavera pero lógicamente esas hojas no iban a desaparecer, se acumularían año tras año.. que pasaría tras cientos de esos años? Acabaríamos con el suelo más elevado? Quizá enterrados bajo las hojas?.. o puede que vivamos en túneles..
- Sidilion?- me giré hacia el sonido del silbido.

Sonreí al escuchar la voz de Chiara, y deje de silbar, pero aun tenía unas pequeñas llamas azules en mi boca, no me quemaban, era como simple aire, serían ventajas de ser medio dragón. Bajé del árbol y me acerqué a ella. Me gustaba como se veía en el bosque, bueno, también me pasó en el aula abandonada, seguramente me pasaría en todos los sitios.

- Estoy aqí.- Dije una vez bajo del árbol.- Menos mal que has venido, quería enserñártelo a ti antes que a Teo... Bueno, no sé si sabes quién es Teo... ¡Bah da igual!... Creo que ya sé el nombre del dragón que hay en mi interior, quiero despertarlo... ¿Te gustaría verlo?

Por fin desaparecieron las llamas de mi boca, pero estaba deseante de transformarme, aun no lo había hecho, pero estaba seguro de que podría hacerlo si despertaba al dragón interior.

Pude ver que echaba unas pequeñas llamas de la boca y me rei un poco. Era divertido verle hacer eso, al igual que con el humo.
- Conozco algo a Teo - dije sonriendo cuando ya se acercaba a mi lado - no creo que importe que me lo enseñes a mí primera, guardaré el secreto si lo necesitas, porque obviamente no me voy a negar a ver cómo "despiertas".. - comenté emocionada por ver qué iba a pasar.- Quiero oir su nombre.
No sabía muy bien por qué el chico confiaba tanto en mí como para querer que yo le viera primera, ni tampoco por qué yo confiaba en él y quería serlo. Sólo le habia visto una vez antes que esta, no lo conocía, pero eso se podía arreglar.

Sonreí divertido, si quería verlo, no podía negarme, además, yo deseaba despertarlo, quería saber como era ser un dragón.

- Bien, quédate a un lado... No quiero que te quemes.- Advertí mientras le daba la espalda.

Me desprendí de la túnica, dejándola a un lado junto a un árbol y lo mismo con la camisa, dejando al descubierto el torso, cerré los ojos durante un momento.

Has progresado muy rápido... Ten cuidado, no sobreexpongas tu cuerpo...

Bsque en mi mente, me metí en los recuerdos del dragón, ya estaba dentro, me había dejado pasar, busque entre tantas puertas de pensamientos, recuerdos, sentimientos y toda clase de sensaciones. No era consciente de ello, pero estando dentro de su mente, el humo salía en pequeñas hileras por cada poro de mi piel, aumentado s oscuridad. ¡Sí! Ya había encontrado el nombre. Mi cuerpo ahora estaba envelto en llamas, y un aura de fuego que rdía pero no me quemaba, ni siquiera mis pantalones ardieron... No del todo, las hojas secas del suelo, comenzaron a enegrecerse. Cuando ya tení el nombre atrapado, todo ceso, no hubo fuego ni humo, solo silencio.

- Despierta... Kiltheinar...- Dije mirando hacia atrás para dirigir una fugaz mirada a Chiara.

El fuego se avivó mucho más que antes sobre mi ser, en lugar de mi ser, solo se veía una columna de fuego de mi altura. Esta se disipó con una pequeña explosión de aire, en lugar de Sidilion, el humano, allía estaba Kiltheinar, el dragón, pero seguía teniendo consciencia, seguía pudiendo controlarlo. Mi tamaño no era mayor que el de un caballo, mis extremidades delanteras, eran dos grandes alas negras como la noche, que terminaban en tres pntiagudas garras, las traseras, parecían hechas para desgarrar y llevar presas muertas. Mis ojos amarillos lo veían todo con nitides, incluso mis escamas negras se verían mejor con estos ojos. Me acerqué a paso lento hacia Chiara, y le susurré utilizando la mente, como solía hacer con el dragón.

Este es Kiltheinar, o lo que queda de él, era diez veces más grande.

Me aparté en cuanto me lo dijo y observé lo que pasaba con su cuerpo. Pronto se prendió fuego y contuve la reacción de apagarlo cuando retrocedí unos pasos.
Mis ojos no se apartaron de él en todo el rato hasta que Sidilion pronunció el nombre..y al poco ya no estaba allí mas que un espléndido dragón negro que me miraba con sus ojos amarillos.
Su voz resonó en mi cabeza con el tono de Sidilion..no sabía que se podían comunicar mentalmente, era cosa de sus circunstancias?
- Diez veces más grande?.. - repetí, como si hubiera oído alguna alucinación. - Bueno, tamaño estándar es siempre más práctico, no? - sonreí, acercandome con algo de cuidado a él. Era muy bonito, sus escamas relucían brillantes bajo la luz del sol.- Me.. dejas tocarte?- pregunté al tiempo que alzaba la mano hacia él con timidez.

Avancé un poco hasta tocar su mano con mi hocico, era un tacto extraño, es decir, nunca había sido un dragón, y serlo en ese momento, y de golpe sentir tantos cambios, se me hizo muy nuevo. Mis ojos amarillos se fijaban en los suyos, azules y brillantes, ahora se veían con más nitidez. Me agazapé un poco , apartando las alas y agachando la cabeza.

¿Quieres subir?- Pregunté mentalmente, podría acostumbrarme a eso de hablar sin palabras, una pena que en forma humana no tuviese tanto poder mágico como para hacerlo.

La verdad, no sabía muy bien como iba a poder llevarla, si no sabía si podría volar, suponía que sí, algo en mi interior me decía que era fácil, y que lo haría enseguuida, había conseguido caminar tranquilamente, sin ningún problema, no veía por que me iban a fallar las alas en ese mometo.

Sonreí cuando acercó su hocico. Tenía un tacto extraño pero agradable y cálido.
- Claro que quiero, por quién me tomas? - amplié mi sonrisa sin pensar en el peligro de ser el primer vuelo y me coloqué a su lado, impulsándome con ayuda de una de sus patas hasta montar en su lomo.
wow... aquello se sentía bien, me gustaba. Vi como sus alas se extendían a sus costados mientras apoyaba mis manos sobre su cuello.
- Bien.. veamos lo que puedes hacer, pequeño - dije al torcer mi sonrisa, mirando el terreno que habia frente a nosotros.

Al notarla sobre mi, caminé despacio buscando un lugar elevado y sin árboles, no qedría destrozarme las alas en mi primer vuelo. Me pregunté si sería muy extraño salir del bosque deirectamente y pasar relativamente cerca de Hogwarts, pero ansiaba volar y no me importó, salí de entre los árboles, y me dirigi a una colina bastante alta, a paso raudo, extendí mis alas negras como el azabache y salté con un fuerte batir de alas. El aire se partía contra mi hocico, y se quejaba bajo mis alas. Ascendí un poco más, unos metros más, hasta que por fin, nos introdujimos en las nubes, tampoco era tan difícil volar, como creía, solo había que aprovechar las corrientes de aire, y Chiara no debería tener peligro por su temperatura, mientras siguiese conmigo. Divertido, solté una lengua de fuego azul, me encantaba escupir fuego, aun que perdía velocidad, pero pronto acabó la emoción del vuelo, sentía qe me fallaban las fuerzas, quizás estaba sobreexponiendo mi cuerpo, un vuelo tan alto para ser el primero era demasiado.

Voy a aterrizar- Dije mentalmente mientras me dirijía de nuevo al bosque.

Me interné entre los árboles, haciendo un ateriizaje suave. Una vez ella se había bajado, volví a mi forma humana, estaba sudando y jadeando, era la primera vez que me trasnrofamaba. La respiración apenas me respondía, estaba muy cansado, caí al suelo de rodillas, me senté y me apoyé en un árbol, no me importaba arañarme la espalda, necesitaba un respiro.

- ¿Qué... Te ha... Parecido?- Dije intentando estabilizar mi respiración.

Había sido fantástico, la forma en que comenzó a acelerar hasta que se elevó con facilidad, rozando el cielo y las nuves con sus alas. No podía dejar de sonreir a pesar de que allí arriba hacía frío. Me pegué más al dragón, apoyando mi cuerpo sobre su lomo y mirando el paisaje que se abría bajo nosotros. Habíamos alcanzado bastante altura y pronto empezamos a descender gradualmente hasta aterrizar en el bosque.
Lo vi agitado cuando recobró su forma humana.
- Eh... - hice un esfuerzo en no recorrer su cuerpo con mis ojos y sonreí.- ha sido genial, espero volver a volar contigo pronto, Sidilion.. ha sido una suerte encontrarte otra vez y que me enseñaras esto..no podré olvidarlo- dije emocionada y pasándole una toalla que había traído de cuando iba al lago a nadar. Si, podria ser algo raro, pero me gustaba.- Prefieres el fuego o el agua? - pregunté acercándome y secando su mejilla mientras fijaba mis ojos en los de él.

Me quité en sudor de la frente y revolví un poco el pelo, no osportaba estar empapado y seguramente pegajoso hasta que me duchase. Sin apenas darme cuenta, estaba frete a mi, quitándome el sudor de la mejilla. Sonreí, o por lo menos lo intenté, me estaba clavando la corteza del árbol en la espalda desnuda.

- Me alegra que te haya gustado, por que no será la primera vez que tepermita montar en mi forma de dragón, pero por ahora, creo que he tenido bastante.- Dije recobrando mi voz sin interrupción por jadeos. Me quité el resto de sdor que me quedaba en la cara y miré al cielo, no me importaba no llevar la camisa, me estaba asando.- ¿Qué? ¿Por qué lo preguntas? Creo que prefiero el fuego, bueno, aun que cuando hace demasiado calor, me gusta bañarme en ríos o lagos.

Me alegré de que hubiera más veces que me llevara a volar, significaría que volvería a ver a aquel chico griffindor unas cuantas ocasiones más, o al meos eso esperaba. Tendría más oportunidades de conocerlo y ser su amiga.
- Jeh..tomo tu palabra - no pude reprimir mi gracia y lo agarré de la muñeca, comenzando a andar rápidamente por entre los árboles. Yo también notaba el calor, era uno de esos días insoportables si te pasabas mucho tiempo fuera del agua.- creo que ahora estaría bien un baño rápido, no? - anuncié sin mirarlo con una sonrisa, llendo cuesta abajo por entre las hojas secas. Conocía un pequeño lago cerca de ahí, solía ir porque estaba más próximo que el grande y era menos peligroso. Sentía que aun estaba cansado, pero no me importó demasiado acelerar el paso hasta que llegamos al pequeño lago con una cascada que nacía de las rocas bajas. Solté su muñeca y me estiré para luego bajar por las rocas que bordeaban el agua.
- Qué te parece?- me volví hacia él, haciendo equilibrio en una de las rocas en la que me detuve.

Noté como tiraba de mi, como si buscase algo, no pude ni recoger mi camisa para ponérmela por lo menos. Pero al llegar, deducí por qué no tenía tiempo de hacerlo, no me hacía falta.

- Es genial... - Dije dibujando na sonrisa en mi cara. Lego miré sus manos, frunciendo el ceño.- ¿Cómo van las heridas? Han cicatrizado ya verdad? No creo que sea bueno qe las expongas al sol cuando se estén curando o te quedará marca.- Aconsejé mirándo a sus ojos, tan azules, brillantes y embaucadores.

Ellago me recordaba al otro que había en Hogwarts, pero era más pequeño y el agua era más clara, parecía más seguro que el otro, que estaba infestado de bichos y seres raros. Me vino a la mente lo ocurrido hacía dos días, en un ala de clase en desuso, no sabía que debía hacer ante ese recuerdo, lo mejor sería reprimirlo por el momento.

Lo miré un momento más, ya que seguía parado en donde lo había dejado.
- Vienes o no? - dije sonriendo mientras me comenzaba a quitar el uniforme sin importarme que no estuviera sola y que él pudiera verme. Ya era una costumbre bañarme en cualquier lugar, a cualquier hora y con quien estuviera por delante.
Dejé la ropa apartada a un lado y volví a mirarlo cuando me habló.
- Ya estoy bien, en la enfermeria me las curaron el otro día - contesté mostrando mis manos desde el borde del agua. Luego me alejé del lago, cansada de esperar a que se decidiera y volví a agarrar su muñeca, llevándolo hasta una roca y empujándolo al agua con lo que tenía de ropa. Me reí al ver cómo caía y me senté en la roca de donde él había sido empujado.
- Está bien el agua? - sonreí de lado cuando sacó su cabeza a la superficie.

No pude contestar a su pregunta, pero lo hubiera hecho sino me hubiese empujado al aga, decidí bucear un poco, se veía mcho mejor que en el otro lago, este me gustaba bastante más. Era una sensación muy reconfortante, después de haber pesto mi cuerpo al límite, me gustó notar como se recperba rápidamente por el agua fría. Volví a la superficie y me acerqué a la roca donde estaba despacio.

- Está genial.- Dije mirándola desde el agua. Apoyé mis manos a cada lado de ella y tomé impulso para sacar mi cuerpo del lago, me quedé de esa manera mirándola, a sus ojos.- Deberías probarla.

Estando tan cerca volvió a venirme el recuerdo de la clase abandonada, lo ocurrido en aquel aula. Me senté a su lado en la roca, y me quedé mirandola. Era bastante raro que me quedase mirando a alguien, pero con esta chica era diferente, como si no pudiese reprimir el deseo de contemplarla.

Vi que se acercaba y salía del agua sin quitar sus ojos de mí. Parecía provocarme, como si esperara que pasara algo parecido al otro día. Desvié la vista de él hacia el agua.
- Tienes razón, creo que ahora me vendría bien resfrescarme.- sonreí y me dejé deslizar al agua hasta hundirme por completo. Bien, le haría una broma.
Pasó un minuto y no salí del agua, ya ni mi figura se veía en el fondo ni burbujas de oxígeno que explotaran en la superficie del lago.

Sonreí cando se metió en el agua, pensaba hacerle una ahogadilla en cuanto saliese, pero no llegaba el momento, los segundos empezaban a pasar y no la veía. Me estaba empezando a poner nervioso ¿Por qué no salía? Quizás... Quizás se había engachado con alguna planta acuática o le había pasado algo grave ahí abajo, y las burbujas dejaron de aparecer en la superficie.

- Chiara...- Dije poniendome en pie de un salto.

Fuera como fuese, y sin pensarlo dos veces, me lancé al agua tras de ella, buscandola. A pesar de que el agua era más nítida que la del lago negro, no podía ver casi nada, y para colmo, al haberme lanzado de golpe, el agua estaba removida y se me hacía más difícil encontrarla. Por fin di con ella, no era difícil distiguir su cabello allí dentro, la arrastré a la superficie. Ojalá que no le hubiese pasado nada.

- Chiara... ¿Estás bien?- Dije mirándola con preocupación.

Maldición, me había visto..cómo? estaba escondida en una perforación de la piedra donde había aire, cómo me iba a ver? Se me arruinó el truco, pero estaba asustado igual asi que me reí.
- Estoy bien, estoy bien.. solo era una broma para que reaccionaras así.- comenté al haberlo visto demasiado abstraído cuando me miraba. Necesitaba hacerle pensar en otras cosas que no fueran esas, de otro modo, no sería más que otro chico más con el que darme placer.
- Aun así me lo arruinaste, Dragonclaw - dije mientras me soltaba de él al posar mi mano en su pecho para alejarme y apoyarme otra vez en la roca. - háblame como al principio, por mucho que no esté en condiciones de serlo, soy una dama, sabes? - dije sonriendo divertida.

Fruncí el caño, no me gustaba que jugasen con esas cosas, podría haberse ahogado de verdad.
- Eres una chica rara...- Dije mirándola.- Haces bromas muy raras... De verdad.
Alcé una ceja ante su comentario y petición, no lo entendía, me había esforzado para conseguir hablar como todos los demás y ahora me pedía que lo hiciera como antes.
- Si algún vienes a mi pueblo, te hartarás de que te hablen así y te traten como a una doncella.- Dije despreocupado.- Pero si es vuestro deseo, lo aceptaré encantado, es más, aceptaría todo lo que me pidiéseis.- Dije sonriendole.- Y más os vale no dudar de mi palabra, pues solo reforzará lo admitido.
Me quedé en el agua mirándola, apenas me cubría hasta la cintura.

Me reí ante su comentario.
- Es lo mejor que me has podido decir - dije aun riendo.- Si, soy rara, y qué pasa? Pensaba que la sociedad no nos discriminaba tanto cuando nos camuflábamos bien, sabes? - comenté mientras me acariciaba un brazo y le giñaba un ojo, riendo aun más despues de ver su cara.
Escuché complacida que me volvía a hablar como entonces, sin poder evitar torcer mi sonrisa, aun apoyándome en la piedra.
Merlín.. me provocaba demasiado fácil si me hablaba así, hacía que tuviera ganas de repetir lo hace unos días en aquella clase. Por qué era tan masoquista de pedírselo sabiendo que no debía caer en lo mismo.
- Sólo te pediré que hagas lo que quieras, no me gusta mandar a los demás - me aparté el pelo mojado de los ojos, mirándolo fijamente sin dejar de sonreir.

Evité su respuesta sonriendo, no me apetecía hablar de la sociedad, además no conocía nada más que la de alumno-profesor, y la de mi casa.
- Por lo que veo, os complace mi dialecto.- Dije acercándome todo lo posible aun sin salir del agua.- No puedo hacer lo que quiera, dado que mis deseos superan la realidad, solo podré hacer lo que me mandéis.
Decidí salir del agua, me senté en la misma roca, crzando las piernas, no me gustaba ir sin la camisa, pero no tenía remedio, además ella tampoco iba vestida.
- ¿Cómo lo hacéis?- Pregunté forzando los párpados.

- Estoy interesada en saber tus deseos entonces.. - dije mirándolo antes de que subiera a la roca. Yo aun seguía en el agua, asi que apoyé mis brazos en la roca para seguir hablándole.- Pido que me los digas.
Noté que estaba incómodo con su indumentaria, al contrario que yo, no me importaba ir en ropa interior por la vida. Sería malo? Bah, qué mas daba, sabía que no era normal, no me iba a esforzar en ser lo que no era.
- A que te refieres? - pregunté sin comprender su pregunta, apoyando mi cabeza sobre los brazos cruzados sobre la piedra.

Me tumbé en la roca plana y grande mirando al cielo, hasta que habló, sonreí mirádnola a sus ojos azules.
- Eso no podría decíroslo... Jamás...- Dije sin dejar de mirarla.- Y no por gusto, sino por que no tieneforma de explicarse con palabras.
Reí suavemente, divertido por lo que dijo, no me extrañaba que no lo entendiese, lo había hecho para eso.
- Si quieres entenderlo, tendrás que ganártelo...- Dije alzando una ceja sin apartar la mirada de sus ojos.- No pienso explicarte todo lo que digo así pro las buenas.
Reí divertido y miré de nuevo al cierlo, entre las hojas de algunos árboles, aun era de un azul claro intenso, la mañana se alargaría durante unas horas hasta dar paso a la solemne tarde.

Puse una mueca porque no me había respondido a nada en toda esa palabrería.
- Esta bien, qué debo hacer para que me lo digais?- imité, haciéndole recordar cómo debía hablarme. Me acerqué un poco más, sonriendo levemente mientras me sentaba en la piedra, a un lado de su cuerpo tendido sobre la roca. Me incliné, besando su comisura sin llegar a sus labios. Me alejé al instante sin que pudiera devolvérmelo.
- Me lo vas a decir ahora? - pregunté sonriendo sin quitar mis ojos de los de él, apoyando una de mis manos al lado de su cabeza para no incorporarme del todo.

Reí en silencio cuando me besó cerca de los labios, eso no tenía nada que ver.
- No os lo diré, ya os dije que no se puede expresar con simples palabras.- Dije mirándola sin dejar de sonreir. Pensaba seguir así hasta que se cansara, o hasta que yo aguantase. Con un simple beso cerca de los labios no iba a hacer nada.
- No, para nada, un beso sin más no merece tal información, sin embargo.-Dije acercándome a ella para ssurrar.- Mentiría si dijese que me ha disgustado que lo hagas.
Reí divertido y volví a mi posición.