Descansando (Libre)

La vida en Durmstrang, a pesar de haber sido muchas veces insufribles, la iba a extrañar. Sus compañeros y ella siempre hacíamos travesuras. Se reían, compartían tristezas, alegrías... en fin. Fue una linda estadía ahí y hubiese sido perfecta si las chicas de ahí no le hubiesen hecho la vida un infierno. Camino por los pasillos y sonrío. Ahora daba igual, ella se encontraba en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Decían que aquí era diferente a Durmstrang. La primera diferencia que encontró fue la asignación de casas. Eso no había en Durmstrang...

Los profesores la llevaron a un despacho y le pusieron un sombrero hablante. Se sorprendió mucho al ver, pero no fue tanta su sorpresa al escuchar la voz del sombrero dentro de su mente, como si estuviese pensando. Gryffindor, Ravenclaw, Slytherin y Hufflepuff eran las cuatro casas. Belle había leído sobre ellas y deseaba estar en cada una de ellas. Sus esperanzas se fueron el escuchar al sombrero gritar estruendosamente: ¡RAVENCLAW! . Pero no se entristeció, de todas las casas, esa había sido su favorita. Llena de alumnos con mentes amantes de la lectura y el saber, ¿que más podía pedir?

Con su bolsa de cuencas, colgada de un hombro, continuo caminando por los pasillos. Los profesores le habían dicho donde quedaba la Sala Común de Ravenclaw y ahora se dirigía a ella. Le ofrecieron a alguien para que la llevará, pero esta se negó. Si se daba el caso de que se perdiera (que era muy poco probable), entonces conocería al inmenso castillo y a personas. Llego a la torre de Ravenclaw y se encontró con la puerta sin picaporte que le habían descrito.

- ¿Cual es el mayor error numérico del hombre humano en la historia? -le preguntó una voz.

Belle se quedó pensando un rato y después sonrió amable, no estando segura si la puerta podía ver.

- Hay demasiados errores en esta vida, claro esta, pero... el mayor error numérico del hombre en la historia podría considerarse la mala escritura del número cuatro romano. En la mayoría de los relojes, se escribe con cuatro Is en vez de la i y la ve. ¿Puedo pasar? -volvió a sonreír.

- Bien pensado. Adelante -la puerta se abrió y Belle cruzó el umbral sonriente.

Esos días habian sido extremadamente aburridos. Los deberes eran menos, y el tiempo libre afloraba. El calor nos visitaba más de lo normal, y el cansancio era constante.
Estaba sentada en un sofá de la Sala Común, cuando oí que la puerta se abría. Entró una chica que me sonaba haber visto pero creo que nunca había hablado con ella.

Me levanté, y andé hasta ella.

- Hola... Soy Allie, ¿como te llamas?

Le alargué la mano, sonriendo. Tenía pinta de ser simpática. Y bueno... Tenía que ser buena, estaba en Ravenclaw.

Después de tantos días trabajando duro para sacar las notas máximas había llegado un momento en el que ya no podía más. Ese día había decidido tomarmelo como un descanso y ya que la calor tampoco me permitía hacer demasiadas cosas sin cansarme o sudar, me había vestido y me había tumbado sobre la cama, dejando el día y las horas pasar, pensando en todo lo que había pasado en ese año. Sin darme cuenta me quedé dormido.

Las horas pasaron y cuando finalmente me desperté me estiré sin saber ni la hora que era y decidí bajar a la sala común a ver si me encontraba con alguien familiar. Bajé del dormitorio de chicos y me encontré con una sala común practicamente vacía y en silencio, tan solo había dos chicas en ella y ninguna de las dos me resultaba conocida. Me acerqué a ellas sonriendo un poco y frotandome uno de los ojos con cansancio.

- Buenas, chicas... ¿Qué tal el día?

Dije de forma natural parándome al lado de ellas. Extendí ambas manos, una hacia una de ellas y la otra hacia la otra chica.

- Mi nombre es Jack... Jack Neur... no nos conocemos, ¿cierto?

Por mucho que trataba de recordar sus rostros no me resultaban familiares, seguramente eran de otros cursos y casi nunca habríamos coincidido.

Se quedó ahí observando su sala común. Era muy diferente a Durmstrang; se sentía más acogedor y... más su estilo. Estaba decorado de azul y tenía unas ventanas que daban como vista una montañas hermosas. No pudo evitar sentirse emocionada. De pronto, una chica morena se acercó a ella. Belle abrió sus ojos y tragó saliva. Trato de retirar los recuerdos de Durmstrang de su mente; eran en verdad muy feos. ¿Para que estaba en Hogwarts si no los iba a olvidar? Aquí construiría una nueva vida y, por supuesto, estaría llena de amigos y amigas.

- Hola, soy Odelia Arabelle Schiele -se presentó con su notable acento alemán. Su voz era dulce, pero segura y su mirada se había vuelto determinante. Sin embargo, en ella se mostraba un tinte de amabilidad-. Puedes llamarme Belle, si gustas, claro.

Iba a agregar más, pero fue interrumpida por la venida de un chico con el pelo alborotado. Parecía como si se acabase de despertar. Ante la graciosa vista que Belle tenía enfrente, trato de morderse la lengua para no reír. Una leve tos fue lo que usó para que su risa no se notará mucho.

- Muchas gracias, Jack -sonrío ampliamente. La compañía con los varones le hacía sentirse segura-. Es cierto, es un buen día... Me temo que no, aun no he conocido a nadie a excepción de Allie y algunos profesores -se aclaró la garganta y se alzó de hombros-. Soy Odelia Arabelle Schiele...

La entrada de otra chica la interrumpió. Apretó sus labios y respiro. No le gustaba ser interrumpida, pero ¿qué culpa tenía ella?, ¿como iba a saber que la había interrumpido?. Con una sonrisa y una inclinación de cabeza, Belle se presentó de nuevo.

- Es un gusto conocerte, Bryanna. Me llamo Odelia Arabelle Schiele -no pudo evitar pensar en que algún día le cansaría decir su extremadamente largo nombre. Ese día tal vez sería hoy-. Muy bien, gracias. Yo... eh... bueno, acabo de llegar a Hogwarts.

Mientras saludaba a ambas chicas llegó una tercera. Tras estrechar la mano de ambas y escuchar la presentación de la que se hacía llamar Odelia, que sonreía ampliamente, me giré hacia la recién llegada que decía llamarse Bryanna y estiré también la mano hacia ella para estrecharsela.

Odelia había dicho que era nueva y que acababa de llegar a Hogwarts... a este paso iba a conocer a todos los nuevos. Le sonreí mientras acababa de saludar a Bryanna y a ésta última le dije:

- Un placer, mi nombre es Jack, Jack Neur... - esta vez me dirigí a ambas, soltando la mano de Bryanna - si sois nuevas... ¿de qué colegio veníais?

Guardé las manos en mis bolsillos y clavé la mirada en los ojos de Bryanna y luego en los de Odelia, mientras les sonreía a ambas de forma amplia.

- Yo soy Allie, Allie Hirsch - miré a Jack, y dije -. Y no soy nueva, solo que intento que no se me vea mucho el pelo, así que al no ser del mismo curso es normal que no me reconozcas.

Miré a las otras chicas y dije:

- Encantada, Bry y Belle.

Sonreí, y les estreché la mano a ambas.

- Bueno, pues de donde vienen, chicas?