Malos tratos [Donatella]

Aquella tarde se estaba poniendo un tanto aburrida. En la mañana me había dedicado ordenar mis cosas para pasar el resto del tiempo en la sala común con unos compañeros que pronto hallaron otras que hacer, abandonaron la sala y termine quedándome sola. Dado que tenia demasiado tiempo libre y no tenia con quien pasarla decidí salir a pasear por el castillo un rato, pase por los pasillos que conducían a los jardines, estuve un largo rato observando cada tipo de flor que allí se encontraba hasta que empezó a hacer frió y por no llevar mucho abrigo volví al castillo. Pensé por largo rato a donde ir, como eran vacaciones el castillo tenia una muy baja cantidad de personas así que pensé en seguida en ir a la biblioteca, seguro no había nadie, muy pocos disfrutaban la biblioteca. Llegue allí, pase por cada una de las estanterías, en una de las mesas pude observar a una chica bastante pelirroja con unos ojos verdes casi hipnotizantes, no quise molestarle por lo que seguí buscando en las estantería algún libro bueno que no fuera una perdida de tiempo leer.

Quise averiguar más de los hombres lobo. Algo me decía que el colegio estaba lleno de sujetos de esa especie y tenía que informarme por si se transformaban un día y comenzaban a atacar. Tenía que estar preparada para eso.

No obstante, algo rompió mi concentración. Mi instinto de serpiente me decía que un ratón había entrado en mi territorio sin permiso. El peor error que podía cometer en mi presencia.

Levanté mi vista y encontré la razón de mi inquietud. En una repisa, revolviendo los libros estaba Baxter, una sangre sucia de Gryffindor. Me hervía la sangre de sólo pensar que estaba robando conocimientos de nuestro mundo, cosas que no le pertenecían. Ya me imaginaba cómo iba a usar la magia en su casa, junto a su patética familia.

No me iba a quedar así. Cerré mi libro y me puse de pié. Lo siguiente fue que me dirigí a la impura con paso firme hasta quedar frente a ella. Iba a aprender cuál era su posición.

Ninguno de esos libros me resultaba aunque fuera un poco interesante, algunos hasta ya los había leído o simplemente ojeado su contenido. Me resultaba demasiado difícil elegir libros ya que temía perder mi tiempo leyendo alguno, arrepentirme y pensar que pude haber elegido otro. Inconscientemente, volví a dirigir mi mirada a aquella chica de aire misterioso, muy poco la había visto por otros lugares y no sabia nada de ella excepto que era de Slytherin. Me asombro encontrarme que estaba en frente de mi con esa expresión fría e inquietante. Sabia que la mayoría de su casa detestaría tanto solo cruzar miradas conmigo, pero allí estaba ella, desafiante. Contuve aire y pensé esperanzada que si era agradable, ella también lo seria conmigo.-Eh, hola... ¿Necesitas algo?.-Logre decir inocente mirándola a sus ojos esmeralda, esperando su respuesta como si fuera totalmente normal que hubiera una posible comunicación entre una Slytherin y una Gryffindor de padres muggles.

Me molestó de sobremanera la manera de referirse a mí, sin siquiera saludar. ¿Quién se creía? Parecía no entender la posición inferior que tenía. Era un insulto que permaneciera en el mismo lugar que yo. Estos hijos de muggles que si no fuera por un grupo de descerebrados que deciden botar nuestra magia desperdiciándola en ellos. ¿Qué nos aportaban ellos a nosotros? Todos los grandes magos de la historia eran de sangre pura, a excepción de Lod Voldemort, pero porque él abusó de todos los métodos oscuros para negar esa parte de su sangre.

"¿Si necesito algo?" pregunté alzando una de mis cejas "Muchas cosas en realidad. De todos los rincones de esta biblioteca tuviste que venir a la sección en la que yo estaba, ¿no? No te basta con refregarnos en la cara cómo nuestro mundo está decayendo por impuros como ustedes, sino que también tienes que ocupar el lugar que le corresponde a los verdaderos magos"

La pelirroja hablo con ese tono demandante alzando sus cejas, si no fuera tan elegante aquella chica estoy segura de que hubiera sido capaz de morderme. Como debí esperar esta chica odiaba a los hijo de muggles, me reclamaba por estar allí al mismo tiempo que ella, como si ensuciara cada espacio de suelo que pisase. Odiaba que pasara eso, que no solo a mi sino a todos lo que fueran como yo, del mundo muggle, fueran discriminados sin tener plena idea de como eramos nosotros, ni que deseábamos también la grandeza del mundo mágico. La humillación por ese caso parecía nunca iba a cesar. Suspire decidida a responderla con el mismo tono que ella había usado.- Primero que todo tengo el mismo derecho que tu tienes de venir a acá, ha sido una simple casualidad que yo haya venido a este mismo sitio en el que estas, y de ninguna forma me apartare solo porque te moleste mi presencia. ¿Tu mundo esta decayendo por impuros? Quiero que te des cuenta que en realidad decae por personas como tu que no logran aceptar que nosotros los de familia muggle ya somos aceptados por la mayoría de la comunidad mágica, y que eso no cambiara. Deberías superarlo.-Le dije enojada. Ya estaba cansada de personas como ella, nadie parecía ser justo, y era realmente frustrante aquello que solía pasar, el rechazo.

Qué ridícula y básica había sido su respuesta hacia mí. No esperaba más de alguien como ella, alguien muggle, alguien como el hombre que me torturó hasta decir basta con sus grotescos experimentos. Eran de la misma naturaleza, de la misma madera y cortados con la misma tijera. Sin embargo, algo era diferente de esa etapa de mi niñez y era que yo ahora era más fuerte, mucho más. Sólo sentía que mientras ellos siguieran conviviendo conmigo yo era más o menos libre, pero no completamente. Cada vez que me encontraba con uno de ellos, las cadenas que me ataban a mis oscuros recuerdos me traían de vuelta esas imágenes indeseables.

Me crucé de brazos sin desviar la mirada de ella. Estaba dispuesta a continuar.

"Sangre sucia ingenua. Date cuenta de que esa porción de la comunidad mágica que tú dices que te acepta es la más débil. Tienen muy poco que perder" dije desafiándola con mis irises "Por suerte hay una parte que todavía se respeta y protege su sangre y esa es la parte más poderosa. Creo que lo sabes."

Sabia que si le seguía respondiendo probablemente no íbamos a llegar a nada, pero quería hacerle saber que no me iba a quedar callada, quien se enfrentara a mi iba a descubrir no sabia como era ella quizás lograría hacerla ver como eran y debían ser las cosas en realidad. Escuchar lo siguiente que dijo solo me hizo resoplar. "Sangre sucia" que típico. Su tono se volvió mas intenso, esa chica estaba bien convencida de que tenia toda la razón, y que con sus palabras iba a salir corriendo a volver a mi mundo muggle, tan imposible.-¿Te refieres a tu parte? ¿A ese lado de degenerados que creen saber que es lo correcto para este mundo? Están totalmente errados.-Le dije todavía desafiante.-Ahorrate tus palabras por favor, que nada de lo que dices me duele, ni siquiera me resbala. Mis padres son muggles, la que usa magia soy yo no ellos, y se bastante bien cuando debo usarla y cuando no, no soy tonta. Así que no tienes nada de que molestarte, querida. Me parece que deberías tener claro eso.-Le dije alzando mis cejas. Fastidioso era todo aquello, esas personas y sus incorrectas ideas eran frustrantes, y sobre todo ella que tenia casi lavado el cerebro con esas tonterías.

Negar y negar era todo lo que esa Baxter podía hacer. Ella debería estar agradecida de que un grupo de magos haya querido entregarle una carta para acceder a nuestro mundo. Nunca lograría entender por qué un grupo de magos abraza muggles se emeraba tanto en mezclarnos con ellos cuando éramos tan diferentes. "Magia para los magos" era en lo que yo creía y no necesitaba que mis padres me lo hubieran eseñado. Eso lo había aprendido yo misma al crecer y comenzar a entender las cosas.

"¿Sabes qué? No me consta que no seas tonta como dices. Sólo dices que el lado más poderoso de la comunidad está errado, pero no tienes ninguna prueba" le refregué mientras ordenaba uno de mis mechones hacia atrás " Te recuerdo que el mago más poderoso fue y seguirá siendo Merlín, un ex Slytherin y sangre pura. En el fondo hay una parte tuya que sabe que lo que le estoy diciendo es cierto, porque o si no, ni siquiera te hubieras molestado en contestarme y te hubieras ido como creo que no lo harás, porque si algo he aprendido de los muggles es que les fascina cometer una y otra vez el mismo error"

Raramente yo solía discutir con alguien pero en aquel caso por alguna razón no me quise quedar callada para hacerle creer que no podía enfrentar esa falsa realidad. Supe inmediatamente que esa chica no pararía hasta terminarme de poner en mi lugar, que probablemente si llegaría el momento en el que me mordiese y acabaría conmigo. Pero mis ganas de dejarle en claro que estaba errada eran grandes y sin importarme nada mas le contestaría. Me recordó a Merlín, que sin duda había sido extremadamente poderoso y admirable en bastantes formas, pero que fue engañado por su propia amante. Rodee los ojos cuando dijo que a los muggles cometían el mismo error una y otra vez, quizás ella lo ignoraba pero eso era parte de la naturaleza de nosotros los humanos, que por ello mismo no había tanta diferencia entre ella y yo.- Pruebas no necesito darte para dejar claro que ustedes con su desprecio hacia el mundo muggle solo los hacen mas desagradables y estúpidos. Se muy bien de Merlín, pero que yo sepa el no detestaba a los muggles. Cometer el mismo error no solo esta en mi naturaleza, esta en la tuya también, por como se que así como me discriminas a mi seguirás discriminando a otras personas que jamas en la vida te han hecho algo malo. Solo te arde que tenga el privilegio de la magia como tú. Tal vez si tú y tu "poderosa" comunidad nos dejaran en paz a nosotros se darían cuenta de que no somos una amenaza, ni tampoco estamos haciendo decaer el mundo de los magos. Se justa y ten moral, por favor.- Le dije llevando una de mis manos a mi cintura mirándola fijamente a sus ojos. El arte de la magia ha sido siempre una maravilla, la cual se me ha dado el honor de conocerla y practicarla. Si eso era una atrocidad no veía el momento en el que esa poderosa comunidad lograra deshacerse de mi y de las personas con mi mismo caso. Si no eramos rechazados completamente yo no me iba a dejar tratar mal por alguien como ella.

Aunque dijera con malicia lo que estuviera diciendo, había datos que no se podían soslayar. Como el hecho de que el ministerio estuviera cubriendo las muertes de muggles y sangres sucias con "accidente" que nadie creía que fueran accidentes.

"¿Tú qué sabes si me han hecho algo malo o no?" pregunte con la voz calma, peor la ira saliendo de mis ojos "¿Cómo te atreves a creer que sabes de mi vida? No tienes idea de nada. Si tanto quieres que te dejemos en paz, entonces vete. Este mundo era nuestro mucho antes de ser suyo. ¿Moral, ser justa?, ¿tienes idea de lo que está ocurriendo allá afuera? Muggles mueren inexplicablemente, ¡si claro! el ministerio sabe que los asesinan los propios magos. Si piensas que nuestro mundo los acepta eso es solamente una fachada, la realidad es otra. Te sugeriría que dejaras de leer estos libros en la biblioteca y le echaras una mirada a "El Profeta" entérate de cuántos como tú van quedando. Y créeme que está lejos de terminar. Vuelve a casa con tus padres no mágicos, Baxter."

Lo que dijo me sobresalto, en sus ojos había un gran destello de ira aunque se mantenía calmada, su voz seguía siendo fuerte. Sucedían tantas cosas pero aunque me hubiera gustado no podía hacer nada con respecto a todo aquello de lo que ella hablo, y huir no era una alternativa para mi.-No se nada de ti ni de tu vida, no te conozco, y por eso se exactamente que así como te atreves a molestarme a mi, molestaras a otros. Pudiste ignorar mi presencia pero decidiste esto, y yo nada te he hecho porque ni se tu nombre.- Le dije con voz molesta mientras la miraba con el ceño fruncido.- También se lo que ocurre haya afuera, es por eso que me convenzo mas de que personas como tú son las que hacen decaer todo, asesinando muggles. No habría ningún problema si ustedes no fueran tan desagradables y no se negaran a las personas como yo. Y si he de morir por querer disfrutar de este privilegio que me han otorgado, no te atrevas a insinuar que nosotros somos un problema cuando tu gente son la atrocidad que están revolviendo aun mas este caos. No volveré a ningún lado solo porque tu me lo digas, me quedare en Hogwarts hasta que me gradué o desafortunadamente me asesinen. ¿Y así es como tu contribuyes al mundo mágico? Eres parte del caos, te ahorrarías esto de no tener tan cerrada la mente. Puedes decirme todo lo que quieras, pero yo aquí me quedare, puedes hacer todos los berrinches que quieras.- Dije mientras daba pocos pasos hacia atrás sin apartar mi mirada de la suya como aviso de que me iría y no seguiría soportándola. No importaba nada de lo que pasase, nadie me iría que me fuera ni nadie podría obligarme. Mi sueño era convertirme en una gran bruja, y nada iba a detenerme hasta lograrlo. Aquella furia me hizo pensar que algún día seria capaz de cerrarle la boca a todos esos magos y brujas que no me aceptaban.

"Veo que al igual que muchos solamente te haces la buena. Te quedarás aquí porque quieres ser una bruja fuerte sin importar lo que haya allá afuera. Admite que eso es igual de egoísta que mi asco por ustedes. Prefieres quedarte a robar conocimientos que no te pertenecen antes que ir a casa a proteger a tus padres. Créeme cuando te digo que si por... "desgracia" fueran asesinados por motífagos, no serías la primera huéfana por ese motivo." suspiré con falsa compasión "Qué lástima que corran peligro porque su hija o está ahí para protegerlos. ¿Crees que el ministerio los protegerá? Escucha, el ministerio ya no protege a nadie."

Ese año habían acudido menos nacidos de muggle al colegio y las razones eran obvias. Estaba claro que ningún lugar era seguro, pero ellos eran los que más corrían peligro. Por eso muchos habían tomado la decisión de no volver y por eso podía respirar un poco mejor el aire. Claro que con excepciones como las que entraban a la biblioteca, no estaban del todo erradicadas.

"Sólo mira al pasado. Esto se generó por dejar entrar a "gente" como tú al mundo de la magia. Y ahora estamos volviendo a nuestras raíces. Fíjate a tu alrededor y date cuenta de que la cantidad de sangres sucias merodeando por los pasillos es menos de la mitad del año pasado. Quizás tú no sepas los nombres de quienes los odiamos, pero nosotros los tenemos identificados"

Cuando ya me había dado vuelta y preparada para irme lo que dijo aquella chica simplemente me destruyo. En ese punto tenia toda la razón, y yo no quería que les pasara algo malo a ellos. Quizás si estaba siendo bastante egoísta, en vez de escuchar bien lo que decía solo quise hacerme la fuerte y creer que podía con ella. Así de bajo caían esas personas, nadie estaba seguro ya, yo lo ignoraba. Cuando volvió a hablar me di vuelta para mirarle a los ojos, tenia tanta razón. Aunque todo era terriblemente injusto, pero que va, seguro personas como ella aplaudían al entesarse de la muerte de un muggle. Merlín quiso proteger a los muggles, y ahora ¿quién deseaba hacerlo?. Mire al suelo rendida sin saber que decirle, sabia muy bien que no importara lo que le dijera ella tendría algo peor que decirme y en segundos se que ella lo noto.- Tienes razón.-Logre decirte en voz baja sin mirarle el rostro todavía. Quizás debía considerar irme de Hogwarts, quedarme con mis padres, igual se que no les importaría mucho mi presencia, pero estaría allí para saber que están a salvo. Pero... ¿de verdad me atrevería a irme?. Volví a alzar mi mirada hacia la de ella.-Todos tenemos que hacer sacrificios por nuestros seres querido.-Musite ya cuando sabia que iba a hacer, aunque no del todo decidida.

Así que ese era su punto débil, sus padres. En realidad era el punto débil de muchos, pero por alguna extraña razón a ella parecía afectarle más que al resto. Sus ojos se cristalizaron como si fuera a quebrarse, pero no lloraba. No imaginaba qué problemas podría haber dentro de su familia que pudieran hacer que reaccionara así. Al menos le había dejado claro que si yo era egoísta al despreciar a la gente de su sangre, también lo era ella al desproteger su propia sangre. Yo por lo menos tenía la certeza de que mis padres estaban bien, primero porque estaban en Florencia y segundo porque eran sangre de sangre pura al igual que yo.

"Créeme, es lo mejor que puedes hacer" dije con ese tono hiriente.

Tomé el diario que tenía entre mis manos y lo puse sobre una mesa cercana a nosotras antes de verla directamente para que me pusiera atención.

"Toma. Léelo y reza porque tu familia no esté en primer plano"

Me regañe mentalmente por haber sido tan tonta, por haber ignorado lo que estaba en frente a mis ojos y aquella chica me estaba aclarando, quizás no de la mejor manera ni con una buena intención pero de no ser por ella no se me habría cruzado por la cabeza que mis padres corrían peligro. Supe que lo había notado, en sus ojos note como observaba mi reacción dándose cuenta de que había dado justo en el clavo. Pero aun así, creció en mi una inmensa ira hacia ella. Con esas ganas de golpearla, y que saboreara un puño recibido al modo muggle, aunque me aguante ya que no era ni buena idea ni un buen momento. Me hablo de nuevo, mientras ubicaba el diario que tenia entre sus manos en la mesa. Lo ultimo que dijo hizo que se me hirviera la sangre y a la vez me entristeciera. La mire a los ojos con el ceño fruncido.-No lo necesito, se que no les ocurrirá nada, me encargare de que estén bien.-Le dije molesta mientras me acercaba para tomar el diario y se lo devolvía poniéndoselo en el pecho haciendo que lo tomara. Sabia que detestaría tener contacto físico conmigo pero no me importo. Decidí agregarle un poco mas de drama, así que la mire desafiante y me di vuelta haciendo que mi cabello pegara contra su rostro para volver a donde me encontraba parada antes. Volví a mirarla.- Ojala te des cuenta en algún momento que tu y yo no somos tan diferentes. ¿Al fin y al cabo somos humanas, no? Tu corazón no tiene una forma diferente al mio. Pero supongo que esta en nuestra naturaleza destruir...-Le dije dirigiéndole cierto desprecio con un poco de lastima hacia ella. Tal vez era yo la que corría peligro y a la que nadie iba a aceptar nunca en ese mundo, pero al menos no era yo la mente cerrada que parecía no importarle la muerte de personas inocentes, y que jamas aceptaría que los muggles no eramos animales a los que había que espantar cuanto antes.

¿Que no necesitaba el diario? Bien, por mí los cadáveres de sus padres podían servir de fertilizante para el invernadero, no me importaba. Baxter no se quiso quedar tranquila e hizo el ademán de colocar el diario en mi pecho para que lo tomara, pero yo me hice hacia atrás con asco dejándolo caer. No iba a recibir nada de ella. Eso podía jurarlo. Como si no hubiera sido suficiente, se dio la vuelta haciendo que su pelo llegara casi en mi cara. Al oler el aire pude darme cuenta de su penosa realidad.

"Veamos... ¿qué tenemos aquí?" pensé "Para entregarme el diario empuñó el papel como un trol y su pelo huele a sustancias baratas. Cómo se nota que es una sangre sucia"

Por poco solté una macabra risa, pero me contuve al recordar que estábamos en una biblioteca.

"¿Tú... te estás comparando conmigo?" había oído que los hijos de muggles podían tener conductas absurdas, pero eso era ridículo "Mírate tú y mírame a mí. Tú hueles a químicos, esa cosa que llaman... shampoo, creo. Mi pelo huele a las bayas que crecen en los montes de Florencia. Vistes ropa sintética, que no sé con qué raro experimento lo habrán hecho los muggles que conoces y yo visto seda y pieles. Apenas puedes aspirar a estar a salvo y yo aspiro a ser una bruja portadora de nuestras tradiciones"

Inhalé profundamente pensando en que mi vida no podía estar mejor, pero claro, lo estaría.

"Esa comparación que hiciste es ridícula. ¿Que tenemos corazón? Claro que lo tenemos, también los monos y esos elfos domésticos que tu casa defiende con tanto afán. Si sugieres por un momento que eres similar a un elfo, allá tú. No hace falta decir que nuestros caminos son muy diferentes. Dices que no importa la sangre, pero fíjate que si fueras como yo, ni tú ni tus padres estarían en permanente peligro. ¿Ves lo útil que puede resultar? Y eso es sólo una parte"

Sí, tal vez había a quienes no les importaba el estatus de la sangre, pero esos sólo eran magos empobrecidos que no tenían más remedio que aliarse con sangres sucias. Casi los compadecía.