Dando una vuelta por la plaza. [Alan Cooper]

Estaba realmente aburrido, llevaba dias estudiando algun que otro libro para los examenes cuand decidí salir un rato a dar una vuelta, simplemente para airearme. Hacía tiempo que no sabía de mi hermana, pero supuse que estaría bien, siempre lo estaba. De todos modos, la buscaría por la torre. Menudo hermano estaba echo, aunque la verdad esque nunca habíamos estado muy unidos.

Comencé a caminar sin rumbo por las calles de Hogsmeade, la verdad es que hacía tiempo que no estaba por alli. Había bastantes jovenzuelos, supuse que era una escursión del colegio. Me encogí de hombros y seguí mi camino sin prestar mucha atención. La verdad era que seguía en el colegio pero pasaba mas tiempo desconctado del mundo y entre libros que ultimamente mi vida social caía en picado.

Me revolví un poco el pelo y saqué la camara muggle que tenía como regalo de mi padre y me puse a fotografiar la plaza. Me gustaba mas este pequeño artilugio que las camaras magicas. Me parecía encantador que las fotos no estubieran en movimiento, y apreciar al detalle cada cosa al estar quietas. Recuerdo cuando fotogafié dragones junto a mi padre. Que buenas fotos saqué, pensé sonriente.

El suelo. Ese elemento tan utilizado y tan poco valorado. Me hacía mucha gracia pararme a mirarlo y fotografiarlo. Mas bien me hacía gracia ver a la gente pararse a ver que es lo que miro. Me gustaba buscar esos pequeños placeres. Seguí caminando pasito a pasito, fotografiando las pequeñas fisuras del suelo, las pequeñas plantas que salían entre las rocas, esquivando a los transeuntes.

Me enderecé observando el cielo y a la gente pasear por las calles. A los pequeños disputandose la entrada a Las Tres Escobas, y alguno mas mayor intentando entrar en la Cabeza de Puerco. Reí observandolos. La verdad es que me hubiera gustado ser profesor de pociones, pero mi pasión hacia las criaturas magicas hacían que deseara entrar en el ministerio. Suspiré dejandome llevar por mis pensamientos.

Mi marada fue sin destino hasta que encontró a un chico sentado en un banco. Se le veía bastante concentrado y su cara me sonaba de habermelo cruzado alguna vez por el casitillo. Le hice una fotografía, para despues acercarme a él. Observé su libro de pociones.

- Buenas tardes, si me permite darle un consejo, en las pociones no siempre viene bien mezclar las plantas secas. En algunas ocasiones es mejor las plantas que esten frescas, se obtienen mejores resultados. En ocasiones.- Reí y le ofrecí una mano.- No se si tengo el gusto de conocerle, Benjamin Kocran.