The Protons need electrons [Seine Chassier]

Recuerdo del primer mensaje :

Si, es un día diferente en Londres. Estoy algo aburrida del típico día lluvioso, con fuertes ventarrones y personas usando ropa pesada color gris. Decídi salir a caminar por las solitarias calles al ver que el sol había salido, no voy a desperdiciarlo por nada del mundo. Sonreí al ver un arcoiris formado sobre las nubes. Después, convertí mi sonrisa en una mueca al recordar que no soy una persona cursi. Llegué a un cruce de avenidas y esperé hasta que los automóviles me dejaran pasar al otro lado de la acera. La verdad, no conozco las calles por las que estoy caminando, simplemente me aparecí a unos metros de aquí deseosa de explorar un poco. Puedo ver un cine, donde los muggles ven "películas" si no me equivoco. Solo he ido una vez, así que antes de dar un paso más, verifique si en mi bolso llevaba dinero muggle. Esperé unos segundo más y crucé la calle hacia el establecimiento, zigzagueando un poco por mis zapatos altos. Un doloroso pensamiento cruzó por mi mente - Que tonta eres Nique, asistir a un lugar donde usualmente van parejas... tú vienes sola - ¡Maldita sea! entraré a este lugar porque no tengo nada más que hacer, no me importa lo que piensen.

Me detuve frente a la entrada y observé a las personas que se encontraban allí. Analicé cada uno de sus movimientos para saber que hacer. Tienes que ir a una ventanilla y escoger una de las tantas opciones que hay de películas... pagas el boleto y entras por la enorme puerta. Suspiré. Creo que estoy lista para hacerlo.

Lo estaba hasta que observé que un niño me miraba extrañado. Noté que estaba apretando demasiado mi bolso de mano, seguramente el pequeño notó mi nerviosismo. No puedo hacer algo muggle sola, necesito ayuda. Bueno, mejor dicho necesito compañia.

Note su mirada de asombro cuando mencione que no volaba mucho... aunque tampoco era un fiasco sobre la escoba, me defendía lo suficiente, pero cuando alguien se determinaba a humillarme -de nuevo con la idea de que su familia lo hará- podrían hacerlo bastante bien. Sonreí ampliamente cuando dije que le leí la mente mejor empezar a leerte la mente me gustaría saber que es lo que piensa exactamente, cuando hago o no hago algo... ya que en cierto modo me comporto como un idiota enamorado y... creo que eso era justamente lo que era.

La miré divertido mientras empezó a probarse los sombreros que habían ahí... alce la vista y sonreí creo que ya sé... me adentre mas a la tienda y comencé a agarrar un par de prendas y cosas de ese estilo y me metí a un probador, salí de él y la mire creo que este no es mi estilo le dije mirando las alas del disfraz, le sonreí divertido y luego comencé a reír, nunca había hecho esto Te toca le dije señalando el probador, tome el sombrero que llevaba en turno y bese su mejilla supera mi angelical disfraz le dije en el oído mientras la rodeaba con mis brazos y veia por sobre su hombro una nueva opción de disfraz.

disfraz1:

Creo que ya me duele la mandíbula de tanto sonreír, pero es inevitable. Escuché como movía cosas buscando algo que ponerse y reí para mis adentros. Es uno de los primeros chicos que acepta hacer locuras conmigo y divertirse sin preocuparse en nada más... solo mis primos hacían eso. Ví como entró en un probador así que me acerqué allí para esperarlo cuando saliera. Suspiré con dulzura cuando lo vi salir, de nuevo me siento como una niña pequeña - ¡Te ves tan lindo!, dices que no es tu estilo porque debiste de tomar unos cuernos de diablo - le dije con una sonrisa - Estas precioso - le dije de nuevo, sin controlar la dulzura con la que hablo. Escuché su risa y literalmente quiero llorar de felicidad.

Aún contenta y después de que besara mi mejilla, empecé a buscar algo que ponerme. Fui a la sección de pelucas y tomé la más ridícula que pude encontrar. Es enorme y no sé si la soportaré pero estoy viendo esta situación como un concurso así que estoy dispuesta a usarla. Visité el área de leotardos y la dueña de la tienda al ver lo que planeo usar me prestó unos zapatos "para que impresionara a mi novio" según sus palabras. Le sonreí y entré a los probadores procurando que Seine no me viera. De acuerdo... mi cabello ahora es 3 veces más grande, genial. Salí del probador minutos después luciendo ridícula. Miré a la derecha y ví unos lentes igual de estrafalarios y me los coloqué rápidamente.

- ¿Listo para perder? - le dije, para que volteara a verme - Mi vestuario es 1000 veces más peligroso que el tuyo, esta peluca podría causar un accidente - me di una vuelta para lucirme.

disfraz:

Diablos, diablos, diablos... ¿que tan mal se veia mi cara de idiota ante sus palabras?, pase una mano a mi nuca y mire hacia otro lado para que no notara mi estupida cara ¿como lo lograba?... y más cuando uso ese tono... tan dulce... tan real... si... los cuernos me van más le dije recobrando un poco mi color natural de cara...

Ella rapidamente fue a buscar que ponerse, yo la espiaba de reojo, aunque al parecer ella sentia mi mirada, ya que ocultaba las cosas detras de su espalda; me distraje un poco y eonctre un nuevo disfraz para mi, empece a buscar algunas cosas que fueran con él y en pocos minutos Dom ya se dirigía al vestidor sea lo que sea te verás hermosa le dije mirandola de reojo mientras miraba unos estantes con muñequeras.

Cuando salió no pude evitar soltar una risa, me encantaba jaja ok ok, me gusta te ves muy bien, como predije... aunque me acerque a ella y le susurre: te falta tu angel bese sus labios lentamente; le sonreí encantado, le guiñe un ojo antes de entrar por segunda vez en el dia al probador...

No iba a ganarla a su buen drisfraz, pero por lo menos podria usar este tipo de ropa sin que me vieran raro... no tade casi nada y salí jugando con mi daga menos angelical, creo que ya me estoy encontrando dije para atraer su atención.

disfraz:

Me alegró que se riera cuando me vió, porque me reafirma que luzco algo extraña. Si, de hecho me falta mi ángel pensé mientras me besaba. Le sonreí de manera traviesa al ver que me guiñó un ojo. De acuerdo, ahora puedo quitarme esta enorme cosa de mi cabeza. Dejé la peluca en su lugar y regresé los zapatos. Al caminar de regreso a los probadores observé unos buenos disfrazes. De pronto escuché su voz y me giré para verlo.

Al parecer tomó en cuenta que lo suyo es ser menos "angelical". Reí más que nunca cuando lo vi salir con ese exótico disfraz. De acuerdo... es más apuesto de lo que pensaba - No es justo, haces uso de tus atributos físicos para ganarme - Sé que mi piel cambio de tono por uno más rojo pero espero que piense que es por enojo o algo parecido. - Eres algo confianzudo - dije y traté de concentrarme y pensar en que podía usar. - Deberías de cubrirte un poco o la tienda se llenará de chicas - mencioné entre risas ya que no me podía concentrar en otra cosa. Lo miré por un segundo y caminé hacia el disfraz que ya tengo en mente.

Lo tomé y prácticamente corrí hacia el probador para que no lo viera. ¿Que rayos estás haciendo Chanel?, miré el disfraz y suspiré. Sé que solo lo hago para impresionarlo así como él me impresionó a mí y sé que mi manera de pensar es estúpida. Me vestí y después salí corriendo y comencé a dar vueltas alrededor de él. - Aleja esa daga de mí, no lastimes a una inocente catarina - dije entre risas.

Disfraz2:

Sonreí divertido ante su nerviosismo, la tome de la cintura y antes de que fuera a buscar su nuevo disfraz le di un beso en la mejilla vamos, ¿porque te sonrojas? le dije divertido, debía admitirlo adoraba ese sonrojo en sus mejillas si usaras tus atributos, me aplastarías y el lugar se llenaría mas de chicos que de chicas le dije ladeando una sonrisa para que viera que yo en sí no estaba compitiendo, solo me la pasaba bien, junto a ella.

Entró de nuevo en el probador y yo repetí la rutina de ir buscando un disfraz, uno mas no me haría daño; en el momento que salió pude sentir como mi boca se seco y las palabras se quedaron en un nudo en mi garganta, me quede con los ojos bien abiertos y un ligero -o eso espero- sonrojo D-Dom... ok eso no fue inteligente, pudiendo decirle que se veía hermosa y a la vez tan tierna solo salió su nombre... vamos Chassier di algo productivo, di lo que sea por lo menos yo... te ves hermosa dije por fin... en mi mente me aplaudía a mi mismo por poder decir algo. Le sonríe y bese su frente mientras la abrazaba.

Tome una capa que envolvía el resto de mi disfraz y entre casi corriendo, ¿como pude sonrojarme así? era realmente imposible -hasta hace unos segundos- que mi cara adoptara ese color rojo, me cambie rápido y dándole gracias a Merlin por si haber guardado la mascara salí con mi nuevo disfraz -por lo menos no se ve toda mi cara- pensé para mi mismo ¿que te parece? la ropa que llevaba me recordó a la que usaba cuando mis padres tenían eventos y yo TENIA que asistir... aunque esto era mejor, tenia una razón importante para ponerme este tipo de ropa.

disfraz3:

- Gracias Seine - ignoré su comentario sobre los chicos y me deje abrazar. Me aferre a su cintura por unos segundos y cai en cuenta de que este es uno de los mejores dias de mi vida. Se separó de mí más rápido de lo que me hubiera gustado. Lo seguí con la mirada mientras toma muchas cosas. Levanté una ceja, no se de que rayos se disfrazará pero sigo sonriendo como tonta.

Puedo notar su sonrojo perfectamente y es hermoso. Es hermoso en toda la extensión de la palabra. Su hablar, su forma de moverse, la manera en que me mira, su entonación de voz al decir mi nombre por primera vez... merde. Entró al probador y traté de distraerme pensando en otras cosas. De verdad me gusta el disfraz que estoy usando en estos momentos, preguntaría el precio si no me diera pena. Lo miré cuando salio y simplemente me encanto su disfraz - Me recuerda a los personajes de mis libros muggles favoritos - le dije mientras camino hacia él para verlo mejor - ¿Que te parece si vamos por un helado?, deberías de quedarte así para que todos te volteen a ver - le dije bromeando. La máscara estorbo un poco pero logré besarlo rápidamente y tomé cuidadosamente mi ropa para cambiarme.

Le sonreí ¿soy tu personaje favorito? la acerque a mi y bese su frente de forma cariñosa... me gustaba sentir como se estremecía ligeramente cuando hacia eso, se acerco y me beso... en cambio, eso me hacia estremecer a mi si vamos por un helado... tome su mano antes de que pudiera tomar su ropa y me dirigí con ella a la salida, sin siquiera quitarnos los disfraces... pero antes de dar un paso a fuera me di cuenta que mas de uno a vería... eso me hizo detenerme en el instante no todos pueden verte así... solo yo... así que bueno, vamos a cambiarnos le sonreí divertido, porque vamos, casi nos hice salir así...

Regresamos a un lado de los probadores y me cambie rapidamente, solo espere a Dom para ir por el helado, mire un rato mas los percheros y estantes, sonreí al ver un sombrero lo tome y lo compre, sin preguntar por el precio, no importaba... me puse a un lado de los probadores para que cuando saliera no me viera; en el momento que empezó a buscarme con la mirada y puse el sombrero no podía irme sin haberte comprado algo le dije al oído antes de depositarle un beso en la mejilla espero te guste tome su mano y la apreté firmemente.

sombrero:

Ven, vamos por tu helado le sonreí divertido y la guié hacia la salida, pero esta vez si pude poner un pie fuera del lugar... la rodee con mi brazo y camine lentamente por la calle en busca de algún lugar donde pudiéramos encontrar el dichoso helado, la verdad si hacia calor.

Tomó mi mano tan inesperadamente que ni siquiera permitió que tomara mi ropa. No caí en cuenta de que me arrastraba hacia la salida hasta que practicamente iba a pisar la acera. Solté un grito y después reí al instante porque de verdad me asusté. Lo escuché hablar y le dí un golpe en el hombro - Ni siquiera tu deberías de verme así, esto es ridículo - dije refiriendome al disfraz. Regresamos a los vestidores y sonreí aliviada cuando me volví a poner mis pantalones de cuero y mi blusa ligera color celeste.

Salí y di 5 pasos hacia enfrente. Aún con el último disfraz en mis manos, miré alrededor para buscarlo. De pronto sentí su voz en mi oído y cómo me colocaba algo en la cabeza. Me acomodé el cabello y le sonreí - ¡Muchas gracias! - le dije después de que besara mi mejilla.

Me tomó de la mano y no dudé en sonrojarme un poco. No por el hecho de que me tomara de la mano, si no por lo que causa en mí. Me despedí de la chica que atendía la tienda y lo abracé por la cintura. Y pensar que en algún momento el día acabará. Llegara el momento en que tengamos que irnos cada quien a casa y esperar por otro día igual... o mejor - Gracias por eso, me la pasé genial - comenté, mientras caminamos por las calles algo concurridas - Con las únicas personas que me divierto así es con mis primos - añadí entre risas.

Le sonreí creme, yo quiero ser mas que eso Seguimos caminando hasta encontrar una heladería, habían varias personas ahí pidiendo y otras tantas buscando una mesa grande para sentarse con todo su grupo de amigos, los mire por unos segundos, parecía que eran ajenos a todo lo que podía pasar a su alrededor, pero cuando uno vio a Dominique aviso al resto y se le quedaron mirando sin mucho disimulo, aunque lo intentaran, eso me molesto bastante, fruncí un poco el ceño y trate de no hacer nada, ya que solo la miraban… y dime, ¿tienes muchos primos? habia caído en cuenta en que o nos habiamos detenido a hablar de la familia, asi que comence con ello.

Llegue hasta la barra junto con Dom y una chica se acerco rápidamente para preguntarnos que queríamos yo uno de limón dije aun mirando de reojo a la gente, luego me rendí y suspire inaudiblemente y me dedique a ver a Dom, eso era mejor, me tranquilizaba ¿qué deseas? le sonreí abiertamente, mas allá vi una mesa para dos a un lado de una gran ventana, no nos haría mal sentarnos y hablar un poco sobre lo que sea, la cosa era estar juntos.

La muchacha asintió y fue a traer los pedidos mientras le indicaba que íbamos a sentarnos a un lado de la ventana y llevaba a Dom hacia la mesa ¿después a donde quieres ir? le pregunte con una sonrisa mientras le ofrecía su silla, después me senté frente a ella y me le quede viendo a los ojos.

Entramos en el lugar y pensé que no encontrariamos asientos rápido, ya que está algo lleno. No solté su mano en ningun momento. Me quité el sombrero ya que es de mala educación portar uno en un lugar techado y lo sostuve con mi mano libre. Dirigí mi mirada a Sei y ví que estaba frunciendo el ceño pero antes de que pudiera preguntarle que pasaba, me preguntó algo. - Tengo como 30 - reí un poco - Bromeo, tengo 10. Contandolos de mis ambas familias - le contesté - Pero de esos diez frecuento más a 4.

Llegamos a la barra y le sonreí a la chica que vino a atendernos. - Yo uno de mango, por favor - La vimos irse para preparar nuestros pedidos y Sei me guió hasta una de las mesas. - Gracias - le dije a Seine, ya que me habia ofrecido la silla para sentarme, como todo un caballero.

Pensé un poco en su pregunta. Miré mi reloj de pulsera y me sorprendí ya que era más temprano de lo que yo pensaba. Una de las mesas estaba llena de chicos y éstos empezaron a hacer mucho ruido. Miré a Seine y noté que me miraba directamente a los ojos, deje de escuchar el ruido y me centre en él. - Yo escogí los helados, así que tu eliges lo que sigue - Aparté un mechón de mi cabello que me cubría un poco los ojos y le sonreí. La chica llegó con nuestros helados y nos los dio con una sonrisa. Tomé el helado con cuidado y comí un poco.

Asentí al escucharlo hablar sobre su familia - Amo a los niños pequeños - dije, con voz sincera - Pero odio a los adolescentes, pueden llegar a ser algo molestos - reí un poco ya que recordé a mi prima menor que tiene 15 años. Mis discuciones siempre son con ella y siempre son causadas por tonterías por lo tanto no la frecuento mucho. Tomé un poco más de helado y después de comerlo, miré a Seine de nuevo. Reí gracias a lo de "cuñados" y me sonrojé sin lograr controlarme.

Bajé un poco la mirada y mordí mi labio inferior para no reír aún más. Cuando me tranquilizé un poco subí la mirada y me encontré con que el me miraba de reojo - Si, tienes cuñados, tengo una hermana y un hermano. - dije, siguiendole el juego - Él y yo somos mellizos, pero siempre le digo que yo soy mayor que él porque nací primero - reí y lo miré con detenimiento cuando tomó un poco del helado. Después, escuché sus ideas y al igual que él, pensé un poco en las diferentes posibilidades. Sonreí cuando dijo "¿que falta?" es como si estuviera pensando en los requisitos que debe cumplir para que esta cita sea perfecta, como si no viera en mis ojos que ya es perfecta para mí - Sería un honor ir al parque contigo - le sonreí, para darle a entender de que con él, cualquier cosa sería genial. Colocó sus manos sobre la mesa. Extendí mi brazo derecho, tomé su mano izquierda y comenzé a jugar un poco con sus dedos. - ¿Tu tienes hermanos? - le pregunté.

Acerqué un poco más mi silla a la mesa y seguí comiendo de mi helado, tratando de mantener mi mirada en él y mis dedos jugando con los suyos. Miré por unos segundo hacia afuera. El sol aún esta presente, pero sé que pronto atardecerá. Recordé que en algún momento del día tendré que despedirme de él y ésto no me agradó así que alejé ese pensamiento de mi cabeza.

Abrí los ojos de la sorpresa al escucharlo preguntarme sobre mi hermana - Bueno, competimos mucho... pero creo que es normal - me quede un poco pensativa pero logré recuperarme - Ella es mucho más recatada que yo, así que sus venganzas hacia mí son más inteligentes, yo solo le hago estupideces - Mi encogi de hombros manteniendo una sonrisa en el rostro. - Esa es una de las desventajas de tener hermanos, las venganzas. Así que digamos que eres afortunado - sigo jugando con sus dedos y siento un destello de emoción cuando él acaricia mi mano.

Asiento ante las palabras de Sei - Lo importante es que tengas con quien platicar cuando tengas un problema o duda - Quise decirle que si no era así, yo estaba para él pero me acobardé en el último segundo. Siento mariposas en el estómago, no se han ido desde el cine. Después de que le dije esto, me miró a los ojos profundamente. Me gusta como me mira, como si mis ojos fueran interesantes para él.

Pero al parecer otra cosa de mí le pareció interesante. Dirigí mi mirada al tatuaje y permanecí en silencio hasta que él dejó de mirarlo. Con una sonrisa en el rostro, le respondi - Es por mi canción favorita, Blackbird - levanté un poco mi brazo - Cuando cumplí 16, mi amigo me llevó a hacermelo porque sabía que era uno de mis deseos más preciados - miré a Seine con cierto coqueteo y sonreí - Por suerte mis padres no se enojaron, creo que ya se rindieron en su intento de que me comporte - me quedé callada unos segundos. Señalé el tatuaje - ¿Tienes alguno? - pregunté.

Terminé mi helado casi sin darme cuenta así que ya no tenía con que distraerme, por lo que me dedique a mirarlo todo el tiempo. Acomodé un poco mi cabello y sonreí de lado.

Volví a mostrar sorpresa antes sus palabras - ¿No tienes una canción favorita? - pregunté, incrédula - Wow, cada vez me sorprendes más - dije entre risas. Tal vez no sea tan raro que alguien no tenga una canción favorita, pero para mí lo es porque la letra de Blackbird esta allí cuando la necesito. Si estoy triste o siento que todo esta mal, la escucho y las cosas mejoran... al menos por ese momento. Seine habia estado muy concentrado en mi tatuaje pero me miró de pronto al escucharme - Si, un amigo... - sé que me quede pensativa por unos segundos y tosí un poco para obligarme a volver a la realidad.

Como ví que sonrió, yo también lo hice - Muchas gracias - contesté con una sonrisa ante su cumplido. Reí al ver su expresión y asentí, ya que estaba de acuerdo con él. Tenemos más facilidades que un muggle para deshacernos de un tatuaje si no nos gusta, pero aún así creo que debemos de estar muy seguros si queremos hacernos uno o al menos, que su significado sea importante para nosotros.

El resto del tiempo lo pasé mirándolo terminar su helado. En algunas ocasiones tenía que esconder una risa porque nunca había visto a alguien que comiera helado como él. Me recordó a un niño pequeño, disfrutando de cada bocado. - Luces tierno - le confesé. Tomó mi mano y entrelazamos nuestros dedos - Claro, vamos - sonreí y me dispuse a ponerme de pie. Acomodé mi blusa cuando me levanté y escuché que los chicos de la mesa siguiente volvieron a hacer ruido. Los miré por unos segundos y después bajé mi mirada, avergonzada. Volví a extender mi mano hacia Seine y le dije con la mirada que estaría mejor si saliamos del lugar.

Miré mi reloj de pulsera y suspiré cuando observé que marca las 06:30 de la tarde. Merlín, el tiempo pasa rápido. Cuando caminamos hacia la salida, entrelacé mi brazo con el suyo y recargué mi cabeza en su hombro. Lo miré de reojo y sonreí, pero antes de que Seine me viera, dirigí mi vista hacia el frente - No tengo ni idea de donde está el parque así que, te sigo - dije, con voz animada.

Señalo a la derecha y miré en aquella dirección. Yo no tengo ni la menor idea de donde está el parque, así que no le pude corroborar nada. Sonreí como tonta al escuchar eso de que si nos perdemos estaríamos juntos... tiene razón, al menos eso prolongaría el tiempo que estoy pasando con él. Lo seguí con paso decidido, sin soltarme de su brazo. Lo escuché y sentí un enorme deseo de darle un golpe, no porque me haya molestado lo que dijo... sino porque lo que dice es lo que quiero escuchar y me siento impotente o algo así, ni yo me entiendo. Respiré profundamente para calmarme y me atreví a mirarlo de reojo. Actúa como si nada pasara, como si no hubiera dicho nada. Quiza mi cerebro transformo esa frase en algo más romántico de lo que en verdad fue... no lo sé. - Descuida, no temo perderme - me solté un poco de su brazo y miré alrededor - no contigo - añadi.

Estamos llegando a un cruce de avenidas y no tan lejos está el parque a unas cuantas aceras, puedo verlo. Definitivamente esta parte de la ciudad está mucho más concurrida que el área circundante al cine. - El día es hermoso - pensé en voz alta. Después caí en cuenta de que si, es sumamente hermoso por obvias razones. Tomé de la mano a Seine y comence a balancear de adelante para atrás nuestras manos entrelazadas, mientras caminamos enfrente de muchas tiendas. - Uno de los mejores... - dije en voz baja, por culpa de los nervios. Solo espero que también lo sea para él.

El viento hace que mi cabello vuele enfrente de mis ojos y trato de apartarlo con mis dedos para poder mirarlo sin problemas - ¿Tienes mucho tiempo viviendo en Londres? - pregunté con mucha curiosidad para cambiar de tema y despejar mis pensamientos.

No contestó mi pregunta, en lugar de eso hizo que nos detuvieramos al cruzar y tomó mi rostro entre sus manos, con delicadeza. Creí que iba a besarme, mi cerebro ya estaba preparado para eso. Ví que sus manos aseguraron el sombrero en mi cabeza y sonreí, avergonzada por lo que había pensado. Miré el suelo por unos segundos para recuperarme del sonrojo y suspiré levemente. Levanté mi mirada al escuchar su respuesta que yo ya no esperaba. Me confundio un poco lo que me dijo, más eso de "no estoy seguro en estos momentos" - de acuerdo... - contesté sin más, mirándolo con una ceja levantada mientras tomo el sombrero con una mano para que no se vuele por el viento. Sonreí al verlo sonreir. ¿Es posible que me acostumbre a algo tan rápidamente?, yo no lo creía posible pero ahora sé que lo es. Es como un reflejo, algo inconciente. Si Seine sonrie yo también voy a hacerlo.

Lo miré atentamente a los ojos, ya sin pena alguna, solo disfrutando de esos ojos color avellana que por los rayos del sol lucen espectaculares. Me siento como en una burbuja, no escucho el ruido de la ciudad. Es tan raro, solo puedo enfocarme en su voz, que suena tranquila. Di un paso hacia él y en ese justo momento se separó y miró alrededor. Me crucé de brazos y al escucharlo, no me contuve y reí. El parque está en la siguiente acera, es imposible no verlo desde aquí... - Descuida, yo puedo verlo - me coloqué a su lado ya que cuando Seine caminó me dejó un poco atrás. Le sonreí aún divertida por su gesto - Vamos, te guio - estiró su mano hacia mi y la tomé sin pensarlo. Entrelazé mis dedos con los de él y volvimos a caminar juntos.

Llegamos al parque y me preguntó algo. Lo miré de reojo, me encogí de hombros y esperé a que siguiera. Llegamos a un árbol que suelta un poco de hojas, éstas se acumulan perfectamente debajo de él. Su respuesta fue anticipada por él tomando de nuevo mi rostro entre sus manos y acercándose a mí lo suficiente como para poder asegurarme de que ahora soy yo quien se refleja en sus ojos. Me congelé ante su respuesta. No supe que responder. Sentí mi cabello caer libre sobre mis hombros ya que Seine me había quitado el sombrero. Bajé mi mirada a sus labios y al sentir su contacto con los míos cerré los ojos para disfrutar de aquel beso que yo deseaba. Estuve unos segundos en completo silencio y después rocé un poco mi nariz con la de él antes de devolverle el beso con la misma ternura con la que él me había besado. Quería pedirle que me dijera, que esta no sería la última vez que nos veríamos. Porque el sol esta a punto de esconderse y la noche llegará... tendremos que despedirnos en algún momento. Lo miré a los ojos. Espero que eso que muchas personas me han dicho "tus ojos son muy expresivos" sea verdad, porque trato de que lea en ellos cuanto lo necesito. Que note que adoro su compañia. - Eres un chico excepcional Seine - le aseguré, sonriéndole. Estiré mi mano derecha y acaricié su rostro con delicadeza. - Nunca había conocido a alguien como tú - agregué con la misma firmeza en la voz. Me encanta que podemos estar muy cerca sin sentirnos incómodos. Es como si nos conocieramos desde hace años o como si hubieramos sido hechos el uno para el otro.