Relax.

Bajé las escaleras del dormitorio de chicas. Eché un vistazo, pero al igual que en el momento de mi llegada, no pude ver a nadie por allí. Di una vuelta, observando cada pequeño detalle, de la estancia. "siempre es mejor tener todo bajo control, por si acaso" pensé. Al instante, me reí de mi propio pensamiento. Finalmente, me senté en el cómodo sofá a esperar a que alguien apareciera por allí. Tenía ganas de conocer a alguien interesante.

Habia pasado un tiempo deambulando por el castillo, ya era hora de regresar a la sala comun. Decendi y, tras los laberinticos pasillos, me encontre con la pared de piedra que daba entrada a la mazmorra de Slytherin. Dije la contraseña y entre. El lugar estaba en una agradamble penumbra, por lo que me fue facil deslizarme entre las sombras. El sitio parecia vacio a primera vista, pero un segundo recorrido con la mirada me dejo ver a alguien sentado en uno de los sillones. No terminaba de distinguir nada, asi que sali de entre las sombras con una media sonrisa, permitiendo que se me viese.

Estaba entretenida examinando otra vez con la vista el lugar cuando descubrí a un chico sonriéndome de forma extraña. Le examiné un segundo, parecía interesante.
-Buenos días...chico.- dije al no saber su nombre. -Mi nombre es Jamie.- terminé mientras le dedicaba una encantadora sonrisa.

Me sente desprocupadamente en la butaca que quedaba frente a ella, recostandome comodamente. La mire durante un momento. -Es un placer, Jamie-Dije sonriendo a mi vez-Yo soy Caín.

-encantada, Caín.-dije con una sonrisa.-¿Eres nuevo tú también, o es impresión mía?

Rei ligeramente, no era la primera que lo preguntaba-Bueno, el año pasado no estube en Hogwarts, es cierto, pero los anteriores si habia estado aqui. El curso pasado le perdi por cuestiones...familiares, digamos-Sonrei-Asi que tendre que ponerme a la altura en cuanto a estudios.

Puse cara de sorpresa.
-Bueno, no preguntaré por esos... motivos.. familiares. Entonces, ¿te veré por clase?

Rei suavementes y asenti con la cabeza.
-Que considerada con las preguntas personales, me gusta-Dije aun riendo-Si, debemos de tener el mismo horario, asi que nos veremos bastante-Comente-Por lo que conozcamonos!-Dije volviendo a sonreir-¿Cual es tu apellido?.

-Suelo preferir que la gente me cuente sus asuntos de forma esporádica y que la intención salga de ellos mismos que preguntar. Es una forma de presionar.- dije con una leve sonrisa- Mi apellido es Sullivan, por suerte o por desgracia. ¿Y el tuyo?

Medite un momento con su apellido en la cabeza y mi sonrisa se hizo mas ancha; de niño me obligaban a pasar horas estuduando los linajes mas puros de Sangre Limpia. Los Sullivan estaban en esa lista, descendientes de una rama de la familia Slytherin. Todo un descubrimiento-Lancaster, a tu servicio-Bromee-Tambien por suerte o por desgracia.

"Lancaster" repetí en mi cabeza... Sí, había oído hablar de ese linaje. Sin duda, sangre limpia, al igual que mi familia, sin embargo, creía recordar que no era lo que se dice una familia normal y feliz.
-He oído hablar de tu famila. Me parece que no soy la única con problemas familiares ¿me equivoco?. Quizá nuestras familias se conozcan... aunque si te soy sincera, espero, para fortuna de tu familia, que no lo hagan.- dije mientras reía levemente.

Rei sonoramente, los Slytherin pareciamos condenados a tener familias peculiares-Cierto es, no eres la unica. Seguramente habras oido hablar de Malcom Lancaster, cabeza de familia. Es mi abuelo, bastante aficionado a los experimentos y obsesionado con la Snagre Limpia...aunque son datos de dominio publico-dije riendo-Lo mas probable es que si, que se conozcan, tanto para desgracia de mi familia como de la tuya-comente aun con la sonrisa en los labios-¿Tienes hermanos?

Sonreí. Me daba la impresión que este chico iba a ser una de las personas más cercanas que iba a tener ese año.
-Cierto, he oído hablar de Malcom Lancaster desde que era pequeña, lo que no esperaría nunca era encontrarme aquí con su nieto. Curioso-sonreí- Sí, tengo un hermano. Es más pequeño que yo, pero no es el típico hermano menor. La verdad es que no aparenta la edad que tiene. Bah, una dura infancia. Digamos que por una parte me "gusta" mi familia, y por otra la aborrezco, por eso me gusta estar aquí. Las cosas cambian de un año para otro- dije con una ligera risa.

La observe con la cabeza ladeada y mordiendome suavemente una uña. Era una familia peculiar, y ella era una chica con una conversacion muy interesante.-Las infancias traumaticas son las que crean o a los adultos mas competentes, o a los mas desequilibrados-sonrei-A mi suelen decirme que estoy bordeando la segunda zona-Pense en su teoria de lo cambiante que era el colegio, y asenti, transmitia tranquilidad-Me pasa lo mismo; adoro a mis padres, pero sufro por ellos y por la carga que soportan con respecto a mi, y adoro a mi abuelo, pues me ha tratado bien, me ha proporcionado una educacion, y un futuro, pero, a la vez, le odio con toda mi alma por...-Me detube, mirandola de nuevo un momento, casi me habia olvidado de que no estaba solo-...Porque se merece ser odiado-Termine hundiendome en la butaca, incomodamente estrecha.-Pero, al menos, ahora estoy aqui, estamos, aqui-especifique-nuestras familias de momento no pueden arrebatarnos Hogwarts

Le observé, parecía incómodo. Me incliné ligeramente y posé mi mano en su brazo por un segundo.

-Tranquilo-dije un tono más bajo-Ya te he dicho que no presiono a la gente para que cuente sus asuntos. Y menos si son de familia- volví a incorporarme en el sofá, esta vez acomodándome más.- Yo adoro en parte a mi abuelo, él también ha sido quien nos salvó de... de toda esa #?%$ en la que estaba metida yo, y de paso mi hermano. Sin embargo también le odio, le odio porque nunca he sabido que narices estuvo haciendo hasta que vino a por nosotros. A mis padres... a mis padres les odio, y espero que no se crucen nunca en mi camino. Y aunque lo hicieran... creo que no recuerdo su cara lo suficientemente bien... pero no, nunca podrán quitarme, quitarnos, hogwarts.- me detuve, y le miré a los ojos.- Oh, lo siento, no pretendía aburrirte.

Aprecie el breve contacto y escuche su historia con calma. Ahora veia que los Sullivan tambien tenian su parte oscura, al igual que los Lancaster. Que distinto era el rostro mostrado al publico a aquel que se enseñaba tras los muros de una casa. La sonrei tranqulizadoramente-No me aburre, todos tenemos pesares-dije encogiendome de hombros-No podemos cambiar el pasado, solo amoldarnos a el.

Pensé un segundo en su frase. Sonreí.
-¿Sabes? Me has caído bien. Tranquilo, tú no tienes la culpa de lo que haya hecho tu familia, al igual que yo. Algún día te presentaré a mi hermano, creo que os llevaríais bien.-

Me levanté hacia la chimenea mientras sacaba la varita. Susurré un hechizo que hizo que al segundo después, la madera comenzara arder lentamente. Volví a acomodarme en el sofá y miré a Caín, invitándole a sentarse al lado a contemplar el fuego. - Me gusta el fuego, y la forma que tiene de arder. Me da tranquilidad. Arde tranquilamente, sin prisas, cumpliendo su trabajo. Da igual que lo vayan a apagar, no se altera. Eso deveríamos hacer los humanos. Ser más fríos, como el fuego. ¡Vaya ironía! - sonreí y volví a mirarle, esta vez a los ojos.- El fuego se muestra tal cual es, no tiene coraza. Me gusta. ¿ a tí no?

Me sente con ella donde me indicaba y contemple como gracias a su hechizo la madera comenzaba a arder cada vez con mayor fuerza, inalterable. Escuche sus palabras y me cruce con su mirada, esperaba una respuesta-El fuego me tranquiliza a mi tambien, pues sabes cual va a ser su proximo movimiento, no tiene miedo, no tiene nada que esconder, y se muestra orgulloso porque sabe que no esconde nada-Medite un momento-Me gusta el fuego, pero el ser humano es incapaz de mostrarse tal cual, pues tenemos demasiados secretos-dije con un encogimiento de hombros.

Sonreí ante sus palabras.

-Cierto. Tenemos secretos escondidos por todas partes, y nos da miedo que los descubran. por eso la gente es reservada, pero no la culpo, yo lo soy, aunque no lo esté siendo contigo. Pero... quizá sea que no conozco a casi nadie aquí a pesar de llevar siete años, o quizá que nuestras familias se parezcan en cierto modo,pero me trasnmites confianza- le miré a los ojos y le sonreí levemente.- Me recuerdas al fuego. Pero tienes coraza. Y tienes un pasado, como yo. Me recuerdas a mí, y a mi hermano. Creo que es la primera vez en mi vida que digo esto a alguien, pero me caes bien.- dije mientras volvía mi mirada de nuevo al fuego.

Escuche sus sabias palabras, y admire su temple y aquello que me estaba diciendo-...Tu tambien me caes bien, y creeme que no es algo que acostumbre a decir de verdad-comence-Llevo desde niño en esta escuela y, aun asi, no veras a chicos a mi lado proponiendome una partida de ajedrez, veras a interesados propiniendome una comida con su familia y la mia para que se conozcan. Veras a chicas sangre limpia intentando conquistarme. Veras muchas cosas que se alejan bastante de lo que es la amistad-Si habia empezado a hablar, no tenia intencion de detenerme-De niño, mi vida consistio en la practica de la magia y en el estudio de los linajes, he sido educado para que conozca la valia de mi sangre-Sonrei de forma extraña un momento-No he jugado con otros niños, y dios libre a mis padres de darme un hermano-Como ella, volvi a mirar al fuego-Es cierto, tengo un pasado demasiado oscuro, al igual que tu, al igual que la mayoria, y, sin embargo, aqui estoy, hablando-La misma palabra lo decia todo-Hogwarts es mi segunda casa, practicamente mi primera casa, y como hogar mio, he hecho travesuras de todo tipo, pero, aun asi, esta es la primera vez que estoy....eso, hablando.

Escuché atenta a sus palabras. Posé una mano sobre la suya.

- Tu historia me recuerda a la mía. Yo tampoco he sabido qué es disfrutar.Mi vida acabó cuando mis padres me regalaron mi varita. Desde ese momento me presionaron para que aprendiera, sin éxito. Yo no era capaz por aquel entonces de hacer ni un solo hechizo, y lo mismo le pasaba a mi hermano. Al principio mis padres lo ocultaban, por miedo a que se enterase la gente. Siempre que acudían visitas importantes a casa, me vestían de princesita y me trataban bien, sólo para aparentar. Cuando se iban, volvía la tristeza de siempre. Al final, llegó un momento que la situación fue insostenible. Yo rondaría los diez años y todavía no había mostrado signo alguno de magia. Simplemente cosas extrañas que pasaban a mi alrededor, pero ni un sólo hechizo. Era la verguenza de mis padres.Hasta que un día comenzaron a... - mi voz se quebró por unos segundos.- ... así que meses después nos abandonaron a mí y a mi hermano. Ellos desaparecieron... no fue una infancia fácil, como podrás imaginar...- tragué saliva.- Aquí la gente me conoce, pero también piensan que es mi madre la que me manda regalos de navidad todos los años en vez de mi hermano, y también creen que si no voy a casa es porque mis padres tienen demasiado trabajo. Sí... también es mi primera vez... hablando.

Escuche sus palabras en silencio. Realmente, no es que hubiesemos tenido una vida familiar parecida, sino que nuestras vidas familiares habian sido una mierrda, cada uno en su sentido. Ella Odiaba a sus padre por abandonarles, yo queria a los mios, pero sufria por que ellos sufrian po el hecho de que yo existiese. Ella queria a su abuelo por acogerles, pero le despreciaba porque no sabia que habia estado haciendo durante el periodo que habian estado solos; yo, sin embargo, queria a mi abuelo por como se habia portado conmigo, pero me daba asco como habia actuado antes de mi nacimiento, y como seguia haciendolo ahora. Dos vidas de #?%$, pero siempre habia quedado Hogwarts. Me rei, y ella se quedo mirandome de forma inquisitiva.

-Pensaba en los Slytherin-Continuo mirandome raro-Es cierto, si te paras a pensarlo, no nos meten en esta casa porque seamos unos obsesos de la Sangre Limpia, ni porque seamos futuros seguidores del Señor Oscuro, nisiquiera porque seamos astutos y consigamos todo a cualquier precio, como dice la leyenda...nos meten aqui porque somos personas con un pasado lleno de mierrda.

Me quedé pensando un rato en sus palabras. Era cierto. Todos los Slytherin que conocía tenían algún pasado extraño o turbulento. Realmente, casi todos procedían de familias desestructuradas completamente.

-Cierto. No me había dado cuenta hasta ahora. Pero creo que ahí es donde está lo interesante. Justo cuando hay esos problemas es cuando la gente se muestra tal cual es ¿no crees?. Quiero decir, hay gente que madura, y gente que no lo hace. En mi caso la vida me obligo a madurar deprisa, a no tener infancia. Sin embargo, si hubiera sido de otra forma de ser, podría haber pasado de mi hermano y vivir mi vida como fuera. No sé, creo que depende mucho de la personalidad cómo reacciones ante este tipo de dificultades. Creo que si te pones a analizar las acciones de la gente con problemas, puedes llegar a descubrir muchas cosas de su personalidad... - dije casi en un susurro.

No había ruido aparte de nuestra conversación y el fuego, así que me parecía absurdo hablar más alto. No quería despertar ni llamar la atención de nadie. Estaba demasiado a gusto hablando por primera vez con alguien. Me entusiasmaba la idea de poder llegar a tener un amigo. Algo de lo que siempre había carecido.

Me recoste un poco mas sobre el sillon. Estaba, modestia aparte, asombrado por mi definicion de los Slytherin, pero realmente habia llegado a la conclusion de que era asi, de que todos eramos asi, por mucho que otros hubiesen encontrado la felicidad. Oia sus palabras entre el crepitar de las llamas, el fuego comenzaba a perder su fuerza, ya llevabamos un buen rato alli.

-Es cierto. En mi caso, madure tal y como querian que lo hiciese; los resentimientos que yo pudiese albergar daban lo mismo. En la gente que aguanta y que soporta las dificultades, si que puedes encontrar a una verdadera persona que te entienda-Dije apartandome el pelo-Tal vez tambien por eso todos los Slytherin estemos juntos, porque nos necesitamos, porque necesitamos de alguien que haya vivido lo mismo que nosotros y nos entienda.

Escuché sus palabras con atención. Me recosté más sobre el sofá. Empezó a entrarme el sueño, pero no tenía ninguna gana de moverme del sitio.

- Es muy posible. Realmente, puede que sea así. Ciertamente creo que todo el mundo necesita alguien que le entienda. He vivido sin amigos toda mi vida. Por decirlo así, mi única vida era mi hermano y mi abuelo. Y no puede decirse que mi abuelo fuera un... "amigo" en el que poder confiar... era como vivir en casa de tu propio enemigo... Era una situación insostenible. Por eso me gusta Hogwarts, aunque esté sola. Me gusta estar sola. Es mejor que estar mal acompañada... Pero sí, realmente, todo el mundo necesita alguien que le entienda... - dije mientras miraba sin observar realmente el fuego.