Conectarse

Recuperar mi contraseña

Últimos temas
» 1ra Edición del Profeta.
Las reglas del amor EmptyMiér Sep 09, 2020 9:41 pm por Narrador

» Uso de los dados - REGLAS -
Las reglas del amor EmptyJue Ago 27, 2020 7:29 pm por ADMIN2

» REGLAMENTO GENERAL
Las reglas del amor EmptySáb Mayo 23, 2020 8:30 pm por Albus Dumbledore

» AMBIENTACIÓN GENERAL
Las reglas del amor EmptySáb Mayo 23, 2020 7:29 pm por Albus Dumbledore

» ¿en que piensas en este momento?
Las reglas del amor EmptyJue Mayo 21, 2020 1:28 pm por Aricia McLaggen Circe

» Despejando la mente [Libre]
Las reglas del amor EmptyJue Jun 29, 2017 1:09 pm por Seyer Black

» ¿Qué estás escuchando?
Las reglas del amor EmptyMar Mar 14, 2017 5:33 am por Aricia McLaggen Circe

» Secretris Magicae [Afiliación Élite]
Las reglas del amor EmptyDom Mar 08, 2015 9:43 pm por Noah L. Lenfet

» Nuevo Merchandising de HARRY POTTER
Las reglas del amor EmptyMiér Feb 18, 2015 8:30 am por SCIFIAREA

» Un nuevo muggle, descubre el mundo magico.
Las reglas del amor EmptyMiér Nov 19, 2014 8:39 am por Dean A. Taran

【Administración】
administrador
Albus Dumbledore
Like A Boss
Aricia Mclaggen Circe
Luna
Luna Weasley
Emme
temporada
Estación.
SCOTLAND WEATHER

Las reglas del amor

Ir abajo

Las reglas del amor Empty Las reglas del amor

Mensaje por Helena Beckfonsi Mar Nov 02, 2010 4:55 pm

Fan Fiction en honor a Nat

Comentarios del Autor: Si, si te lo preguntas Ito, si, lo hice para molestarte n_n

Lo que no se debe hacer cuando te enamoras

Yo nunca me había enamorado, el concepto del amor si que lo tenia presente, pero en realidad enamorarme, no era para mi. Me habían dicho unas reglas, reglas para que cuando estuvieras enamorada no sufrieras demasiado, no lloraras mucho por el otro, pero las había olvidado, pues al no enamorarme no necesitaba reglas para evitar que me doliera esa enfermedad. Juro que lo había olvidado, pero desgraciadamente… esas reglas me alcanzaron solas.

1er Regla: No seas demasiado fácil de conseguir…

Sentada en el césped de los jardines de Hogwarts miraba pasar a la gente, el día, los animales. Había una razón por la que tenía que estar aquí, lo sabía por la forma en que aunque me decía mil veces: “tienes que irte”, no me iba. Tome una flor en mis manos y suspire tristemente, pues no tenia una persona con la cual jugar me quiere o no me quiere y por primera vez… hubiera deseado que si. Se dice que es mejor no amar, porque amar significa sufrir… llorar… yo que nunca había amado podía decir que sin amor es solo vacío. Negué con la cabeza y me levante decidida, decidida a olvidar mis frustración por no poder amar, mis amargos recuerdos y hasta a la niña que no quería dejar ir aunque el mundo me decía que debía hacerlo.
Me había levantado tan rápidamente que no había notado antes algo duro bajo mi pie que me desequilibrio y me resbale en el césped, contuve las palabras de dolor que iba a decir al caer al piso, lo peor de esto es que no había un príncipe que me ayudara a levantarme…

-¡Hey!- grito un chico corriendo hacia mí. ¿De donde había aparecido? Me sonroje pensando que tal vez si había un príncipe para ayudar a la dama en apuros y aunque pude levantarme ya que no me dolía tanto, espere a que el llegara para auxiliarme. Me sonrío y me ofreció su mano. Yo le respondí a su sonrisa levemente sonrojada y tome su mano, me apoye en el y me levante.

- Gracias por ayudarme- le dije aun sin soltar su mano, me gustaba el contacto de su piel, calida. Me hacia sentir segura.

- No te preocupes, venia para acá porque había olvidado algo y me arrepiento de no haber venido antes para evitar que cayeras ¿Estas bien? – Aun cuando al comienzo hablaba tranquilo, su voz cambio cuando hizo la pregunta, su sonrisa había desaparecido y parecía algo incomodo. Fruncí el ceño, ¿Qué pasaría? ¿Me vería mal? ¿Qué había hecho? Casi sin darme cuenta apreté su mano buscando mostrarle mi confusión.

- Si…, estoy bien, gracias…- por fin, no pude controlar mi confusión- pero ¿Tu estas bien? ¿Pareces algo… incomodo?

- Claro, no me hubiera gustado decírtelo así, pero… ¿Podrías soltar mi mano? La tienes tomada desde que te ayude a levantarte- dijo con voz de disculpa, pero yo lo solté inmediatamente sonrojándome a más no poder ¿Había estado sosteniendo su mano toda nuestra conversación? ¿Qué pensaría de mí?

- Lo siento…- dije en voz baja y quise alejarme corriendo de ahí y no volver a verlo, levante un poco mi mirada y vi que era Slytherin, no habría problemas entonces para no volverlo a ver.

- No te preocupes- dijo el despreocupado- la verdad es que estaba algo incomodo, pero entiendo que te hallas aferrado a la persona que te había ayudado… mas bien, olvídalo ¿Cuál es tu nombre?

- Natalie, pero me puedes decir Nat, así me dicen mis amigos – dije naturalmente, pero después me detuve improvisamente. Le estaba diciendo que me llamara como mis amigos… ¿Pensaría que lo estaba tomando todo muy rápido? Retrocedí unas pasos sin saber como actuar en esta situación, cada palabra que antes me pareciera natural, ahora me parecía como si estuviera tratando de conquistarlo.

- Mi nombre es Adonis Estridagos y soy de slytherin- dijo el deteniendo mis pensamientos, note, que al decir su nombre y casa parecía orgulloso y me pregunte si le molestaría que yo fuese gryffindor, al fin y al cabo, no era misterio que nuestras casas se odiaban. No me había un apodo cariñoso con el cual llamarlo, así que no respondí y baje la mirada. Realmente era toda una vergüenza.

Al ver que no respondía, se agacho y tomo un pequeño libro del piso, parecía que lo había reducido. Lo guardo en su bolsillo y dijo – Adiós- antes de voltearse y empezar a caminar hacia el castillo. Levante la mirada inmediatamente y supe que no quería que se fuera. Olvidando todo corrí tras el, pero el paro y volteo al notar que alguien lo seguía.

Nunca me habían dicho torpe. Soy orgullosa, no me gusta perder, por lo que torpe no estaba en mi descripción. Ese día supe que realmente era un poco torpe con referente a los chicos. Corrí tras el y no me di cuenta cuando había volteado, por lo que había chocado con el y habíamos caído en el piso. No era mi culpa que hubiera puesto mis manos para evitar la caída y tampoco, que por casualidad, hubiera tocado algo más de lo que debí tocar.

Aunque sonrojado, el me miro con una sonrisa- Creo que aun no nos conocemos lo suficiente, pero…- dijo dejando la frase incompleta. Yo me levante de golpe y me arrastre lejos de él.

- No, no, no, no es así, no quería…- no paraba de tartamudear y estaba realmente molesta con el por pensar que quería eso.

- No te preocupes…- dijo acercándome a mi con una sonrisa tranquilizadora, me despeino el cabello cariñosamente- estaba bromeando, pero tienes que cuidarte de otras personas, no creo que piensen como yo.

- No sabia que pasaría esto…- dije ahora mas relajada, volvió la sensación de ser protegida y volví a respirar con normalidad.

- Yo te protegeré de los chicos malos- me dijo seriamente de improviso- serás como una hermana para mi… te protegeré de todos lo que te quieran hacer daño.

Levante la mirada y me perdí en sus ojos, asentí, si, quería que me protegiera- Yo también te protegeré a ti…

- ¿Quieres venir conmigo?- me dijo con una sonrisa.

- Si, siempre- dije alegre por estar con el, le ofrecí mi mano y el me ayudo a levantarme por segunda vez en este día. Tal vez… había sido muy fácil para el ganarse toda mi confianza, pero… estaba tan feliz.

Comentarios del autor: Si, Adonis, se que aunque lo ocultes, aunque desearías odiar a todos los muggles y ser un slytherin normal, la verdad es que te encantan los muggles x3.

2da regla: No le mandes demasiadas cartas…

Habían pasado unas semanas desde que Adonis y yo nos habíamos conocido, ese día había sido grandioso, note que compartíamos muchas aficiones y aunque el era de slytherin se aseguro en dejarme en mi Sala Común. Me había prestado el libro que estaba leyendo, de un autor muggle, aunque me advirtió que nunca podría decir que el lo estaba leyendo. Se llamaba: “Romeo y Julieta”. Se lo había pedido prestado y ahora que ya lo había terminado estaba ansiosa de verlo y darle el libro para poder conversar un poco del libro. Así que le mande una lechuza en la mañana diciéndole que había terminado el libro Romeo y Julieta y me parecía una obra excelente, pues aunque sin magia su amor había sido mucho mas grande que la muerte.

Baje hacia el comedor, y lo vi en el pasillo, estaba con algunos amigos, pero no me importo. Corrí hacia el con el libro en la mano.

- ¡El libro muggle que me diste es maravilloso!- dije sin poder controlarme, estaba muy emocionada por haberlo encontrado. Vi que la alegría que adornaba su rostro cuando me había visto disminuía y sin siquiera decirme nada se alejo de mi.

Algo en mi corazón se rompió, lo sentí y supe que mis ojos estaban mojados por las lágrimas que querían salir. De repente, me pregunte que le habría molestado ¿Qué le he hecho? Me pregunte conteniendo las lagrimas ¿Lo habría lastimado? Recordé que había dicho que no le dijese a nadie que el leía ese libro y supe el error que había cometido… me debía odiar. Tenia que disculparme.

Cada hora le enviaba una lechuza diciéndole que me perdonara, mi lechuza a mitad del día estaba cansada y yo me sentía derrotada. Pedí prestado una lechuza del colegio para enviarle cartas donde le decía como sentía no haber recordado lo que me había dicho y aunque no estaba segura de que estuviera bien, le seguía mandando las cartas esperando que contestara alguna de ellas.

Todo el día estuve distraída y no me importo lo que el profesor nos explicaba. Al finalizar el día, decidí que si no me respondía mis lechuzas, al menos me tendría que responder frente a frente. Cene rápidamente y me senté en la puerta del gran comedor a esperar que saliera. Me levante cuando vi que el salía, con su libro en mano y una mirada seria, estaba molesta por que había ignorado todas mis lechuzas y si, había incumplido una promesa, pero me había querido disculpar.

- Aquí esta tu libro y quiero una explicación de porque no haz contestado mis lechuzas, falle, pero…- me detuve cuando me dio un calido beso en la mejilla, inmediatamente me sonroje- Eso… eso no arregla todo.

- No, no, lo siento solo que… en la mañana me habían hecho una broma unos de Gryffindor por haberte dejado en la sala común y mis compañeros… lo siento, en realidad no quise ignorarte así…- me miro y supe que estaba realmente arrepentido, así que asentí, pero se me ocurrió otra cosa.

- ¿Y porque no contestaste mis cartas diciéndome esto?- dije molesta de nuevo, pues pudo haberme avisado para no enviarle todas esas cartas.

El me miro y de pronto sonrío – Nat, nos dan las cartas solo en las mañanas, solo si es un motivo especial, nos los dan en las tardes… supongo que para la Profesora tu carta no fue un motivo urgente.

Había olvidado ese detalle, claro, a nosotros nos daban las cartas en la mañana… baje la cabeza, porque estaba avergonzada de haber olvidado algo así solo por la necesidad de disculparme.

- No te preocupes, Nat- dijo el y me desordeno el cabello- Yo debí haberte buscado para decirte esto, pero… busquemos el lado bueno es nuestra primera pelea así que… ¿Qué tal si me pones un apodo cariñoso?- me sonrío y yo me entusiasme con la idea de tratarnos con mas familiaridad, aunque el ya me decía Nat, yo aun cuando lo veía, le decía Adonis. Pensé un apodo sencillo y que no olvidara.

- ¿Te gusta Nis?- dije con una sonrisa, pues me gustaba el apodo- ¿O lo cambiamos?

- Nis me parece estupendo, Nat- dijo el y se acerco lentamente a mi, yo ya no me sonrojaba cada vez que el estaba cerca, pero aun me ponía algo nerviosa. Acerco su rostro lentamente al mio y yo cerré los ojos, sin saber que pensar ¿Me quería besar? Sentí sus labios en mi mejilla y mi corazón paro de latir desembocado.

- Gracias por haberte preocupado por nuestra amistad- me dijo en voz baja que me hizo abrir los ojos, su rostro estaba muy cerca del mio y el estaba ligeramente sonrojado.- Eres importante para mi… muy importante.

- Yo… te quiero, Nis, te quiero mucho…- dije también en susurros, pues no me creía capaz de decirlo en alto. Sonrío. Yo le sonreí.

Al día siguiente, al llegar al Gran comedor, una parte de la mesa slytherin estaba llena de cartas para Nis. El me sonrío desde su mesa y yo sonriéndole, fui a mi mesa a pensar que tal vez… mandar tantas cartas… no estaba tan mal.

Comentarios del autor: Porque siempre me gusta ser la mala de la película, en este caso la mala del fan fiction. Y si, si se lo preguntan, me encanta hablar mal de mi XD.
3era regla No mueras de celos

Recordaba los consejos que me había dado una amiga para no morir de tristeza al alejarme de alguien, si, los había olvidado, pero creo que era tiempo que recordara las reglas que me dio para que no llorara al final, tenia que admitir que había fallado en las dos primeras, pero había una en que estaba segura no fallaría y eso era porque nunca había estado celosa. Estar celosa es para personas inseguras, que no confiaban en los demás, yo confiaba en Nis, era por eso que había sido tan fácil ser feliz con el. La tercera regla… no mueras de celos, definitivamente tendría un 10 en esa regla.

Me levante realmente animada, era día domingo por lo tanto teníamos el día libre y Nis me había invitado a un almuerzo en el jardín donde nos habíamos conocido, me había dicho que tenia que decirme algo especial y yo, tenia que admitirlo, estaba muy emocionada, pues sospechaba lo que me iba a decir… por fin, se me declararía y estaríamos juntos. En el poco tiempo en que nos conocíamos habíamos descubierto que realmente seria hermosa una relación entre nosotros, pues compartíamos la misma moralidad, amor por la vida, fuerza… y a la vez debilidad.

Me vestí y arregle con esmero y no pude evitar bajar al comedor con una gran sonrisa y dando pequeños saltitos de felicidad. Mi vista recorrió la mesa slytherin buscando a mi adorado Nis y cuando lo vi toda la sonrisa de mi rostro desapareció. Una chica de slytherin lo estaba abrazando muy cariñosamente y le decía cosas al oído que los hacia reír a ambos. Baje la mirada y fui a la mesa a comer tratando de tomar dominio de mi misma, yo nunca estaría celosa, confiaba en Nis, confiaba en mi. Mi mirada se levanto de la mesa para ver otra vez la mesa slytherin, observe a la chica que estaba con el buscando defectos para tranquilizarme, su cabello negro largo y desde esta distancia sus ojos parecían oscuros, delgada, bonita… y ahora estaba acariciando el brazo de Nis y el se lo permitía. Nunca seas celosa… ser celosa no es para ti, aparte ¿Qué eres de el? Me deprimí pensando que en realidad no éramos nada aun y que tal vez lo que me quería decir hoy es que tenía enamorada.

Nis se levanto con la chica y caminaron directamente a mi, pasando por las otras dos mesas de Hogwarts, la chica tenia un caminar gatuno y estaba apoyada en el brazos de Nis, levante la mirada y los mire desafiantes, si estaban juntos al menos haría sentir a Nis que por mi estaba bien, que a mi no me importaba, no me importa, me repetí mientras llegaban.

- Hola, queridita Nat – dijo la chica al llegar y me sorprendí de su familiaridad, aparte me había llamado como me llamaban mis amigos, mire a Nis buscando una explicación, pero el solo sonrío.

- Hel, te quiero presentar a una personita muy especial para mí- dijo Nis y por un momento me ilusione aun cuando sus brazos estaban entrelazados.- Ella es como una hermanita para mi.

- Hola, mi nombre es Natalie, encantada de conocerte- dije tragando toda la tristeza y los celos, porque mientras yo era su “hermanita” ella podía ser todo lo demás.

-Lo se, me han contado mucho de ti- dijo ella con una sonrisa y aunque supe que en otra ocasión me hubiera agradado, ahora solo la podía ver como una enemiga.
-Pues… la verdad es que yo no se nada de ti- dije respondiendo a su sonrisa, pero mucho mas sarcástica. Supo que le había dolido por sus ojos, tan expresivos, que ahora me daba cuenta que era un verde oscuro… un verde pantano, me dije, nada que admirar demasiado.

- Nis, ¿Te acuerdas de tu promesa, verdad? No me vayas a fallar- dijo ella con un puchero ignorándome a mi, me quede estática al oírla decir el apodo con el que yo lo llamaba, pero el ni se inmuto.

- Si, claro, Hel, no lo olvidare.- le sonrío cariñosamente y ella dándole un beso muy cerca de la boca se fue, sin mirarme otra vez a mí.

- ¿La conoces desde hace mucho?- le pregunte buscando explicaciones, de donde habría salido esa chica si nunca la había visto cerca de él.

- No, no, la conocí esta mañana en la sala común, pero tengo algo que decirte, Nat, hoy no podré ir a nuestro almuerzo en los jardines- dijo sonriendo apenado, me beso en la mejilla y supe que iba a reunirse con ella, me había cambiado por ella. Sentí un gran dolor y aunque lo miraba con una sonrisa por dentro estaba sufriendo muchísimo, porque había fallado las tres primeras reglas y ahora me dolía el adiós, pero no el adiós de la relación, si no el adiós de mi ilusión.

- Esta bien, Nis, será para otro día- dije recordando todo lo que había hecho para que este día fuera especial y el ni siquiera iba a asistir, ni siquiera para decirme que estaba con otra chica.

- Gracias, Nat, eres maravillosa- dijo sonriendo alegre y se fue tras la chica… Hel… me acerque a una amiga que estaba segura me comprendería.

- Selene…- la llame sentándome a su lado.- ¿Cómo estas?- pregunte no queriendo meter el tema de mi conversación tan rápidamente.

- Nat, todo muy bien, hoy jugué quidditch con Harry y fue maravilloso, lo amo- dijo ella con voz soñadora, hace un tiempo lo había conocido y desde ese momento habían sido inseparables.

- Selene, ¿Qué sabes de esa chica que estaba con Nis?- dije diciendo el apodo, ya que Selene por ser una buena amiga, conocía mas o menos la historia de Nis.

- Oh… Helena Beckfonsi- dijo y algo en su voz sonó molesta- No deberías juntarte con ella, Nat, aunque se que Adonis es una gran persona, hay muchas cosas que se dicen de ella… y nada es bueno.

- ¿Qué se dice de ella?- pregunte mordiendo mis labios, preocupada por la clase de mujer que seria la novia de Nis.

- Se dice que cada semana cambia de preferido, colecciona chicos como si coleccionara cupones, esta con uno y con otro hasta que se aburre y después Adiós, olvídate de mi – dijo Selene haciendo con la mano como si despidiera al decir las ultimas palabras- Dicen que es una veela, pero que utiliza protecciones para los humanos…, pero de eso no se nada, solo se que es demasiado coqueta tanto con chicos con novia como con los que no.

- Nis…, el no debe saber eso- dije preocupada, tenia que evitar que estuviera con ella, si al menos el estuviera con una buena persona, pero ella no lo merecía De repente, mis ojos se llenaron de decisión, no permitiría que el estuviera con ella. Me levante e ignorando la mirada entre sorprendida y divertida de Selene salí corriendo para buscar a Nis.

No corrí mucho hasta encontrarlo rumbo a las mazmorras con un libro en la mano, leyendo mientras caminaba, se demoraba una eternidad caminando, muy conveniente para mi.

- ¡Nis, detente!- le grite a unos metros de el y el volteo sorprendió, pero después me sonrío con la naturalidad de siempre.

- Nat, ¿Qué haces corriendo tras de mi?- me dijo con una sonrisa divertida mientras se acercaba a mi y me permitía apoyarme en el para descansar un momento.

- Tengo que hablar contigo, Nis…, ella, esa chica, Hel…- de repente supe que no podría decirle todo lo que me había dicho Selene… si fuera mentira y ella se hubiera dejado llevar por las cosas que decía la gente yo también quedaría mal.- Ella no me gusta para ti, Nis…- dije al fin y supe que seria lo único que le podría decir.

Al principio me miro confundido, pero después pareció molesto y me dijo- ¿Haz escuchado lo que se dice de ella, verdad?

No le pude mentir a una pregunta tan directa así que bajando la cabeza, asentí.- Lo siento, Nis…, pero si sabes lo que se dice ¿Por qué…?

Yo soy observador, Nat, yo se diferenciar a las malas de las buenas personas, se que Hel es buena persona, por eso estoy con ella, no debes escuchar lo que dice la mayoría de gente, a veces no es verdad- dijo el reprendiéndome, pero después con una voz mas suave me dijo- no te preocupes, Nat, conmigo no pasara lo que pasa con los demás… no te preocupes por mi.

Esta bien, Nis- dije dejándome derrotar por sus palabras, el estaría bien, el nunca me mentiría y si me decía que nada malo le pasaría con ella, seria verdad, nada malo le pasaría. Pero aun no quieres que este con ella, me dije pensativa, eso es porque estas celosa de ellos, porque Nis debió enamorarse también de ti, porque no es justo que la única que sufra sea yo… Levante la mirada con una sonrisa y le dije- Si dices que todo estará bien, te doy mi bendición, por cierto, me tengo que ir, Nis, nos vemos.

Lo había dicho rápidamente y había empezado a correr hacia el jardín porque no quería estar celosa, no quería demostrarle como me dolía que estuviera con ella. Mientras pensaba en eso mis ojos se llenaban de lagrimas y mi corazón se rompía pensando en los besos que le daría, en los días que compartirían… me tire al césped y empecé a llorar con el rostro en el césped, pues no era justo que mi primer amor terminara así… no es justo…

- Supuse que a una chica como tu, la encontraría llorando – dijo una voz que inmediatamente reconocí como la de esa chica. Sarcástica, cruel, ahora se venia a burlar de que ella había ganado.

- ¡Vete, vete! – levante mi rostro y la mire con odio, odio que nunca había sentido- Te quedaste con el mejor chico del mundo ¿Es que eso no es el mejor premio? ¿Por qué vienes aquí a verme llorar?

- Tonta, no he venido a verte llorar- me dijo, pero su sonrisa la contradijo, su sonrisa era burlona y sus ojos mostraban diversión. - ¿Cuál chico es el mejor del mundo?

Entrecerré los ojos, no podía ser que ni siquiera supiera quien era, era mentira lo que había dicho Nis ella lo haría sufrir, sin poder controlarme, en un ataque de ira que nunca había tenido me levante y la empuje, ella fácilmente, como si estuviera hecha de aire cayo al piso y desde el suelo me miro con algo que no supe entender, entre tristeza y desprecio.

Ni siquiera se levanto… se quedo en el suelo y yo iba viendo desvaneciéndose el odio cuando me di cuenta de lo que había hecho. – Merlin…, lo siento… no quise, pero… oh, Merlin, ¿que clase de persona soy…?

- Una persona que siente- me contesto con voz tranquila, sentándose cómodamente en el piso.- No vine a burlarme, Nat, sentí que necesitabas ayuda y mis instintos no me dejaron en paz hasta que vine… la maldita parte hada de mi ser… - vi como negaba la cabeza y me trasmitió tranquilidad, me senté a su Ladoga no viéndola como una enemiga.

- ¿Algo así como una hada madrina?- pregunte sin saber porque, solo había querido decirlo, sentí que ella me podría ayudar, la persona que hace dos segundos había odiado por ser creadora de mis problemas. Escuche su risa y aunque antes no lo había sentido, su voz tenia un toque musical, relajante.

- La verdad, es que si, algo así… cumplo deseos si eso quieres saber, no puedo hacer obras con mala intención y lo peor de todo es que siento cuando una persona sufre… y tengo que ir a ayudarla, siempre.

- Entonces… ¿Cumplirás mi deseo?- pregunte lentamente, ella podía hacerlo fácilmente, solo dejar a Nis, darme la oportunidad de enamorarlo… estoy segura que había algo bueno entre los dos.

- Preguntaste antes… que clase de persona eras ¿verdad? Yo te contestare… eres una persona que huye de la realidad porque crees que es la culpable de tus desgracias, te ocultas en una burbuja de buenos sentimientos, dejando de lado una parte de ti, la parte que siente, que puede ser impulsiva a veces, que puede amar, odiar… son instintos humanos… al igual que yo corro hacia quien necesita mi ayuda, tu debes dejar salir lo que sientes- me sonrío tranquilamente y me dijo en voz baja, intima- lo que desees, ese deseo que tienes, si solo dijeras lo que sientes, todo se arreglaría.

- ¿Cómo lo sabes?- dije algo asustada, pues sentía que estaba leyendo mi alma.

- El esta ahora saliendo de la oficina de Dumbledore, si le dices lo que sientes tal vez hoy tengas un lindo almuerzo en el jardín… Corre o no llegaras a su lado- dijo ella y supe que debía obedecerla, corrí hacia la oficina de Dumbledore y fui deteniéndome lentamente cuando lo vi saliendo.

En unos segundos pensé en Helena… tal vez no era tan mala chica, pero Nis no era para ella, porque yo lo amaba a el. Me detuve frente a el y supe que estaba dispuesta a dejar salir lo que sentía.

- La verdad es que, no me gusta Helena para ti por lo que los demás dicen de ella, no me gusta para ti porque tu me gustas y estoy muy celosa de ella, pero si la quieres mas a ella, te advierto que luchare por ti, porque realmente te quiero- le dije, sin darle un momento para que respondiera. Temía que si me detenía no le pudiera decir nada.

- Nat…- dije el y creí que me iba a rechazar suavemente por lo que cerré los ojos, pero no controle mis sentimientos, deseaba llorar y no correría lejos para que el no las viera. Sentí la suavidad de unos labios sobre los míos y mi corazón se acelero. Cuando sentí que se separaba quise volver a sentirlos y porque lo quise lo hice, me acerque a el y junte nuestros labios de nuevo. El beso se volvió mas profundo y sentía que iba a morir de la felicidad.

Me separe de el solo para verlo a los ojos, para ver los ojos de la persona que me había besado con tanta suavidad y a la vez un poco de pasión.

- Tu también me quieres ¿verdad?- le pregunte suavemente.

- Si, yo también te quiero, mi Nat, pero temía asustarte, siempre en nuestras conversaciones decías que eras una niña mujer… temía que me odiaras por quererte y hacernos renunciar al papel de hermanos…- su mano se dirigió a mi mejilla y la acaricio suavemente – mis padres vinieron hoy, por eso no pude ir a nuestro almuerzo, pero quiero pasar todos los demás domingos contigo.

- ¿Tus padres?, pero… ¿Y Helena? ¿No la ibas a ver hoy?- pregunte sorprendida y el me miro confundido. Después negó lentamente el rostro.

- ¿Es por eso que estabas celosa? ¿Creías que te había cambiado por Hel?- me dijo y supe que no pudo contener su risa y despeinar mi cabello cariñosamente- Nunca te dejaría por algo que no fuera realmente importante, mis padres querían hablar contigo, he salido temprano para poder reunirme contigo.

- ¿Y la promesa? ¿La que dijo que no olvidaras?- pregunte por ultimo, sintiéndome algo tonta.

- Oh, eso fue raro... tenemos que hacer un trabajo y tenemos que reunirnos en la sala común a las 7, en vez de decir eso, se refirió a nuestra reunión como promesa – me sonrío tranquilo y yo también le sonreí, me empezaba a dar cuenta que su sonrisa me hacia feliz a mi y supe que estaba enamorada, pero… ¿Cuánto?

¿Continuara...?

Helena Beckfonsi

Helena Beckfonsi
Mi tranformacion.

Boggart :

1133

Cantidad de envíos :

Las reglas del amor Alumno10

Volver arriba Ir abajo

Las reglas del amor Empty Re: Las reglas del amor

Mensaje por Natalie McDonald Mar Nov 02, 2010 5:28 pm

HELI!!!

Te adoro!!!

Gracias por el FanFiction!!!

Gracias , gracias!!

Natalie McDonald

Natalie McDonald
29

Edad :

Dulce y tierno

Boggart :

Colegio Hogwarts

Localización :

384

Cantidad de envíos :

Las reglas del amor Alumno10

Volver arriba Ir abajo

Las reglas del amor Empty Re: Las reglas del amor

Mensaje por Helena Beckfonsi Sáb Nov 06, 2010 4:25 pm

jajajjajajajaja lo hice pensando en ti xD siempre te vere como un patito recien nacido xDDDD y lo hize con nis porque los dos son patitos recien nacidos xDDD pronto lo terminare.
Besoooos Wink

Helena Beckfonsi

Helena Beckfonsi
Mi tranformacion.

Boggart :

1133

Cantidad de envíos :

Las reglas del amor Alumno10

Volver arriba Ir abajo

Las reglas del amor Empty Re: Las reglas del amor

Mensaje por Tamara Baxter Vie Jun 03, 2011 5:34 am

Estaba empezando a leer tu cuento, ¡pero si me encanta como te quedó! Seguí así que vas muy bien, beso...

Tamara Baxter

Tamara Baxter
Mis seres queridos muertos...

Boggart :

Hogwarts

Localización :

82

Cantidad de envíos :

Las reglas del amor Alumno10

Volver arriba Ir abajo

Las reglas del amor Empty Re: Las reglas del amor

Mensaje por Contenido patrocinado

Contenido patrocinado

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.