Los escombros de la tristeza (Natalie)

No entendía muy bien por qué mis padres habían sido enterrados en Little Hangleton, habiendo vivido en Escocia. Sabía que habían sido unos aurores excelentes, cuyas vidas no peligraban demasiado. Aún así, habían sido asesinados... Se desconocía el asesino, pero sospeché quién había sido el responsable de sus muertes corriendo los tiempos que corren: sin lugar a dudas, hubiera sido Voldemort o cualquiera de sus mortífagos.

Observé en silencio las lápidas de mis padres, representadas como dos ángeles de alas caídas y cabezas bajas, dando así al cementerio un aspecto lúgubre y deprimente. El cielo estaba tapado completamente por nubes grisáceas, y los árboles estaban desnudos; cuyas ramas se retorcían en sí mismas. Aquel paisaje me ponía más triste de lo que estaba.

Deposité al pie de las lápidas un ramo de rosas blancas, mis flores favoritas. Luego, cerré los ojos y dejé que la humedad enfriara mi piel.

Esa mañana habia amanecido melancolica, el recuerdo de mi madre, vino a mi de la nada, fue un sentimiento raro, no habia llorado su muerte como lo hizo mi padre, no habia sufrido tanto como espere sufrir, fue algo muy extraño para mi, fue un golpe duro que no senti, quizas ello me hizo asi, debil e inocente.
Me levante de la cama, me puse ropa negra, ese dia me sentia muy triste para ponerme otro color de ropa, me cubri con mi capa y deje que mi alma volara, camine , camine hasta llegar al cementerio, pero que hacia ahi, mi madre estaba enterrada en otro lado, que hacia ahi, en medio de muchas tumbas, solo me pondria mal ello, no queria recordar, pero fue imposible evitarlo, todos los recuerdos venian hacia mi como un torrente de agua helada que me sacudian de manera inexplicable.
Los recuerdos me mataban, ssentia que todo me daba vueltas, no pude continuar en pie y cai.

Suspiré, como si el alma me pesara tanto que sentía la necesidad de salir en un suspiro largo y eterno. Pero al escuchar cómo algo caía, giré la cabeza con rapidez, esperando que no fuera nadie conocido, pues no quería preocupar a nadie. Sin embargo, encontré el cuerpo yacido de una joven que creía no conocer.

Me dirigí hacia ella acelerando un poco el paso, preocupada por su estado aunque no la conociera. Intenté olvidarme de los recuerdos que acudían a mi mente rompiéndola a martillazos par poder centrarme en la chica. Me arrodillé junto a ella, le di media vuelta para verle el rostro y, comprobando que no me conocía, saqué la varita de mi bolsillo. Apunté a su pecho y...

-Ennervate... -susurré.

Era un hechizo que aprendí hace poco, el cual reanimaba a una persona inconsciente. Se solía utilizar en combates para reanimar a los magos o brujas víctimas del hechizo Desmaius.

Mi mente volo, parecia que se iba lejos de mi cuerpo, no queria regresar, queria quedarme asi, no queria volver a la realidad, era una niña tonta que no sabia lo que era sufrir, pero entonces para que volver sino hacia las cosas bien, que de bueno haria volviendo, pero que me pasaba, esa no era yo, no era posible que yo quisiera huir de todo lo malo, tenia un objetivo, tenia que enfrentarlo, pero no sentia las fuerzas necesarias para seguir, no encontraba mi motivo, mi mente siguio volando, parecia que habia salido de mi cuerpo, veia a una chica al lado mio tratando de reanimarme, pero no queria volver, aun no queria volver.

Senti como algo me llamaba de nuevo de a la vida, pero eso era mas fuerte que no podia evitarlo, senti como me dolia la cabeza, sentia como todo me daba vueltas.

-Estee.. que me paso- dije un poco adolorida y consternada

Off. Perdona mi retraso.

On.

Noté cómo la chica participaba en una lucha interior, pero no pude escarvar mucho en el tema por el cual se debatía. Percibía la intensidad con la que peleaba, un tanto contradictorio; y también la pérdida de su fuerza de voluntad. No entendía qué es lo que sentía exactamente, y detestaba que me pasara aquello. A veces odiaba el poseer el poder de sentir lo que otros sentían, y verme obligada a sentirse mejor para no seguir con aquella tortura sentimental.

Al ver que la muchacha había despertado, esbocé una sonrisa para calmarla, aunque mi estado de ánimo no fuera aquel, ni por asomo.

-Acabas de desmayarte y caer. La razón la desconozco.

Guardé mi varita para que no se sintiera amenazada, me levanté y le ofrecí una mano para ayudarla a levantarse. Era una completa desconocida, pero había ido allí por alguna razón, y no quería dejarla tirada como si nada hubiera pasado. No era una imagen que le quería dar a mis difuntos padres.

Mi lucha interior era muy fuerte, yo no queria volver, aun no, estaba bien como estaba pero esa chica me hizo volver a la vida, era algo bueno y malo a la vez, era volver a enfrentarme a la vida, algo que en este momento no queria, mi mama, queria a mi madre, pero que tonta que era mi madre no volveria, no lo haria, se la llevaron, me la quitaron, ellos, esos malos, me arrebataron a mi madre.

-Este.. desmayarme.. cuando.. no se que me pasa.. lo siento si cause molestias.. - dije al momento que intente ponerme de pie.

Senti que mi brazo me dio un fuerte dolor, de pronto el dolor se empezo a incrementar, trate de moverlo pero solo conseguia que me doliera mas, el brazo derecho, justo ese brazo me tenia que lastimar.

Me quedé observándola un momento, sumida profundamente en mis pensamientos a la vez en que intentaba mantener los pies en la tierra. Justamente había ido a ese lugar para que nadie me viera ni me hablara, para estar sola con mis cavilaciones y los malos y buenos recuerdos. No me iba a mostrar fría ni seria ante la desconocida, ni mucho menos, pero sí tendría un aspecto melancólico y triste. No estaba de humor para charlar con alguien en aquel cementerio tan deprimente.

-No pasa nada. En estos tiempos y en este lugar es normal que ocurra -suspiré ampliamente, sin que se me notara. Sentía el alma por los suelos.

La miré, notando que sufría por algo, a parte de nostalgia. Parecía ser que había perdido a alguien, al igual que yo, y eso lo compartía. No públicamente, pero sí interiormente. No me gustaba conectar con otras personas a través de aquel dolor tan profundo. El otro dolor que sentía no era psicológico.

-¿Te has hecho daño? -le pregunté, apartando mi mano tras ofrecérsela para señalarla a ella. No sabía qué punto exacto le dolía, pero sí que el dolor era físico.

Vi que la chica me observaba de manera extraña, parecia que yo habia interrumpido por no decir arruinado con mi presencia sus cavilaciones y recuerdos, observe que tenia un aspecto melancolico por no decir triste y abrumada.

Me movi y senti que un dolor agudo me llegaba, senti que mi brazo estaba mal, no sabia cuanto daño habia sufrido por mi caida pero presentia que habia sido muy fuerte porque el dolor era insoportable.

-Me duele el brazo, no soporto el dolor -dije a manera de quejido.

Off. Perdona de nuevo mi retraso T_T

On.

-Hmm... -pensé, y tomé su brazo-. Déjame ver un momento...

Observé y palpé el brazo de la muchacha con sumo cuidado, detectando las zonas donde el dolor reaccionaba más. Cuando más o menos supe dónde era, apunté a donde tenía la herida con mi varita y susurré: 'Episkey'. Poco a poco, noté que el alivio de la desconocida se extendía hasta que el dolor hubo desaparecido. Retirando mi varita y dejando su brazo, sonreí para calmarla, por muy mal que me encontrara.

-Nada por lo que preocuparse, jovenzuela. Sólo tenías unas pocas magulladoras, pero nada más; la nieve te ha amortiguado la caida.