Dirección a los jardines (Celes)

Aburrido, como estaba, se dejó arrastrar por sus pies hasta la salida del castillo. Una visita a los jardines tal vez sería buena para despejar la mente y estaría más listo para enfrentar el día siguiente. Seguramente, podría recostarse un rato sobre la hierba y, si se encontraba lo suficientemente a gusto allí, hasta podría permitir quemarse un poco al sol. Aunque los pasillos terminaban siendo, para alguien tan despistado como él, más bien un laberinto.

Terminó apoyado contra una pared, ya sin saber si debía girar hacia la izquierda o la derecha nuevamente. No quería admitirlo, pero se había vuelto a perder y eso no hacía más que incrementar el enojo consigo mismo por no poder recordar un simple camino. Y no es como si fuese nuevo en el castillo, pues se suponía que concurría hace años, pero seguía pasándole como si fuese su primer día allí. Estaba a punto de gritar de frustración, cuando sintió que alguien se acercaba.

Se reprendió mentalmente, intentando ser educado con aquel chico que acababa de presentarse, no era culpa de nadie que se estuviera desquiciando. Escrutó al chico Lancaster, aunque debía ser mayor que él, y por su aspecto dedujo que debía ser un Slytherin. Además su nombre le sonaba de algo, aunque no le conociese.

—Celes WaldFee—se presentó, estrechando la mano que el otro había extendido.

—Pues... Intentaba llegar a los jardines—se encogió de hombros, restándole importancia—. Oí decir por ahí que el sol no mataba, así que... ¿Y tú que hacías por aquí?—Se acomodó contra la pared, como si esta fuese un lugar cómodo para observar al chico y el resto del pasillo.

Sólo entonces pudo recordar de donde le sonaba el apellido. Su padre le había mencionado, nombrando a la familia como una de las más importantes. Ahora, cuando le observó, pudo notar que tenía aquel aspecto “importante” del que había hablado su padre y caracterizaba a la familia.