En la biblioteca (Britanny O'Rourke y público)

Mis dedos pasaban desapercibidos sobre los lomos de la infinidad de libros que se situaban en lo alto de aquella estantería. Aquellos ojos color oliva se mostraban cansados al no poder encontrar el libro que buscaba. Había escuchado de algún compañero que había hablado sobre "Guía del Buen Mago" pero por más que lo buscaba no lo podía encontrar.

Descendí por las escaleras y me acerqué al mostrador donde esperé a que la Señora O´Rourke me atendiera.

-Buenas tardes-saludé cordialmente al reconocer aquel rostro que conocí en el comedor-Guía del Buen Mago-expuse-No logro encontrarlo. Me dijo un compañero que lo ha devuelto hoy mismo-mis palabras empezaban a sonar histéricas-¡No está!


Después de una fracción de segundo tomé aire y sonreí dulcemente mientras mis manos se frotaban la una hacia la otra un tanto nerviosas.

-No es mi amigo-pronuncié tras un aclarado de garganta-Simplemente es un compañero-me dirigí a donde me había indicado y comencé a ojear los libros apoyándome en la larga escalera que permitía acceder a los más altos..


Entonces esperé que ella me lo encontrara ya que sin un buen hechizo "Accio" a mi esto no se me daba tan bien.

-Por cierto-dije educadamente-¿Me lo asconseja leer?

-¿Podría llevarme ese también?-pregunté-¿Magos celebres dijiste?


Ansiaba tener más y más conocimiento. No había mejor amigo que un buen libro . Me sentía extrañado, cuando me miró así me sentí como una estatua a la que perfilar

Cuando mis labios se disponían a vocalizar algo, aquel muchacho habló después de observarme de arriba hacia abajo. Y mi mirada frívola les observó nuevamente. Él elaboró una pregunta y antes de que la bibliotecaria pudiera responder decidí preguntar yo también.

-Guía de Pociones avanzadas-pronunció una voz suave y al mismo tiempo sensual

-Puedes renovarlo las veces que quieras querido, mientras que vengas y me digas para ponerlo en el fichero.
Britanny sonrió con amabilidad, al parecer era un joven muy estudioso. En eso la chica Slytherin pide un libro, su voz era un tanto fría y con un acento diferente. La bibliotecaria río en sus adentros por la joven que había entrado, los alumnos de esa casa no cambiaban con el correr de los años.
-Primer pasillo, está en uno de los primeros estantes a tu izquierda.
Pronunció con su dejo irlandés que aún recorría su sangre, mientras se acomodaba una de sus brillantes pulseras que hacían relucir su piel perfecta veintiañera.
-¿Deseas que valla por él?
Preguntó a lo último, quizás la joven aún no se localizaba bien en la biblioteca.

Observé como la se dirigía a por el libro. Cuando disponía a irme dedicándole una honesta sonrisa a la bibliotecaria me dio cargo de conciencia. Si no lo hacia estaría torturándome todo el curso.


-¿Quieres que te ayude?-pregunté después de acercarme a ella. Entonces vi el libro que buscaba, tenía unas pastas color negras desgastadas y denotaba que no había sido sacado en mucho tiempo. Quizá sería por la dificultad de la búsqueda de sus ingredientes-Está allí-señalé.

Me moví con elegantes zancadas al pasillo que la mujer me había indicado. Me detuve frente a la estantería y comencé a observar el título de los lomos en los libros.

Entonces se me acercó aquel muchacho de Hufflepluf. No le respondí, no tenía nada en contra de él pero no podía confiar en el primero que se me cruzara. Antes de que pudiera indicarme donde estaba el libro mis ojos se clavaron en aquel tomo negro y desgastado.

-Gracias-dije mientras lo cogía-Pero ya lo había visto antes-me dirigí a la recepción y le dí el libro a la bibliotecaria esperando que me lo anotara.

-Cuidese-la sonreí ignorando la contestación frívola de aquella muchacha-Hasta luego.


Cogí aquellos tomos de libros y me marché.