Pársel en la Sala Común [Alyss]

Afuera brillaba un Sol espléndido. Y yo dormía con tranquilidad hasta que una lechuza entró por una de las ventanas y me sacó el aire cuando me tiró un libro encima del estómago. Pársel básico y su uso común. Acompañado de una nota en ruso con varios insultos a mi persona por no hablar como debía tan ancestral y digna lengua. Amo a mi tío Skletibus.

Ya que me habían despertado, bajé a la Sala Común, desierta, y me senté en una butaca a leer contra una ventana. Sería interesante, y podría servirme.

Decidí levantarme temprano, el día anterior había sido agotador y el hecho de caminar, correr, gritar y mantener la mente atenta en los invernaderos no me había dejado descansar hasta llegar a derrumbarme sobre la cama por la noche.
Bajé las escaleras con prisa junto con Argot dormido en mi cuello, el suelo estaba frío bajo mis pies asi que alcancé el primer sillón que encontré en mi camino, sentándome en el reposabrazos para poder salvar mis pies y confortarlos entre las manos.
-WAH!- grité asustada al ver a Teo en el mismo sillón.

No escuché nada hasta que una chica mi gritó en el oído. Solté el libro dejándolo caer y salté de la butaca sacando mi varita. Al ver a Alyss sentada guardé la varita de inmediato.

-Me pegaste un buen susto -le dije mientras recogía el libro del suelo -. ¿Qué haces tan temprano por acá?

Me sentí culpable por interrumpirle tan desastrosamente asi que me alejé del sillón también.
- Realmente lo siento, no te había visto y hacía frío y...- me callé al intentar explicar algo que sobraba asique me limité a sentarme en un sillón de al lado y cubrirme con la manta verde que llevaba en los hombros.
-No era mi intención asustarte, por alguna razón creo que te lo hacen a menudo, no? perdona, estabas tan concentrado... - incliné la cabeza para ver la portada del libro y mis ojos brillaron de curiosidad.- mm... no hacía nada realmente, pensaba quedarme un rato a escribir.-dije mientras acariciaba distraida al pequeño bulto blanco que asomaba su cabeza por encima de mi pañuelo.
Teo estaba leyendo un libro sobre Pársel, qué interesante.

Demasiado brusco... no aprendes más Teo. Moví mi butaca para quedar frente a ella.

-Disculpa -le dije sonriendo y observando el bulto blanco -. ¿Quién es? -le pregunté amigablemente.

Sentí alivio al ver que no estaba molesto.
- Se llama Argot- sonreí a su vez mientras descubría mi pequeño gato blanco que abría los ojos azules con atención. Parecía aferrarse con sus diminutas patas a la tela cuando lo apoyé en mi regazo.- Si quieres puedes cogerlo, es bastante tranquilo.
Argot miró a Teo con curiosidad.
-Parece que le interesas- adiviné

Miré a su gato con los ojos brillantes, era hermoso, y a mí me encantaban los gatos. Estiré mi mano y lo tomé suavemente, lo posé en mi regazo y le acaricié el cuello con el pulgar. Es muy parecido a Pandora.

-Es hermoso, y se parece a mí gatita... -dije mirando a Argot -. Suelo interesarle a los animales, mi sangre veela los afecta más que a los humanos. Todavía no se si es bueno o malo -dije con una sonrisa.

-Y descuida, no estaba concentrado, recién bajaba, un libro bastante raro, ¿no? -levanté el libro y se lo pasé con la nota en ruso.

Me agradó ver a Argot tan complacido con Teo, y el chico de ojos azules también parecía compartir la misma sensación. Era bonito contemplarles juntos, sin duda tendría que dibujarles así alguna vez.
-Me gustaría conocerla, quizá se lleve bien con Argot- sonreí pero presté más atención al segundo dato. Sangre veela...recordaba perfectamente lo que había leído de la mitología eslava- creo que comienzo a comprender tu afición a los paseos por los jardines
Sonreí mientras cogía el volumen en mis manos.
- Pársel... ¿Te lo envían por algo en particular? - No leí la nota, además, no tenía el suficiente conocimiento de Ruso para saber lo que ponía.

-Son más o menos de la misma edad, bah, Pandora no crece... nunca voy a entender como hicieron, pero la tengo desde que era pequeña y siempre fue una bolita de pelos blancos y negros -dije riendo -. Mis tíos, fanáticos de la magia oscura y quieren que aprenda Pársel... sé algunas palabras, parece que no basta -dije con un tono que expresaba lo que me molestaba que quieran que me parezca a ellos.

-¿Y por qué sería mi afición por los paseos? -esa parte me interesó, Alyss es muy simpática. Seguí acariciando a Argot y mirando a la chica.

Mi rostro no pudo evitar expresar que tenía ganas de ver aquella bolita de pelos llamada Pandora.
- Definitivamente tendré que verla en alguna ocasión- concluí.
Argot parecia haberse quedado dormido entre las caricias del chico.
Observé el desagrado de Teo con la idea del Pársel. Había pensado que le gustaba por la atención que le había otorgado al libro cuando estaba leyendo.
- Piensa que nunca está de más saber, puede que te sea útil alguna vez - expresé mientras recostaba la cabeza sobre el posabrazos y apartaba el pelo de los ojos antes de proseguir. El pelo tan largo llegaba a ser molesto en algunas ocasiones; me gustaba mirar a los ojos cuando hablaba con alguien.
- Las veelas, según la mitología eslava, suelen vivir en praderas, lagunas, océanos, árboles,.. quizá sea esa la razón por la que te sientes bien estando en la naturaleza, aunque es sólo mi opinión- dije revisando el libro y volviendo la mirada hacia él.

Pues sí, realmente Alyss era una persona que me agradaba.

-Pandora quedó en mi casa, aunque puede que la traiga después de las vacaciones -le dije, mientras acariciaba a Argot.

-Nunca está de más saber... es verdad, pero con lo que se ya es suficiente para mí -y vaya que me ah servido el Párcel -. Aunque preferiría algo menos... como decirle... ¿oscuro? -reí, la verdad es que la obsesión de mis tíos me molestaba y asustaba por igual -. Y debe ser esa una razón importante, no puedo estar dos días sin haber pasado al menos dos horas en los jardines... además, después de cinco años, ya conozco algunos buenos lugares, excelentes más que buenos.

Alyss era muy simpática, y me sentía a gusto conversando con ella.

-Apoyo la posibilidad- sonreí al escucharle hablar de traerla.
Le miré con extrañeza por sus palabras, parecía como si su destino fuera ligado a Slytherin, ¿por qué había acabado en Ravenclaw?
- Desde luego que las opiniones de tus tíos no tienen que ver, pero cómo es que acabaste en esta casa en lugar de la de Slytherin? No digo que seas como ellos, quiero decir, para mi pareces un ravenclaw-dije apresuradamente- pero... posees cualidades y familia que simpatizan por esa opción. Personalmente, no es que me incumba, pero me parece curioso...- el miedo que noté en él me dejó un regusto amargo.
Agrandé los ojos, sonriendo de emoción.
- Comparto tu síndrome de explorador, ¿de verdad conoces lugares asi?- contuve, haciendo que la manta se deslizara al suelo cuando me incorporé un poco hacia él.
Quizá pudiera enseñármelos en algún rato libre.

-Me descubriste -dije tomando mi varita -. Soy el heredero de Slytherin -y le apunté con mi varita para estallar en risas por su expresión -. Broma, broma. Yo no comparto mucho el interés de mi familia, y mi madre tampoco. Mi lugar está acá... ¿por qué parezco un Slytherin? -le pregunté con curiosidad.

-Y por supuesto que conozco lugares hermosos, y te los mostraría solo por ver tu expresión de asombro cuando los encontremos -le dije con una amplia sonrisa.

Me había quedado en blanco, agrandando los ojos cuando dijo "heredero de Slytherin", seguidamente de sentir alivio por solo haber sido una broma mientras volvía a mi posición. Teo no podría formar parte de ningún propósito mortífago, no podía imaginármelo actuando de ese modo ni tampoco quería pensar así de él.
- Um... no es que me parezcas un Slytherin, es sólo que, mirando desde el punto de vista práctico, tus conocimientos del Pársel quizá te facilitaran las cosas con esa casa en particular. Pero veo que eres bastante independiente con tus conocimientos, después de todo, el hecho de saber no quiere decir que te vincule a nada en especial....-dije pensando en voz alta- el saber te hace libre de decidir. Si, creo que eso es lo que quería decir- sonreí.- me alegro de que pertenezcas a Ravenclaw, creo que es la casa que mejor te va...-dije después de su ofrecimiento- y creo que entonces te acompañaré en tu próxima expedición, después de todo, ya me has visto correr colina abajo, gritar, caerme... ya no tengo reputación que perder- rei

Reí ante su último comentario y acaricié a Argot. Es obvio que le mostraría algunos de los lugares más hermosos del Bosque, el Lago... ¿la Cámara? Que ganas de echar a perder tus secretos Teocracio...

-Tienes razón, y dime... ¿cómo te vas adaptando al ritmo del colegio? -le pregunté.

Me gustaba oir como se reía, Argot estaba de acuerdo conmigo y comenzó a ronronear.
- Por el momento lo llevo muy bien, de verdad que necesitaba un lugar estable en el que estar... En mi vida, pocos recuerdos tengo de haber residido en un sitio durante mucho tiempo. -contesté, recorriendo la tapa del libro con los dedos.-Cuando pasas la mayor parte de tu vida viviendo en un coche de aquí para allá, esto es lo máximo que puedo pedir, y unido a la oportunidad de aprender más y poder encontrar amigos...-curvé los labios- No me quejo de lo que viví anteriormente con mi padre, pero me alegro mucho de estar en este colegio.- comenté y luego volví la mirada hacia él.
-¿Qué me dices de tí, Teo? ¿Te gusta estar en Hogwarts?

Observé con atención a Alyss y escuché su relato con interés. Mi curiosidad hacia ella crecía.

-A mi me encanta, este castillo es mi hogar... con mi familia en Rusia, y mi madre en Francia, este fue mi refugio durante estos 5 años -le comenté, y era verdad, no me agradaba tener que ir a Rusia en las vacaciones, y de más está aclarar que para Navidad me quedo en el colegio -. ¿Por qué viajaban tanto?

Parecía que no era la única que tenía complicaciones fuera del colegio.
- No da la sensación de que te guste salir de aqui... -comenté al ver su actitud- visitas mucho a tu madre? Debe de ser emocionante ir a París, allí hay mucho arte que ver..-sonreí dejando ver mis gustos.
Ante su pregunta, bajé un poco la cabeza para ordenar las palabras. No me sentía presionada por contárselo ni tampoco incómoda ante la posibilidad. Creí que podía confiar en él y decirle la razón.
- El motivo...-rei amargamente- bueno, se debe a mi madre, principalmente... Ella desapareció una noche de tormenta en el bosque, cuando yo aún era una niña. Mi padre se obsesionó con encontrarla, sigue aun en ello. Me pasé los últimos años buscando pistas junto a él sobre un caso que no tenía sentido... quizá ella simplemente nos abandonara, pero por alguna razón, siento que fue otro motivo. -miré hacia la ventana, como si el bosque me amenazara desde la lejanía.- es también la razón..por el que temo a los bosques....siento que los que se adentran ya no vuelven..siento que alguien me vigila esperando a que entre..
Volví la vista hacia Teo a la vez que volvía en mí, dándome cuenta de que quizá había hablado demasiado.
-Perdona, quizá te parezca una loca paranoica-dije un poco arrepentida.

Lo escuché todo con atención, debió ser muy duro para ella... si le daba miedo el bosque, no quería imaginar la Cámara... mejor postergo esa revelación.

-Lo lamento, espero que algún día la pueda encontrar -me acerqué para hacerle una pequeña caricia en la mano cuando dije eso, yo sabía lo que era crecer sin uno de tus padres, y la entendía.

-Hogwarts es el único hogar que conozco. Y a mi madre nunca la visité en Francia, cuando termina el año escolar nos encontramos en Rusia, y en Navidad yo me quedo en el colegio. Prácticamente todos mis recuerdos son acá... le tengo un gran cariño al castillo, y sobre todo a los terrenos.

Me sorprendió notar la cálida mano de Teo sobre la mía, y le miré, intentando ocultar la conmoción. Parecía que podía llegar a comprenderme.
-Gracias, Teo- sonreí agradecida. No me había esperado que reaccionara así después de haber parecido una auténtica demente.
Le escuché atenta cuando me contó sobre su familia, no parecía extrañarlos como otros alumnos, alegres de volver a casa en vacaciones. Quizá se sentía incómodo visitando a su familia, quizá si le decía de algún sitio en el que pudiera estar mejor durante su estancia... no se le haría tan duro, podría llevar a su madre consigo.
- Rusia... Tiene terrenos bastante interesantes en los que también puedes crear recuerdos...-dije intentando recordar uno de los folletos que había leído distraídamente en un viaje. Mi padre sabía que me gustaban los viajes, asi que solía recoger papeleo de agencias de vuelos- está...el Parque Gorka, en Moscú, si, recuerdo que leí que en él había distintos tipos de jardines y que era de interés porque se había filmado una película bastante famosa en el 83...no recuerdo la película, pero parecía muy bonito - señalé curvando los labios antes de seguir- luego está en Petersburgo el Parque Lenin, considerado el pulmón de la isla Petrogrado..-le miré y expliqué por las dudas sobre el lugar- La isla Petrogrado alberga el Parque Lenin, con el Zoológico, el Planetario, entre otras cosas..- proseguí y nombré el último jardín que recordaba del folleto- Por último, está en Kiev, el Jardín Botánico de la Academia Fomin, que según recuerdo, frecuentan muchos ajedrecistas.
Quizá me había pasado un poco con la información, pensé cuando acabé.
-En fin, luego no digas que no tienes cosas que visitar en Rusia, es bueno conocer sitios nuevos, espero que me escribas sobre ellos si vas- sonreí.

Me quedé impresionado con la memoria de Alyss, la verdad es que nunca me había interesado mucho visitar distintos sitios del país. Es más, nunca había salido de Sertrekovch...

-Eres increíble -le dije, sin ocultar mi admiración -. Si te soy sincero, nunca salí del complejo donde está la mansión familiar, la Sertrekovch. Siempre me dediqué a vagar por los terrenos y a explorar la mansión, la biblioteca, los pasadizos y cuartos secretos... la cantidad de objetos y libros de magia negra que encontré bastan para pasar trece vidas en Azkaban -sonreí en este punto -. Los terrenos me encantan, se parecen a los de aquí, pero más fríos y elegantes... paso ahí casi todo el día. Y la noche en las bibliotecas o en la sala, charlando con los cuadros. Imaginaras que mis tíos y abuelos no se tomarían bien si les pido ir a algún sitio muggle, pero creo que ya puedo ir solo... lo tendré en cuenta la próxima vez.

- No...sólo tengo memoria para algunas cosas que terminan siendo útiles en algun momento- deduje apartando un poco la vista de sus ojos.
Solía contar ese tipo de cosas a mi padre, ese tipo de cosas que no servían para nada...parecía curioso que siempre resultara que aprendía lo mismo; el saber nunca está de más.
Fruncí un poco el ceño al imaginarme todo lo que me estaba contando. No parecía muy divertido...
-Sertrekovch.. hablas como si fuera una prisión, salvando los jardines.-comenté y seguí imaginando a ese chico durante todas las vacaciones de verano entre cuadros, libros de magia negra, jardines enjaulados que no permitían que nadie pasara sus fronteras después de haber entrado..aquello debía de ser una locura.
- Teo... no te sientes nada bien estando ahi. -tragué saliva, humedeciéndome los labios por el nerviosismo de estar en esa situación- Comparto el gusto por la soledad en muchos momentos pero... no puedes vivir así, anhelando volver aqui durante los meses que no estás en el colegio, no crees que es mejor vivir también esos meses de vacaciones? Se que no es cosa mía, que quizá no es tan fácil... -dije pensativa.- No sé muy bien tu situación familiar, pero no dejes que te ahoguen entre esos barrotes de hierro

-En realidad me gusta. Y no estoy tan solo, mis primos y tíos están todas las vacaciones ahí. Y los jardines son inmensos... es un lugar que me encanta. Mi prima Dikleva me acompaña siempre, en cada paso que doy afuera de la casa, en con la que mejor me llevo. Y mi primo Sertionel es mi compañero de lectura -le sonreí, más por los recuerdos que por otra cosa -. Suelo pasarla bien, pero obvio que las cenas es lo más incómodo. Cada uno almuerza como quiera, menos los domingos que es todos juntos; pero la cena es toda la familia, y siempre cae una crítica a mi madre o a mí de parte de mis tíos... nunca me perdonaron venir a Hogwarts. Es por eso que prefiero andar con mis primos, ellos son frescos y no les interesa las viejas creencias anti-muggle de la familia. Si estuviese solo, no aguantaría...

-Anhelar volver, sí, eso sí lo hago... pero más por el apego que siento por el castillo que porque me desagrade estar en Sertrekovch.

Alyss me hacía pensar y reflexionar, en cierto modo, lo que no me agradaba de Rusia eran mis tíos, y estar lejos de mi hogar, que era Inglaterra.

Me tranquilizó oir que le acompañaban. La imagen de unos malvados tíos, su madre y él en una inmensa mansión no era muy inspiradora.
La razón por la que sus tíos le criticaban..llamó mi atención.
- Por qué están en contra de que vinieras a Hogwarts? Contradice un poco el tema de que quieran que aprendas a toda costa...-pregunté dirigiendo una mirada hacia el libro- aunque quizá su forma de enseñanza consista en encerrarte en una habitación llena de libros de magia negra, cosa que sinceramente no apoyo- dije arqueando una ceja.
- A veces es mejor dejar de lado esos sentimientos, siempre tendrás este lugar para volver cuando quieras y cuando lo necesites, si tú lo deseas de verdad- sugerí- avisame si tienes problemas para escaparte de Sertrekovch , soy bastante buena en esa materia - sonreí con complicidad.

-Están en contra de que se les enseñe magia a los hijos de muggles, por eso no les gusta Hogwarts, y querían que vaya a Durmstrang como toda la familia -le sonreí, para que viera que eso no me afectaba en nada, yo quería ir a Hogwarts y vine a Hogwarts.

-¿La pequeña Alyss es una chica rebelde que se escapa por las noches? -le pregunté y una sonrisa se me formó en el rostro de sólo imaginarla.